2 nov 2007

Batalla de Loos (Septiembre-octubre de 1915) (1)

Batalla de Loos (Septiembre-octubre de 1915) (1)


La Batalla de Loos, o Segunda Batalla de Artois, fue una de las principales ofensivas aliadas de 1915 en el Frente occidental. Las campañas en la zona de l’Artois fueron las más importantes durante 1915. Fue llevada a cabo por un combinado francobritánico, dónde los Nuevos Ejércitos británicos (Kitchener’s army) y los llamados Territoriales tuvieron su bautismo de fuego. A pesar de las esperanzas depositadas, pocos creyeron que se pudiese asestar un gran golpe contra las líneas alemanas. Liddell Hart, el historiador militar británico, cree que el mando británico y concretamente el comandante del 1r Ejército, Sir Douglas Haig iba a emprender la ofensiva sin ninguna esperanza de éxito. Haig creía o argumentaba que el aprovisionamiento de municiones y proyectiles para la artillería no sólo eran claramente insuficientes, sino que la logística no era la adecuada. Según Liddell Hart, el factor suministro y aprovisionamiento de munición para la artillería fue clave en el desarrollo de la ofensiva. Los datos parecen reveladores: la proporción entre artillería pesada y piezas de campo era absolutamente descompensada: 71 a 1.406. Por otra parte, la fabricación de munición británica a junio de 1915 distaba años luz de la de sus aliados y enemigos. Inglaterra producía 22.000 proyectiles al día, por 100.000 franceses y 250.000 por los alemanes y austriacos.
La composición del Cuartel General británico también mostró algunas opiniones en contra como la de Robertson, Jefe del mando general de las BEF. No obstante, las opiniones de Sir Henry Wilson, devoto defensor de la tesis francesa en cuanto al concepto ofensiva, apartó a Robertson del círculo más próximo a French, y por tanto de expresar una opinión en desacuerdo con el plan. Así pues, en la toma de decisiones influyeron a menudo los bandos y presiones desde arriba que el hecho táctico y militar. Incluso se dice que Kitchener presionó para que se llevasen a cabo debido a cuestiones más políticas que militares. Curioso, ya que Kitchener siempre se había mostrado contrario a llevar a cabo simples operaciones de desgaste contra unas líneas perfectamente asentadas.
El campo de batalla de Loos está al norte de la localidad minera de Lens, en una importante zona industrial del norte de Francia. El paisaje y el terreno son extremadamente llanos y está dominado por diversos enclaves mineros. En el otoño de 1915, esta zona de pueblos mineros y complejos industriales ofrecía grandes dificultades para realizar una ofensiva. Los lugares claves del campo de batalla fueron:

1. El Canal d’Aire o el llamado canal de la Bassée, que corre de oeste a este
2. La localidad de Guinchy, dónde había un puente que cruzaba el canal de la Bassée
3. La carretera que lleva de Béthune a La Bassée, paralela al canal y que atraviesa la población de Cambrin, que está justo al norte de d'Auchy-les-la-Bassée.
4. Las llamadas
pilas de ladrillos, grandes montañas de reservas de ladrillos localizadas al sur del Canal, al este de Guinchy.
5. La carretera de Bethune a Lens, dirección sudeste que pasa al lado de la localidad minera Loos-en-Gohelle. Justo al norte de la carretera se vislumbran las afueras de Lens.
6. Los complejos mineros de Mazingarbe, Grenay, Bully-les-Mines que estaban detrás de las líneas británicas.
7. Las comunidades mineras de Cité St. Elie, Cité St. Auguste y Cité St. Laurent que estaban detrás de las líneas alemanas.
8. Las minas, líneas ferroviarias y la maquinaria extractora que estaban por todo el campo de batalla. Las minas subterráneas recibían el nombre "puits" y estaban numeradas por la compañía propietaria. Los montículos de carbón que igualmente estaban dispersados por el lugar de la batalla fueron denominados fosas. La más importante de éstas áreas incluía el vertedero que fue designado con el nombre de Fosa 8 que estaba delante de Auchy y de las canteras delante de Hulluch. Ambas posiciones estaban fuertemente fortificadas por el enemigo. De hecho, la fosa 8 fue rebautizada con el nombre de Reducto Hohenzollern.
9. Al este de Loos, el terreno se inclina suavement hacia una altitud de unos 200 metros, suficiente para convertirse en un lugar de privilegiada observación sobre la zona. Las líneas del frente bajaban a través del canal hasta
Givenchy/Guinchy, a través de los montículos de carbó y a través de una planície entre Vermelles y Hulluch serpenteando hacia el oeste hasta las afueras de Lens, que estaba en manos alemanas.El gran cuartel general británico estaba en St. Omer, el cuartel general del 1r ejército estaba en Hinges.

El plan de batalla

La ofensiva del combinado francobritánico atacaría al este, contra las posiciones defendidas por el 6º ejército alemán. El grueso de la fuerza supervisada por el general Foch consistía en el 10º ejército francés y en el 1r ejército británico. El ataque se dirigiría contra un frente de unos treinta kilómetros de longitud, entre Arras y La Bassée. Aunque se bombardearía todo el frente, se decidió no atacar frontalmente las posiciones de Liévin y Lens. Al sur de esta franja, el 10º ejército lanzaría diecisiete divisiones de infantería contra el enemigo, situando unos 400 cañones pesados con dos divisiones adicionales de caballería por una posible rotura del frente. Al norte, el 1r ejército atacaría con seis divisiones de los cuerpos 1r i 4º, disponiendo de unas 70 piezas de artillería y con dos cuerpos adicionales de caballería (el 1º y 3º indios) con el objetivo de
empujar. Los objetivos de la misión ofensiva eran muy imprecisos. Dentro de las posibilidades, el plan de Joffre era demasiado simple: las posiciones fortificadas enemigas serían destruidas por un bombardeo continuo de 4 días, con un crescendo final de las 4 últimas horas finales. Cada una de las divisiones no situaría más de dos brigadas y media en primera línia. Así pues, una constante corriente de tropas seguiría la vanguardia y detrás de éstas como apoyo las divisiones de reserva. Según Joffre los ejércitos, desde Suiza hasta la costa del Mar del Norte, tenían que estar preparadas en caso de rotura del frente. Del lado británico, 75.000 soldados de infantería, inicialmente, llevarían a cabo el ataque. El 1r Ejército británico realizaría el ataque en un frente amplio: las experiencias de Neuve Chapelle y Festubert, en frentes estrechos donde la potencia de fuego se concentraba en un punto muy reducido ya se había comprobado peligrosa según los mandos. La operación la realizarían principalmente seis divisiones de los Cuerpos Iº ( 2ª, 7ª y 9ª) y del IVº (1ª, 15ª y 47ª). A éstas se les sumarían la 28ª del Ir Cuerpo y la 3ª de caballería del IVº. El XI Cuerpo de reserva también participaría pero al segundo día de batalla, el 26. También el día 29 de septiembre se les unirían las divisiones Meerut y 19ª del Cuerpo indio. El dilema estaba, no obstante, en la artillería ya que no había suficientes piezas para cubrir sobradamente el frente. Éste será uno de los aspectos o factores más decisivos de la ofensiva de Loos: el número insuficiente de piezas artilleras así como de munición.
Por otra parte, el mando británico se decidió por utilizar los mismos medios que el enemigo y optó por el uso del gas venenoso. Los analistas, en este punto, creen que el gas iba a remediar la falta de artillería pesada. Las cortinas de humo también se planearon para ocultar el avance británico por la tierra de nadie. El viento tendría la última palabra.
Se cree que las últimas órdenes y detalles fueron enviadas por el mando del 1r Ejército el 19 de septiembre, pero se sabe que Haig estuvo esperando hasta los últimos informes meteorológicos del día 24 para dar las últimísimas indicaciones. El viento y su dirección eran la principal preocupación. Incluso para mantener el máximo secreto se utilizó el termino accesorio para designar el gas. Los alemanes conocían o intuían que iban ser atacados, pero desconocían totalmente que iban a ser víctimas de un ataque con gas. De hecho, el frente alemán en el sector de Loos tenían grandes deficiencias estructurales: la segunda línea estaba inacabada, las defensas no estaba situadas, la alambrada no tenía la profundidad correcta y los nidos de ametralladora eran provisionales.
Dependiendo del prisma en que se observe la relación entre French y Haig, las versiones sobre Loos serán diferentes. Una de las versiones sostiene que el plan que Sir John French mostró a Haig contenía la idea de que las divisiones de reserva estarían a su disposición en el momento que las necesitase. No obstante, las divisiones 21ª y 24ª habían salido de St. Omer el día 20 y estaban realizando marchas maratonianas con el desgaste que eso suponía. Ese desgaste y la distancia a la que estaban en el momento del ataque también fue uno de los factores decisivos en el transcurso de las primeras horas de la ofensiva y de su desarrollo final. Haig planeaba utilizar las divisiones 21ª y 24ª como reserves de inmediata disposición. Haig informó a sus comandantes que habría suficientes reservas para reforzar o explotar los posibles éxitos en la rotura de las líneas enemigas. Pero el día 18 de septiembre, Haig se enteró de que French mantendría las tropas de reserva cerca de Lillers, a unos 30 kilómetros del frente. Protestó por semejante decisión, argumentando que en las ofensivas de Neuve Chapelle y Festubert quedó demostrado que los refuerzos eran necesarios en las primeras tres horas de un ataque. Foch, por su lado, comentó que situar a las tropas de reserva a unos dos kilómetros del frente era suficiente para tareas de refuerzo. French, consciente, envió órdenes a las divisiones de reserva para que se acercasen al frente y se situasen en las localidades de Noueux-les-Mines y Beuvry.

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