15 jun 2008

La Batalla de Mons (II)

Viene de: La Batalla de Mons (I)

Al alba del 23 de agosto de 1914, Sir John French reunió en su cuartel general de Sars-la-Bruyère a los generales Haig, Smith-Dorrien y Allenby con el propósito de preparar el enfrentamiento con las tropas alemanas. En primera instancia, les ordenó que enviasen órdenes para reforzar la línea defensiva que iba a lo largo del canal Mons-Condé y que los puentes que lo cruzaban estuviesen listos para ser volados en caso que el enemigo los tomase. Sin embargo, la desinformación imperante en el estado mayor británico provocó que –según algunas fuentes- Sir John French ordenase o sugiriese que las tropas estuviesen prestas para un ataque enemigo y que en todo caso, si se daban las condiciones favorables, se preparasen para avanzar en toda la línea. Pero una vez comprobado el potencial enemigo, de forma unánime se convino que la situación de las tropas británicas no era nada favorable para este último supuesto ya que la línea defensiva formaba un saliente en el que el enemigo podía atacar desde tres frentes.


Otro de los hándicaps a los que tenían que hacer frente las tropas expedicionarias británicas era el terreno, sobretodo la zona donde se hallaba situada la 5a división. Se trataba de una zona de difícil acceso, con pronunciadas laderas que llevaban a las orillas del canal, acequias, pequeños montículos de ruinas y escombros junto con restos industriales.
La mañana del domingo 23 de agosto amaneció con una leve llovizna acompañada de una ténue neblina. Pero al poco, sobre las diez, escampó.
Cerca de Obourg, Nimy y Pommeroeul hubo intercambio de disparos entre la caballería germana y la infantería británica. A pesar de estas escaramuzas, los mandos británicos no tenían ninguna duda: el grueso del ataque alemán se concentraría en el flanco izquierdo de la línea, la que iba paralela al canal. El II Cuerpo de Smith-Dorrien tendría que hacer frente al ataque de seis divisiones de infantería alemanas y una división de caballería.
El avance en filas cerradas y ordenadas de la infantería alemana en el centro del ataque mostró que el Alto mando alemán no conocía tampoco el número de tropas a las que se enfrentaba ya que apenas esperaba oposición. El certero y contínuo fuego de fusilería británico en estos primeros avances causó una gran mortaldad entre las filas alemanas.
Sobre las nueve de la mañana, la artillería alemana situada en las lomas al norte del canal abrió fuego sobre las posiciones del 4º de los Royal Fusiliers y del 4º de los Middlesex. El fuego artillero germano fue el preludio del ataque de la infantería alemana por el flanco derecho de la línea. Unidades del IX Korps marcharon hacia el saliente creado por las líneas británicas, centrándose en la zona que iba de Obourg a Nimy. La primera unidad alemana en arremeter contra las posiciones inglesas en Nimy fue el 84º regimiento. El avance en cerradas líneas de ataque hizo que las bajas alemanas fuesen muy cuantiosas. Igualmente, la efectiva técnica de fusilería británica (unos quince disparos por minuto) hizo creer a los soldados y a los mandos alemanes que el ejército británico contaba con muchas más ametralladoras de las que tenían en realidad A las diez de la mañana, ante el fuerte empuje, una sección de ametralladoras del de los Royal Irish se unió a los Middlesex para frenar a los alemanes.
Los ataques en formación cerrada alemanes dieron paso al intento de avanzar en pequeños grupos bajo la frondosa cobertura de los bosques cercanos a las posiciones británicas. A medida que avanzaba el día, los combates se intensificaron en dureza y se amplió el sector de ataque.
A pesar de la intensidad de los combates, las tropas situadas en el "saliente del canal" recibieron órdenes expresas de mantener las posiciones hasta el límite. Pero sólo las pudieron mantener hasta las 11 h. de la mañana. En este sector del frente, sin la protección del canal y en forma de saliente, los alemanes atacaron con una división entera. Los defensores británicos eran dos batallones. Los alemanes consiguieron ligeros avances pero a un coste muy elevado en vidas.
Un oficial alemán describió así la situación de la BEF: "Están [...] bien atrincherados, ocultos, el enemigo dispara un endiablado y mortífero fuego ... nuestras bajas augmentan, las oleadas cesan hasta que el ataque se para. Con graves pérdidas el ataque se dio por finalizado".
La batalla de Mons fue generosa en actos heroicos: cerca de Nimy, el soldado alemán A. Niemeyer realizó una hazaña al lanzarse al agua bajo intenso fuego enemigo para reabrir el mecanismo de un puente levadizo para que las tropas germanas lo cruzasen. Niemayer pagó con su vida la heroicidad. El frente de ataque se amplia.
Sobre las 11 de la mañana, el IIº Cuerpo británico de Smith-Dorrien entró en acción en Jemappes, a unos tres kilómetros de Mons. Los primeros obuses alemanes cayeron detrás de la posición de los Scots Fusiliers. La línea que formaba el IIº Cuerpo era tan fina que parecía una cadena de pequeños grupos de soldados. En vista de la fragilidad de la línea se ordenó realizar tareas de atrincheramiento en la retaguardia del saliente y detrás del canal, en un segmento que iba de Frameries a Dour.
Los Scots Fusiliers, debido al número y la fuerza del empuje germano, fueron retirados de posiciones de vanguardia con lo que las tropas germanas avanzaron hasta doscientos metros del puente de la esclusa 2. Allí fueron frenados por el intenso fuego británico.
A unos cientos de metros de Jemappes, en la zona del llamado puente de Mariette, el 5º de los Fusiliers de la 9º brigada logró frenar el avance alemán. Desde la parte norte del puente, lograron resistir ... hasta que la artillería alemana les hizo recular y cruzar el puente en dirección sur. Apostados y protegidos lograron evitar que los alemanes cruzasen el puente.
Más al oeste, en el sector de Tertre una densa alambrada de espino, los diques y el fuego cruzado de los West Kents y los Scottish borderers de la 13ª brigada desde las orillas del canal frenaron el avance de los Brandenburger grenadiers de la 5ª división alemana. Finalmente, con la ayuda de la artillería de campo, los alemanes lograron abrirse camino. Los inglese tuvieron que retirarse en este punto.
La defensa del puente de St. Ghislain por fuerzas de los West Kent, las ametralladoras de los King’s Own Yorkshire Light Infantry (KOYLI’s) y media compañía de los King’s Own Scottish Borderers fue tenaz. El grueso del ataque se trasladó unos cientos metros más al oeste, en el puente de Les Herbieres, pero el 52º también con gran pericia logró frenarlos.
Los alemanes, desde las once de la mañana hasta poco antes de las dos de la tarde habían intentado romper la línea al este de Mons sin mucho éxito y con grandes bajas. La lucha continuó por la tarde.

Continua en: La Batalla de Mons (III)

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