tag:blogger.com,1999:blog-52776331726585566352024-03-12T16:06:44.241-07:00La Gran Guerra 1914-1918Portal dedicado a la Primera Guerra Mundial.Unknownnoreply@blogger.comBlogger284125tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-36926530262315067212017-06-25T12:49:00.000-07:002017-06-26T00:59:30.892-07:00Springboks en el Somme: la batalla por Longueval y Delville Wood, 15-20 de julio de 1916 (II)<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Viene de</span></b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">: </span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><a href="http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2015/10/springboks-en-el-somme-la-batalla-por.html" target="_blank">Springboks
en el Somme: la batalla por Longueval y Delville Wood, 15-20 de julio de 1916
(I)</a></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://i.imgur.com/uhr8pP1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="623" data-original-width="800" height="497" src="https://i.imgur.com/uhr8pP1.png" width="640" /></a></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<b style="font-family: Tahoma, sans-serif; font-size: 8pt; text-indent: 0cm;"><br /></b></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b><span style="font-size: 13.5pt;">16 de julio</span></b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Poco antes del alba llegaron pésimas
notícias: nada de retirada. Bien al contrario, Congreve y Rawlinson insistieron
en Longueval y en la bolsa de resistencia alemana al norte de las posiciones
entre Longueval y Delville Wood. El problema, al menos para la BSA, era que no
se podía eliminar la posición alemana bombardeándola. Las posiciones
sudafricanas y escocesas se encontraban demasiado cerca de la línea alemana. El
mando optó por la manera tradicional. Ordenó al 11º de los Royal Scots (27ª
escocesa) y a dos compañias del 1º del CBE que atacasen por ambos flancos. Los
escoceses atacaron a pelo. Los sudafricanos consiguieron llevar a primera línea
un grupo de morteros, con los que bombardearon a los alemanes antes de atacar.
Los Royal Scots partieron del norte de Longueval y los sudafricanos desde el
extremo oeste de Princes Street, justo en el medio del bosque. El resultado de
la operación fue nulo. Los alemanes seguían resistiendo de forma
increíble. Los escoceses se retiraron bajo un nutrido fuego de
ametralladora. Los sudafricanos se replegaron bajo una lluvia de obuses, que
anticipó el contraataque de los turingios del 153º RI, que a duras penas
lograron repeler.<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Este último (e inútil) ataque
británico certificó la terrible paradoja que flotaba por los cuarteles
generales desde la mañana del 15 de julio: Longueval no se conquistaría
completamente sin capturar antes Delville Wood y Delville Wood no podía
conquistarse totalmente sin que Longueval estuviese libre de enemigos. Se
trataba de un círculo vicioso perverso ya que las fuerzas eran las que eran y
solo se podía avanzar a golpe de mordidas, que cada vez tenían menos potencia. Los
mandos medios de la BSA lo tenían más claro que nadie porque estaban sobre el
terreno y veían a sus hombres. El primero a expresar el extremo cansancio y
sufrimiento de sus hombres fue el teniente coronel Dawson, que pidió a Lurkin
un relevo de sus hombres. Lurkin se limitó a recordarle las órdenes de Furse:
el bosque tenían que conservarse a toda costa y como fuese. Los alemanes
también tenían órdenes de no dar un paso atrás. Con estas premisas el
guión de los días anteriores se podía repetir ad infinitum aunque los
sudafricanos ya no estaban para ninguna alegría. Al llegar la segunda noche la
situación de los BSA comenzaba a ser dramática. La contínua lluvia de
proyectiles, el acoso de los francotiradores alemanes y lo impracticable del
terreno dificultaban el aprovisionamiento de agua y víveres. Delville Wood se
estaba convirtiendo en Devil's Wood, en un verdadero infierno. <span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><br /></span></div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://i.imgur.com/QdchWUM.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><img border="0" data-original-height="541" data-original-width="800" height="432" src="https://i.imgur.com/QdchWUM.jpg" width="640" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: left; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="background: white;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Los mandos británicos programaron otro
'mordisco' para el día siguiente. La misión era expulsar a los alemanes
del extremo noroeste de Delville Wood con la ayuda de los Royal Scots, que
volverían a empujar a los alemanes desde Longueval. La 9ª escocesa había
afianzado su flanco izquierdo con la cobertura de la 3ª de su flanco izquierdo,
lo que les permitía mayor libertad de movimientos y evitar el hostigamiento de
los alemanes desde Orchard Trench. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">A las diez y media de la noche llegaron
órdenes del cuartel general de la 9ª para que las tropas que se encontraban en
Longueval se retirasen hasta más allá de la continuación de Princes Street. En
el bosque las tropas de la BSA al oeste de Strand debían recular unas decenas
de metros hacia el este. El objetivo era bombardear y aniquilar la bolsa de
resistencia alemana al norte y noroeste de ambas posiciones, para que tropas de
la brigada 27ª y dos compañías del 1º de la BSA ocupasen las posiciones
enemigas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: start;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: start;">
<b><span style="background: white;">17 de julio</span></b><span style="font-size: 13.5pt;"><u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">El bombardeo acabó a las dos de la mañana
pero antes de la hora programada para el ataque (3.45 am) los sudafricanos
volvieron a concentrar fuerzas en Delville Wood, lo más cerca posible de la
línea para evitar el desgaste del avance. Tanner ordenó a las tropas del 2º que
se adelantasen y cubriesen a los del 1º. Pero no sirvió de nada. Los alemanes,
conscientes del patrón británico, bombardearon el nordeste del bosque y
obligaron a los sudafricanos a una retirada más allá del sur de Princes Street.
Von Armin aprovechó el golpe y ordenó el avance de la Garde Division, que
consolidó la conquista del terreno capturado a los springboks. Los Scots, a su
vez, no tuvieron mejor suerte. Los alemanes resistieron en Longueval. El ataque
había sido un fracaso y para colmo los alemanes estaban rompiendo el flanco
izquierdo sudafricano que lindaba con Longueval. Los Springboks corrían en el
riesgo de ser aislados por el oeste.<u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Lurkin visitó Delville Wood y discutió la
situación con sus oficiales. El panorama comenzaba a ser crítico. Otro intento
para romper el cerco sobre su posición había fracasado y las unidades
sudafricanas comenzaban a verse superadas. Los alemanes los acechaban por tres
flancos: el norte, el este y ahora por el oeste, arriconándoles en el extremo
más meridional del bosque con los alemanes también a sus espaldas y prestos a
la estocada final. De vuelta a su cuartel general Lurkin telefoneó a Furse y le
expusó la situación. Furse fue taxativo: ni relevo ni refuerzos, Congreve era
inflexible con Delville Wood.<u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">La tarde continuó con su tónica funesta.
El oficial de inteligencia Roseby fue herido mortalmente y el teniente coronel
Tanner fue herido y sustituido por Thackeray. <u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">La noche fue peor que el día. Los
alemanes, conscientes de sus posibilidades pero también de sus limitaciones,
querían asestar el golpe definitivo sobre Delville Wood. La artillería germana
confirmó el guión y convirtió el bosque en un nuevo infierno. Los sudafricanos
siguieron parapetándose tras troncos y cadáveres en putrefacción sin apenas
víveres y agua.<u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b><span style="font-size: 13.5pt;">18 de julio</span></b><span style="font-size: 13.5pt;"><u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">'Los dioses aprietan pero no ahogan' debió
pensar Lurkin cuando se enteró de que unidades de la 3ª DI - 1º Gordon
Highlanders y 8º de los Kings Own - estaban atacando con éxito al norte de
Longueval. El ataque tuvo un éxito inicial. Los alemanes se retiraron unos 150
metros y resistían en un emplazamiento llamado The Orchard, cuando tras unos
minutos la artillería alemana volvió a decantar la balanza. El ataque británico
al norte de Longueval tenía, en parte, un componente de finta. Congreve
aprovechó el ataque para enviar tropas de la brigada 76ª al sector de la
diezmada compañía A del 2º de Natal en el flanco izquierdo de Delville,
lindando con Longueval. La misión fue inútil. Los efectivos de la 76ª se vieron
obligados a retirarse bajo una brutal bombardeo. Al poco de la reculada de la
76ª los alemanes aprovecharon la brecha y entraron por el flanco izquierdo.<u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Lurkin y Thackeray no podían creerlo. De
un intento matutino para reforzar la línea se había pasado a una reculada
general a partir del mediodía. <u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Los alemanes volvían a recuperar fuerzas
para una nueva embestida. Las cosas iban de mal en peor. El mando de la BSA se
enfrentó a su peor pesadilla: la 8º DI alemana atacó por el flanco sur, el que
daba a Buchanan Street y a la carretera que lleva a Ginchy. El ataque tenía un
objetivo perverso: cerrar la única via de escapatoria de la infantería en caso
de retirada general y así rodearlos. Se trataba del punto por donde había
entrado la BSA el 15 de julio. La conclusión estratáegica del ataque
confirmaba, por si había alguna duda, que los alemanes habían permitido entrar
a los sudafricanos para luego aniquilarlos por los cuatro costados. <u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">El choque entre alemanes y sudafricanos
fue brutal y la defensa del sector meridional rayó lo épico. Junto a la
incesante lluvia de obuses, los sudafricanos tuvieron que protegerse de los
francotiradores alemanes, que encontraron en la maraña boscosa en la que se
había convertido Delville Wood un terreno ideal para el camuflaje. La presión
alemana desde el norte de Delville Wood seguía siendo igualmente asfixiante:
los bávaros y la Garde Division seguían acosando y abatiendo al poco más de
doscientos de sudafricanos que resistían. <u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Thackeray envió a un oficial y 50 hombres
a cubrir la brecha. Hicieron lo que pudieron y más. Pero la situación pintaba
fatal. Pasado mediodía, el Teniente Coronel Dawson ordenó al resto de su
regimiento (el 1º de CBE) que subiese a la línea a tapar lo que pudiesen,
literalmente hablando. Apenas eran 150 hombres. Entraron por el suroeste de
Longueval y se adentraron en el perímetro del bosque en busca de los hombres de
Thackeray. Tras Dawson se incorporó un contingente de unos 80 hombres de una
batería de morteros de trinchera que subieron desde Montauban.<u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">A mediodía los alemanes se retiraron del
perímetro norte. Mala señal. Como si fuese un tsunami, las tropas se retiraron
hacia sus propias líneas para que una hora después el norte de Longueval y todo
Delville Wood fuesen barridos con obuses de alta carga explosiva. La visión de
Delville Wood desde el oeste era dantesca. Las tropas sudafricanas que habían
corrido a ocupar la 1ª línia alemana y se parapetaron como pudieron fueron
totalmente aniquiladas, excepto algunos supervivientes que cuando llegaron
al cuartel general de la brigada levantaron acta del infierno. Cuando
Dawson contactó con Thackeray la situació de la BSA era trágica y absudra, a la
vez. La infantería africana había sido aniquilada en la mayor parte del bosque.
Los springboks supervivientes que hacían de retén en Princes Street se fueron
retirando hacia el sur. Thackeray solo 'controlaba' el sector suroeste del
bosque, entre Longueval y Buchanan, al sur de Princes. Las bajas eran
inumerables y la situación era cáotica. Todos los camilleros del 3º habían
caido y los heridos se hacinaban en las trincheras. Dawson comunicó la
situación a Lurkin. Lo prioritario era resistir y sacar a los pocos heridos que
pudiesen sobrevivir. Se hizo una dura criba de prioritarios y al poco llegaron
tropas de cavallería reconvertidas en camilleros que retiraron como pudieron a
los heridos. <u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Sobre las cuatro de la tarde y
aprovechando el <i>momentum</i>, los alemanes se lanzaron a reconquistar
Longueval desde el norte. El ímpetu alemán fue brutal, los Highlanders
recularon sin freno hasta más allá de la mitad del pueblo. Solo el arrojo de
los Cameron Highlanders salvó la situación. Los escoceses consiguieron
frenarlos y recuperaron posiciones hasta la plaza del pueblo, más o menos a la
mitad. <u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 13.5pt;">Para los británicos el día acababa peor
que empezó. Los sudafricanos ocupaban una línea más virtual que real en
Delville Wood. Estaban siendo hostigados por los cuatro puntos costados y la
imposibilidad de que llegasen refuerzos hacía de la resistencia una quimera. A
pesar de los esfuerzos de los mandos por ofrecer una defensa coherente y
coordinada, los pocos supervivientes sudafricanos se refugiaron en pequeños
grupos, sin capacidad ofensiva y luchando solo por su supervivencia, sin pensar
en defender una línea o un flanco. La resistencia en Delville Wood no era
operativa y no servía a estrategia alguna. Era heroica pero fútil.<u1:p></u1:p><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><o:p></o:p><span style="font-size: 13.5pt;">Sin embargo, poco antes de las siete de la
tarde llegó el rumor deseado: la BSA iba a ser relevada pero de forma
escalonada.<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://i.imgur.com/n6M5OdH.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><img border="0" data-original-height="426" data-original-width="663" height="410" src="https://i.imgur.com/n6M5OdH.jpg" width="640" /></span></a></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: left; text-indent: 0cm;">
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">19 de
julio </span></b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Sobre las
dos de la madrugada del 19 dos compañías del 1º y otras dos de la SAS se
retiraron de Delville Wood. El relevo, sin embargo, iba a ser lento y penoso
para el resto del contingente sudafricano. Los alemanes estaban empeñados a
aniquilar a los últimos supervivientes de Delville Wood. La situación iba a
empeorar y cualquier intento para aliviar la presión sobre el bosque fue
estéril. El 8º de los Norfolks atacó desde Longueval para oxigenar el flanco
izquierdo del bosque pero no logró nada. Tampoco las sucesivas oleadas de los
Essex, Berckshires y Suffolks. La tenaza alemana se cerraba sobre Delville
Wood. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">A media
mañana se comenzó a consumar la debacle: un ataque convergente del 153º y del
52º RI alemanes rodeó y capturó a los supervivientes del 3º de Tranvaal al este
y al sudeste del bosque. Unos 200 hombres entre tropa y oficiales. El método
alemán era arrollador. Granaderos y francotiradores abriían camino para que la
infantería avanzase en formación desde el sector norte, nordeste y noroeste. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Thackeray
aguantó la línea en el rincón sudoeste pero pasado mediodía informó a Lurkin
del principio del fin. Si los refuerzos o el relevo definitivo no llegaban el
bosque se perdería en un par de horas y lo peor: que Longueval
quedaría al descubierto. El mando británico hizo lo que pudo. Los Black Watch,
los Seaforth y los Cameron Highlanders partieron en tres oleadas a socorrer a
los últimos springboks que quedaban en el bosque. Nada. Fueron todos
rechazados. Los alemanes tenían vía libre. Unidades de la brigada 53ª alemana
llegaron a unas decenas de metros del cuartel de Thackeray, señal de que todas
las tropas al norte del cuartel habían sucumbido o eran prisioneras. Thackeray
aguantó, más por la cobertura artillería británica que por respuesta propia. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">En
Longueval, la 9ª escocesa fue relevada finalmente por la 3ª, excepto por los
sudafricanos de Delville Wood, que incomprensiblemente seguían ahí. La noche
fue más o menos tranquila.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;"><b>20 de julio</b></span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Pasado
mediodía, y atendiendo por fin las súplicas de Lurkin, Congreve envió al bosque
a los fusileros galeses, al 2º batallón de los Suffolk y al 6º de los Royal
Berckshires para que relevasen a los sudafricanos. Los springboks
supervivientes abandonaron el bosque pasadas las seis de la
tarde bajo el sonido de las gaitas de los Black Watch. 3 oficiales y
140 soldados. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Cuando la
brigada sudafricana entró en Delville Wood el 15 de julio lo hizo con 123
oficiales y 3032 soldados de tropa. El total de bajas fue de 104 oficiales y
2982 soldados, de los cuales 34 y 543 fueron declarados muertos en combate.
Días después y tras reagruparse en retaguardia la brigada contaba con 29
oficiales y 751 soldados. El 1r regimiento del Cabo de Buena Esperanza tuvo 558
bajas, el 2º de Natal 482, el 3º de Tranvaal y Rodesia 771 y el 4º de los South
African Scotish 509. En cuanto a oficiales, 23 murieron en el acto, 7 de
heridas con posterioridad, 47 fueron heridos y 15 desaparecieron o fueron
tomados prisioneros. Peor fueron los números de los suboficiales del 2º y del
3º: murieron todos. El número de bajas resulta más impresionante si se toma la
fecha del inicio del Somme. La bajas de la BSA entre el 1 y el 20 de julio de
1916 fueron de 2815 hombres, con 502 muertos, 1753 heridos y 578 desaparecidos. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">21-26 de
julio</span></b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Durante los
tres días siguientes del 21 al 23 de julio, la 3ª División británica consolidó
sus posiciones y se preparó para el siguiente ataque. El 23 de julio, la 9º
brigada de la 3ª atacó por enésima desde el oeste de Longueval con el apoyo de
la brigada 95. de la 5ª, situada a su izquierda un poco más al norte. La 35 DI
atacaba también Guillemont. Poco antes de la cuatro de la madrugada, el 1º de
los fusileros de Northumberland y el 12º de los West Yorks - con el 13º de
los Kings en reserva - iniciaron el ataque hacia la parte septentrional de
Longueval con objetivo de entrar en Delville Wood. En los primeros compases del
ataque las cosas parecieron ir bien hasta que un nutrido fuego de ametralladora
los barrió frontalmente y desde la izquierda. Los de Northumberland se vieron
forzados a retirarse. Primero hasta Piccadilly Street, la vía que dividía
Longueval en dos mitades y que iba de norte a sur, y más tarde hasta Pont
Street, aún más hacia el frente original. Los otros batallones capturaron un
punto fuerte cercano al sector de The Orchard, pero los alemanes contraatacaron
con fuerza y los obligaron a retirarse al punto de partida.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
</div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">El 25 de
julio la 3ª División fue relevada por la 2ª, que tomaría las posiciones en
Delville Wood mientras la 5ª permanecía en Longueval.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="https://i.imgur.com/Wpyg69C.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="426" src="https://i.imgur.com/Wpyg69C.jpg" width="640" /></a></span></div>
<br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: left; text-indent: 0cm;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">A modo de conclusión</span></b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Aunque con el paso de los años algunos
especialistas británicos lo definan de 'éxito estratégico', los combates
en Delville Wood entre el 14 y el 20 de julio de 1916 fueron un desastre
total. La falta de planificación, la improvisación y la ausencia de una
visión estratégica a medio plazo convirtieron la participación sudafricana en
la 'batalla más sangrienta del Somme' en palabras de Liddell-Hart y no en
una exitosa operación militar. En esta línia crítica, Ian S. Uys - uno de
los especialistas más importantes sobre la participación de la BSA en la Gran
Guerra - se pregunta si era necesario que los springboks hubiesen sido enviados
a una trampa mortal, un saliente virtualmente indefendible, sin material
adecuado de atrincheramiento, sin reservas y sin la posibilidad de un relevo
viable, para capturar y resistir en el bosque a toda costa? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">La respuesta es obvia pero Uys se encarga de desvelar
cuáles fueron los factores más determinantes para el fracaso de la operación y
que se resumen de la forma siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">1. Asincronía entre la incompleta toma de Longueval y la
entrada en un saliente como Delville Wood.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">2. Falta de previsión logística (tropas, munición,
víveres, etc.).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">3. La naturaleza boscosa del terreno especialmente
contraindicada para la defensa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">4. Omisión sobre el hecho de que las áreas boscosas
debían superarse y defender desde el exterior, no permaneciendo en ellas dadas
las pésimas condiciones de atrincheramiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">5. La cercanía entre líneas no permitió el uso
correcto de la artillería de campaña para aniquilar posiciones enemigas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">6. La pésima preparación del terreno para la defensa
desprotegió compañías de ametralladoras y de morteros de trinchera que fueron
presa de los francotiradores o de la artillería enemiga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">7. La ausencia de un sistema de trincheras de
comunicación dificultó el acceso y el movimientos hacia determinados sectores
del bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Como Uys, Furse ya detectó parte de estos errores el
mismo 21 de julio al iniciar una investigación sobre la fallida ofensiva.
Algunos de los peores errores no volvieron a repetirse. Otros se producirían hasta
el final de la guerra. El Somme fue un campo de batalla y un campo de pruebas.
Fue el crisol del 'bite & hold' de Rawlinson y del inicio de la
'Learning curve' por la que los británicos comenzaron a operar un cambio
táctico en su conducción de la guerra. Pero fue testigo de algunas de las
operaciones más fallidas y sangrientas de la Primera Guerra Mundial como
Delville Wood.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">La contribución sudafricana en Delville Wood fue tan
solo la primera fase de la batalla. Los combates en el bosque Delville se
dilataron durante más de seis semanas. Los británicos no consiguieron
reconquistar y consolidar el sector hasta el 3 de septiembre, en que fue
eliminado el último foco de resistencia alemana. La dureza de los combates
durante esas seis semanas lo atestiguan el continuo cambio de manos delDurante
ese periodo el bosque cambió de manos con frecuencia hasta que los alemanes
dfel último de los alemanes fueron desalojados del sector este del bosque. La
operación duró siete semanas. , consolidación importancia estratégica de
Delville Wood lo atestiguan las más deque datestiguada porlo demuestra que era
trans, después de cambiar de manos en varias ocasiones, no fue tomada
definitivamente hasta el 3 de septiembre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<b><span lang="EN-US" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Fuentes</span></b><span lang="EN-US" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Digby, P. KA. <i>Pyramids
and Poppies: The 1st SA Infantry Brigade in Libya, France and Flanders 1915-191</i>9,
p.112.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Cornwell, R. "Delville
Wood", <i>Militaria</i> 7(2), 1977, pp.8, 13, 15.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Ewing, J. <i>The 9th
(Scottish) Division</i>, p.96<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Buchan, J. <i>South
African Forces in France</i>, pp.23-47,51.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Uys, Ian S. "The Lessons
of Delville Wood".<i> Military Historic Journal </i>6, 1. 1983<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">Uys, Ian S. "South
Africans at Delville Wood". <i>South African Military History Journal</i>. </span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 13.5pt;">7, 2. 1986.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-89867406502772543812015-10-29T10:28:00.000-07:002017-06-26T01:07:20.864-07:00Springboks en el Somme: la batalla por Longueval y Delville Wood, 15-20 de julio de 1916 (I)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/zGjFKmr.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="476" src="https://i.imgur.com/zGjFKmr.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/NOudt1y.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;"><i><br /></i></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif; line-height: 115%;">'Urgente. Mis hombres están en las últimas. Apenas puedo
mantenerlos en pie. Se duermen con el fusil al hombro a pesar del brutal
bombardeo. Estamos a la espera de un ataque enemigo. A pesar de lo inminente
del ataque los soldados se desploman rendidos. No nos llega ni comida ni agua
desde hace dos días, y a pesar de las raciones de los muertos, necesitamos agua.
Estoy solo con Philipps, herido, y con dos sargentos más. Por favor, releven a
estos hombres hoy sin falta. Están al límite de sus fuerzas'.</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif; line-height: 115%;"><br />
<br />
Esa fue la última
nota que envió el coronel E.F. Thackeray - mando del 3r Regimiento de la
Brigada Sudafricana (BSA) - a su cuartel general poco antes de que los últimos
supervivientes del contingente sudafricano evacuasen Delville Wood el 20 de
julio, tras seis días de cruentos combates cuerpo a cuerpo en un infierno de
bombas incendiarias y gas.<br />
<br />
La batalla por
Delville Wood, que comenzó el 15 de julio y no terminó hasta el 3 de
septiembre, venía precedida de dos semanas de combates con pírricas ganacias en
el norte y centro del sector del Somme y algún éxito en el sector de Montauban
y Bernafay Wood a un coste de bajas brutal. Más al oeste, y a pesar de los
ataques del 17º batallón del regimiento de Manchester del 9 de julio, los
alemanes aún resistían en un sector de Trônes Wood, situado en la vertical
meridional de Longueval y Delville Wood. La posición enemiga de Trônes Wood se
adentraba como un saliente en el sector inglés, dificultando cualquier avance
británico por el temido fuego de enfilada desde ambos flancos del saliente. Por
esta razón, y con el objetivo de 'rectificar' la línea del frente, Rawlinson ordenó
al XIII Cuerpo de Congreve que tomase Longueval y la zona boscosa adyacente,
Delville Wood.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;">
<br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;"><a href="http://i.imgur.com/okSbgmk.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="460" src="https://i.imgur.com/okSbgmk.jpg" width="600" /></a></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;">
</span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , serif; line-height: 115%;">Delville Wood, Bois o Bosque d'Elville - su denominación francesa
y original - era una área boscosa de poco más de 100 ha., que lindaba al este
con el pueblo de Longueval. De forma trapezoidal, se dividía por secciones
aprovechando las hileras de robles y hayas que lo poblaban, y que permitían
entrever un pequeño callejero. De oeste a este, y saliendo de una calle de
Longueval, la 'avenida' Princes Street cruzaba longitudinamente el bosque. De
esta vía, y en dirección norte partían otras tres 'calles', que de oeste a este
se identificaban como Strand, Regent y Bond Street. Hacia el sur de Princes
Street también partían tres 'calles', Buchanan, Campbell y King Street, en
dirección oeste-este.<br />
La importancia estratégica de Delville Wood, una vez sobrepasado Longueval por
el sur y el oeste, era el de convertirse en un saliente dentro de las líneas
enemigas, que amenazase los puntos de observación artillera alemana y
permitiese hostigar al enemigo con fuego de enfilada. A pesar de los bombardeos
previos, los alemanes seguían manteniendo tres líneas de trincheras en
dirección nordeste-sudeste, que distaban entre 50 y 75 metros cada una.<br />
Sobre la fecha escogida para el ataque, 14 de julio, parece que Haig la eligió
como un guiño hacia los franceses por las quejas de éstos hacia la pobre
contribución británica en el Somme. Cierto o no, el hecho es que aconsejado por
Rawlinson, Haig ordenó un ataque en la línea Bazentin le Grand
Wood-Longueval-Delville Wood. El objetivo final era conquistar High Wood, al
noroeste de Longueval y Ginchy y Guillemont al sur y sureste de Delville Wood.
Para ello era necesaria la toma de Longueval y Delville Wood, ya que
proporcionaban un puntal decisivo para un ataque en sendos flancos.<br />
Vistos los resultados del 1 de julio, como el resto de ataques aislados de los
días previos, Rawlinson decidió introducir una serie de cambios tácticos.
Siempre con el efecto sorpresa en mente, optó por adelantar la posición de sus
tropas durante la noche previa y ordenó un intenso bombardeo sobre la línea
alemana unos minutos antes de la hora cero para que no se pudiesen reponer del
golpe antes de que la infantería británica ocupase su línea. Rawlinson comenzaba
a perfeccionar su táctica del 'bite and hold', del morder y resistir (o
agarrarse) al terreno a la espera del temible y seguro contraataque alemán.<br />
Junto a la sorpresa, Rawlinson programó el ataque un poco antes del alba por
temas de visibilidad y redujo el frente a poco más de 6 kilómetros para
concentrar el golpe. Haig no accedió en un primer momento a estos cambios. Le
preocupaba, especialmente, la inexperiencia de los 'Nuevos Ejércitos de
Kitchener' en operaciones nocturnas. Rawlinson no cedió, y con el apoyo de sus
generales, defendió el plan original con maniobras nocturnas incluidas. Haig
acabó accediendo de mala gana y el ataque se programó para las 03.45 am del 14
de julio.<br />
<br />
<b style="font-size: 10pt;">Longueval</b><br />
Poco antes de las 3 de la madrugada del 14 de julio, las brigadas 26ª y 27ª de
la 9ª escocesa llegaron a la parte baja de las lomas de Caterpillar Valley. Con
los Black Watch y los Argyll (Argyll & Sutherland Highlanders) abriendo
camino, la 9ª división escocesa y la 18ª de Maxse avanzaron desde Bernafay Wood
hasta el saliente. El ataque principal se encargó a la Brigada 26ª. El 8º de
los Black Watch y el 10º de los Argyll irían a la vanguardia con los Seaforth
Highlanders y los Gordon Highlanders de cobertura y los Queen's Own Cameron
Highlanders de reserva. La brigada 27ª (11º y 12º de los Royal Scots Fusiliers,
el 10º de los Argyll, los King's Own Scottish Borderers y el 9º de los
Cameronians) también participaría con el apoyo de la Brigada Sudafricana (BSA)
en reserva. El plan inicial de Congreve consistía en que capturado Longueval
por la 26ª y 'limpiadas' las bolsas de resistencia alemanas, la 27ª la
sobrepasase para iniciar la conquista de Delville Wood. Los alemanes defendían
el saliente con el cuerpo Magdeburg. El 72º RI de Turíngia, al norte y noroeste
de Longueval, el 26º RI Fürst Leopold von Anhalt Dessau también al norte de
Longueval, y los RI 107 y 153 de Turingia defendiendo Delville Wood.<br />
<br />
Los tiempos se cumplieron y a las 3.20 de la madrugada se inició el bombardeo
sobre las posiciones alemanas en Longueval y Delville Wood, combinado con una
cobertura de ametralladora sobre las pocas edificaciones que quedaban en pie.
El silbato de avance sonó veinte minutos después. Von Armin, comandante del VI
Cuerpo alemán, no iba a quedarse de brazos cruzados. Aprovechó su ventaja en el
terreno y envió a tropas contra el flanco derecho del ataque británico. A pesar
de ello, el ataque cogió por sorpresa a los alemanes. Los escoceses avanzaron
bien de inicio pero los alemanes iban a resistir. Las órdenes del Alto Mando
alemán eran muy explícitas sobre la resistencia en el Somme: 'resistir a
cualquier precio y no dejar un palmo de suelo al enemigo'. Esa fue la respuesta
que recibió un mando de los Highlanders después de haber ofrecido la rendición
a una unidad alemana rodeada en Longueval:<i style="font-size: 10pt;">'Yo y mis hombres tenemos órdenes estrictas de defendar la posición con
nuestras vidas. Los alemanes sabemos como obedecer órdenes. Les agradecemos su
oferta, pero moriremos donde estamos'.<br />
</i>Y así fue.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;">
<br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; font-size: 10pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;"><a href="http://i.imgur.com/mSN2pgr.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="460" src="https://i.imgur.com/mSN2pgr.jpg" width="600" /></a></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;">
<br /><span style="font-size: 10pt;">
La lucha por Longueval fue muy dura. Las tropas británicas sufrieron lo indecible para avanzar a pesar de que el bombardeo previo había sido durísimo. La casi totalidad de los refugios subterráneos y bodegas fue destruida pero los alemanes se parapetaron en los edificios y ruinas que quedaron en pie. La mayoría de combates fueron casa por casa y cuerpo a cuerpo. Falkenhayn no podía estar más contento: los suyos se estaban dejando algo más que la piel. Los violentos combates por las ruinas de Longueval se dilataron hasta media mañana. El empuje de los escoceses se fue diluyendo a causa de los contraataques alemanes, alimentados por el fluir contínuo de reservas. Los Highlanders hicieron un último intento al rayar el mediodía pero los alemanes demostraron una enconada resistencia. Los focos de resistencia estaban al extremo noreste del pueblo y en Delville Wood, en el flanco derecho del ataque. A primeras horas de la tarde los escoceses solo controlaban la parte sur y occidental de Longueval. Los Highlanders estaban destrozados. La 27ª tuvo que hacerse cargo de las posiciones.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
En los planes originales, la toma completa de Longueval era un requisito </span><i style="font-size: 10pt;">sine qua non</i><span style="font-size: 10pt;"> para iniciar la conquista de Delville Wood. El hecho de que no se hubiese completado era un contratiempo enorme. No solo por la difícil situación en la que quedaron las tropas que parapetadas en Longueval, sino porque adentrarse en Delville Wood sin ninguna cobertura era un suicidio.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
Sobre la una del mediodía, Furse - al mando de la 9ª División, informó a Henry T.Lukin, comandante de la brigada susadricana, que tan pronto la 27ª avanzase algo más en Longueval, los suyos debían atacar Delville Wood.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
Y se así se inició el segundo acto de la tragedia.</span><br />
<br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; font-size: 10pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;"><a href="http://i.imgur.com/zFPSrfv.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="500" src="https://i.imgur.com/zFPSrfv.jpg" width="480" /></a></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;">
<br />
<b style="font-size: 10pt;">Delville Wood</b>
<br /><span style="font-size: 10pt;">
La conquista de Delville Wood se improvisó como una huida hacia adelante por la fallida captura de Longueval. La misión recayó sobre las tropas de la Brigada Sudafricana de Infantería (BSA) aunque también participaron en la operación inicial unidades de las divisiones 18ª y 3ª.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
La Brigada sudafricana (BSA) o SAI (South Aftrican Infantry), y coloquialmente conocida como los Springboks - en honor a las peculiares gacelas de Sudáfrica - estaba formada por 4 regimientos de infantería. El 1º del Cabo de Buena Esperanza o Cape of Good Hope Regimient, el 2º del Estado libre de Orange y Natal (Orange Free State & Natal Regiment), el 3º regimiento del Transvaal y Rodesia y el 4º Sudafricano escocés (South African Scottish Regiment). La brigada sudafricana se completó con la 64ª compañía de artillería y la 28ª de ametralladoras. La brigada la comandaba el general de brigada Henry T. Lurkin, con experiencia en las Guerras zulúes de 1879, la Guerra de los Bóers (1899-1902) y la campaña africana contra las colonias alemanas del suoeste de 1915 y 1916.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
Previa a su llegada al Frente occidental, los Springboks ya habían entrado en combate luchando contra los Senussi al oeste de Egipto, en la actual Líbia. La BSA que llegó a Marsella en abril de 1916 contaba con más de 160 oficiales y cerca de 5700 efectivos. Acuartelados en Bailleul, se entrenó a los Springboks en la guerra de trincheras hasta que fueron trasladados al norte y entraron a formar parte - junto a las brigadas 26ª y 27ª - de la 9ª (Scottish) Division del general de división W.T. Furse, dentro del XIII Cuerpo del general Congreve. La misión del XIIIº Cuerpo, en el flanco derecho del sector del Somme, era capturar la cresta que iba desde Waterlot Farm (al sur de Delville Wood) hasta Bazentin-le-Grand, para conquistar Montauban y sus alrededores, asegurando Montauban Alley y ocupando los bosques de Bernafay y Trônes.</span><br />
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<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;"><a href="http://i.imgur.com/gCRtSsa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="380" src="https://i.imgur.com/gCRtSsa.jpg" width="420" /></a></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;">
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La BSA, junto al resto de la 9ª escocesa, se libró del fatídico 1 de julio. No fue hasta el 5 de julio que los Springboks subiron a la línea, para realizar misiones de reserva y de cobertura como en el caso de Bernafay Wood cuando relevó a 2 regimientos escoceses de la 27ª. El 9 de julio dos compañías del 4º de los South African Scottish (SAS) lucharon en Trônes Wood pero tuvieron que retirarse hasta sus posiciones iniciales en el reducto Glaz (Glaz Redoubt). El 13 de julio los sudafricanos fueron relevados en Bernafay Wood y se reagruparon en Talus Boise. La previsión, y las órdenes, situaban a los Springboks como unidad de reserva de la 27ª brigada que tenía previsto atacar Longueval. Pero la realidad se impuso y los planes mutaron. La brigada 27ª se envió a cubrir el desgaste de la 26ª y también se fogueó con los incontables contraataques alemanes. La suerte parecía echada: La BSA iba a meterse sola en las fauces del lobo.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
Las primeras instrucciones marcaban para las cinco de la tarde de ese mismo día el ataque, luego - y ante la imposibilidad de avanzar un solo palmo en Longueval - se pasaron a las siete y finalmente se dejó fijado el ataque para las cinco de la mañana del día siguiente, 15 de julio. Furse, sin embargo, fue muy explícito con las órdenes: aunque los escoceses no consiguiesen avanzar un solo metro durante toda la tarde o noche, los sudafricanos atacarían igualmente Delville Wood al alba.</span><br />
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Antes de entrar en el bosque, un </span><b style="font-size: 10pt;">paréntesis</b><span style="font-size: 10pt;">.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
Muchas veces resulta complicado hacerse una idea del desarrollo y crudeza de los combates sin un buen apoyo cartográfico que nos lo indique. Este el caso de Delville Wood. Si se examina con detenimiento el terreno y la situación de las tropas enemigas, se llega a la conclusión de que Delville Wood era un simple ratonera. Por mucho que la artillería británica 'limpiase' o intentase 'allanar el terreno' a golpe de obús, el sector era un saliente !!!! Y por simple lógica siguió rodeado de alemanes por los cuatro costados, y aún peor: por su artillería, que solo tenía que fijar sus miras entre un sector muy limitado y repleto de enemigos. Si se recuerda la situación en que quedó el flanco izquierdo del bosque, el que linda con Longueval, se observará que los alemanes lo siguieron controlando y que, por tanto, podían atacar de enfilada desde la izquierda a los atacantes que entrasen por el sur. Igualmente, en el caso de que los alemanes reculasen al norte del bosque, podían replegarse unas decenas o cientos de metros pero seguir hostigando o montando contraataques desde el norte. Y si a estos dos flancos les sumamos el flanco derecho totalmente expuesto desde Ginchy, y el meridional - sin 'limpiar' totalmente -, la pregunta que un lector profano se hace es: ¿Por qué les dejaron entrar ahí, qué pretendían? ¿No sabían que era una misión suicida, sin al menos 'limpiar' dos de los flancos?</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
Los hechos contrastables de esa tarde del 14 de julio son que el general Furse, al mando de la 9ª escocesa, ordenó al general Lurkin que tomase la posicion de Delville Wood como fuese. Esa misma tarde y sin dilación, Lurkin reunió a todos sus jefes de batallón y les trasladó las órdenes del general Furse y su operativo para el día siguiente.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
Previo al ataque, el 1r regimiento del Cabo de Buena Esperanza (CBE) fue enviado a fortalecer la línia de la 9ª en Longueval. Aprovechando la presunta calma nocturna, tres patrullas del CBE avanzaron con sigilo hasta el extremo norte de Longueval para confirmar sus peores pronósticos: la parte septentrional de Longueval formaba un dédalo de nidos de ametralladoras prácticamente inexpugnable. Al día siguiente, la CBE recibió la orden de retirada y se incorporó como reserva al ataque del resto de la BSA.</span><br />
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<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;"><a href="http://i.imgur.com/rJzheLT.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="460" src="https://i.imgur.com/rJzheLT.jpg" width="640" /></a></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 10pt;">
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<b style="font-size: 10pt;">15 de julio</b><br /><span style="font-size: 10pt;">
El operativo táctico de Lurkin para Delville Wood fijó dos regimientos para la ofensiva. El 3r regimiento del Transvaal y el 2º de Orange entrarían por el sector sudoeste del bosque justo al romper el alba. Con un pie en el bosque, el 3º avanzaría lo máximo hasta el norte del bosque consolidando la posición (y trinchera) de Princes Street, la 'avenida' que dividía el bosque por la mitad. La misión del 2º de Orange era eliminar cualquier bolsa de resistencia enemiga al sur de Princes Street y consolidar su posición al sur del bosque a la espera de los contraataques alemanes. En reserva, y fuera del bosque, se quedó el 4º de los South African Scottish (SAS), menos dos compañías que fueron enviadas a reforzar la línea de los Camerons, y el 1º del Cabo de Buena Esperanza, que volvió esa misma mañana de Longueval para incorporarse al ataque general de los Springboks.</span><br /><span style="font-size: 10pt;">
Sobre las 4 de la madrugada del 15 de julio, y bajo el mando del Teniente Coronel William Tanner (comandante del 2º de Orange), los regimientos 2º y 3º llegaron a una trinchera de comunicación al este de Longueval junto con el 4º que quedaría en reserva. El avance se inició sobre las seis de la mañana desde una trinchera que ocupaban los Cameron Highlanders) y que se adentrada unos metros en el bosque. Previo al avance, varias patrullas advirtieron a Tanner que que los alemanes solo defendían unas posiciones al norte del bosque, pero que tampoco podían asegurarlo por la poca visibilidad. </span><br /><span style="font-size: 10pt;">
La progresión fue dificultosa por la resistencia alemana pero, sobre todo, por la naturaleza del terreno. Delville Wood ya no era el precioso bosque de robles y hayas de antaño sino un espacio sembrado de cráteres y plagado de raíces, troncos y desechos humanos que hacían muy difícil el avance. Guiados por los Cameronians, los Springboks llegaron hasta Buchanan street, la vía más cercana a la entrada del bosque por el sudoeste y que conducía en dirección norte hacia Princes Street. Tanner estableció su cuartel general en Buchanan donde planeó asegurar el sur del bosque para luego alcanzar el punto más al norte e ir asegurando todo el perímetro hasta el sudoeste, recorriendo el flanco que lindaba con Longueval.</span><br />
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El avance fue mejor de lo esperado, sobre las 7.00 de la mañana el 3º Transvaal y una compañía del 2º de Orange controlaban la sección meridional del bosque hasta Princes Street. A las nueve de la mañana el 3º ya ocupaba el área entre Princes y South street. Las compañías A y B ocuparon las posiciones más avanzadas, la C cavó como pudo un parapeto un poco al norte de South Street y la D se aventuró más allá de Princes Street, quedándose en una posición intermedia entre Princess y el límite nororiental del bosque. Las tropas del 2º adelantaron a las del 3º, excepto una compañía y adentraron en el bosque en dirección norte. Las órdenes de Tanner fueron muy claras: subir hasta Strand Street, penetrar en dirección noroeste y mantener la posición. Nada, pero todo. Las tres compañía del 2º lograron hasta el objetivo pero otra cosa era mantenerlo. El frente a ocupar tenía más de kilómetro de longitud y los efectivos muy justos para mantener una línia contínua y compacta.
Una primera reacción alemana no tardó en llegar. Los de Orange se vieron sorprendidos por un potente fuego de artillería y ametralladora que procedía del norte del perímetro. Apenas habían cavado lo más parecido a una trinchera que tuvieron que refugiarse tras raíces y troncos. Comenzaron a producirse bajas, tanto por la esquirlas de obús como por los miles de astillas que volaban a consecuencia del bombardeo, pero resistieron. Las unidades al sur del bosque tuvieron una mañana más plácida y fructífera: dos patrullas del 3º hicieron más de 140 prisioneros mientras peinaban el sector al sur de Rotten Row.</span><br />
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<a href="http://i.imgur.com/6RTIIAI.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="460" src="https://i.imgur.com/6RTIIAI.jpg" width="380" /></a></div>
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A mediodía, la situación parecía controlada. Los sudafricanos habían 'limpiado' gran parte de Delville Wood, alcanzado el perímetro norte y asegurado el flanco derecho que miraba a Ginchy. No obstante, pasadas las 14.30 h. Tanner informó a Lurkin que seguía habiendo bolsas de resistencia. La más importante al noroeste del bosque, donde se unía con el foco de resistencia también al norte de Longueval. A pesar de este obstáculo a las 15.00 de la tarde del 15 de julio la práctica totalidad de Delville Wood estaba en manos británicas. En apenas horas los Springboks habían ocupado Delville Wood, habían capturado más de 140 prisioneros y habían tomado posiciones a lo largo de casi todo el perímetro. <br />
La cuestión, como intuyeron los mandos poco después, no era tomar el bosque si no conservalo. Los planes iniciales de Lurkin consistieron en tomar el bosque, instalarse en todo el perímetro y dispersar las tropas en pequeños destacamentos junto con ametralladoras para defenderlo. Lurkin, sin embargo, ideó una versión muy light del 'bite & hold'. Había desalojado al enemigo pero el 'agarre' al terreno era muy débil, como la resistencia que podía plantar a un enemigo que iba a machacarlos por tres flancos. Y esto es lo que iba a suceder. El factor 'agarre' no fue tanto por la falta de efectivo - que también - sino por la naturaleza del terreno, que lo hacía impracticable para cualquier tipo de defensa efectiva. El suelo, plagado de raíces, troncos y tocones hacía imposible cavar trincheras de más de dos palmos.<br />
A pesar de haber consolidado la posición en el bosque, Lurkin y Tanner coincidieron en dos apreciaciones. La primera referida a la fragilidad del frente norte, la segunda a la virtualidad de la situación, como si los alemanes no hubiesen presentado resistencia para dejarlos entrar en una ratonera. Esto último era más una intuición pero no les falló el pálpito.<br />
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Poco después de la 3 de la tarde, una lluvia de obuses anticipó el ataque del 6º bávaro por el perímetro este, procedente de Ginchy. Fueron rechazados pero a un coste muy alto. Tanner se vio obligado a pedir refuerzos: una compañía completa del 2º de Orange había sido aniquilada. Era solo un aperitivo. Sobre las cuatro de la tarde se avistaron tropas alemanes por la bolsa que resistía al noroeste del bosque. Los primeros contraataques por ese flanco no iban tardar. Un brutal bombardeo en el extremo noroeste anticipó un ataque masivo, eran las 16.40 h. Los sudafricanos resistían como podían. A las seis y media Tanner recibió un informe: la línea al noroeste aguantaba de un hilo. Envió una compañía de los South African Scottish al norte para tapar la brecha, otra de los SAS para cubrir a los del 3º y envió unidades del 1º del CBE para ayudar a los de Orange.
La posición sudafricana resistía a un precio altísimo, pero en vista de lo que estaba por venir y siendo consciente de su frágil (y absurda) situación, Tanner recomendó replegar a sus Springboks y acortar frente. Defendían 1,5 km de frente con apenas 2800 efectivos.<br />
Lukin accedió. Pero era un brindis al sol.<br />
Congreve conminó a Lurkin a que enviase dos compañías al noroeste del bosque a apoyar un contraataque de la 9ª escocesa contra la bolsa que resistía al norte de Longueval, no a resistir los contraataques alemanes en el bosque !! Como era de preveer no hubo suerte al norte de Longueval. La bolsa alemana resistió. Cayó la noche y llegó el turno de los alemanes.<br />
El mando springbok preveía una noche dura pero se quedaron cortos: fue infernal. El bombardeo alemán sobre Delville Wood fue brutal. En algunos sectores del bosque llegaron a caer hasta 400 proyectiles por minuto, según varias fuentes. El bosque permaneció como una tea encendida la mayor parte de la noche. La culpa fue de las bombas incendiarias y de las toneladas de troncos y raíces que ardieron sin cesar. El gas también apareció como un fantasma nocturno. Era solo el preludio de los tres ataques alemanes que se sucedieron uno tras otro a lo largo de la madrugada, y que apenas pudieron repelerse a con fusilería, bayonetas y algún que otro culatazo.<br />
Sobre las tres de la madrugada el informe que llegó al cuartel general de Tanner era muy inquietante. La esquina noroeste del bosque era alemana. La esquina nordeste la defendía, de izquierda a derecha, una compañía y media del 2º de Natal con una compañía del 1º de soporte. Más a la derecha estaba una compañía del 3º con una del 4º en segunda línea. El extremos sureste del bosque lo defendían dos compañías del 3º y en el flanco meridional lo defendían una compañía del 2º y otra del 3º, con una del 4º de reserva. En el tercio oeste de Princes Street resistía media compañía del 2º que junto a dos compañias del 1º cerrando el flanco defensivo desde Longueval.<br />
El cuartel general sudafricano hervía literalmente. Lo que a las cuatro de la tarde parecían pequeños errores o carencias, a las cuatro de la madrugada era una amarga confirmación: ante las escasas posibilidades de resistir en un sector tan comprometido, entrar en Delville Wood había sido un suicidio. Esa misma madrugada los mandos springboks contactaron con el XIII Cuerpo para exponerles la situación. Sin llegar a proponer una retirada aconsejaban una 'reubicación' de las tropas en el frente.<br />
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Continuará en: </span><a href="http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2017/06/springboks-en-el-somme-la-batalla-por.html" style="font-size: 10pt;" target="_blank">Springboks en el Somme: la batalla por Longueval y Delville Wood, 15-20 de julio de 1916 (II)</a></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-18842146369621876932015-08-14T07:21:00.000-07:002015-08-14T08:12:06.715-07:00Las peripecias de Fray Bentos en la Gran Guerra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/p6vBGx8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/p6vBGx8.jpg" height="360" width="640" /></a></div>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
Una de las facetas más espectaculares -y siniestras- de la Primera Guerra Mundial fue su indudable contribución al avance de la ciencia y de la técnica. El inicio de la guerra química y sus funestos resultados coincidieron con el perfeccionamiento acelerado de la aeronáutica o los impresionantes avances en medicina. Aunque la mayoría de ciencias y disciplinas técnicas ya estaban experimentado un gran avance desde inicios del siglo XX, la guerra aceleró su desarrollo. No obstante, mientras la ingeniería aeronáutica vivió un progreso fulgurante, el sector terrestre apenas avanzó. Con la Guerra de Secesión americana ya surgieron voces para crear un artilugio móvil y blindado que permitiese el desplazamiento de armamento y tropas por el campo de batalla pero los decenios pasaron y al llegar la Gran Guerra todo eran bocetos a cada cuál más inverosímil o fantasioso.
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La guerra europea que estalló en agosto de 1914, a finales de año era mundial y el número de bajas crecía a un ritmo infernal: antes de 1915 los muertos superaban el millón. La tecnología, especialmente artillera, y la estupidez eran las responsables. Los cañones y obuses de gran calibre conquistaron el campo de batalla y la táctica militar. La defensa se impuso al ataque y la guerra de movimiento murió. Los frentes se estabilizaron y los ejércitos corrieron refugiarse bajo la débil protección de las trincheras, que sembraron los campos de batalla junto a las alambras de espino y otros ingenios defensivos. Cualquier éxito pasaba por el dominio de la artillería, que fue proliferando a golpe de obús y a miles de muertos. El control de la potencia de fuego, la gestión de la munición y el progreso en nuevas técnicas como la barrera de fuego o <i>creeping barrage</i> para proteger el avance de la infantería tras una cortina de obuses o el trabajo de contrabatería serían algunos de los caballos de batalla, literalmente, de la nueva guerra. Las principales cuestiones tácticas que surgieron con la guerra de trincheras consistían en como superar el cinturón defensivo enemigo para conquistar las líneas enemigas.
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Aunque la máxima de Pétain de "la artillería destruye y la infantería ocupa" era meridianamente cierta, era necesario contar con un elemento sorpresa y la filosofía del tanque era simple. Se trataba de construir un artefacto móvil capaz de transportar a un grupo de soldados en su interior con el objetivo de romper las líneas enemigas para recuperar o conquistar territorio enemigo cruzando, previamente, un campo de batalla lleno de obstáculos como trincheras, cinturones de alambradas o enormes cráteres de obús.
El fruto de esa visión acabaría concretándose en 1916 con el tanque Mark I después de algunos antecedentes como los "Little" y "Big Willie", que acabarían derivando en uso y forma en la familia de tanques Mark. La apuesta por el tanque fue producto del empeño del coronel E. Swinton y de Maurice Hankey, Secretario del Committee for Imperial Defence, que convencieron a Winston Churchill para que la Marina británica encauzase el proyecto después de la negativa del British War Office.
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Así, y bajo el manto protector del Almirantazgo y el padrinaje de Churchill y de Lloyd George, futuro Primer ministro, se encauzó el diseño y producción del tank. El recién creado Landships commitee y el ya existente Inventions commitee fundieron sus esfuerzos. Con la ayuda del teniente Walter Wilson, miembro del RNAS y del ingeniero William Triton de la William Foster & Co. se comenzó a proyectar el tanque. Éste debía cumplir con tres condicionantes: que se desplazase -como mínimo- al paso de una persona (unos 6 Km/h), que fuese capaz de subir pendientes de unos 2 metros o franquear trincheras de dos metros de ancho y que soportase la potencia de fuego de armas ligeras.
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Bajo estas premisas, y tras las probaturas de los "Willies", el primer tanque que vio la luz fue el Mark I. El tanque, bautizado así en parte como despiste y en parte por la forma - que decían - tenía de tanque de agua, pesaba unas 28 Tn, tenía un blindaje de entre 6 y 12 mm, dependiendo de la sección del casco y una capacidad para 8 personas. Existieron dos versiones del Mark I. La versión "masculina" incorporaba un armamento de 2 cañones ligeros Hotchkiss de 57 mm y tres ametralladoras Hotchkiss, mientras que el Mark I hembra solo montaba 4 ametralladoras Vickers y una Hotchkiss.
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El Mark I hizo su debut el 15 de septiembre de 1916 en el Somme, durante la batalla de Flers-Courcelette en la que tomaron parte unos treinta tanques, siendo solo 9 los que llegaron a las líneas alemanas. El resultado tuvo varias lecturas. Las negativas ofrecían un panorama todavía incierto, sobretodo en cuanto a fiabilidad ya que de los 50 tanques que llegaron a Francia solo tres decenas salieron al campo de batalla y tan solo un tercio de estos culminó su objetivo. Las conclusiones positivas permitían observar el futuro con esperanza. El tanque había sido capaz de cruzar la temida "Tierra de nadie", vadear cráteres de extensión media, aplastar los cinturones de alambradas, franquear trincheras de casi tres metros de ancho, dar cobertura al avance de la infantería, y sobre todo asustar al enemigo.
Con esta perspectiva, la producción se multiplicó y el papel del tanque fue 'in crescendo' hasta el final de la guerra, con el elemento de la innovación siempre en la mente de los ingenieros. Hasta nueve versiones del Mark se realizaron durante la guerra, pero fue un Mark IV (y su tripulación) el que protagonizó una de los episodios más sorprendentes de la guerra.
</span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"> </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13px;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;"> <b>Las peripecias de Fray Bentos</b>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<a href="http://i.imgur.com/kzt4o1Z.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/kzt4o1Z.jpg" height="400" width="560" /></a></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;"> El F41 o Fray Bentos era un tanque Mark IV perteneciente al batallón o sección 'F' del Tank Corps. La serie del Mark IV, con no demasiadas mejoras respecto al I (las series II y III se destinaron a entrenamiento), incorporaba 2 cañones Hotchkiss de caña corta (6 libras) en las barbetas, 2 ametralladoras Lewis (también en las barbetas) y otra en el casco. El curioso nombre de Fray Bentos, se lo puso -muy seguramente- el capitán Donald Richardson, antiguo dueño de una tienda de comestibles ya que Fray Bentos era una marca de carne enlatada que fabricaba la casa Oxo y de ahí la irónica comparación con los rigores que vivían los soldados en el interior de esas 'latas' móviles.
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Las peripecias de Fray Bentos comenzaron a las 4.45 h. del 22 de agosto de 1917 cuando Richardson, comandante del batallón F y ese día a bordo del F41, ordenó avanzar hacia a las líneas enemigas desde de la trinchera Capricorn, justo detrás de la granja Spree. A pesar de que el campo de batalla era un mar de lodo, la misión era conquistar (con el apoyo de la infantería) una serie de búnqueres en la colina 35. La colina y sus alrededores habían proporcionado al enemigo un vital punto de observación desde el inicio de la batalla de Passchendaele y era imprescindible tomarla. Los objetivos concretos del Fray Bentos era la granja Somme, la Gallipoli y la Martha. Se trataba de la primera misión del Fray Bentos (y su tripulación) y las cosas no fueron del todo mal, al principio. Al poco de la ofensiva el Fray Bentos había destruido la granja Somme (Somme farm), abandonada por los alemanes, y se dirigía solo hacia la cima de la colina 35, donde se encontraba la granja Gallipoli. A diferencia de la granja Somme, los alemanes decidieron plantar batalla y mantenerse firmes ya que se trataba del último reducto de la colina 35.
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Al acercarse a la granja Gallipoli el tanque recibió un nutrido fuego de ametralladora, por lo que el piloto buscó un terreno donde cubrirse. La lluvia de impactos provocó una multitud de esquirlas que hirieron levemente a algunos de los ocupantes. Instantes después, y medio de la confusión, una bala anticarro atravesó el blindaje e hirió al piloto (teniente Hill) en el cuello. Desconcertado y herido, Hill se desentendió de los mandos. Al verlo Richardson, que estaba a su lado, intentó controlarlos pero fue demasiado tarde. El tanque dio un bandazo, y al subir un pequeño repecho de tierra embarrancó de lado, con tal mala fortuna que la barbeta derecha se hundió en el lodo y la izquierda se encaró al cielo. Inmovilizado y sin apenas armas el Fray Bentos quedaba fuera de combate.
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13px;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;"> <b>El calvario</b>
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
La situación de la tripulación se volvió complicada no solo por ser blanco de los enemigos, sino por el fuego amigo. Los mandos británicos no estaban dispuestos a dejar que el F41 cayese en poder los alemanes.
Aunque el incidente no había dejado heridos, excepto Hill, Richardson decidió actuar con rapidez. Era necesario desencallar el tanque mediante la viga que incorporaban los Mark IV para sortear zanjas o accidentes, así que el soldado Braedy y el sargento Missen se ofrecieron voluntarios para salir y estudiar la solución. Justo cuando Braedy estaba desencadenando la viga en la parte superior del casco, ahora en el flanco descubierto, lo alcanzó una ráfaga de ametralladora y murió en el acto. Viendo la suerte de Braedy, Missen decidió volver al interior. Intuyendo la procedencia de los disparos, informó al artillero de la barbeta superior, que consiguió desplazar el cañón a un nivel paralelo al suelo, ajustó el tiro y destruyó el nido de ametralladora. Esto solo fue un aperitivo de lo que estaba por venir.Viendo el ejemplo del Fray Bentos, los mandos lanzaron al 8º de los Seafort Highlanders y al 7º de los Cameron Highlanders a la conquista de la granja Gallipoli sin mucha fortuna y con numerosas bajas. Similares a las del 9º de los Black Watch y del 10º de los Scotch Rifles que también atacaron al poco con la misma suerte.
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Enrabiados por la 'impertinente' respuesta del Fray Bentos, los alemanes decidieron acabar con él por la vía directa. Acercaron un cañón a primera línea, seguramente un 77 mm, para aniquilarlo. Pintaban bastos para Fray Bentos. Minutos después un impacto dio de lleno en la barriga del tanque, y una esquirla hirió de gravedad a uno de los artilleros. Las cosas iban a peor. Parecía tiro al pichón, pero con el añadido de que el fuego amigo también se estaba cebando con ellos. Los ingleses creían que el tanque había caido en manos del enemigo y tenían el deber de destruirlo.
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Los impactos y los rebotes no lo destruían, pero a poco a poco el tanque se fue hundiendo en el lodazal. Gran parte del flanco derecho estaba sumergido en el barro y la barbeta izquierda estaba ya inservible. Las cosas siguieron empeorando. Los múltiples impactos que recibió el Fray Bentos hicieron que el cadáver de Braedy y la viga se escurriesen por el lateral del tanque y bloqueasen el portón izquierdo, la única vía de escape. Liberar el tanque parecía imposible.
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Llegó la tarde y los alemanes lanzaron un contraataque para recuperar la granja Somme. Situado en la trayectoria de ataque y viendo el movimiento enemigo, el Fray Bentos desbarató la ofensiva con la única ametralladora Lewis operativa. Los alemanes recularon, pero el viacrucis iba in crescendo. Minutos después la artillería alemana y la británica 'unieron' esfuerzos para machacar el indefenso tanque. La situación se hacía insostenible dentro del Fray Bentos. Richardon decidió enviar un mensajero para informar de su situación a los mandos. Missen volvió a presentarse voluntario. Pura heroicidad porque se trataba de cruzar la Tierra de Nadie a plena luz del día con los francotiradores alemanes atentos a cualquier movimiento. La carrera de Missen fue dura. Lo hirieron pero, a pesar de ello logró saltar la trinchera y dar el mensaje de auxilio. Los mandos, maravillados por la resistencia de la tripulación, ordenaron a la artillería que cesase el fuego sobre Fray Bentos.
<br />
Durante el anochecer los alemanes prosiguieron con el martilleo sobre el F41 hasta que cayó la noche. Conscientes del peligro, y a la vez de su papel como bastión, Richardson ordenó una ronda de guardias para evitar y/o repeler ataques. La noche se preveía larga. Pasadas unas horas, el capitán Richardson, medio endormiscado en su guardia, notó que el portón se entreabría. Al instante distinguió la figura de un soldado alemán con una granada en la mano. Antes de asomar la cabeza, Richardson desenfundó y lo abatió con su revólver. Por fortuna, el cuerpo cayó hacia fuera junto con la granada que estalló fuera del tanque. Advertidos por la denotación, los ingleses comenzaron a iluminar con bengalas la Tierra de nadie para evitar otro ataque nocturno sobre el tanque. La tripulación del Fray Bentos consiguió repeler otra patrulla alemana con un método poco ortodoxo pero efectivo: mientras un soldado entreabría la barbeta izquierda, otro disparaba y así coordinadamente hasta que llegaron las luces del nuevo día.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13px;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;"> <b>23 de agosto</b>
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
Al segundo mediodía la situación rayaba lo desesperante. La calor era asfixiante y el agua se había terminado, por lo que la tripulación optó por beberse el agua de los radiadores del motor. Hill había empeorado y debía recibir ayuda médica. El segundo día de encierro siguió, sin embargo, la tónica del primero: bombardeos, patrullas alemanas al acecho y defensa numantina con una sola ametralladora y revólveres.
Con las primeras horas de la tardes los miembros del Fray Bentos vieron la luz al final del túnel cuando el 9º de los Black Watch reemprendió su ofensiva por la colina 35. La esperanza, sin embargo, duró poco. Los escoceses fueron rechazados. Al llegar la segunda noche Richardson comenzó a ver a su tripulación exhausta. La noche volvería a ser larga, pero era necesario resistir.
Horas después, a media madrugada, Richardson oyó ruidos por el casco. Al momento ordenó a los suyos que abriesen todas las escotillas posibles y que disparasen o utilizasen cualquier arma que tuviesen a mano. La patrulla alemana fue sorprendida y rechazada. El Fray Bentos se defendía como gato panza arriba, pero las energías se iban fundiendo. La noche no había acabado y los alemanes deseosos de venganza comenzaron a acribillar el tanque con munición anticarro. Una lluvia de balas cayó sobre el Fray Bentos dejándolo como un queso gruyére. La fortuna volvió a sonreir a Fray Bentos. Hubo heridos pero no murió nadie. La noche moría.
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<a href="http://i.imgur.com/YYsRfR9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/YYsRfR9.jpg" height="400" width="560" /></a></div>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;"> <b>24 de agosto</b>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">El tercer día comenzó como el segundo, pero la sed y el malsano ambiente en el interior del tanque por la olor a cordita y aceite de motor comenzaban a ser insoportables. Se imponía una solución drástica. Richardson sabía que si se quedaban, antes o después, los matarían o los cogerían prisioneros. Así que al caer la oscuridad de la noche decidió abandonar el Fray Bentos a su suerte. A las 21.00 h. ordenó a sus hombres que abriesen el portón y que volviesen con toda cautela hacia las propias líneas. Cuatrocientos metros, que se hicieron en completo silencio y bajo una manto estrellado. Las peripecias del Fray Bentos duraron sesenta horas, de las cinco de la mañana del 22 de agosto a las nueve de la noche del 24. Sesenta horas de angustia, resistencia y heroicidad. De los nueve miembros de la tripulación, Braedy murió y los otros ocho fueron baja. El episodio tuvo tal renombre que por su conducta heroica, Richardson y el teniente Hill fueron condecorados con la cruz militar, el sargento Missen y el artillero Morrey con la medalla por conducta distinguida y el resto con la medalla militar. El soldado Braedy aparece mencionado en la sección de desaparecidos del cementerio Tyne Cot en Passchendaele.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;"> <b>Fuentes</b>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
- Spagnoly, Tony. <i>Salient points two. Cameos of the Western Front Ypres Sector 1914-18</i>. Leo Cooper, 1998.
<br />
- <a href="http://www.telegraph.co.uk/history/world-war-one/10358335/WW1-The-siege-of-Fray-Bentos-at-the-Battle-of-Passchendaele.html">The siege of Fray Bentos at the Battle of Passchendaele</a>.
<br />
- <a href="http://www.dailymail.co.uk/news/article-2445626/Incredible-bravery-WWI-tank-crew-survived-72-hours-bombarded-Germans-side.html#ixzz3inabap42">Incredible bravery of WWI tank crew who survived 72 hours being bombarded by both Germans and their own side</a>
<br />
- <a href="http://www.tinhatproductions.com/fray-bentos.html">Fray Bentos</a> (Short film)</span></span></div>
</div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-54547639398832972192015-05-22T10:00:00.000-07:002015-05-22T10:00:11.335-07:00Prisioneros en Skagerrak: la batalla de Jutlandia, 31 de mayo-1 de junio de 1916<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/CgHxX18.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/CgHxX18.jpg" height="484" width="640" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"> La Batalla de Jutlandia, <i>Skagerrak</i> para los alemanes, fue la batalla naval más importante de la Primera Guerra Mundial y la única ocasión en que las flotas británica y alemana se enfrentaron. Los británicos se encontraban cómodos con el bloqueo naval que mantenían sobre Alemania, y Alemania se veía incapaz de doblegar la superioridad numérica de la flota inglesa de superfície. Sin embargo, en mayo de 1916 el Almirante alemán Reinhard Scheer decidió salir al Mar del Norte con el grueso de su flota a la caza de pequeñas flotillas, con el objetivo de atraer el grueso de la Grand Fleet para emboscarla. Desgraciadamente para Scheer, los ingleses interceptaron sus comunicaciones y enviaron el grueso de la Grand Fleet desde Scapa Flow para interceptarlo. Las dos armadas se encontraron frente a las costas danesas el 31 de mayo. La batalla, sin embargo, no fue decisiva. A pesar de que los alemanes la celebraron como una victoria, sobre todo por tonelaje hundido y pérdidas humanas, Jutlandia o Skagerrak certificó la imposibilidad alemana de romper el cerco británico en el Mar del Norte, condenándola que condenaría Alemania hasta más allá del fin de la guerra..</span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13px;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;"> <b>Introito o <i>de aquellos barros, vinieron estos lodos</i> ... </b>
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
</span>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/faMwxhw.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/faMwxhw.jpg" height="484" width="640" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;"> Cuando en 1898 el Kaiser Wilhelm II ordenó la construcción de su Marina imperial, el Almirantazgo británico respondió al órdago sacándose de la chistera el HMS Dreadnought. Emblema y símbolo de la marina del futuro, la clase Dreadnought reunía en un solo navío las tres virtudes: era el más rápido, el mejor armado y tenía el mejor blindaje que cualquier otro buque de guerra. Con el HMS Dreadnought el gobierno británico recogía el guante del desafío alemán y elevaba la puja en una carrera armamentística sin fin.
El HMS Dreadnought era solo una muestra de la confianza adquirida por el Almirantazgo en materia de innovación tecnológica. La Grand Fleet estaba comenzando a crear una nueva especie de navío: los cruceros de combate o batalla (<i>Battlecruisers</i>), que incorporaban artillería pesada, un blindaje más ligero proporcionándoles una mayor velocidad y maniobrabilidad. Con la producción accelerada de la nueva clase Dreadnought y de los battlecruisers, la Grand Fleet lograba su objetivo desde Nelson: mantener una flota con el doble de navíos de guerra que la siguiente potencia naval del mundo.
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/YVEXgWl.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/YVEXgWl.jpg" height="484" width="640" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
Al estallar la guerra, la Grand Fleet no solo tenía casi el doble de navíos que la Hochseeflotte (la Marina imperial alemana) sino que estaba un punto por encima en cuanto a unidades más modernas y desarrolladas, con excepción del submarino. Por estas, y otras razones de corte más politico, el Kaiser consideraba su Marina imperial como un jarrón de porcelana fina, ante la evidente desesperación de Von Tirpitz. Existían órdenes explícitas de no arriesgar buques de superfície ante la amenaza de la flota británica. Los episodios de Dogger Bank y Heligoland no habían sido muy halagüeños, de manera que hasta el primer trimestre de 1916 cualquier operación naval de superfície solo buscó hostigar y bombardear las poblaciones de la costa oriental británica como Sunderland o Hartlepool.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Planes</b>
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En enero de 1916 y con la llegada al mando supremo de la Hochsee del Vicealmirante Scheer, las cosas iban a cambiar bastante. Con el plácet del Kaiser, Scheer ordenó al Contraalmirante Von Hipper que intensificase su hostigamiento sobre la costa británica con el objetivo de forzar un error británico. El verdadero objetivo era hacer salir de su escondrijo a la flotilla de destructores y cruceros del contralmirante Beatty fondeada en Rosyth. Scheer confiaba que una vez picado el anzuelo, el resto de la Grand Fleet -fondeada en Scapa Flow- y al mando del Almirante Jellicoe se le uniría en combate. Scheer había dispuesto que una flotilla de submarinos partiese hacia las Órcadas con la misión de emboscar ambas y que Hipper atrajese a Beatty hacia el grueso de la Hochsee Flotte. Una vez destruida o derrotada la flota de Beatty, los alemanes podrían medirse al resto de la Grand Fleet en igualdad de condiciones.
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Preparativos</b>
<br />
Los preparativos alemanes se iniciaron a finales de abril y se prolongaron hasta mediados de mayo. Dragaminas alemanes trabajaron en la localización de rutas y zonas seguras en las aguas cercanas a la isla de Heligoland. La limpieza debía estar finalizada para el 17 de mayo, ya que la Hochsee Flotte tenía órdenes de hacerse a la mar al poco. Paralelamente el 15 de mayo partió hacia la costa oriental inglesa un destacamento de submarinos con la misión de vigilar los puertos, y dos días después una flotilla de diez submarinos partió hacia la zona de las Órcadas. Dos unidades se mantuvieron cerca de Pentland Firth, siete en los alrededores del estuario del rio Forth (<i>Firth of Forth</i>) y otras dos en una situación intermedia. La Hochseeflotte debía zarpar el 23 de mayo pero retrasos en las reparaciones del Seydlitz y el mal tiempo imposibilitando la salida de los zepelines obligaron a una demora. Finalmente las tareas de vigilancia se dejaron en manos de los submarinos y la flotilla de Hipper se hizo a la mar sobre la 1.00 a.m. del 31 de mayo, con órdenes de Scheer de acercarse a la costa noruega con el fin de advertir a los ingleses, para que saliesen en su búsqueda. El grueso de la <i>Hochsee</i> la seguiría a distancia como apoyo en caso de encuentro.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Flotas</b>
<br />
Sobre las 2.30 a.m. del 31 de mayo, el grueso de la Hochseeflotte zarpó del estuario del Jade y Wilhemshaven. La Marina imperial alemana, encabezada por el SMS Friedrich der Grosse (Almirante Scheer), la formaban tres escuadras de batalla (I, II, III), un grupo de exploración de 4 cruceros ligeros y una flotilla de 32 torpederos de diferente tonelaje bajo el mando del SMS Rostock.
<br />
La I escuadra (Vicealmirante Schmidt, a bordo del Ostfriedland) estaba compuesta por 4 acorazados de la clase Ostfriedland (SMS Ostfriedland, Thüringen, Oldenburg y Helgoland) armados con cañones (12) de 305 mm, junto a 4 acorazados de la clase Posen (SMS Posen, Rheinland, Nassau y Westfalen) con cañones (12) de 280 mm.
<br />
La II escuadra del contralmirante Mauve (SMS Deutschland) la formaban 6 acorazados de la modesta clase Deutschland (SMS Deutschland, Pommern, Schlesien, Hannover, Hessen y SMS Schleswig-Holstein) con 4 cañones de 280 mm y 10 de 105 mm. Y la III escuadra de batalla (Vicealmirante Behncke, SMS König) la formaban 8 acorazados de la clase König (SMS König, Grosser Kurfürst, Markgraf, Kronprinz, Kaiser, Prinzregent Luitpold y Kaiserin) con 10 cañones de 305 mm.
<br />
La flotilla de exploración del Vicealmirante Hipper (SMS Lützow) estaba formada por un 1er grupo de exploración a su mando y 5 cruceros de batalla. El SMS Lützow y SMS Derfflinger con 8 cañones de 305 mm y el SMS von der Tann, SMS Moltke y SMS Seydlitz con 10 cañones de 11 pulgadas (280 mm). El 2º grupo del Contraalmirante Boediker (SMS Frankfurt) lo formaban cuatro cruceros ligeros y el 2º grupo de la flotilla de cazatorpederos del Comodoro Heinrich (SMS Regensburg) con 30 cazatorpederos de diferente tonelaje (1700-800 Tn).
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/osjYPhd.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/osjYPhd.jpg" height="484" width="640" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
Para desgracia de Scheer, la inteligencia naval británica, y especialmente la Room 40, disponían del libro de códigos de la marina imperial alemana desde agosto de 1914 (a raíz del incidente del SMS Magdeburg en aguas bálticas) por lo que a mediodía del 30 de mayo informaron a Jellicoe de que la Hochsee Flotte se haría a la mar en las primeras horas del 31. Puntualizaron que desconocían las intenciones enemigas y ahí radicó parte del problema. La orden era que las flotillas de Beatty y el resto de la Grand Fleet se encontrasen en punto cercano a 100 millas al este de Aberdeen. Así que a las 23.30 de la noche del 31 (y antes que la flota alemana) partieron en tres columnas en dirección al punto de encuentro.
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
La Armada inglesa estaba compuesta por la Grand Fleet al mando de Sir John Jellicoe (HMS Iron Duke) y por la 5a flotilla de exploración del Vicealmirante David Beatty (HMS Lion). La Grand Fleet contaba con 4 escuadras de combate.
<br />
La I escuadra (1st Battle Squadron) al mando del Vicealmirante Burney (HMS Malborough) contaba con 8 acorazados. 5 de ellos con 10 cañones de 305 mm (HMS Colossus, Neptune, Hercules, Collingwood y St. Vincent), 1 con 14 cañones de 305 mm (HMS Agincourt), otro con 10 cañones de 343 mm (HMS Marlborough) y un último con 8 cañones de 381 (HMS Revenge). La escuadra también contaba con el apoyo de 4 cruceros ligeros (Boadicea, Blanche, Bellona y Active), un destructor (HMS Oak) y un draga minas (HMS Abdiel).
<br />
La II escuadra (Vicealmirante Jerram) estaba formada por 8 dreadnoughts y super-dreadnoughts con 10 cañones de 343 mm y 16 de 101 mm (HMS King George V, Ajax, Centurion, Erin, Orion, Monarch, Conquerer y HMS Thunderer).
La IV escuadra (Vicealmirante Sturdee) contaba con 8 acorazados. El HMS Royal Oak, de la clase Revenge (1914), con 4 torretas de 2 cañones de 381 mm y 14 cañones de 152 mm, más otros dos de 76 mm. Otros dos dreadnoughts con 10 cañones de 300 mm (HMS Superb y HMS Temeraire), el HMS Canada con 10 cañones de 356 mm y 16 de 152 mm, el HMS Benvow y el HMS Iron Duke con 10 cañones de 343 mm, y finalmente el HMS Bellorophon y el Vanguard con 10 cañones de 305 mm.
<br />
La III escuadra (3st Battle Cruiser Squadron) del Contraalmirante Hood lcontaba con 3 cruceros de batalla de la clase Invincible (HMS Invincible, Inflexible, Indomitable) con 4 torretas de 2 cañones de 305 mm y 16 cañones de 101 mm, 2 cruceros ligeros (HMS Canterbury y Chester) y cuatro destructores (HMS Shark, Ophelia, Christopher y Acasta).
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/U5xFvI3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/U5xFvI3.jpg" height="484" width="640"/></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
La flota de cruceros de combate de Beatty estaba compuesta por 6 cruceros de combate, 13 cruceros ligeros y 18 destructores. Los seis cruceros de combate eran el HMS Lion, Princess Royal, Queen Mary, Tiger, Indefatigable y el HMS New Zealand. Todos ellos, menos el Indefatigable y el New Zealand, con 4 torretas de 2 cañones de 343 mm y los 2 de la clase Indefatigable con 4 torretas de 2 cañones de 305 mm. Los trece cruceros ligeros se distribuian en 3 flotillas de 4 navíos, más el HMS Engadine. La flota de destructores que acompañaba la flota de Beatty estaba formada por dos flotillas de 9 (13th Destroyer flotilla) y 6 navíos (6th Destroyer Flotilla).
La Grand Fleet la completaban una escuadra de acorazados (5th Battle Squadron) de la clase Queen Mary al mando del Contraalmirante Evan-Thomas y una flotilla de diez destructores (1st Destroyer Flotilla) como escolta.
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>La batalla (31 de mayo)</b>
<br />
El Almirante Jellicoe, según informaciones del Almirantazgo, creía que los cruceros de combate alemanes habían zarpado para llevar a cabo una misión de hostigamiento en la costa inglesa y que el grueso de la Hochsee habría salido para darle cobertura en su retorno. Por ello situó a la Grand Fleet en una situación similar, dejando a Beatty en vanguardia. A las dos de la tarde Beatty se encontraba en el Fischer bank, a unas 110 millas al oeste de Jutlandia. A la misma hora, Jellicoe y la Grand Fleet se encontraban a unas 70 millas al Nor-Nor-Oeste (NNO) de la zona indicada, avanzando en dirección Sur-Este (SE), mientras que la flota de Beatty debía dirigirse en dirección noreste (NE) hasta obtener contacto óptico con Jellicoe. La derrota de la Grand Fleet era ESE (Este-Sur-Este), mientras que la de Beatty tras las dos de la tarde era NE.
Norte era también la derrota que seguían la flotilla Hipper y el resto de la Hochsee, a unas 50 millas al sur. A las 14.30 h. el HMS Lion se encontraba a unas 45 millas a poniente del SMS Lützow y solo 15 millas náuticas distaban entre las extremos de ambas formaciones, es decir entre las unidades enemigas más cercanas. El avistamiento entre las flotillas de Beatty y Hipper fue mútuo pero del todo fortuito.
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/edST1JN.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/edST1JN.jpg" height="800" width="640"/></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Primer contacto</b>
<br />
A las 14 h. el crucero ligero alemán SMS Elbing avistó al vapor danés N.J. Fjord y envió las torpederas B109 y B110 para su inspección. Prácticamente al mismo instante los cruceros ingleses HMS Galatea y Phaeton también avistaron al vapor danés. Durante su aproximación el Galatea y el Phaeton descubrieron a las torpederas alemanas y abrieron fuego. Después del primer avistamiento, los hechos difieron un poco según los testimonios. Algunas fuentes determinan que 23 minutos más tarde las flotillas de Hipper y Beatty entraron en contacto visual, mientras que otras sostienen que no fue hasta las 15.30 h. El hecho determinante fue que pasadas las 15.30 h. Hipper se percató de que Beatty le podía cortar la retirada, rompiéndole el contacto con el grueso de la Hochsee Flotte. Siguiendo el plan establecido, Hipper invirtió el rumbo para evitar que el enemigo le cortase la retirada, conduciéndolo de paso condujese a las fauces de la Hochseeflotte.
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Primera fase de la batalla: la marcha al sur</b>
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/5dit3Cm.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/5dit3Cm.jpg" height="600" width="640"/></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
A las 15.48 h. y ya en sentido SSE, el SMS Lützow de Hipper abrió fuego contra la línea de cruceros de Beatty a unas 17 millas náuticas.
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/EX7Z3NZ.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/EX7Z3NZ.jpg" height="484" width="756"/></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
En derrotas paralelas el intercambio de salvas fue contínuo y brutal. El combate se estableció entre 6 cruceros ingleses y 5 alemanes. Los ingleses sobreestimaron las distancias, las siluetas recortadas de sus navíos ayudaron a los alemanes con un fuego certero. Sobre las 16 h., el HMS Indefatigable recibió varios impactos del SMS Von der Tann en la torreta trasera. Fuera de la formación de combate, el Indefatigable volvió a ser alcanzado por varios impactos en el castillo de proa, la torreta delantera y en el depósito de municiones provocando una explosión brutal y su hundimiento con apenas dos supervivientes de los 1019 tripulantes. Eran las 16.04 h.
Con el objetivo de acortar distancias y mejorar tiro, Beatty viró ligeramente al este. Esta maniobra expuso el Lion a tiro de los cruceros de batalla alemanes, siendo alcanzado en varias ocasiones, como también el Princess Royal y el HMS Tiger. Debido al humo de los impactos en el Lion, el SMS Derfflinger lo perdió de vista. Éste fijo su artillería en el segundo de los navíos visibles de la formación inglesa, el Queen Mary. El HMS Queen Mary había entablado un potente un combate de artillería con el SMS Seydlitz, alcanzándose mutuamente por espacio de cinco minutos.
La flota de Beatty seguía aproximándose a la alemana. A las 16.25 de la tarde la distancia entre ambas era de unas 7 millas náuticas, unos 13 km. El SMS Derfflinger aprovechó esa ventaja y de los dos proyectiles que disparó hacia el Queen Mary, el primero estalló de lleno en el depósito de municiones de la torreta de proa provocando una brutal explosión del navío y su hundimiento en pocos minutos. Solo 8 supervivientes de 1270 tripulantes.
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<a href="http://i.imgur.com/dkedNHa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/dkedNHa.jpg" height="484" width="640"/></a></div>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
La artillería alemana estaba siendo muy efectiva. El combate entre las flotillas de Hipper y Beatty duró aproximadamente una hora en que aparte de las pérdidas inglesas, los alemanes también tuvieron graves daños procedentes sobretodo de los cañones de 381 mm ingleses.
A pesar de una primera fase victoriosa para los alemanes, la llegada en el horizonte del resto de la Hochseeflotte fue providencial. La velocidad de los cruceros ingleses y su certero tiro comenzaban a poner en aprietos a los cruceros alemanes, mejor acorazados pero menos veloces. El avistamiento de la Hochseeflotte por Beatty fue todo una sorpresa. Según las informaciones transmitidas des de la inteligencia naval, la Flota de Alta Mar alemana debía estar todavía en sus puertos. Beatty ordenó un viraje en redondo hacia el norte.
Su principal objetivo era huir pero atrayendo a la Hochsee Flotte hacia el encuentro del grueso de la Grand Fleet de Jellicoe, que venía a toda máquina en su auxilio.
Consciente del envite, Hipper también ordenó virar. Durante la persecución hacia el norte solo se producieron algunos disparos de los cruceros en vanguardia de Hipper hacia la retaguardia de Beatty pero poco más.
Lo más significativo de la carrera hacia el norte es que iniciava otra fase de la batalla: eran las 17.40 h.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Segunda fase de la batalla: la carrera hacia el norte</b>
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<a href="http://i.imgur.com/3lBfdz9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/3lBfdz9.jpg" height="800" width="640"/></a></div>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
Resuelto a llevar el grueso de la Hochseeflotte hacia la boca del lobo, Beatty viró hacia el este hasta avistar el Iron Duke de Jellicoe. Las condiciones atmosférics comenzaban a favorecer ahora a los ingleses. La flotilla de Beatty, más veloz, comenzó a abrir fuego sobre la vanguardia de Hipper, obligada a seguir el movimiento de Beatty. La flotilla de Hipper estaba recorriendo en dirección norte la zona de los primeros combates y la neblina y el humo de los impactos e incendios de los primeros encontronazos que no se había disipado. Los alemanes siguieron la derrota hacia el NE. Scheer insistió en que Hipper no aflojase la marcha con el objetivo de no perder a Beatty en su huida. Parecía que eran los alemanes quiénes habían picado ahora el anzuelo.
Sobre las 18.20 h. el viento comenzó a disipar los restos de la neblina y el certero fuego alemán comenzó a cebarse otra vez en los navíos ingleses: el crucero de batalla HMS Invincible del Almirante Hood y el acorazado Defence estaban fuera de combate. A las 18.30 h., sin embargo, la Grand Fleet de Jellicoe había finalizado su despliegue de batalla en un amplio arco que iba del NO a NE y que le proporcionaba una indiscutible ventaja de cara a la siguiente fase del combate.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Tercera fase de la batalla: el enfrentamiento entre flotas</b>
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<a href="http://i.imgur.com/sxCIrpZ.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/sxCIrpZ.jpg" height="800" width="640"/></a></div>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
Scheer, creyendo que seguía la flotilla de Beatty, siguió la derrota hacia NE. Sin embargo, sobre las 18.15 h. y tras un impresionante relampagueo en el horizonte, se percató que frente a él se estaba el grueso de la Grand Fleet. Los primeros en darse cuento del peligro fueron los cruceros de batalla de Hipper y los acorazados de la 3ª escuadra. El Lützow y el König fuera de combate y el Wiesbaden a la deriva. Los ingleses tampoco sabían cuál era la situación real. Algunos navíos ingleses disparaban a cualquier objetivo que saliese apareciese en la oscuridad pero no había una operación de conjunto. Reinaba, en cierta manera, el desconcierto en el bando inglés.
Los alemanes sí que eran conscientes de la situación. Tanto que la flotilla de cruceros de batalla de Hipper giró al SE y poco después al S a toda máquina. Su situación era muy precaria. Luchando desde hacía casi tres horas, la mayoría de cruceros de batalla estaban en condiciones muy precarias. Scheer sabía además que una retirada de toda la flota hacia el sud ofrecería a una parte de la armada inglesa un objetivo clarísimo. Por eso decidió arriesgar y en una decisión magistral viró todo hacia el SO, con órdenes de que los navíos escondiese su nueva posición con una pantalla de humo.
<br />
El desconcierto inglés continuó, cesando el fuego sobre la flota alemana. Jellicoe no estaba dispuesto a perseguir a la Hochseeflotte en una nueva carrera hacia el oeste por lo que decidió poner rumbo primero hacia el SE y después hacia el S con el objetivo de cortar la retirada de Scheer hacia sus bases en Alemania. Sobre las 18.50 h. el HMS Marlborough notificó a Jellicoe que había recibido un impacto de un torpedo procedente de un navío sin identificar, pero al poco y tras escampar el humo y la neblina pudo comprobarse que el SMS Wiesbaden - totalmente a la deriva - había sido el causante. Parte de la flota inglesa concentró su fuego sobre él y en diez minutos se hundía pasto de las llamas. Eran las 19 h.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Cuarta fase de la batalla: cruzando la T</b>
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<a href="http://i.imgur.com/3LLObwC.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/3LLObwC.jpg" height="484" width="640"/></a></div>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
Era el turno de Scheer. Consciente de que no podía seguir indefinidamente hacia poniente, tomó una decisión un tanto inexplicable y arriesgada. La Hochseeflotte viró otra vez en dirección E para encontrarse con el grueso de la flota inglesa, que iba en dirección SE. Scheer, con todavía una hora para el crepúsculo, y consciente de su ventaja en el tiro y en el blindaje de sus acorazados quiso volver al campo de batalla. Intuía que Jellicoe querría cerrarle la retirada y no quería enfrentarse a la Grand Fleet perfectamente dispuesta. Su plan consistía en golpear a la escuadra de Goodenough (situada a la retaguardia de la Grand Fleet) con una vanguardia de destructores para volver a virar en redondo inmediatamente habiendo causado una enorme confusión y alguna baja en la Grand Fleet. La sorpresa de Scheer, sin embargo, se iba a tornar en su contra.
<br />
Scheer se dió de bruces con una Grand Fleet en posición y castigando a casi todas sus escuadras desde las 19.13 h. El fuego inglés procedía desde ocho puntos distintos del compás. Solo los navíos alemanes en cabeza podían disparar mientras el grueso de Grand Fleet concentraba su fuego en la vanguardia de la flota alemana. La flotilla de Hipper recibió muy duramente.
Sorprendido y ante una peligrosa perspectiva, Scheer optó por un tercer viraje a las 19.14 h. Como medida de distracción, Scheer lanzó un ataque con torpedos y ordenó a sus destructores que creasen una cortina de humo para que la Hochsee desapareciese como un fantasma entre las brumas. Scheer también ordenó a los submarinos que atacasen el grueso de la Grand Fleet. Consiguió poca cosa pero lo suficiente para intimidar a Jellicoe, obligándolo a adoptar una formación en zig-zag hacia el SE.
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<a href="http://i.imgur.com/r6sGTeJ.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/r6sGTeJ.jpg" height="484" width="640"/></a></div>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
Libre del peligro submarino, a las 19.44 Jellicoe ordenó poner rumbo SE en fila única. Los especialistas consideran que fue en este momento donde radica el principal error de Jellicoe al dejar escapar a la Hochseeflotte sobrestimando el ataque con torpedos y la amenaza submarina. En caso de que Jellicoe hubiese seguido a la Hochseeflotte podría haber destrozado a la retaguardia alemana pero hubiese corrido algunos riesgos que no quería tomar. Consciente de que ya había virado demasiado al SE, Jellicoe ordenóa a las 19.54 volver a encarar hacia el S con objeto de interceptar la Hochsee de vuelta a sus bases.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Quinta fase: Crepúsculo y noche</b>
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
A pesar de la retirada alemana, la situación era de todo menos clara. A las 19.45 h. Goodenough advirtió a Jellicoe que parecía ver como la Hochsee viraba hacia NW en vez de seguir la derrota W. A la misma hora Beatty transmitió a Jellicoe que parecía como si la vanguardia de Scheer fuese en dirección SW. Jellicoe decidió optar por la segunda información y puso la Grand Fleet en derrota SW con el fin de cerrar el paso a la Hochsee. La carrera se mantuvo así durante media hora con la incertidumbre generalizada al ignorar si estaban a la captura de varias flotillas de la Hochsee o de toda entera. Scheer, sin embargo, sí que sabía que estaba frente a la Grand Fleet. Por ello, y ante la superioridad manifiesta de los ingleses, no dudó en virar hacia el S a toda máquina con el objeto de aventajar a los ingleses y llegar antes a Horns Reef, lo que le permitiría llegar sin problemas a puerto. La distancia aproximada era de unas 90 millas y el tiempo a emplear unas seis horas a 15-16 nudos. Para facilitar la travesía y entorpecer a los ingleses, Scheer envió a varias torpederas en tareas de caza que nada obtuvieron.
Jellicoe, por su parte, desestimó un combate nocturno. Los alemanes habían demostrado cierta perícia en acciones nocturnas y además temía el peligro de colisión entre buques al tratarse de toda la armada. Insistió en perseguir a las unidades alemanes para impedirles el paso hacia Horns Reef y la bahía de Heligoland para reanudar, en caso de que fuese posible, los combates a la primera luz del alba.
<br />
A partir de las diez de la noche y debido a la cercanía de ambas flotas (aprox. 5 millas náuticas), hubo escaramuzas entre ambas flotas. Los alemanes volvieron a demostrar su puntería, a pesar de que el único navío hundido en ese combates fue el crucero ligero Frauenlob por un torpedo procedente del Southampton de Goodenough. (aprox. 10 millas)
Sobre las once y media de la noche, el grueso de ambas flotas comenzó a separarse. A pesar del alejamiento, la velocidad de la Grand Fleet permitió que su 4a flotilla de destructores situada a retaguardia avistase a los dreadnoughts de la Hochsee, situados en vanguardia. Poco después se entabló un combate artillero de gran intensidad.
<br />
El HMS Spitfire colisionó con el acorazado Nassau provocando en el inglés serios daños en el casco, el Westfalen hundió al Tipperary, el Elbing embistió al Posen, hundiéndose éste último poco después. También el malogrado Lützow, semihundido por los múltiples proyectiles recibidos durante la última refriega, tuvo que ser hundido por los propios alemanes después de haber rescatado a su dotación en otros navíos. El Broke atacó al Rostock, inutilizando su timón lo que provocó que embistiese al Sparrowhawk, dejándolo seriamente dañado. El Rostock, inutilizado y a la deriva, fue torpedeado pero se mantuvo a flote hasta la mañana siguiente en que fue hundido por su dotación después de haber sido rescatados por el Dublin inglés. El Westfalen volvió a hacer pleno hundiendo el destructor HMS Fortune.
<br />
Caso curioso fue el del El Black Prince, que hasta después de la guerra no se supo con seguridad lo que le había sucedido. Fuentes procedentes del HMS Spitfire confundieron un navío de guerra alemán envuelto en llamas que acabaría explotando y hundiéndose con el Black Prince. Sin embargo, y a raíz de posteriores investigaciones, se supo que el Black Prince fue hundido por navíos alemanes en las escaramuzas de la medianoche del 31. Separado de la Grand Fleet, el Black Prince fue avistado por el SMS Thüringen con sus proyectores de luz, siguiendo alcanzado en numerosas ocasiones. El navío inglés continuó su andadura pero dio de bruces contra el grueso de la Hochseeflotte, entre ellos el Ostfriesland y el Friedrich der Grosse que lo alcanzaron a poca distancia y lo hundieron en pocos minutos, pereciendo toda la dotación, unos 850 hombres. Al poco el Westfalen, en racha esa noche, hundió al Ardent inglés.
<br />
Unidades de la 5a flotilla británica presenciaron los combates y el paso del grueso de la Hochsee por la popa del Grand Fleet en dirección SE pero no reportaron nada a Jellicoe porque consideraron que ya estaba informado. Pasadas las doce, las flotillas 9a y 10a se unieron a la 4a y cruzaron la línea alemana pensando que eran la 5a flotilla de Beatty. A pesar de ello, y en plena retirada, los alemanes no perdieron la oportunidad: el Westfalen dañó seriamente el Petard y hundió el Turbulent. Solo la 12a Flotilla siguió la derrota alemana. Intentaron radiar su posición a Jellicoe pero los alemanes bloquearon la transmisión. A pesar de su frustacion, el HMS Onslaught logró hundir al SMS Pommern en su huida con dos torpedos. El intento del Moresby por torpedear al Von der Tann y la explosión de la torpedera alemana V4 fueron los últimos episodios bélicos de la batalla de Jutlandia para los ingleses y de Skagerrak para los alemanes.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<a href="http://i.imgur.com/iJTMmiF.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/iJTMmiF.jpg" height="484" width="640"/></a></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
A las tres de la madrugada del 1 de junio, la Hochseeflotte se encontraba a tan solo 15 millas de Horns Reef y media hora más tarde entraba en puerto. A las 4 de la madrugada el Almirantazgo informó a Jellicoe que los alemanes habían huido y al poco viraron hacia casa.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<a href="http://i.imgur.com/9vEM0BU.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/9vEM0BU.jpg" height="600" width="640"/></a></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Skagerrak</b>
<br />
Los alemanes fueron los primeros en arribar a puerto y en capitalizar sus triunfos en una guerra que también se libraba de forma feroz, la de la propaganda. Los alemanes vencieron en Skagerrak, y no en Jutlandia como la llamarían los ingleses. Desde su perspectiva, Alemania había logrado una gran victoria. Inicialmente, Scheer reclamó haber hundido tres acorazados, un superdreadnought (creyendo que era el Warspite), dos cruceros acorazados, tres ligeros y 13 destructores. Alemania sintió la batalla como una gran victoria y un triunfo indiscutible, hecho que sirvió a la prensa alemana para intentar convencer a la opinión pública mundial que la Royal Navy había sido aplastada. En un primer momento el Almirantazgo solo reconoció la pérdida del Pommern y el Wiesbaden, a pesar de que el Frauenlob y algunos destructores no habían vuelto, y que el Lützow, Elbing y Rostock habían sido hundidos.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<a href="http://i.imgur.com/Tj9S8yf.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/Tj9S8yf.jpg" height="400" width="640"/></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Jutlandia</b>
<br />
Desde las Islas Británicas la percepción de lo ocurrido fue bastante diferente, a banda de bautizarla como batalla de Jutlandia. Tanto para el Almirantazgo como para Beatty, Jellicoe y, especialmente para la opinión pública británica, la batalla de Jutlandia fue una gran decepción. Antes incluso de que la Grand Fleet arribase a puerto, los rumores sobre una gran derrota habían comenzado a circular. El Almirantazgo, sabedor ya de la 'victoriosa' versión alemana, estaba ansioso por hacer una declaración oficial. Fue peor el remedio que la enfermedad. En el <i>comuniqué</i> del 1 de junio del Almirantazgo fue directo, prosaico y demasiado sincero para una opinión pública ávida de victorias y harta de sinsabores. El gobierno británico, con Asquith a la cabeza, lo consideró un error en toda regla. Jellicoe y sus informes fueron al rescate de un Royal Navy en puerto. El siguiente comunicado del 3 de junio suavizó las propias pérdidas, informó de las alemanas y lo principal, aseguró y reafirmó que el dominio de los mares permanecía indiscutiblemente en manos británicas.
<br />
El gobierno británico puso toda la carne en la prensas: al día siguiente, 4 de junio, el Almirantazgo volvió a emitir un comunicado exagerando las pérdidas alemanas y su ocultación por parte de las autoridades germanas. El hecho de que los alemanes informasen el 7 de junio de las bajas definitivas del Lützow y el Rostock ayudó en gran manera a suavizar en el Reino Unido la supuesta derrota y a comenzar asumir que la batalla había significado una victoria en cuanto se mantenía el bloqueo sobre Alemania y que la Royal Navy seguía siendo la Reina de los mares.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Conclusiones</b>
<br />
Consideraciones a banda, y ciñiendose simplemente a un recuento de datos, los alemanes tenían muchas razones para considerar Jutlandia o Skagerrak como un triunfo. La Royal Navy había perdido tres cruceros de combates, tres cruceros acorazados y trece destructores. Los alemanes un crucero de combate, un pre-dreadnought o acorazado de 2a clase, cuatro cruceros ligeros y cinco destructores. En toneladas hundidas, los alemanes también eran claros vencedores: 112.000 Tn por 60.000 británicas. Y en el apartado bajas la victoria también era clara: los británicos sufrieron unas 6100 por 2500 alemanas.
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<a href="http://i.imgur.com/pI1cmHx.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src=http://i.imgur.com/pI1cmHx.jpg" height="800" width="640"/></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
No obstante, desde un punto de vista más global en la guerra, la supuesta victoria alemana quedaba ensombrecida por el peso de los hechos. Como dijo un periodista americano, "la armada imperial alemana ha asaltado a su carcelero pero permanece todavía en prisión". La victoria estratégica quedó en manos británicas. Las bajas de la Grand Fleet fueron duras pero rápidamente reemplazadas y el margen de superioridad naval de los ingleses no se vio afectado. Si bien es cierto que la Hochseeflotte había inflingido un duro correctivo a la Grand Fleet, sus resultados a corto, medio y largo plazo fueron nulos y determinantes para el resultado final de la guerra. Consciente de su suerte y de la immensa superioridad británica, la Hochsee no volvió a hacerse a la mar como en mayo de 1916. Su triunfo, más que pírrico fue estéril y Scheer lo supo desde el primer momento. De hecho no buscó más aventuras navales y abogó a finales de 1916 por una guerra submarina sin cuartel para doblegar la superioridad británica en los mares, que no llegaría a producirse a pesar de estar muy cerca.
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<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">
<b>Fuentes</b>
<br />
. <i>La Bataille du Jutland ... récits ... de soixante officiers de la Grand Fleet</i>. Paris: Payot, 1927
<br />
. Campbell, John. <i>Jutland: An Analysis of the Fighting</i>. London: Conway Maritime Press, 1998.
<br />
. Halpern, Paul G. <i>A Naval History of World War I</i>. London: Routledge, 1994.
<br />
. Hase, Georg von. <i>La Bataille du Jutland vue du "Derfflinger" ... </i>. Paris : Payot & Cie, 1922
<br />
. <a href="http://www.naval-history.net/WW1Book-RN3a.htm">Corbett, Julian. <i>History of the Great War - Naval Operations</i></a>
<br />
. Jellicoe, John Rushworth. <i>La Gran flota británica (1914-1916) : operaciones navales en el Mar del Norte desde la ruptura de hostilidades hasta después de la batalla de Jutlandia</i>. Barcelona: Seix & Barral, 1920.
<br />
. London, Charles. <i>Jutland 1916 : Clash of the Dreadnoughts</i>. Oxford: Osprey, 2000. <a href="https://books.google.cat/books?id=geQ6-XpW5fEC&pg=PA92&lpg=PA92&dq=galatea+phaeton+1916&source=bl&ots=bRu8VEbu_7&sig=GucDVfnZ3K4sr5YsSZH0hJJJnaY&hl=ca&sa=X&ei=2qqZVKjBOcv6UqLIg7gL&ved=0CF0Q6AEwDA#v=onepage&q=galatea%20phaeton%201916&f=false">Parcialmente digitalizado</a>.
<br />
. Scheer, Reinhard. <i>Mémoires de L'Amiral Scheer, Commandant en chef de la Flotte allemande de Haute Mer pendant la Guerre Mondiale</i>. Paris: Payot, 1924.
<br />
. Steel, Nigel; Hart, Peter.<i> Jutland 1916: Death in the Grey Wastes</i>. London: Cassell, 2004.
<br />
. <a href="http://www.asmus-petersen.de/Bilder-des-Krieges/Nordsee/Seeschlacht-vor-dem-Skagerrak.php">Battle of Jutland, 31.05-1.6.1916</a>
<br />
. <a href="http://www.iwm.org.uk/history/the-battle-of-jutland">The Battle of Jutland</a>
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
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<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-74866739358674560572015-01-12T09:18:00.000-08:002015-10-29T06:07:40.830-07:00Lussu en el altiplano: un testimonio italiano de la Gran Guerra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/mQXtxGK.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/mQXtxGK.jpg" height="640" width="392" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
La práctica totalidad de la memorialística de Gran Guerra versa sobre carnicerías inútiles, el tedio de la trinchera y el temor a una muerte terrible. Jünger, Barbusse, Graves y un largo sinfín de escritores no defraudan. Con más o menos realismo invitan al lector a un macabro universo sensorial: lo cítrico del gas mostaza, el barro succionador de la trinchera y el insoportable hedor de cadáver que todo lo invade. Justo al otro extremo de la balanza se encuentra Emilio Lussu y su <i>Anno sull'Altipiano</i>.<br />
Sardo de nacimiento y teniente de complemento en la famosísima Brigada Sassari, sus souvenirs son un soplo de frescura entre tanta atmósfera irrespirable. Confiesa en su prólogo que fue Gaetano Salvemini quién lo empujó a explicar sus experiencias, descritas por él mismo como un testimonio más.<br />
Un <i>Anno sull'Altipiano</i> es un retrato fresco, divertido y en ocasiones hilarante. Insisto en la frescura por tres razones: un estilo nada tedioso, la disparidad de vivencias -no siempre bélicas- y la ausencia de moralina. Lussu evita pontificar. Su visión de la guerra es por norma desenfadada y nada arrogante, a pesar de la estupidez que impera en determinados mandos y círculos sociales. Soporta las contrariedades con estoicismo y un humor que lo alejan de lo sombrío.<br />
Lussu escribió un <i>Anno</i> durante su estancia en un sanatorio suizo entre 1936 y 1937. Curiosamente el libro se publicó en Paris en 1938. Su antifascismo militante, el exilio y el propio contenido del libro entorpecieron su edición en Italia. No obstante, y a pesar de la censura, Un Anno sull'Altipiano se convertiría muy pronto en el referente de testimonio italiano de la Gran Guerra. La narración histórica de la obra abarca desde mayo/junio de 1916 hasta principios de julio de 1917. Encuadrado en la Brigada Sassari, Lussu vive en primera persona la ofensiva austríaca que tuvo lugar entre el 15 de mayo y el 17 de junio de 1916 en la zona del Altiplano de Asiago conocida como <i>Strafexpedition</i> (expedición punitiva) o <i>Battaglia degli Altipiani</i>. Concebida como un intento de abrirse paso hasta la llanura véneta y coger por la retaguardia al grueso del ejército italiano del frente isontino (Isonzo), la infantería de montaña austríaca consiguió adentrarse en territorio italiano y poner en jaque al ejército italiano, que tras una ardua resistencia logró cerrar la brecha y contener el avance enemigo. Durante esos meses Lussu promocionará de subteniente a capitán, tanto por su arrojo en el combate como por la ininterrumpida sangría en la oficialidad. El frente del altiplano no es el infierno del Carso o del Somme pero tampoco es un sector tranquilo: la estupidez (véase el elpisodio del Monte Fior) y la incompetencia de los mandos así lo evitan. A pesar de tratarse de un sector poco 'decisivo' estratégicamente hablando, el Alto mando italiano - con absurda gesticulación - se empeña en romper un frente del todo inaccesible. No ya por los exiguos medios con los que cuenta sino por la dificultad del terreno y la mejor disposición en el terreno de las tropas austroúngaras. A pesar del frenesí narrativo de Lussu y la emoción que desprende, la descripción bélica no alcanza en ningún momento el clímax de Jünger o Sassoon. Lussu consigue, sin quererlo, desdramatizar lo bélico añadiendo ingredientes o bien cómicos (en cierto momentos me recuerdan al Monicelli de <i>Rufufú</i>) o muy personales que disminuyen lo puramente trágico.<br />
El mérito de Lussu radica en la naturalidad con que describe el funcionamiento del ejército, las contradicciones de la oficialidad y la miseria cotidiana del soldado raso. La sencillez auyenta lo fatídico e incluso divierte. No es fingida, fluye sin quererlo. A pesar de lo coral, Lussu sustenta sus recuerdos sobre dos personajes. Uno es el general Leoni, personaje verídico con nombre ficticio, y el otro es el cognac. Juntos o por separado, ambos actores generan múltiples tramas y anécdotas.<br />
El general Leoni es el arquetípico general veterano, ignorante por completo de las nuevas tácticas, irascible, incompetente y arrogante. Lussu lo presenta en todo su esplendor y plenitud: de lo absurdo a lo cómico, de lo temerario a lo arrogante y así hasta el infinito. La clave, sin embargo, es que a pesar del odio que genera al lector, Leoni acaba siendo un elemento de que produce una simpatía extraña. Solo un ejemplo. Más o menos por la mitad de la obra, Lussu cuenta que al llegar a un puesto de oficiales se encuentra que varios de sus compañeros comentan con indismulada alegría la muerte del general Leoni. Un paréntesi (casi) inecesario: Leoni es odiado <i>urbi et orbe</i>, no solo por la soldadesca sino por todos los oficiales de la brigada que ven en él a un 'mal bicho' sin atenuantes. De vuelta del paréntesis, los camaradas de Lussu continuan diciendo que Leoni fue alcanzado por una granada y que murió en el puesto de socorro. A todo esto, el ir y venir de copas y brindis és un frenesí. El alivio se respira por doquier. Se elevan los vítores y las risas cuando de repente uno de los oficiales todo contrariado avisa que Leoni está más vivo que un ocho y que se acerca al puesto donde se encuentran. Al momento aparece Leoni, que sorprendido, inquiere cual es motivo de tal regocijo a lo que responde un oficial con una vaga excusa. Esta es solo una de las múltiples anécdotas que convierten la obra de Lussu en una boacanda de aire fresco. A ello ayuda, sin duda, la excelente traducción de Carlos Manzano, que transporta al lector a un universo carente de formalismos y de humilde humanidad. Si la obra de Lussu fuera una serie de TV, del general Leoni y sus historias se podría hacer un gran <i>spin-off</i>. Es un caudal inagotable de historias y vivencias, aunque algunas macabras.<br />
El otro personaje que explora Lussu en toda su dimensión, y el más querido por la tropa y el ejército en pleno, es el cognac. El licor espirituoso es el verdadero hilo conductor de la obra. Sobre él residen todas las esperanzas y sobre él descansan todas las ilusiones. Lussu juega a la perfección con este elemento, presente desde el primer párrafo. Lussu marca territorio con el cognac - de hecho ante el estupor de camaradas reconoce que no bebe licores, solo vino y durante las comidas - y eso le permite observar la narración desde una posición más cómoda y 'serena'. No aprovecha su condición de abstemio con los licores para demostrar ninguna superioridad moral, bien al contrario. Su postura frente al cognac sorprende a sus camaradas que a momentos lo tratan de 'rarito'. La importancia del cognac reside en su capacidad para malear conductas, soportar la locura de la guerra y para demostrar que es el verdadero combustible de la guerra. La soldadesca ama el cognac, pero lo teme a grandes raciones. Sabe que la llegada de chocolate y de grandes toneles de licor solo presagian desgracias en forma de ofensivas inútiles. La relación de la oficialidad con el cognac es más sincera, incluso algunos lo prefieren a sus mujeres.<br />
El cognac y el vino son omnipresentes en Un año en el altiplano como en otras obras, por ejemplo en el Fuego d'Henri Barbusse. La diferencia es que Lussu profundiza su efecto en los oficiales, y el francés lo hace en la tropa. La otra gran diferencia es que Lussu no limita la aparición del alcohol a momentos de tensión sino que lo convierte en el mejor amigo del oficial, pistola a banda. La condición abstemia de Lussu le proporciona una distancia respecto a la narración, le otorga una visión privilegiada y lo aparta de la vorágine. Lussu presenta la guerra como una paradoja en la que tanto el soldado como el oficial solo son capaces de mantener la calma y el arrojo en manos del alcohol. Lussu también explora el sinsentido de la guerra, y quizá ésta es la mejor manera: convierte al cognac en el mejor salvavidas en el peor de los naufragios. El cognac no es solo el diván en el que psicoanaliza la guerra. El cognac y el vino proporcionan algunas de las mejores anécdotas del libro. Un libro que, como decía al principio, muestra un paisaje distinto del de la tétrica (y canónica) memorialística de Primera Guerra Mundial.
Un último apunte para cinéfilos. Un año en el altiplano sirvió de base argumental para el film de 1970 <i><a href="https://www.youtube.com/watch?v=KophN8CfHCk" target="_blank">Uomini contro</a></i> dirigido por Francesco Rossi. A destacar la gran actuación de Gian Maria Volonté como teniente Ottolenghi y la genial performance de Alain Cuny como general Leone. Sobre este último cuesta dilucidar cual de los dos es más odioso, el literario o el de celuloide. Eso sí, un consejo: leer antes el libro.<br />
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Emilio Lussu. <i>Un año en el altiplano</i>. Barcelona : Libros del asteroide, 2010. <span style="font-size: x-small;">Trad. de Carlos Manzano.
</span></div></span>Unknownnoreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-31111629760667423682014-12-05T06:17:00.000-08:002018-01-08T10:54:39.223-08:00El Somme desmitificado: la batalla por Thiepval, 26-30 de septiembre 1916 (II)<span style="font-size: large;">Viene de: <a href="http://www.lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2014/09/el-somme-desmitificado-la-batalla-por.html" target="_blank">El Somme desmitificado: la batalla por Thiepval, 26-30 de septiembre 1916 (I)</a> </span><br />
<b><span style="font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-size: large;">Mouquet farm (La granja Mouquet)</span></b><br />
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<a href="http://i.imgur.com/chy471G.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/chy471G.jpg" height="401" width="640" /></a><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">La granja Mouquet se hallaba justo enfrente de la 11ª división, en el sector más oriental de la 34ª Brigada. Antes de la hora zero, un pelotón del 9º de los fusileros de Lancashire se infiltró en la posición de la granja para bloquear las posibles entradas a los sótanos pero la operación tuvo un éxito parcial. Se localizaron (y bloquearon) algunas entradas pero al poco una ametralladora alemana situada al noreste de Thiepval comenzó a castigarles y los pocos supervivientes se retiraron. </span><br />
<span style="font-size: large;">Esta ametralladora, con toda seguridad, fue la que barrió después parte del flanco derecho del ataque canadiense.
A media tarde los Manchesters (11º) también se unieron a la ofensiva pero un potente fuego de ametralladora frenó su avance con grandes bajas. </span><br />
<span style="font-size: large;">Las esperanzas depositadas ese día en los tanques se quedaron en una zanja cerca de Mouquet. No obstante, y sin defallecer, tropas de los Manchesters, los Dorsets (5º) y los zapadores del 6º de East Yorkshire tuvieron la brillante idea de desmontar las ametralladoras y montar un impresionante fuego de cobertura para que grupos de granaderos sellasen gran número de entradas al laberinto defensivo. </span><br />
<span style="font-size: large;">Sobre las 17.30 h. del 26 los restos de la guarnición alemana (1 oficial y 55 soldados) se rendían. Fueron necesarios cuatro batallones (casi una brigada) y cinco horas para neutralizar una defensa tan reducida en número de efectivos. Curiosamente fueron los veteranos de Suvla Bay quiénes capturaron al fin la tristemente famosa granja Mouquet, objetivo de australianos y canadienses durante casi dos meses.</span><br />
<br />
<b><span style="font-size: large;">Reductos Zollern y Stuff</span></b><br />
<span style="font-size: large;">A pesar de la espectacular captura de la granja Mouquet, la misión principal de la 34ª Brigada eran los reductos Zollern y Stuff. El Zollern, a unos 700 metros de la línea británica, era el habitual nido de abrigos y trincheras con todo tipo de elementos defensivos. A poco de la hora cero se informó al comandante en jefe de la 11ª División (Teniente General Woollcombe) de la 'destrucción total' del Zollern por la artillería pesada pero la información resulto ser errónea. Las primeras tropas que llegaron al sector fueron 'bienvenidas' con un potente fuego de ametralladora que provocó el caos. Unidades del 8º de los fusileros de Northumberland alcanzaron el Zollern, y se creyó gran parte de los 'limpiadores' de trincheras fueron eliminados. Al perderse el contacto con ellos se enviaron patrullas para saber de ellos pero los que volvieron hablaron de un campo de batalla vacío, como si se los hubiera tragado la tierra. Llegada la noche, sin embargo, se recibieron informes de que un grupo de 60 hombres y un oficial de los Northumberland resistían en la cara sur del reducto. </span><br />
<span style="font-size: large;">El plan para el día siguiente (27) era proseguir el asalto con más tropas pero al alba una patrulla se percató de que el reducto había sido abandonado durante la noche. Ante el exitoso avance de la 33ª Brigada los alemanes decidieron retirarse a posiciones más seguras. El Zollern fue el segundo reducto que caía en manos de la 11ª División. </span><br />
<span style="font-size: large;">El reducto Stuff, en la segunda línea alemana, distaba a unos 400 metros al noroeste del Zollern. Su captura se preveía más complicada, no solo por la distancia sino porque se encontraba fuera del alcance de los observadores de la artillería. La presencia de supervivientes de la 34ª al sur del Zollern en la noche del 26 dio a entender que una vez neutralizado el Zollern caería el Stuff, pero los mandos, conscientes de las bajas, hicieron subir a la línea a la 32ª. </span><br />
<span style="font-size: large;"> El 27 se planeó el ataque para las 3 de la tarde con dos batallones de la 32ª pero problemas de sincronización obligaron a posponerlo hasta las cuatro. El 9º de los West Yorkshire, sin embargo, no recibió esa orden y salió a Tierra de Nadie. Fuese por lo que fuese, o ante la posibilidad de que fuese un movimiento diversorio, el ataque de los Yorkshire cogió a los alemanes desprevenidos y consiguieron poner un pie en la trinchera enemiga. A las cuatro de la tarde, a la hora correcta, salió el 6º de los Yorkshires sin cobertura artillera. Los alemanes, perplejos otra vez ante la posibilidad de otro ataque diversorio, tampoco reaccionaron. Los Yorkshire se unieron con los West Yorkshire en la zona sur del Stuff. No se consiguió mucho más aparte de controlar este sector. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Durante dos días se intensificaron los combates cuerpo a cuerpo por el sector norte del reducto pero la artillería británica no pudo ayudar ante la dispersión de las tropas y su dudosa localización. Los alemanes resistieron. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<b><span style="font-size: large;">Thiepval</span></b><br />
<b><br /></b>
<a href="http://i.imgur.com/FEprUo3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/FEprUo3.jpg" height="640" width="480" /></a><br />
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Mientras los Yorkshires presionaban hacia el norte, la 18ª División tenía la misión de capturar Thiepval y el reducto Schwaben.
Thiepval estaba defendida por un batallón veterano. El 180 IR de Württemberg estava allí desde el otoño de 1914 y había fortificado la posición de forma exhaustiva. Thiepval estava surcada de norte a sur por cinco líneas de trincheras. La más meridional y cercana a las líneas británicas (Joseph) se encontraba a unos 300 metros de la población; la siguiente, llamada Staufen, estaba a unos novecientos metros más atrás y la tercera (Grandcourt) se hallaba un kilómetro más allá. A banda de las tres líneas de defensa, los restos del castillo de Thiepval con sus laberintos subterráneos así como los escondites que surgían de la carretera que iba a Pozières hacían de Thiepval una formidable fortaleza. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Cuatro batallones participaron en el asalto del 27 de septiembre: el 8º de los Suffolk, el 10º de los Essex (ambos brigada 53ª), y el 12ª de los Middlesex y el 11º de Fusileros reales (54ª). Suffolks y Essex tenían la misión de conquistar la parte oriental de Thiepval. </span><br />
<span style="font-size: large;">A la hora zero (12.35 pm.) cuando las primeras oleadas saltaron la trinchera tras la cortina de fuego ocurrió un hecho curioso. Los Suffolk, a la derecha del ataque y en mitad de Tierra de Nadie, se encontraron con un grupo de soldados alemanes, que medio desnudos y vociferando, se querían rendir. Los Suffolk aunque sorprendidos siguieron su avance hacia las trincheras enemigas viendo como los alemanes hacia el camino inverso hacia las líneas británicas. Finalmente y a pesar del 'inesperado' encuentro, los Suffolks llegaron hasta la Zollern trench, a la misma altura donde los hombres de la 33ª brigada (11ª división) también había frenado su avance. </span><br />
<span style="font-size: large;">Poco después los Essex también controlaron el área pero cuando iban a avanzar un poco más un potente fuego de ametralladora desde el noroeste de Thiepval los frenó. </span><br />
<span style="font-size: large;">La fase más complicada del asalto a Thiepval se asignó a la 54ª de Shoubridge, que preparó la operación al milímetro. A banda de reforzar los dos batallones con más tropas, destinó a cada una de ellas una companía de 'limpiadores' para eliminar cualquier resistencia en el laberinto subterráneo de Thiepval. Se destinó además otro batallón en reserva en caso de que se requiriese una 'limpieza' en profundidad. </span><span style="font-size: large;">La 54ª contó también con el apoyo de dos tanques. </span><br />
<span style="font-size: large;">El avance fue muy duro desde el inicio. El terreno estaba sembrado de trincheras y refugios. La artillería se había empleado a fondo pero no consiguió neutralizarlos todos. La cortina de fuego tampoco funcionó muy bien en la fase inicial y el progreso de la infantería fue mucho más lento que la progresión del bombardeo. Los combates en las ruinas de Thiepval degeneron en luchas cuerpo a cuerpo y duelos granaderos. </span><br />
<span style="font-size: large;">A pesar de ello, los Middlesex lograron poner un pie en las ruinas del castillo de Thiepval pero fueron duramente castigados en su flanco derecho hasta que uno de los tanques destruyó el nido de ametralladora que los fustigaba. La posición quedó asegurada pero cualquier avance más allá parecía imposible por los francotiradores y las ametralladoraa situadas en los múltiples cráteres y tras montones de ruinas. A las 3 y media de la tarde la parte noreste de Thiepval resistía y los efectivos de los Middlesex y los Fusileros reales estaban agotados. El batallón de reserva se unió al ataque pero una falta de coordinación con la cortina de fuego dispersó parte de las tropas. Solo una compañía sin oficiales llegó a la vanguardia para proseguir el avance pero la falta de efectivos aconsejó consolidar la posición a la espera de nuevos refuerzos. La 54ª no había logrado aún limpiar la parte noroeste. Pero cualquier avance hacia el reducto Schwaben requería la captura total de Thiepval.
Los mandos decidieron que el golpe definitivo sería al alba del 27 y que lo realizarían dos compañías de los Bedfords al mando del capitán Keep. A las 5.45 am. los Bedfords, guiados por dos oficiales de los Fusiliers que conocían el terreno, se aproximaron al máximo de las posiciones enemigas. El envite final se encomendó a la compañía C del 7º de los Bedfords. A las siete de la mañana, el teniente 2º Thomas Adlam y un reducido pelotón lanzaron un ataque de gran contundencia. Progresando de cráter en cráter, Adlam y sus hombres lograron neutralizar a la guarnición enemiga a base de granadas y fuego de ametralladora. Lo extraordinario de la hazaña no es que Adlam fuese herido varias veces y continuase adelante sino que la mayoría de bombas de mano usadas contra los alemanes fueron recogidas por los ingleses a medida que se acercaban a las posiciones enemigas. La toma final de Thiepval supuso la captura de 70 prisioneros alemanes, amén de los 80 muertos que había dejado el asalto de los Bedfords. Con Thiepval en manos británicas, el siguiente objetivo era el reducto Schwaben. Thiepval se había resistido desde el 1 de julio. </span><br />
<br />
<b><br /></b>
<span style="font-size: large;"></span><a href="http://i.imgur.com/awOpCsh.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/awOpCsh.jpg" height="290" width="400" /></a><br />
<br />
<b><span style="font-size: large;">Reducto Schwaben</span></b><br />
<span style="font-size: large;">Ivor Maxse, uno de los mejores generales del ejército británico y comandante en jefe de la 18ª división, sabía por diversas fuentes (especialmente por los mandos de la 36ª División) que el Schwaben era el reducto más inexpugnable de la segunda línea alemana. Contaba con un auténtico dédalo de trincheras y posiciones subterráneas con capacidad para albergar un puesto sanitario y un complejo de conexiones teléfonicas. Las informaciones de los Ulstermen (36ª división, 1 de julio) le fueron muy útiles pero Maxse pecó de prudente. Consciente el 27 de septiembre que los batallones de las 53ª y 54ª estaban muy diezmados (1500 bajas, un 40% de su total) ordenó posponer el ataque para el día siguiente con refuerzos de la 55ª.
El asalto al Schwaben comenzó el 28 de septiembre y se suspendió el 6 de octubre, con la parte noroeste aún en manos alemanas. Maxse empleó ocho batallones. La artillería cubrió el avance hasta el reducto, pero una vez en el laberinto de trincheras y refugios el asalto tomó otro cariz. Los combates fueron terribles, sobre todo en los puntos 45 y 65 situados al sur del reducto. Los primeros en atacar ese punto fueron el 7º de los Queens y el 8º de los Suffolk. Desde sus posiciones al sureste, sin apenas cobertura y con un terreno impracticable (la noche antes había llovido abundantemente), el asalto fue frenado por el fuego procedente del punto 65. Ante tal estancamiento, y diezmados por la artillería alemana, un capitán de los Queens (Hugh Longbourne) decidió realizar un ataque casi suicida para neutralizar los nidos de ametralladora del punto 65. Bolsa de granadas en mano, y saltando de cráter en cráter, Longbourne logró llegar hasta uno de los nidos y eliminarlo. Las granadas se agotaron. Pero al poco llegó un tirador (Waldron) con más munición y se entabló un combate de casi una hora entre la ametralladora alemana y los dos hombres de los Queen's. Durante ese tiempo se le unió el sargento Parker, que junto a Waldron, siguió cubriendo a Longbourne. Longbourne decidió lanzar las dos últimas bombas y cargar contra el nido con Parker y Waldron abriendo fuego. Cuando llegaron al punto encontraron a más de 15 soldados muertos y una pequeña guarnición de unos cincuenta hombres que hicieron prisioneros.
La captura del punto 65 abrió la puerta a eliminar el 45 a base de partidas de granaderos. Pero si fue difícil conquistarlo más lo fue retenerlo. A las seis de la mañana del 30 de septiembre la artillería alemana se cebó con las unidades del 8º de los East Surrey que ocupaban las trincheras, obligándolas a retirarse. El punto se reconquistó durante una operación para ocupar la parte norte del reducto pero otra vez la artillería alemana castigó a las tropas ocupantes y fue necesario retirarse, hasta que el 2 de octubre fue definitivamente consolidado por los británicos. Para el 2 de octubre la 18ª de Maxse ya había sido relevada tras capturar la parte norte del Schwaben con un coste de 2000 bajas. </span><br />
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span>
<span style="font-size: large;"><b>Conclusiones</b> </span><br />
<span style="font-size: large;">Al final de la batalla por la cresta de Thiepval los británicos habían avanzado entre 900 y 1800 metros en un frente de unos 5,5 kilómetros de ancho. Sin embargo, y a pesar de los éxitos, no controlaban totalmente la línea de la cresta: la trinchera Regina y algunas secciones de los reductos Schwaben y Stuff seguían en manos alemanas. Las bajas habían sido muy duras, unas 8</span><span style="font-size: large;">.000 entre la 11ª y 18ª División más 4.000 de canadienses. Se desconocen las alemanas pero teniendo en cuenta la ferocidad de los combates estuvieron a la par de las británicas. </span><br />
<span style="font-size: large;">La batalla por Thiepval confirmó una de las lecciones más duras del Somme: sin un apoyo artillero adecuado, previo y durante el ataque, cualquier asalto de la infantería por muy bien entrenada que estuviese o por muy valiente o sacrificada que fuese, estaba condenada a un desastre total y sangriento. Thiepval fue la triste constatación. </span><span style="font-size: large;">Sin una protección artillera imponente las tropas canadienses no podrían haberse acercado a solo 800 metros de la trinchera Regina, y los británicos no hubiesen llegado a los alrededores de la granja Mouquet y los reductos Zollern, Stuff y Schwaben. Si Thiepval no hubiese sido castigada duramente por la artillería hubiese resistido como lo hizo el 1 de julio. </span><br />
<span style="font-size: large;">Los combates por Thiepval, la granja Mouquet y los reductos también fueron una clara muestra del potencial combativo de las tropas de los Nuevos Ejércitos de Kitchener y de las colonias. La artillería tuvo un papel destacado en la consecución de algunos éxitos, </span><span style="font-size: large;">pero la infantería fue determinante. La dificultad del campo de batalla (refugios subterráneos, bodegas, cráteres, etc.) y los acarnizados combates cuerpo a cuerpo pusieron de manifiesto que el coraje y el arrojo de los soldados británicos no profesionales, así como su espíritu de sacrificio estaban fuera de duda. </span><br />
<span style="font-size: large;">La campaña del Somme no terminó hasta noviembre, pero Thiepval demostró que la tenaz resistencia alemana podía ser quebrada. </span><br />
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span>
<span style="font-size: large;"><b>Fuentes</b> </span><br />
<span style="font-size: large;">• Maxse, Ivor, Sir. <i>18th Division in the Battle of the Ancre</i>, 1916.</span><br />
<span style="font-size: large;">• Miles, W. <i>Military Operations, France and Belgium, 1916: 2nd July 1916 to the End of the Battles of the Somme. History of the Great War Based on Official Documents by Direction of the Historical Section of the Committee of Imperial Defence II</i>. London: HMSO, 1938, 1992.</span><br />
<span style="font-size: large;">• Philpott, W. <i>Bloody Victory: The Sacrifice on the Somme and the Making of the Twentieth Century</i>. London: Little, Brown, 2009.</span><br />
<span style="font-size: large;">• Prior, Robin; Wilson, Trevor. <i>The Somme</i>. London: Yale, 2005.</span><br />
<span style="font-size: large;">• Stedman, Michael. <i>Thiepval</i>. London: Pen & Sword, 2006.
</span>Unknownnoreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-45951571767100397402014-09-25T06:20:00.001-07:002014-09-25T06:37:53.434-07:00Los desiertos blancos, el Somme por William Orpen (agosto 1917)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/vkvnVFh.jpg?1" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/vkvnVFh.jpg?1" height="484" width="640" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">'Nunca olvidaré mi
primera visión del Somme de aquel verano. Durante la primavera era solo era
barro, algun charco de agua, cráteres y más barro. Era la estampa más triste y
deprimente de la desolación que alguien pueda imaginar. Sin embargo, en el
verano de 1917 su belleza no podía expresarse con palabras. El lúgubre y
plomizo barrizal había mudado a un blanco puro y deslumbrante. Campos de
blancas margaritas y rojas amapolas junto algun bleuet disperso se extendían
por millas y millas. El cielo azul profundo, plagado de mariposas blancas, que
se ... a la ropa. Parecía un paisaje de cuento, pero en lugar de hadas solo
había cruces blancas marcadas con la inscripción 'soldado británico
desconocido'. (Más tarde, todos estos cuerpos fueron desenterrados,
identificados en su mayoría e inhumados otra vez en cementerios miliatres). A
través de las cortinas de mariposas blancas, alguna libélula azulada rasgaba el
aire con el canto de las alondras ensordecido a menudo por el zumbido de un
avión en las alturas. Todo brillaba bajo el calor. Uniformes, canones, todo lo
que se había abandonado al cesar el fragor de la batalla se cocía al sol bajo
una preciosa combinación de colores blancos, grises y dorados. Las únicas
tonalidades oscuras eran el color bronce-óxido de las alambradas y el negro de
un gato que vivía en uno de los refugios que permanecía semienterrado en la
calle principal de lo que un día fue Thiepval'.</span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"> </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13px;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">De esta forma entre poética y prosaica describió William Orpen su segundo
encuentro con el Somme. Era el agosto de 1917 y esta instantánea sería la que
permanecería no solo en su retina sino en el oleo de su serie sobre el Somme.
Blanco, ocre dorado y motas de verde fueron la combinación más común junto al
azul cobalto y al liláceo vespertino para cubrir los cielos. El Somme para
Orpen era un campo de batalla pero sobre todo un paisaje. Un paramo desértico
que acabaría tiñiendo blanco en múltiples gamas. Orpen abjuró del plomizo,
hasta el extremo de blanquear los pocos dibujos que se incluyeron en la serie.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
</span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">Orpen era un testigo de la guerra, pero fue sobre todo un espectador. Un
espectador de paisajes de guerra vacíos. Una vacuidad que ese agosto del 1917
le permitirá ir y venir de Péronne al Somme, a las antiguas líneas británicas.
Durante sus paseos y excursiones a los antiguos campos de batalla apenas dejó
sin explorar o describir. Curiosamente allí coincidiría con una de las personas
que mejor acabo describiendo el Somme: John Masefield. Fueron jornadas de
silencio contemplativo, que el poeta aprovecharía para escribir su preciosa The
Old front line y que el artista irlandés recrearía en sus lienzos. </span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13px;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><b style="font-size: 10pt;">An onlooker in France, 1917-1919</b></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Orpen fue nombrado artista oficial de guerra a
principios de 1917, siendo embarcado para Francia en abril de ese mismo año.
Sus comienzos y aclimitación no fueron del todo óptimos, pero al poco se vio
retratando la cotidianidad de la retaguardia. Primeros contactos con el Somme
para luego partir hasta el saliente de Ypres donde estuvo hasta finales de
julio. De este breve periodo destacan sus pinturas de Cassel, un precioso y
pequeño pueblo tras las líneas aliadas. Poco después volvía al Somme. Su red de
contactos se fue ampliando hasta que un día el general Charteris ... le
aconsejó (y conminó) que se moviese a su antojo y pintase lo más que le
interesase, siempre dentro de unos límites que el irlandés respetaría. Al poco,
y acompañado de un asistente, Orpen fue recorriendo el labertinto de las
antiguas líneas del frente y los escenarios más emblemáticos del Somme. La
Boisselle, Ovillers, Courcelette, Thiepval, Pozières, Grandcourt, Miraumont,
Beaumont-Hamel, Bazentin-le-Grand, Bazentin-le-Petit, Mametz o Fricourt fueron
algunos de los lugares que visitó para describir el horror del Somme.</span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">Orpen, sin embargo, no estuvo solo durante sus periplos por el </span><i style="font-size: 10pt;">ancient</i><span style="font-size: 10pt;"> Somme.
El desplazamiento del frente más allá de Péronne a inicios de 1917 permitió a
británicos y franceses el </span><i style="font-size: 10pt;">ordenamiento</i><span style="font-size: 10pt;"> del territorio. El
terreno seguía plagado de derelictos de la guerra en forma de tanques
destruidos, refugios y bodegas semisepultados, todo tipo de maquinaria de
guerra y demás, pero sobretodo sembrado de restos humanos y un sinfin de tumbas
dispersas por toda su orografía. </span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
</span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">En sus memorias no elude hablar de los muertos. Es más, reconoce sin
tapujos que en más de una ocasión se dedica a dibujarlos como parte del
paisaje. Incluso cuenta una anécdota un tanto misteriosa. Explica que, una
tarde de agosto, retratando los restos de un soldado británico y otro alemán,
comenzó a sentir una especie de pánico. Asustado y ante la posibilidad de que
fuese un golpe de calor, decidió retirarse unos pasos para ponerse al abrigo de
la sombra de un arbol desmochado. Recuperando la noción del momento, de
repente, cayó de espaldas golpeándose ligeramente la cabeza contra el suelo.
Debido al resbalón empujó sin querer el caballete que a su vez golpeó una de
las calaveras que estaba dibujando, haciendo que ésta fuese a parar encima del
lienzo caído. Orpen no detalla su sentir aunque confiesa que en ese momento
consideró más oportuno dejar de trabajar y volver hacia el coche a media milla
de distancia. Orpen, sin embargo, no dejó el asunto y esa misma noche decidió
compartirlo con un artista francés, mutilado en 1914, llamado Joffroy. Éste,
intrigado, accedió acompañarlo hasta ese lugar. Al día siguiente no obstante,
Orpen decide continuar su trabajo unos cientos de metros más al sur, sobre los
restos del bosque de Thiepval mientras Joffroy visita el lugar. Tras un par de
horas de tomar notas Orpen va a buscar a Joffroy al que encuentra tirado en el
suelo, medio desmayado. Tras incorporarlo le pregunta por lo sucedido y Joffroy
le contesta que se había desmayado por el olor a podredumbre de los cadáveres,
a lo que Orpen le replica que es imposible. Joffroy insiste y le pregunta si ha
visto que la calavera aún tiene un ojo. Orpen, sorprendido, le dice que no, que
ninguna de las calaveras conserva ningún ojo. Recuperado del susto, Orpen y
Joffroy deciden partir. Orpen, lacónico, acaba la historia afirmando que 'there
must have been something strange about the place' y deja al lector su propia
interpretación.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br />
<o:p></o:p></span>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><b>Somme 1917, desierto blanco</b></span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">El antiguo sector del Somme como cualquier zona de
combate del frente occidental es un caos de trincheras, refugios, cráteres y
restos de bosques o villorrios. William Orpen no deja nada en la paleta. Su
serie de oleos y dibujos sobre el Somme es un recorrido exhaustivo. Thiepval,
el reducto Schwaben, La Boiselle o Mametz focalizan su atención. Orpen juega
contraponiendo los efectos de la batalla al espectáculo natural. Todos sus
lienzos reflejan un claro contraste entre la aridez y el horror de la guerra
con el manso e inexorable retorno a la naturalidad del entorno. Campos
invadidos por especies vegetales que al tueste solar van cogiendo un color que
apacigua la crudeza de los combates y disimulan los restos del horror. El
artista irlandés también se adentra en el horror de las trincheras, detalla
cuerpos, restos de uniformes y demás enseres como cascos y demás, pero siempre
con el marco de un cielo adornado con colorez azulados que devuelven al
espectador al punto original. No obstante, lo que hace original a la obra de Orpen
sobre el Somme es su uso omnipresente del blanco. </span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">El sector del Somme se asienta sobre un suelo estratigráfico dominado por la
caliza. Una caliza blanca y profunda que sobresale por doquier. Una caliza que
emergió del subsuelo al cavarse las primeras trincheras y que se convierte en
la nota común en todo el frente. Orpen detalla como nadie ese contrapunto
blanco con el cielo cobalto, aunque las primeras fotografías de la RFC en 1916
para planear las ofensivas de julio ya detallan un dédalo de trincheras blancas desde
el aire. Lo blanco se distingue perfectamente del terreno gris machacado por la
artillería. </span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
</span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">Orpen no saca a la luz el blanco de las caliza, es la caliza de las trincheras
y las minas la que lo ciega. Orpen solo juega al contraste. Se podría
considerar que Orpen sube la intensidad cromática de forma artificiosa. Podria
ser, pero no es vano. Orpen busca ante todo mostrar que la naturaleza sigue su
curso y que tras un bosque o villorio borrado de la faz de la tierra se
extiende una franja de verdor y vida sin límites en el horizonte. No todo en el
Somme es blanco. Los inmensos cráteres de la Boiselle o la destrucción de
Thiepval configuran un desierto blanco en que, sin embargo, los oasis verdes
comienzan a sobresalir. La naturaleza se irá imponiendo. Es la idea que subyace
en la obra pictórica de Orpen y sobre todo en sus primeras impresiones al
contemplar el Somme en la canícula de 1917.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<b><i>
<br/>
El
gran cráter (The Big crater). Somme.
Día claro. Vistas desde las trincheras británicas opuestas a La Boisselle,
mostrando la línea alemana y los cráteres de las minas (The Somme: A Clear Day. View from the
British trenches opposite La Boiselle, showing German front line and mine
craters).</i></b><i><o:p></o:p></i></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/ZxyPSU5.jpg?1" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/ZxyPSU5.jpg?1" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Ambos cuadros reunen todos los
ingredientes de Orpen para el Somme: la caliza reluciente al sol y cegadora,
trincheras blancas que surcan mares de hierba, cráteres de minas como volcanes
de lava blanca que rompen la monotonía, incipientes muestras de vida como
margaritas u otras flores y un cielo que contrasta con la blancura y verdor de
la tierra.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">En </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">El gran cráter</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"> Orpen juega con los claroscuros que le
ofrecen las nubes con franjas más o menos iluminadas, sacando a la luz el
conjunto de trincheras blancas que se intuye a lo lejos y que contrasta con un
pequeño mar de verdor entre la loma al sol y el impresionante cráter blanco de
de mina que se encuentra en primer plano.</span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">La peculiar y uniforme orografía del viejo sector del Somme no ayuda a la
situación exacta de las grandes panorámicas de Orpen. Estas dos, a banda de su
lacónica descripción, se podrían situar a banda y banda de la carretera que va
de Albert a Bapaume, en la que partiendo de ésta se observa un ligero repunte
hacia los extremos. </span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
</span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">El gran cráter</span><span style="font-size: 10pt;">, producido por la mina que estalló el 1 de julio frente a
las líneas alemanas en La Boiselle, es muy probablemente el Lochnagar crater.
El sector elevado que se observa desde el cráter Lochnagar es la parte sur de
Ovillers, quedando la carretera Albert-Bapaume casi oculta, excepto en la
esquina derecha del cuadro. Al norte, a la derecha del cuadro, se iría hacia
Bapaume y al sur, izquierda del lienzo hacia Albert. Por su parte, las </span><span style="font-size: 10pt;">Vistas
desde las trincheras británicas opuestas a La Boiselle</span><span style="font-size: 10pt;"> ofrecen una
visión casi complementaría a la anterior. Situado el espectador en la antigua
línea de frente británica, la del 1 de julio, a la derecha del cuadro se podría
identificar La Boiselle y su cráter blanco (Lochnagar crater) y a la izquierda
del lienzo Ovillers, encontrándose la carretera que lleva a Bapaume en
dirección norte junto a la depresión que los británicos bautizaron como Mash
valley. Otro elemento que ayuda en la localización sería la formación de caliza
que aparece en la parte izquierda y que podrían ser los restos de la 'Y Sap'.
Sea como fuere esta perspectiva de la antigua línea de frente británica
secuestró la atención de Orpen, que dedicó media docena de óleos al sector
Ovillers-La Boiselle en su primera serie de 'desiertos blancos' del Somme.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/dQTaMv2.jpg?3" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/dQTaMv2.jpg?3" height="506" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt; text-align: justify;">Cabe decir que el dibujo <i>La carretera a Bapaume,
frente a La Boiselle</i> ayuda en la localización de las perspectivas de Orpen. El
plano muestra un pequeño convoy de avituallamiento en dirección a Bapaume ya
que la carretera en ese sentido tiene una cierta elevación. Así, de frente, el
artista muestra la parte sur de Ovillers y en el lado izquierdo del lienzo
asoma la que puede ser la carretera que iba desde la general hasta la localidad
de Authuille, bordeando el Ancre y llegando hasta Thiepval, Saint Pierre Divion
y demás pueblos del valle del Ancre. Este cuadro no es solamente útil como
herramienta topográfica sino que reitera la refuerza la idea de Orpen sobre el
nuevo paisaje del Somme plagado de pequeños desiertos blancos. Obviando la
indefinición (incluso cromática) del primer plano, Orpen reitera la idea de
contraste los verdes incipientes de los campos , los ocres y pastel de la
tierra devastada completada con trincheras de blanca caliza. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><b>Thiepval</b></span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Reordenando las rutas de Orpen por el Somme, decido
seguir por la vieja y estrecha ruta desde el sur de Ovillers para ir hacia
Thiepval por la vertiente norte del Ancre. Hoy en día sería la carretera con
nomenclatura D20, que llegados a Authuille muta en la D151, pasando por
Thiepval y Grandcourt, hasta llegar a Maricourt donde muere. Se trata de una
carretera plagada de bosques dispersos a banda y banda, pero que en 1917 había
sufrido el inevitable impacto de la guerra. El sector de Thiepval ha sido quizá
el más castigado durante la ofensiva del Somme. Los ataques arrancan en julio
pero no terminan hasta principios de octubre cuando se toman definitivamente
las últimas posiciones y reductos fortificados al norte del pueblo. Thiepval es
arrasado literalmente. Apenas una pared de dos palmos sobresale entera del
suelo. Thiepval es un queso gruyere no solo por el efecto de los obuses y sus
cráteres sino por las decenas de bodegas y refugios que sirvieron de defensa a
los alemanes. Thiepval es ya un páramo lunar, un desierto blanco que ocupa en
la serie de Orpen sobre el Somme un lugar preeminente. La serie Thiepval,
con sus variantes, suma un total de ... piezas si se suman las del reducto
Schwaben y algún refugio devastado localizado muy probablemente en ese sector.
El conjunto de Thiepval presenta una monotonía cromática dominada por las
diferentes tonalidades del blanco y las frías variables del azul. Orpen explora
y transita por los restos del pueblo de Thiepval, deambula por el bosque de
Thiepval, se adentra en algún cráter como en La Boiselle, desciende a una
trinchera devastada y cubierta de restos humanos y objectos y retrata la
descomposición.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/MuMr2JN.jpg?1" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/MuMr2JN.jpg?1" height="530" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><b>Thiepval</b></span></i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">El óleo <i>Thiepval</i> condensa el sentir
de Orpen sobre el Somme: ruinas, restos humanos y desolación. El pintor ahonda
en su exploración sobre el binomio caliza-cobalto pero añade, a diferencia del
sector de La Boiselle, el factor humano. La presencia de restos humanos en sus
lienzos es habitual, forma parte de su paisaje corriente. Orpen no se censura y
a la larga le creará problemas, en especial por su obra <i>Al soldado
desconocido en Francia</i> (<i>To unknown solider in France</i>) sin
referencias al Somme, pero muy mal digerida en el Reino Unido. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">La composición estudiada del cuadro muestra en un
primer plano los restos de dos cuerpos (calaveras y algun fémur o húmero),
objetos no identificados y los jirones de algún uniforme. Ideado
compositivamente en pirámide, en el segundo plano se intuyen de forma plástica
las ruinas de alguna construcción por la cantidad de estructuras en madera que
sobresalen. La escena representa la imagen fija de lo que pudo ser uno de los
múltiples combates que hubo en Thiepval durante el 26 y 27 de septiembre de 1916
en los que se conquistó la posición a base de un bombardeo sistemático y de
combates casa por casa entre tropas británicas y alemanas. Antes de levantar la
vista hasta la perspectiva celeste, Orpen nos regala en forma de amapola su
recurrencia hacia la naturaleza victoriosa. Thiepval, como el resto de pueblos
del Somme, es un desierto blanco donde a pesar de la devastación la naturaleza
y la vida se abren paso. Las amapolas, elemento central en el imaginario
británico de la Gran Guerra, cumplen aquí una doble misión: son un memento para
el soldado caído y personifican la vuelta a la vida de un paisaje humano
devastado. A un tercer nivel, la bóveda azul - medio oculta tras las
omnipresente neblinas del Somme, aparece en todo su esplendor. El azul
contrasta con la blancura desértica y silenciosa del antiguo Somme y le
proporciona al paraje una triste serenidad. Orpen comienza a introducir lo que
será una constante en la rememoración del Somme: una solemne y respetuosa
paz. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><i><b>El
bosque (y la trinchera) de Thiepval</b></i></span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/WvzgIer.jpg?1" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/WvzgIer.jpg?1" height="315" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">El bosque y la trinchera de Thiepval</span></i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"> (<i>Thiepval wood</i>) siguen la misma
estructura y mensaje que el lienzo anterior: a la tormenta le sigue la calma.
Una calma blanca y silenciosa en la que los restos humanos y los ecos de la
guerra son engullidos por la caliza y el azul del cielo. En el caso del bosque
la amalgama informe de troncos y tocones convive con grupos de margaritas que
surgen aquí y allá de la nada. Cascos, granadas y demás enseres ceden a la
naturaleza, que inexorablemente se abre paso tras la barbarie. Oasis de vida en
un gran desierto blanco. La escena de trinchera ofrece el mismo marco
compositivo que el anterior. Aunque se trata de un dibujo acuarelado -sin el
aparáto cromático de los dos anteriores-, el detallismo en la descripción de
los restos de la trinchera introduce una idea nueva: el Somme ha engullido por
igual a los dos contendientes. El Somme se ha transformado en un inmenso
mausoleo, en el que bajo la caliza ardiente de verano yacen miles de cuerpos de
ambos bandos. La reiteración de Orpen al representar numerosos restos humanos
mutilados o sin identificar bien podría interpretarse como un homenaje a todos
aquellos soldados desconocidos o desaparecidos en combate. Orpen cuenta sobre
su experiencia en el Somme que durante sus paseos y excursiones coincidió con
grupos o partidas de soldados que se dedicaban a localizar tumbas dispersas y
restos humanos para concentrarlos y volverlos a enterrar en cementerios
militares creados ad hoc. Muy probablemente al contemplar el macabro
espectáculo despertó en Orpen la necesidad de plasmar como una instantánea
aquellos lugares en los que todavía permanecían restos de soldados
insepultos. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><b><i>Refugio
artillero en una trinchera, Thiepval y Alambrada alemana en trinchera, sector
de Thiepval (Gunner's shelter in Thiepval y German wire in a trench, Thiepval)</i></b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/INlPFTH.jpg?1" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/INlPFTH.jpg?1" height="320" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Orpen recorrió el sector de Thiepval de forma intensa
y escudriñó todos los rincones para testimoniar la crudeza de los combates.
Tanto el </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Refugio artillero </i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">como </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Alambrada alemana en
trinchera<b> </b></i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">mantienen el mismo esquema compositivo y conceptual
que las dos obras comentadas con anterioridad. En el </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Refugio</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">, Orpen
se sumerje en el infierno claustrofóbico de la trinchera. Nada por la caliza
que da forma a sus desiertos y escucha el silencio de los derelictos de la
guerra. Orpen insiste en equiparar a los muertos. Dos cascos, uno británico y
otro alemán aparecen como si fuesen piezas de fruta en un bodegón holandés.
Completan la escena un capote medio destrozado colgando de una pared de chapa
que sostiene unos de los parapetos de la trinchera. Al fondo y como reclamo el
hueco que insinúa el refugio. Una entrada al refugio casi sepultada bajo el
manto de la sempiterna de la caliza que se derrite al sol y da color al nuevo
desierto del Somme. A pesar de nadar por el mar de caliza, Orpen no olvida que se
encuentra bajo la protección del azul celeste.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Alambrada alemana en trinchera</span></i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"> sigue el mismo patrón que la <i>Trinchera
de Thiepval</i>. La magistral descripción de la trinchera sinuosa y
el grado de detalle en los árboles devastados por la artillería son impresionantes.
Orpen logra con la acuarela un grado de realismo fuera de lo común.
Curiosamente solo colorea el azul del cielo y el ocre óxido de las alambradas
en el último plano. La ausencia de color se explicaría por la monotonía
cromática del terreno.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><b><i>Reducto
Schwaben y La Butte de Warlencourt (La loma de Warlencourt)</i></b></span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/fD5zMza.jpg?1" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.imgur.com/fD5zMza.jpg?1" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Considerado uno de los puntos fortificados más
inexpugnables del sector del Somme, el reducto Schwaben resistió el empuje
británico hasta primeros de octubre de 1916. Su fama de inexpugnabilidad y el
gran número de bajas necesarias para conquistarlo le otorgaron un status
especial, que Orpen decidió inmortalizar. Convirtió el reducto en otro desierto
blanco. Tocones , ruinas y calizas bajo un inmenso cielo azul. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Reducto
Schwaben</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"> no presenta ninguna novedad respecto a otras obra de la
serie. Al contrario reitera el leitmotiv de Orpen en el Somme: pintar el
silencio blanco y azul de un campo de batalla ya vacío. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">El mismo silencio blanco pero con otros matices está
presente en La Butte de Warlencourt. Punto de infausto recuerdo, como el resto
del Somme, la butte (la loma o montículo) de Warlencourt epitoma el sentir de
Orpen sobre el Somme de 1917. La loma blanca se eleva sobre un mar de hierba en
plena resurección después de los combates, parece más un oasi que no un
desierto. Los desiertos blancos no lo son tanto por su extensión, como por la
ausencia de vida y su extrema blancura. La butte de Warlencourt insinua el fin
del infierno del Somme como orografía. Es casi el último espacio desértico
antes de llegar a Bapaume. La butte marcaría el final de la rutas que cruzan el
desierto blanco del Somme que parte de las viejas trincheras británicas. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Desde un punto de vista plástico podría decirse que
el penoso avance británico iniciado el 1 de julio de 1916 (y que duría más de nueve meses) por los blancos páramos del Somme se asemeja más a la
travesía bíblica por el desierto que a una campaña militar. Los desiertos del Somme aluden a la nada. Durante los interminables meses de la ofensiva
el Somme se convierte en una inmensa <i>Tierra de nadie</i> con todos sus elementos:
orografía lunar (cráteres, zanjas, trincheras, etc.), ausencia de
cualquier tipo de vida, miles de restos humanos desperdigados por el terreno,
tumbas sin identificar o destruidas, aniquilación absoluta de pueblos, cultivos
y bosques, gran acumulación de material de guerra inservible (sin contar los
miles y miles de proyectiles enterrados sin explotar), etc. Todo este panorama
es el que se encuentra William Orpen durante su estancia en el frente del
Somme. Pero no fue el único en retratar los eriales del Somme. Artistas y dibujantes
como Muirhead Bone, William H. Dyson, Fred Leist, Adrian Hill y muchos otros
interpretaron el Somme de otra forma aunque con los mismos ingredientes. Los
unos se centraron en la devastación de lo humano, los otros en lo material o en
dibujar decenas de tanques destruidos, pero los más
fijaron su mirada en el simple paisaje y en describir el Somme como un eterno silencio blanco.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><b>Fuentes</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Masefield, John. <i>The Old front line or The Beginning of the Battle of the Somme</i>. London: Heinemann, 1917.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;"><a href="https://archive.org/details/oldfrontline01mase" target="_blank">Versión digital</a>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 10pt;">Orpen, William. </span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 13px;"><i>An Onlooker in France, 1917-1919</i>. London: Williams & Norgate, 1921. <a href="https://archive.org/details/anonlookerinfra01orpegoog" target="_blank">Versión digital</a>.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: x-small;">La <a href="http://xurl.es/5bq9d" target="_blank">colección Orpen</a> sobre el Somme se encuentra en el Imperial War Museum.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-22068387624444758792014-09-11T15:02:00.000-07:002019-06-10T12:11:07.110-07:00El Somme desmitificado: la batalla por Thiepval, 26-30 de septiembre 1916 (I)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://i.imgur.com/WjiDqxs.jpg?1" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="611" data-original-width="800" height="488" src="https://i.imgur.com/WjiDqxs.jpg?1" width="640" /></a></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Los inesperados éxitos británicos frente a Montauban y Mametz y el enérgico avance francés por el flanco derecho el 1 de julio de 1916 cambiaron la estrategia a seguir en el Somme. Los desastres al norte (Beaumont-Hamel y Serre) y en el centro del ataque (Ovillers y La Boiselle) convirtieron el sector de Thiepval en el punto sobre el que pivotaría el resto de la ofensiva. </span><br />
<span style="font-size: large;">Los peores pronósticos se cumplieron y el <i>Big Push</i> se convirtió en una guerra de desgaste sin cuartel que los políticos habían querido evitar a toda costa. Durante los meses y semanas que siguieron, los nombres de Trônes, Bazentin, Fricourt o Delville entraron a fuego en la historia militar de la Gran Guerra. En el sector al sureste de Thiepval, los avances británicos, australiano y canadiense se iban sucediendo con cuentagotas a un ritmo de bajas inasumible. Fricourt, Ovillers o La Boiselle -que habían resistido enconadamente los ataques del 1 de julio- fueron cayendo. Pozières pasaba a ser un objetivo de máxima prioridad: era imprescindible para asegurar el flanco izquierdo más allá de la cresta de Thiepval, al este. </span><br />
<span style="font-size: large;">La conquista y consolidación de Pozières (23 de julio - 7 agosto) supusieron el bautismo y el primer sacrificio australiano en Europa. No obstante, y a pesar de la caída de Pòzieres, Thiepval -firmemente defendida- seguía siendo el mayor obstáculo para cualquier avance en el sector del Somme.
Desde Thiepval se controlaba la parte septentrional de la cresta del mismo nombre, así como el terreno al norte del Ancre (y su valle) que iba desde Beaucourt, pasaba por Beaumont-Hamel y Serre llegando hasta Gommecourt. A banda de su situación estratégica, los alemanes decidieron reforzar la posición durante los meses de julio y agosto al percartarse de su extrema importancia como eje del ataque británico. La inactividad británica permitió en parte que los alemanes fortificasen eficazmente sus posiciones con total tranquilidad. La línea de frente (la Joseph trench) junto a otras cuatro líneas de defensa (Schwaben, Zollern, Hessian y Stuff trench) fueron renovadas, reforzadas y conectadas con otros puestos fortificados como la granja Mouquet o los reductos Schwaben y Zollern. </span><br />
<span style="font-size: large;">Junto al dédalo de trincheras, los alemanes fortificaron y encastillaron los restos de Thiepval de tal forma que los mandos británicos tuvieron que modificar sus tácticas de guerra. Los combates en el Somme, como había sucedido en Verdun, cambiaron tanto el despliegue defensivo como las maniobras de ataque. El devastador bombardeo de las posiciones alemanas y el brutal coste en bajas provocó que el mando alemán optase por una defensa abierta, con pequeñas unidades distribuidas a través del terreno utilizando parapetos como cráteres, bodegas o ruinas. Durante el bombardeo y el ataque británico, los alemanes abandonaban los parapetos y refugios dispersándose a campo abierto tras las defensas que les proporcionaban los cráteres y otros montículos de cascotes o ruinas. </span><br />
<span style="font-size: large;">La defensa alemana ganó, sin duda, en elasticidad y eficiencia. Evitó la destrucción en masa de unidades parapetadas en trincheras semiderruidas e indefendibles y, sobre todo, confundió a los mandos británicos sobre el poder de sus bombardeos y el porqué de la increible resistencia alemana. El mando alemán logró que posiciones enteras resistiesen durante semanas con decenas de soldados dispersos de cráter en cráter al mando de una o dos ametralladoras y una bolsa de granadas. </span><br />
<span style="font-size: large;">Pozières, High y Delville Wood o Guillemont fueron anticipando el nuevo despliegue táctico, pero los combates por Thiepval y su sector fueron la consumación, el súmmum. Thiepval se convertió por méritos propios en el paradigma de la adaptación al terreno, de la elasticidad defensiva y de la improvisación en tácticas de ataque.</span><br />
<br />
<span style="font-size: large;"><b>Previa </b></span><br />
<span style="font-size: large;">El 3 de septiembre, dos divisiones del IIº Cuerpo (39ª y 49ª) atacaron al norte de Thiepval. La 49ª llevó el grueso de la operación. Tras un breve bombardeo, atacó frontalmente el reducto Schwaben. No hubo sorpresa: 1.800 bajas y ni un solo metro cuadrado de terreno ganado. Gough y Jacob (comandante en jefe del IIº Cuerpo) culparon a las tropas de falta de compromiso y coraje. Curiosas apreciaciones si se tiene en cuenta que los batallones implicados perdieron entre un tercio y la mitad de sus efectivos atacando uno de los puntos mejor fortificados del Frente occidental. </span><br />
<span style="font-size: large;">Haig, tras los combates de Flers-Courcelette el 15 de septiembre, insistió a Gough en que debía aprovecharse el <i>momentum</i> y que era indispensable tomar el resto de la cresta de Thiepval fuese como fuese. Las tropas de Gough se unirían el 25 de septiembre a una operación conjunta con Rawlinson a su derecha y los franceses más al sur. El desgaste de sus divisiones le obligaron a plantearse un breve paréntesis pero las escaramuzas (y las bajas) se siguieron a lo largo de esas dos semanas en los alrededores de la granja Mouquet (Mouquet Farm). Por cuestiones que aún no están muy claras - quizá por la participación de los tanques - la batalla por Thiepval se planeó para un día después de lo programado, el 26 de septiembre pasando 35 minutos del mediodía. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><b>Planes</b></span><br />
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZlX83tcdge83X684EL0TZ8GD0c_6RF-ukxCGH-wSBOI9dmwsLrZeqnLwdINTTdcbIvVJ7BNCvnKQcooPD03B9E0oKKgPwyHgT3HbkV-_krGwfTDdATPMWpK6xUZRtQfrpum5QV9_TwZg/s1600/v4sSiju+-+Imgur.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="401" data-original-width="502" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZlX83tcdge83X684EL0TZ8GD0c_6RF-ukxCGH-wSBOI9dmwsLrZeqnLwdINTTdcbIvVJ7BNCvnKQcooPD03B9E0oKKgPwyHgT3HbkV-_krGwfTDdATPMWpK6xUZRtQfrpum5QV9_TwZg/s400/v4sSiju+-+Imgur.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<span style="font-size: large;">Para el ataque sobre Thiepval y su cresta, Gough destinó cuatro divisiones dispuestas a lo largo de un frente de unos 5,5 kilómetros, que iban desde Thiepval y la granja Mouquet hasta las afueras de Courcelette en el sector canadiense. En el flanco derecho, la 1ª y 2ª canadienses (Byng) atacarían al norte y al este de Courcelette intentando capturar la trinchera Regina (Stuff para los ingleses y Staufen para los alemanes) situada un poco más allá de la cresta. Para ello tenían que sobrepasar y ocupar las trincheras Hessian, Zollern y Kenora, cerrando el frente a la derecha. </span><br />
<span style="font-size: large;">En el flanco izquierdo de los canadienses, la 11ª División británica -en su primera ofensiva después de Gallipoli- tenía como misión conquistar la granja Mouquet y los reductos Zollern y Stuff, para luego avanzar hasta la trinchera Stuff, continuación de la trinchera Regina en ese sector. En el flanco izquierdo del ataque, los objetivos más difíciles se dejaron a las tropas de la 18ª División de Maxse, quiénes habían demostrado una gran preparación y arrojo el 1 de julio. </span><br />
<span style="font-size: large;">Tras su 'descanso' en Flandes, Gough asignó a los hombres de Maxse la conquista de Thiepval y el reducto Schwaben, que tantas bajas había causado a las divisiones 36ª y 32ª el 1 de julio y el 3 de septiembre a la 49ª. La operación presentaba enormes dificultades. El objetivo final (las trincheras Regina y Stuff) se encontraban en una vertiente opuesta a la línea de ataque y fuera del alcance de la artillería británica. Por si fuera poco, antes de llegar a ambas líneas se encontraban cinco de las fortificaciones más inexpugnables de todo el frente: la granja Mouquet, los reductos Zollern y Stuff, Thiepval y el reducto Schwaben. </span><br />
<span style="font-size: large;">A nivel de superfície los restos de la granja Mouquet eran solo ruinas. El subsuelo, sin embargo, era un dédalo: un triple sistema de bodegas y refugios conectados a través de túneles. Las entradas a los sótanos estaban disimuladas por las ruinas, que dificultaban el avance de la infantería. En la teoría, una cortina de artillería en progresión (la famosa <i>creeping barrage</i>) permitía el avance sin excesivas bajas hasta la posición, pero una vez que la protección de fuego desaparecía la infantería estaba a merced de cualquier ataque procedente de las bodegas sin que la artillería pudiese evitarlo. La principal misión de la infantería británica era localizar las entradas al sistema de túneles, cegarlas y liquidar cualquier foco de resistencia. </span><br />
<span style="font-size: large;">La principal amenaza alemana era el fuego de ametralladora escondido entre las ruinas y los cráteres junto a los granaderos que permanecían ocultos.
Reducir o neutralizar los reductos era aún más difícil. A diferencia de Mouquet farm, éstos se encontraban a gran distancia de las líneas británicas. La gran distancia entre las líneas obligaba a que la 'cortina de fuego' fuese perfecta, tanto en su precisión como en el ritmo que debía seguir el avance de las diferentes oleadas de la infantería (cien metros cada tres minutos). Cualquier retraso provocaría que la infantería perdiese su 'protección' y que fuese alcanzada por las ametralladoras alemanas situadas en los reductos. Por si fuera poco, los reductos también contaban con posiciones fortificadas internas, que albergaban a compañías enteras prestas para cualquier contraataque dentro de la posición. Como en el caso de la granja Mouquet, una vez la infantería se introducía en un espacio tan reducido la artillería amiga no podía ayudarles y los combates se tornaban en un verdadero cuerpo a cuerpo. </span><br />
<span style="font-size: large;">Thiepval también entrañaba sus propias dificultades. En su superfície apenas permanecía piedra sobre piedra pero bajo la posición del castillo existían cerca de 150 bodegas o sótanos, que podían alojar compañías de ametralladoras y granaderos. Como en Mouquet, la cortina de fuego podía facilitar el arribo de unidades pero una vez allí los alemanes podían emergir a la superfície y rechazar cualquier ataque con un potente fuego de ametralladora o con una lluvia de granadas.
A nivel de artillería, los mandos británicos optaron por hacer un cálculo <i>grosso modo</i> y destinaron unas seiscientas piezas de artillería de campaña y unos 280 obuses de diferentes calibre para un ataque en un frente de casi seis kilómetros. En potencia de fuego, la cobertura artillera para la ofensiva contaría con el doble de munición por trinchera que el 1º de julio, pero en cambio representaría la mitad de lo lanzado en la ofensiva del 14 de julio aunque se trataba del mayor bombardeo llevado a cabo por los artilleros del ejército de Reserva. </span><br />
<span style="font-size: large;">Las baterías del ejército de Reserva (Vº Cuerpo) situadas al oeste del rio Ancre dispararían hacia Thiepval desde el oeste y cogerían al enemigo de enfilada permitiendo un ataque por tres flancos. De los casi 100.000 proyectiles que se iban a lanzar, un 40% pertenecían a piezas de gran calibre. Igualmente, des del mismo sector se llevaría a cabo un contrafuego de ametralladora que barrería la retaguardia alemana para evitar cualquier medida de apoyo. </span><br />
<span style="font-size: large;">El mando británico también ordenó bombardear con gas las posiciones alemanas de Thiepval para evitar que los alemanes permaneciesen en ellas hasta el momento del ataque. El bombardeo previo comenzó el 23 de septiembre. El mal tiempo de ese día impidió, sin embargo, que los vuelos de observación comprobasen los efectos en las posiciones alemanas. Las nieblas del otoño en el Somme no daban mucha tregua, aunque los días siguientes los informes confirmaron un nivel de destrucción óptimo en todo el sector de Thiepval. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><b>Over the top </b></span><br />
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span>
<span style="font-size: large;"><b>Sector canadiense (Courcelette)</b> </span><br />
<span style="font-size: large;">El ataque comenzó a las 12.35 del mediodía del 26 de septiembre. En el flanco más oriental del ataque, la 2ª y 1ª canadiense atacaron con sus 6ª y 3ª brigadas respectivamente. El 5º y 8º batallón de la 6ª brigada atacaron por la derecha, el 14º de los Royal Montreal y el 15º de los Highlanders (48º) por la izquierda. </span><br />
<span style="font-size: large;">Objectivos: sobrepasar la trinchera Zollern, luego la Hessian y prolongar el avance hasta la Regina. </span><br />
<span style="font-size: large;">No lo tuvieron fácil. Los informes previos hablaban de una primera línea desocupada, pero la noche previa ataque los alemanes volvieron a ocuparla en el sector frente a los Highlanders. El avance canadiense por su izquierda (5º y 8º batallón) fue bastante limpio y sin excesivas bajas, aunque el fuego en enfilada procedente del oeste (frente la 11ª división) les advirtió que los británicos no había logrado sobrepasar el reducto Zollern. Neutralizada la trinchera Zollern y con un centenar de prisioneros, los hombres de la 6º brigada prosiguieron hacia la trinchera Hessian donde se encontraron con que el 5º batallón a su derecha ya había ocupado su parte de la Hessian. </span><br />
<span style="font-size: large;">A las dos de la tarde los informes procedentes del 8º confirmaban que era imprescindible que los británicos neutralizasen el reducto Zollern ya que el fuego procedente de esa posición los estaba aniquilando.
La distancia entre líneas no era muy amplia, pero los alemanes resistieron duramente hasta media tarde. Informado el mando de la toma de la Zollern/Fabeck, se hicieron los preparativos para asaltar la Regina. </span><br />
<span style="font-size: large;">La posterior cortina de fuego fue impresionante pero la resistencia alemana fue durísima. Los canadienses tuvieron que improvisar una nueva línea entre la que habían aban</span><span style="font-size: large;">donado y la Regina. Los Highlanders resistieron en la nueva línea de frente hasta el alba del 28 cuando el 27ª de la 2ª división los relevó. </span><br />
<span style="font-size: large;">Las pérdidas habían sido muy duras para tanto poco terreno. </span><br />
<span style="font-size: large;">La trinchera Regina no caería hasta octubre durante la llamada batalla por los altos del Ancre (Ancre Heights). </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><b>Continúa en:</b> </span><a href="http://www.lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2014/12/el-somme-desmitificado-la-batalla-por.html"><span style="color: blue; font-size: large;">El Somme desmitificado: la batalla por Thiepval, 26-30 de septiembre 1916 (II)</span></a>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-6987282532176836472014-05-02T07:57:00.001-07:002014-09-12T10:11:01.641-07:00Byng & Currie, o el triunfo de la táctica: Vimy Ridge, 1917<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/VR2_zpsfa828ea0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/VR2_zpsfa828ea0.jpg" height="387" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; text-align: justify;">Mucho se ha escrito sobre las lecciones que
proporcionó la 1a batalla del Somme (julio-noviembre 1916) en cuanto a táctica
militar y lo mucho que sirvieron para conseguir la victoria final. La
historiografía británica de entreguerras se encargó de elevar dichas enseñanzas
a la categoría de mito a través de la teoría del aprendizaje progresivo. 'The
learning curve', como así se bautizó el nuevo paradigma, explicaba la
adopción de una serie de procedimientos y operaciones militares que permitieron
la derrota de las potencias centrales en otoño de 1918. Discutir sobre la
credibilidad de esa teoría o enzarzarse a defender las líneas revisionistas no
es objeto de este humilde trabajo. Desearía matizar, sin embargo, la afirmación
de que existe una línea ascendente de mejoría -sin solución de continuidad-
desde la 1a batalla del Somme hasta la 2a segunda en agosto del 1918. No
considero esta tesis del todo exacta.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Las victorias en Vimy Ridge, Cambrai, o la ofensiva
final de los Cien Días son coetáneas de episodios más bien desastrosos como
Passchendaele (3a batalla de Ypres), Bullecourt (1917) o las ofensivas alemanas
de 1918 (Kaiserschlacht). La coexistencia entre victorias y desastres no anula
el hecho de que la experiencia bélica fuese modificando los usos y las prácticas
en la táctica militar. Bien al contrario. Simplemente demuestra que la ciencia
militar no es un ámbito de estudio infalible y que en el transcurso de una
guerra, el valor y el orden de los factores sí que alteran el producto, como es
el caso del humano. </span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Podría trabajarse en ucronías del tipo 'que hubiese
pasado si en Jutlandia al frente de la Grand Fleet se hubiese encontrado Beatty
y no Jellicoe' o 'si en septiembre de 1914 Ludendorff hubiese estado en la
silla de Moltke' pero sería imposible determinar el resultado. Sin embargo, y a
pesar de la futilidad, el establecimiento del factor humano como elemento
central nos permite elucubrar conclusiones relacionadas con las características
más determinantes de los jefes militares que estaban al mando de sus ejércitos.
<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hoy en día, y dejando de banda la visión más
historicista, es impensable imaginarse la resistencia francesa en Verdun sin el
temple y el carácter organizativo de Pétain. Como tampoco es posible imaginarse
un desenlace tan victorioso en Tannenberg sin el dueto Hindenburg-Ludendorff
(planes de Hoffmann a banda) o un descalabro tan desastroso en vidas y material
como la ofensiva francesa en Chemin de Dames llevada a cabo por Nivelle. Se
podría llegar a un sinfín de ejemplos como la impresionante campaña africana de
Lettow-Vorbeck, la defensa numantina de Kemal Ataturk en Gallipoli o los paseos
militares de Von Hutier en Riga o los de Von Dellmensingen en Caporetto. El
hecho crucial en todos ellos, como decía, es el factor humano. Nadie puede
disociar según que campañas o hazañas de estos nombres, y aún más difícil, de
las singularidades de cada uno de estos militares y estrategas. Todos ellos,
sin embargo, comparten un elemento común y es la adaptación de su doctrina
militar a la evolución de la guerra moderna. Todos ellos, incluido Nivelle,
usaron conceptos o ideas nuevas para el despliegue de su pensamiento
estratégico o táctico. Bien fuese para la defensa (Pétain o Ataturk), para el
hostigamiento (Lettow-Vorbeck) o para la ofensiva (Nivelle, Von Dellmensingen o
Von Hutier) todos estudiaron con detenimiento su misión, el contexto y la
situación en la que se encontraban, los medios con los que contaban y los
resultados que querían obtener.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La historia militar de la Gran Guerra, y
especialmente después del Somme, fue protagonista en la alternancia entre
militares brillantes y jefes mediocres o caducos. La distinción entre ellos no
fue la edad, como siempre se suele reseñar, sino la adaptación o no al nuevo
escenario de guerra dominado por la tecnología con nuevos armamentos y recursos
técnicos. La Gran Guerra, y su especificidad, fueron el escenario propicio para
un cambio de mentalidad táctico, aún
anclado en conceptos de raigambre napoleónica. Las batallas u ofensivas de
1914, 1915 y 1916 en el bando aliado ofrecieron duras lecciones que solo
algunos aprendieron, otros desdeñaron y los más se empeñaron en repetir. Ataque
en formación cerrada, fila tras fila; disposición de tropas de reserva a
kilómetros del frente; ausencia de sorpresa; nulo trabajo de contrabatería
artillera; mala praxis o ausencia de las cortinas de fuego o 'creeping
barrage'; etc., etc., etc.. Todos estas pésimas decisiones se volvieron a
reiterar en algún que otro frente y volvieron a producir terribles resultados
en bajas humanas por apenas decenas o cientos de metros de terreno conquistado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Volviendo al Somme y a sus duras enseñanzas en el
bando británico, incluyendo australianos y canadienses, sí que coincido en que
supuso un punto de reflexión de no-retorno. Las conclusiones extraídas desde julio de 1916 señalaban que sin un excelente trabajo artillero, tanto en la
protección del avance como en la destrucción de la artillería enemiga
(contrabatería) poco se podía hacer. La cuestión, no era tanto la anchura o
profundidad de los objetivos en el terreno, que también, sino la minuciosidad y
ejecución con la que debía llevarse a cabo. Pocos mandos de la BEF, como Plumer
o Allenby, llegaron de forma natural a la conclusión de que algo debía de
cambiar. No sería hasta abril del año siguiente, 1917, que se tendría una
visión clara y práctica de lo que significaban los nuevos usos de la infantería
y la mejora -rayando la excelencia- del potencial artillero como apoyo
indisociable de la táctica militar. Lo curioso en este caso es que los éxitos
llegaron de parte del Cuerpo Expedicionario Canadiense (CEF) y es por esta
razón - y por otras más ocultas - que la trascendencia de los éxitos y su
futura emulación tardarían en llegar al resto del contingente británico.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /><b>
Byng & Currie</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En junio de 1916, y después de diversos y exitosos
trabajos de 'fontanería' militar (véase 1a batalla de Ypres, retirada de
Gallipoli o defensa del Canal de Suez), Sir Julian Byng - posteriormente
reconocido como 1r vizconde de Vimy - fue destinado a comandante en jefe del
Cuerpo Expedicionario Canadiense (CEF). Las razones de tal destino, a parte del
hecho de que Byng hubiese sido el comandante en jefe del XVIIº cuerpo británico
en el área de Vimy, se desconocen parcialmente pero vistos los resultados y su excelente
colaboración con su segundo, el quizá mejor militar aliado durante la Gran
Guerra, el general de división Sir Arthur Currie, se intuyen. Desde un punto de
vista táctico, Byng y Currie coincidieron al instante. Cualquier ataque, por
menor que fuese menor, requería una máxima y concienzuda preparación, un
secretismo absoluto (algo que olvidaría Nivelle en su preparación de Chemin des
Dames) y una milímetrica ejecución, tanto de la infantería como del apoyo
artillero. A estos tres elementos, cabía sumarle el grado de importancia que le
dieron ambos a las duras enseñanzas del Somme y a las esperanzas surgidas de
Verdun. Tanto es así que cuando se confirmaron los rumores sobre una ofensiva
en todo el frente de Arras en marzo de 1917, Currie pidió informes a sus mandos
intermedios de los métodos utilizados por franceses (y alemanes) durante la
batalla de Verdun.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Currie era militar atípico. Enrolado en las fuerzas
canadienses desde los escalafones más bajos (arma de artillería en el servicio
pre-militar) alcanzó el grado de comandante en jefe de la CEF en junio de 1917
(después del ascenso de Byng al mando del 3r ejército británico). Sus acciones
en el frente occidental desde mayo de 1915 hasta el mismo día del Armisticio
estuvieron marcadas por la acción, la contundencia y el temple. La fama de
Currie se acrisoló con la 2a batalla de Ypres, se cimentó en el Somme y se
engrandeció en Vimy Ridge (la cresta de Vimy). Des de un primer momento, y
observador de los cambios en la guerra moderna, Currie cayó en la cuenta que
los manuales y los protocolos no servían de nada. Fue precisamente ese
desprecio por la rigurosidad y el encorsetamiento en el campo de batalla lo que
le permitió aplicar una serie de principios tácticos que apenas dejaría hasta
el final de la guerra. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Gracias a sus experiencias en Ypres y en el Somme,
junto a los informes recabados por algunos oficiales del frente de Verdun,
Currie determinó llevar a cabo pequeños golpes de mano no muy extensos en tiempo
y en el terreno, con una preparación artillera muy contundente, municiosa y no
dilatada en el tiempo que tenía como objetivo aniquilar la artillería enemiga
de cobertura. La artillería debía disponerse en un frente muy delimitado,
preferiblemente no muy ancho, que tuviese como objetivo destruir las primeras
líneas enemigas, así como los campos atrincherados. Una vez se iniciase el
ataque de la infantería (en pelotones y en compañías y lo más cerca de la línea
enemiga), la artillería debía iniciar sincronizadamente una cortina de fuego de
cobertura que despejase el camino a la infantería para ocupar el frente
enemigo. De forma complementaria, y como respuesta al fuego enemigo, se debia
iniciar un fuego de contrabatería que eliminase el potencial artillero enemigo
facilitando doblemente el ataque de la infantería, y eliminando la posibilidad
de que el enemigo iniciase un contraataque para recuperar el terreno perdido.
La infantería, por su parte, debía prepararse minuciosamente no solo desde el
punto de vista de la instrucción, sino de la asimilación de sus objetivos
concretos - previamente conocidos -. Currie también expidió órdenes para que en
caso de confusión o caos los mandos
intermedios pudiesen actuar casi autónomamente otorgándoles poder de decisión y
maniobra. La prensa y los propios medios militares denominaron a este tipo de
golpes de mano minuciosos y resueltos 'bite-and-hold' (morder y resistir), no
solo por su rapidez y contundencia ejecutiva sino porque también llevaban
aparejada la doctrina de aguantar en el terreno y resistir el contraataque
enemigo a la espera de nuevas reservas. De ahí la importancia que daba Currie
tanto a la disposición de unidades de reserva muy cercanas a la línea de frente
como al trabajo de zapa en la creación de túneles o rampas de ataque muy
cercanas a las primeras líneas enemigas, tanto para el primer ataque como para
la afluencia contínua de nuevos contingentes de cara a asegurar el terreno
reconquistado. Los pruebas de fuego serían Vimy Ridge y la Hill 70 (la colina
70). <br />
Vimy Ridge proporcionó al 'fontanero' Byng un vizcondado y la estimación del
pueblo canadiense, a Currie lo elevó a héroe nacional y a Canadá le proporcionó
el orgullo y la dignidad patriótica necesaria para olvidar su estatuto de
dominion y ganarse la categoría de nación. La batalla de la Colina 70, por su
parte, elevó los métodos de Currie y su '<i>bite & hold</i>' a dogma militar y, lo
más importante, descubrió en él a un gran estratega.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /><b>
Vimy ridge, 9-12 abril de 1917</b><o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><br /></b></span></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/VimyRidgecover_zps75a10730.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/VimyRidgecover_zps75a10730.jpg" height="385" width="640" /></a></div>
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><br /></b></span></span>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">En noviembre de 1916 el general Julian Byng recibió
órdenes de preparar un ataque para la primavera siguiente en el sector norte de
Arras como parte de un ataque global británico en todo el sector como cobertura
a una ofensiva francesa de principios de mayo. La cobertura británica se
conocería como la batalla de Arras (1917) y la ofensiva francesa sería la
tristemente famosa batalla de Chemin de Dames u 'ofensiva Nivelle'. La parte
reservada al contingente canadiense se denominaría la batalla de Vimy Ridge.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La cresta de Vimy o Vimy Ridge (alternaremos ambas
nomenclaturas) se encontraba situada al nordeste del sector denominado de
Arras, y al suroeste del ya tristemente famoso sector de Notre-Dame de Lorette
(Nuestra Señora de Loreto). Se trataba de un enclave de gran valor estratégico,
no solo por los puntos elevados y de observación, sino por que en las
vertientes que caían hacia el este, hacia terreno enemigo, se hallaban
dispuestas numerosas grupos de artillería que ofrecían una cobertura excelente
a las tropas situadas en los puntos elevados haciendo casi imposible su
conquista o incluso aproximación. La toma de Vimy Ridge tenía un doble
objetivo. El primero eliminar un punto de hostigamiento y de tiro enfilado
hacia la ofensiva que debía llevarse a cabo más al sureste, hacia Chemin des
Dames y, de otra parte, obtener un punto estratégico y de observación futuro que
proporcionaría un control artillero a más de diez kilómetros en dirección este
y por tanto hacia terreno alemán.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><br /><b>
Preparación</b><br />
Estudiados el terreno y la proyección del ataque, Byng &
Currie decidieron aplicar gran parte de las conclusiones a las que habían
llegado oficiales canadienses y británicos durante las clases recibidas de sus
colegas en Verdun. Las reconquistas francesas en otoño y diciembre de 1916, así
como las precedentes victorias alemanas en febrero-mayo del mismo año, habían
puesto de relieve que cualquier avance debía ser muy veloz, realizado
por pequeñas unidades de infantería cubiertas (antes y durante el ataque)
de un certero y contundente fuego de artillería y con un alto grado de
precisión para lo cual era imprescindible un conocimiento previo del terreno,
de las líneas enemigas y de sus posiciones fortificadas en caso de haberlas.</span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No se escatimó el más mínimo detalle en ninguno de
los aspectos del ataque. A las cuatro divisiones que formaban el CEF (por
primera vez iba a luchar al completo el contingente canadiense) se las sometió
a un completo entrenamiento no solo físico, sino táctico a nivel de pelotón y
compañía con objetivos muy precisos. Se construyeron, incluso, réplicas a
escala de las posiciones alemanas en la retaguardia para explicar con detalle
todas las fases de la operación. Con el objetivo de delimitar las áreas de
ataque, el sector de Vimy se dividió en cuatro sectores (con 4 colores) que se
asignaron a cada una de las 4 divisiones participantes. A banda del
entrenamiento táctico, cada soldado contó con un mapa detallado de su zona de
ataque con la posición a conquistar y la ruta que debían seguir para tomarla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por lo que hace referencia a la artillería, el cuerpo
divisionario canadiense de artillería no contaba con más de ocho brigadas de
artillería de campaña y dos de artillería pesada por lo que pidió ayuda al
mando británico para conseguir una potencia de fuego adecuada a las
expectativas depositadas en el ataque. El resultado fue que el ejército
británico cedió a los canadienses casi un millar de piezas de artillería, entre
calibres pesados, medios y morteros de trinchera permitiendo que el ataque
canadiense se llevase cabo con una potencia tres veces superior a la habitual
para cualquier tipo de operación. A banda de la potencia y de la concentración
de fuego, Currie tenía entre sus prioridades tácticas el silenciar al máximo la
artillería enemiga, antes, durante y tras el ataque como medio para dificultar los
seguros contraataques alemanes. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Para ello, y a banda de intensificar los vuelos de
observación para localizar la posición de las baterías alemanas, los servicios
de soporte elaboraron numerosos tableros y mapas que permitieron a la
artillería tener localizadas las posiciones enemigas. Para fortuna de Currie,
al frente del servicio de contrabatería se hallaba el teniente coronel Andrew
McNaughton, quién había trabajado en el campo de la balística y la localización
de objetivos a través de artefactos precursores del radar. </span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A banda de la precisión y el apoyo de la artillería
en el ataque, Currie consideró imprescindible el acortar la distancia entre su
línea de frente y las posiciones enemigas. La velocidad (y la sorpresa) en la
resolución del ataque eran una de las claves, y para ello contó con la ayuda de
varias compañías de tuneladores británicos para que abriesen dos tipos de
túneles en dirección al enemigo. Los primeros serían las 'lanzaderas' desde las
cuales partiría el grueso del ataque y que, una vez vacíos, servirían de
refugio y posterior partida para que las tropas reserva que apoyarían y
ocuparían las posiciones ya depasadas durante la operación. Currie, con la dura
experiencia del Somme en la cabeza, cubría varios aspectos primordiales de su
nueva táctica: acortaba el espacio a recorrer a campo abierto de la infantería,
reducía el número de bajas de las primeras oleadas, facilitaba al máximo la
disposición de las reservas y proporcionaba al ataque una sorpresa indiscutible
al acercarse al máximo a las posiciones enemigas, reduciendo el tiempo de
reacción enemigo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Los otros túneles o galerías se destinaron para el
emplazamiento de minas que servirían para eliminar el mayor número de enemigos,
junto a sus posiciones, así como servir de elemento desconcertante poco antes
del ataque. El grado de sofistificación de los túneles de comunicación llegó a
ser tal que la mayoría contaron con luz eléctrica, y los destinados a funciones
de abastecimiento y de logística tenían raíles, a banda de espacios concretos
para funciones sanitarias, depósitos de municiones y puestos de mando.</span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><b>Plan</b></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">El plan para la conquista de la cresta de Vimy contaba
con tres factores. El primero el terreno a conquistar y la prioridad de los objetivos
señalados como imprescindibles, el segundo la entidad del enemigo y su
capacidad para reaccionar en caso de contraataque y el tercero el papel que
tendría la artillería en toda la ofensiva. Unidos estos tres elementos, el plan
primaba en un primer momento en desalojar al enemigo de la 'cima' de la cresta,
la llamada Hill o colina 145, manteniendo a raya (y en lo posible) el fuego que
vendría de enfilada de la otra cima de la cresta llamada The Pimple situado en
el bosque de Givenchy. En un momentum similar se debían tomar las otras
posiciones que caían hacia el este, hacia la derecha de la línea canadiense
para tomar completamente la cresta y hacer retroceder al enemigo hasta la
llanura de Douai (Douai plain). Byng & Currie sabían que las tropas alemanas
que estaban defendiendo la posición eran una mezcla de soldados veteranos en el
sector (la 1a División bávara de reserva) con otras que eran el resultado de la
fusión de otras formaciones procedentes de otros sectores (la 79a División de
reserva) o la simple fusión de tropas de una misma procedencia como la 16a
División de infantería bávara. </span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A pesar de la composición de las unidades alemanas,
los servicios de información aliados intuían que el mando alemán, a partir de
noviembre de 1916, había procedido a implantar un tipo de defensa flexible en
profundidad, que más tarde se conocería como línea o sistema defensivo
Hindenburg. La idea alemana era adaptar la defensa y la contraofensiva a la
magnitud del ataque recibido, en parte apoyado por un sistema defensivo basado
en situar varias líneas de defensa conectadas entre sí por una red de
fortificaciones, nidos de ametralladora y blocaos que hacían muy costoso en
vidas el avance. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Artillería</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sabedores, en parte, de lo que les esperaba, la
sociedad Byng & Currie ordenó a la artillería una continuidad total durante
toda la ofensiva. Previo al 9 de abril, fecha fijada para el ataque, y
durante casi quince días, la artillería aliada castigó sin cesar las posiciones
enemigas, logrando eliminar gran parte del campo atrincherado frente a las
posiciones alemanas, así como aniquilar en casi tres cuartas partes de la
contraparte artillera enemiga. Éxito atribuible al completo a las nuevas
técnicas de localización implantadas por el oficial al mando de la
contrabatería, el teniente coronel McNaughton. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Byng & Currie señalaron la importancia no solo
de anorrear a las tropas alemanas dispuestas en primera línea sino de evitar al
máximo la concurrencia de las reservas enemigas al contraataque. Para ello y a
lo largo del ataque, la barrera de fuego no solo se limitó a cubrir el ataque y
machacar los objetivos de la cresta sino que avanzó su tiro para castigar la
retaguardia enemiga, imposibilitando o dificultando al máximo la afluencia de
tropas para tapar brechas o reconquistar lo perdido.</span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Infantería</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La infantería canadiense, 4 divisiones con aprox.
100.000 hombres, situada frente de la cresta tenía objetivos muy concretos y un
horario muy calculado. Byng ya había advertido a sus oficiales que <i>"you
shall go over exactly like a railroad train, on time, or you shall be
annihilated"</i>, o funcionáis y os movéis con la exactitud de un tren o os
aniquilarán'. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La longitud de la cresta, de unos seis kilómetros y
medio, se había dividido por colores correspondientes a las 4 divisiones
atacantes. Al margen de cada uno de los objetivos asignados a cada división, el
conjunto de la ofensiva debía conquistar la primera línea defensiva alemana (la
<i>Zwischen Stellung</i> o la trinchera del medio) que se bautizó como Black Line.
Descendiendo de norte a sur, la 4a Division debía acometer la misión más
difícil: conquistar las dos alturas más importantes de la cresta y las
mejor fortificadas (la Colina 145 y el promontorio llamado The Pimple en
pleno bosque de Givenchy) alcanzando la llamada Red Line, con la 16a División
bávara en frente. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A la derecha de la 4a canadiense se situaron la 3a
y la 2a, frente a la 79a de reserva alemana, con el objetivo del punto
fortificado de Folie Farm, los alrededores de Vimy y el nudo de Les Tilleuls,
situados en la zona de la Blue Line. Por último y como la unidad más al sur se
encontraba la 1a División que tenía que avanzar hasta la Brown Line, en la que
se encontraban la posición de Théllus y los arrabales de Farbus.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Jack Sheldon en <i>The German Army on Vimy Ridge,
1914-1917</i> sostiene que los planes canadienses no eran del todo ajenos al mando
alemán. En febrero de 1917 un soldado canadiense de origen alemán desertó
aportando documentación referente a la supuesta ofensiva de primavera. De
hecho, los alemanes sabían que algo ocurría ya que el trabajo de mina y
contramina de los ingenieros y zapadores británicos habían aumentado
considerablemente. Tanto es así que los alemanes lograron desbaratar y destruir
algunas de las minas que habían dispuestos los ingleses bajo sus pies.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El plan de ataque para el 8 de abril quedó
pospuesto a petición de los franceses hasta el día siguiente. <br /><br /><b>
Ejecución</b></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El 9 de abril al romper el alba comenzó el ataque en toda la línea. El tiempo
como los días precedentes no era muy halagüeño: ráfagas de viento helado y una
nevada ligera pero contínua. Poco antes de las 5.00 de la mañana los cañones
que habían estado aún martillenado las líneas enemigas callaron y recalibraron
el tiro para la cortina de fuego que acompañaría las tropas de asalto, que se
habían desplazado por los túneles hasta sus posiciones de salida por la
tarde-noche del día anterior. Cada uno de los soldados llevaba un rifle con su
bayoneta, munición (120 balas), dos granadas Mills, cinco sacos terreros,
ración para dos días, una cantimplora de agua, una máscara de gas, unas gafas y
una bengala. </span></span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Todo fue calculado al milímetro: unos 20.000 solados
saltaron a la Tierra de nadie a las 5.28 h., mientras segundos antes los
ingenieros hicieron volar tres minas para asegurar el avance y descolocar a los
alemanes. Al iniciar la cortina de fuego hicieron detonar otra media docena de
cargas situadas estratégicamente bajo posiciones fortificadas. El recalibrado
de la artillería pesada británica permitió castigar las defensas alemanas y
lanzar numerosos proyectiles de gas en la línea defensiva alemana (la </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Zw¡schen
Stellung</i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">) mientras la artillería canadiense ofreció una efectiva cobertura
en cortina de fuego. A pesar del castigo, la defensa alemana aguantó el tipo y
el fuego de ametralladora castigó mucho a los atacantes causando enormes bajas.
Los partes canadienses hablan de que sobre las 6.30 h. la mayoría de los
objetivos, unos 3/5 dicen, se habían logrado. Cierto, en parte.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No fue hasta media tarde que el terreno estuvo
limpio y además no hay que perder de vista que los objetivos más estratégicos e
importantes no se habían conseguido. Las brigadas 11a y 12a de la 4a División
no habían conseguido poner apenas un pie en la colina 145 y menos en The
Pimple. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Debido a su importancia estratégica, los alemanes
habían fortificado la cota 145 con un triple cinturón de alambre de espino y
con una serie de nidos de ametralladoras camuflados tras la vertiente opuesta.
De ahí que la artillería británica no hubiese podido aniquilar esas defensas y
que las tropas de la 4a División canadiense fuesen castigadas sin cesar por el
fuego procedente de The Pimple. Los cuatro batallones de la 12a brigada (38º,
72º, 73º y 78º) sufrieron lo indecible para cubrir a los hombres de la 11a
brigada que no habían podido avanzar. El batallón 102º de la 11a había
logrado abrirse algo de camino pero el 54 que le seguía se quedó a medio camino
y se retiraron con enormes pérdidas. Se confirmó que existía todavía un reducto
fortificado intacto. Batallones canadienses como el 87º o el 75º fueron
literalmente barridos, perdiendo en algunos casos el 60% de sus efectivos. Se
reanudaron los esfuerzos pero la 145 no se cayó ese día. Solo dos compañías del
batallón 85º lograron asegurar parte de la vertiente oeste, mientras que el
resto siguió en manos alemanas hasta el día siguiente. La lentitud en la
conquista de la colina 145 y el sector adyacente frenaron el avance de la 3a
División canadiense, que podría haberse adentrado aún más en las líneas
enemigas. El fuego procedente de la Colina 145 estaba cogiendo a los
canadienses de enfilada por lo que se decidió esperar y consolidar el terreno
ganado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A pesar de la contundencia del ataque, los alemanes
no se dieron por vencidos y en la medida de lo posible enviaron tropas (de la
79a División) a ocupar las brechas y en algunos casos, como en la colina 145, a
reforzar la línea. No obstante, los canadienses (y los británicos) no estaban
dispuestos a perder la oportunidad de tomar toda la loma, The Pimple incluido.<br />
Al día siguiente, 10, se retomaron los ataques con más fiereza. Se movilizaron
algunas brigadas británicas como soporte, junto a alguna sección de tanques, y
se prosiguió el avance en el sector de la 1a y 2a División canadiense. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A primeras horas de la tarde se había conseguido
llegar al límite nordeste establecido en el plan de ataque, la llamada Brown
Line. El escollo, sin embargo, persistía en el norte. La colina 145 resistía y
The Pimple seguía casi incólume. Los mandos lo vieron claro: los alemanes se
dejarían la piel. O subían más refuerzos o desguarnecían algunos puntos
conquistados por la 3a División, enviando a tropas de ésta para encararlas
hacia la colina 145. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Se optó por ambas opciones. Tropas de la 4a por el
sur y tropas de la 3a por el sureste fueron cerrando el cerco. Esa tarde los
batallones 44º y 50º de la 10a brigada remataron la faena. Los alemanes
resistían pero la falta de munición y el cansancio hicieron mella. Poco antes
de las cuatro los canadienses pusieron el pie en la parte norte de la colina, que
los alemanes reconquistaron por poco tiempo y con enormes bajas, hasta que
tropas frescas (y bisoñas en combate) como el 25º batallón de los Nova Scotia
Rifles expulsaron o apresaron a los alemanes que resistían.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El mando ordenó descansar al día siguiente,
miércoles 11 de abril, para hacer recuento de bajas y actualizar la situación.
Byng & Currie lo tenían claro: The Pimple debía caer sí o sí. Y así fue. En
medio de una tormenta de nieve, parte de los efectivos que habían logrado tomar
la cota 145 se lanzaron a la conquista de The Pimple. Tropas alemanas
pertenecientes a la 4a División de la Garde Infanterie, que habían relevado a
la castigada 16a División bávara, defendían la posición. El ataque se inició a
las 4.00 de la mañana con un bombardeo previo de gas que gracias a un viento
favorable diezmó parte de la defensa pero que logró rechazar un primer embite
canadiense. La 10a brigada canadiense, apoyada por efectivos de la 24a División
británica se lanzó otra vez al ataque sobre las cinco de la mañana, asestando
un golpe definitivo y logrando capturar la posición una hora después. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Vimy Ridge ya había sido controlada totalmente al
anochecer del 10 de abril, pero la captura de la posición de The Pimple fue imprescindible
para asegurar la posición en toda la cresta.<br />
<br /><b>
Epílogo</b><br />
Vimy Ridge permite hacer dos lecturas, una militar y otra política. Des de un
punto de vista exclusivamente militar, la batalla fue un rotundo éxito con
pocos precedentes en la historia bélica de la Primera Guerra Mundial. La cresta
había estado en el punto de mira aliado desde 1914 y se había intentado
reconquistarla infructuosamente en 1915 y 1916 con miles de pérdidas, primero
francesas y luego británicas. Los canadienses tuvieron casi 11.000 bajas,
muriendo finalmente unos 3.700 soldados. El precio fue alto, muy alto, como en
toda la guerra a pesar de que la sensación de triunfo maquilló las pérdidas.
Los mandos comenzaron a intuir en Vimy la luz al final del túnel. Los alemanes
habían sido desalojados y vencidos en apenas cuatro días de una posición
prácticamente inexpugnable e inconquistable que había costado decenas de miles
de muertos durante los 3 o 4 años previos. La prensa y los mandos británicos y
francés miraron hacia la magnífica sociedad de Byng & Currie y se
preguntaron -por supuesto- cuál había sido la clave de un éxito tan rotundo en
Vimy y un fracaso tan sangriento como el de Chemin des Dames. Poco tardaron las
mentes pensantes y los jefes militares más clarividentes en darse cuenta que el
factor más determinante había sido la mezcla de una preparación táctica
impoluta y el empleo de la artillería en todo su potencial. Haig tomó nota,
Pétain se reafirmó en lo que ya intuía y Foch pondría a la práctica las
lecciones en el verano de 1918. <br />
Lo de Vimy Ridge no fue una casualidad. Currie repitió éxito el agosto
siguiente en la Colina 70. Con menos potencial artillero, pero con la misma
minuciosidad y preparación, Currie -esta vez solo- aplicó los principios que
habían guiado el triunfo de Vimy: preparación, minuciosidad, exquisita
ejecución artillera y absoluto secretismo. Vimy abrió las puertas a Byng hacia
su futuro vizcondado y el mando del IIIr ejército británico. Currie subió a los
altares de la Patria canadiense, no sin antes limpiar cierto expediente por
desfalco y superar numerosas zancadillas del premier canadiense Sam Hughes, el
cual lo odiaría hasta el final de su vida por haber relegado a su hijo Garnet
como mando militar de la CEF. La sociedad Byng & Currie puso en práctica
algo ignoto en los campos de batalla de Francia o Flandes: sentido común,
paciencia y una fe ciega en la victoria.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La lectura política de Vimy la creó la prensa y la
alimentó la opinión pública, sobre todo canadiense. El pueblo canadiense
consideró la victoria de Vimy como un hito no solo en la guerra, sino para su
propia historia y dignidad como nación. Con el transcurrir de los meses y los
años, el mito de Vimy Ridge se instaló -por méritos propios- en la breve
historia de Canadá como un punto de inflexión en su consolidación nacional.
Vimy Ridge fue (y es) una fita en la historia de Canadá. Apuntaló su orgullo
nacional y permitiéndole sentirse como una nación más. Los canadienses, como
los australianos con Gallipoli o Pozières, otorgaron al triunfo de Vimy Ridge
un carácter fundacional en su historia como nación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><br /><b>
Fuentes</b></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><br />
</span><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Morton, Desmond and J.L. Granatstein. </span><i><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Marching to Armageddon: Canadians and the Great War 1914-1919</span></i><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">. Toronto:
Lester & Orpen Dennys Ltd., 1989, pp. 138-143. </span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Nicholson, Colonel G.W.L., C.D. </span><i><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><a href="http://www.cmp-cpm.forces.gc.ca/dhh-dhp/his/docs/CEF_e.pdf" target="_blank">Canadian Expeditionary Force 1914-1919: The Official History of theCanadian Army in the First World War</a></span></i><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">. Ottawa: Queen's Printer and
Controller of Stationery, 1962, pp. 244-265.</span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Sheldon, Jack. <i>The German Army
on Vimy Ridge 1914–1917</i>, Barnsley : Pen & Sword Military, 2008.</span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Turner, Alexander. <i>Vimy Ridge
1917 : Byng's Canadians triumph at Arras</i>. London : Osprey, 2005.</span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><a href="http://www.museedelaguerre.ca/cwm/exhibitions/guerre/vimy-ridge-e.aspx">http://www.museedelaguerre.ca/cwm/exhibitions/guerre/vimy-ridge-e.aspx</a></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; text-align: justify;"><a href="http://www.remembrancetrails-northernfrance.com/history/battles/vimy-ridge-april-1917.html">http://www.remembrancetrails-northernfrance.com/history/battles/vimy-ridge-april-1917.html</a></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><a href="http://www.warmuseum.ca/cwm/exhibitions/vimy/index_e.shtmlhttp://www.canadaatwar.ca/page9.h">http://www.warmuseum.ca/cwm/exhibitions/vimy/index_e.shtmlhttp://www.canadaatwar.ca/page9.h</a>tml</span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><a href="http://www.collectionscanada.gc.ca/firstworldwar/025005-1300-e.html">http://www.collectionscanada.gc.ca/firstworldwar/025005-1300-e.html</a></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-12071713476425759032013-12-16T09:06:00.000-08:002013-12-16T09:06:42.913-08:00Notre-Dame de Lorette (Nuestra Señora de Loreto), mayo-junio 1915<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Lorette_zpsc1a10723.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="404" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Lorette_zpsc1a10723.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los sangrientos combates por Notre-Dame de Lorette en 1915 fueron de los más duros del frente occidental. Circunscrita en la Segunda Batalla del Artois, la reconquista de la posición de la antigua ermita buscaba romper la línea alemana en el eje Loos-Givenchy-Thélus donde el objetivo final era la cresta de Vimy (Vimy ridge). Su peculiar morfología y altura la convertían en un lugar de observación privilegiado, tanto para la artillería como para el control de efectivos enemigos. Como la Butte de Vauquois - aunque sin minas- Notre-Dame de Lorette cambió de manos en numerosas ocasiones en solo catorce días de brutales combates. El resultado fueron miles de muertes por una simple colina y la posterior mitificación como carnicería inútil.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Patrón equivocado</div>
<div style="text-align: justify;">
A pesar de la concienzuda preparación francesa y de la colaboración británica (Festubert y Aubers), Notre-Dame de Lorette y Vimy repitieron la lógica macabra de los desastres del verano del 14 y de la Champagne de principios de 1915. Las correcciones y modificaciones tácticas no fueron suficientes: la offensive à outrance volvió a fallar sin apoyo eficiente y continuado de la artillería durante el ataque. El <i>Pétain</i> de la 'artillería conquista y la infantería ocupa' aún tenía que pulir su método. Nombrado por Foch jefe del 33º Cuerpo de ejército, dispuso de una preparación artillera fuera de lo común y de reservas suficientes en caso de rotura del frente. Pero cometió algunos errores. El primero iniciar el bombardeo dos días antes del ataque (serían cinco) malbaratando la carta de la sorpresa. El segundo situar las tropas de reserva a más de 8 kilómetros de distancia del frente. Las equivocaciones del pasado se enquistaban. De hecho, Loos y todas las ofensivas aliadas hasta mediados de 1917 (Passchendaele incluída) tuvieron un patrón desgraciadamente común: </div>
<div style="text-align: justify;">
1º Apoyo artillero deficiente e intermitente a lo largo de la operación. </div>
<div style="text-align: justify;">
2º Reservas mal dispuestas o rezagadas. </div>
<div style="text-align: justify;">
3º Graves deficiencias en las comunicaciones. </div>
<div style="text-align: justify;">
4º Nula coordinación e improvisación de los mandos intermedios y </div>
<div style="text-align: justify;">
5º Visión nula u obtusa de los mandos superiores junto a un desprecio absoluto por sus tropas. Con estos factores el resultado sería el mismo en todos los casos: masacre de miles y miles de soldados a cambio de decenas o cientos de metros. Notre-Dame de Lorette sería el <i>summum</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La mejor defensa es un terreno inconquistable</div>
<div style="text-align: justify;">
La vieja ermita, lugar de peregrinación y devoción antes de
la guerra, se encontraba al final de una cresta que va de oeste a este, mas o
menos de Bois (Bosque) Bouvigny hasta los aledaños de Souchez. Desde Lorette,
en la parte oriental de la cresta (170 metros sobre el nivel del mar) y a unos
15 km de Arras, se divisaba la práctica totalidad del sector del Artois y, por
supuesto, la cresta de Vimy. Lorette suponía el punto de apoyo al oeste en la
línia de ataque y su toma significaba una baza importante en el éxito de la
operación. Su conquista, sin embargo, sería durísima, no solo por la escarpada
orografía sino por la fuerzas alemanas que la defendían desde octubre de 1914.
La zona septentrional de la cresta no presentaba una orografía complicada pero
la vertiente meridional - formada por media docena de escarpadas laderas junto
a estrechos y abruptos barrancos - ofrecían una defensa natural dificilmente
franqueable y un ataque poco halagüeño desde el punto d'Ablain Saint-Nazaire
(aún en manos alemanas).</div>
<div style="text-align: justify;">
Desde finales de 1914 el 21º Cuerpo de Ejército francés del
General Maistre conocía muy bien la posición. En enero de 1915 habían puesto
los pies en la parte más occidental del promontorio (Éperon de Mathis). En
marzo y abril cayeron el Grand Éperon y l'Éperon des arabes. La posición de
Lorette, sin embargo, permanecía a casi 1 kilómetro de las posiciones de
vanguardia francesas. Las débiles defensas de la vertiente norte decidieron a
los mandos alemanes por formidable sistema defensivo en el sector nordeste de
la cresta. Cinco líneas de trincheras protegidas de sacos terreros, nidos de
ametralladora en pequeños <i>blockaus</i> (blocaos) situados en los flancos, un
nutrido campo de alambradas junto a barreras móviles y caballos de frisia
protegían la posición de Notre-Dame desde el norte y el este, más o menos desde
l'Èperon (espolón) des arabes. En puntos determinados y entre líneas se
construyeron pequeñas fortificaciones anticipando los futuros <i>blockhaus</i> que en
algunos casos contaban con fosos y muros de más de 6 metros de profundidad,
como el del Fortin de la Chapelle. Junto a las formidables defensas, gran parte
de las tropas que defendían la posición pertenecían a un regimiento de élite
badenburgués apoyado por una importante concentración artillera en las
posiciones de Angres y Liévin. De esta forma, cualquier ataque francés que
cruzase la pequeña meseta de Lorette estaría sometido a una impresionante lluvia
de fuego. Los mandos franceses sabían de lo imposible del ataque, pero
confiaban en tomar Ablain Saint-Nazaire que favorecería el avance cubriendo uno
de los flancos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mayo 1915</div>
<div style="text-align: justify;">
El bombardeo artillero francés se inició el 4 de mayo. Pero el mal tiempo obligó a posponer el ataque de la infantería hasta el 9. El efecto sorpresa se fue con la lluvia. La magnitud del bombardeo y los fuertes aguaceros dejaron un terreno impracticable pero los planes de ataque no se modificaron. En el sector más occidental del ataque, tres regimientos de infantería y tres batallones de cazadores al mando del general Maistre saltaron de las trincheras a las diez de la mañana del 9 de mayo. Su objetivo era desalojar a los alemanes del fortín de la Chapelle en su camino hacia los restos de la ermita para ocupar posteriormente toda la cresta de Lorette hasta su punto más oriental, con vistas a Souchez y con Ablain Saint-Nazaire en su flanco meridional. El objetivo, Lorette aparte, era proporcionar fuego de flanco en apoyo al avance perpendicular hacia la cresta de Vimy.
El avance fue durísimo. Las condiciones del terreno junto a un mortífero fuego de ametralladora alemán hicieron mella en la ofensiva. Tres horas después y tras cruzar varias líneas de trinchera abandonadas, el grueso de las tropas estaba a unos doscientos metros del fortin de la Chapelle. Hubo reagrupamiento y al poco se inició el ataque en semicírculo. Las ametralladores del fortin barrieron cualquier avance. Las bajas fueron terribles. Pura carnicería. La artillera desde Souchez y Liévin remataron la faena.
El mando francés decidió suspender los ataques pero ordenó un claro 'ni un paso atrás'. Llegó la noche y los restos de las compañías dispersas, algunas lideradas por sargentos o caporales, se refugiaron en los cráteres de obús y se parapetaron bajo los cuerpos de soldados alemanes. Llegaron refuerzos alemanes y los temidos contraataques. Se llegó al cuerpo a cuerpo y a la bayoneta. Los franceses lograron rechazarlos.
El día 10 la situación de las tropas francesas era muy delicada. Sin apoyo de retaguardia y con un fuego artillero de flanco pocas eran las opciones. Avanzar o avanzar. Los compañeros de la 70ª división tampoco pudieron tomar Ablain Saint-Nazaire. Al acoso artillero se sumaron el calor, la sed y el hedor de los muertos en descomposición que los obuses habían desenterrado. Un horror. </div>
<div style="text-align: justify;">
Durante dos días la situación se mantuvo estable. Del 10 al 12 de mayo los supervivientes aguantaron como pudieron los contraataques alemanes, que mantenían abiertas las vías de Souchez y Ablain Saint-Nazaire.
El 12 a la noche el contingente superviviente de los <i>chasseurs</i> (cazadores) tomó la iniciativa. Un pequeño grupo reptó hasta la base del fortín y cubrió - parcialmente - las troneras de las ametralladoras con sacos terreros. Lo consiguieron a medias, muchos cayeron, pero ralentizaron el tiro y el resto de la infantería cruzó algunos parapetos en dirección al fortín. Una vez rodeado se luchó cuerpo cuerpo hasta acabar con la resistencia alemana. El grueso de las tropas se dirigió hacia el resto de la cresta pero no de toda la meseta. El punto más oriental estaba todavía en manos alemanas. Concretamente los espolones de Souchez y el de Voie Blanche (vía blanca).</div>
<div style="text-align: justify;">
A pesar del pésimo estado del terreno, los franceses avanzaron los días siguientes hasta tomar el espolón Souchez. La Voie Blanche, sin embargo, se mantenía inexpugnable. El fuego de ametralladora era mortífero.
Hasta el 22 de mayo, la línea francesa en la cresta de Lorette tuvo forma de semicírculo. Ablain Saint-Nazaire, la punta más oriental de Lorette y la zona de Angres-Liévin permanecían en manos alemanas. El mando francés dispuesto a cerrar el capítulo Lorette puso todas sus energías en la conquista de los reductos. Los alemanes no se lo pusieron fácil. Después de más de trece horas de combates con sendos contraataques toda la meseta de Lorette cayó de lado francés. Solo resistía la vertiente oriental hacia Souchez, pero las alturas ya eran francesas. Los defensores alemanes perdieron en un solo día tres mil hombres. De los franceses se desconoce el número pero se calculan muchos más. Comenzó el mito Notre-Dame de Lorette. En el emplazamiento de la antigua ermita se erigió la necrópolis más grande de todas las dedicadas a los caídos de la Gran Guerra con un camposanto para 23.000 caidos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fuentes:</div>
<div style="text-align: justify;">
Conquête du massif de Lorette. <i>Notre épopée, 1914-1915</i>. Paris, Société Française d'Imprimerie et de Librairie,1916, p. 268 ss. </div>
<div style="text-align: justify;">
Laure, Auguste. <i>Lorette, une bataille de douze mois, octobre 1914-octobre 1915</i>. Paris : Perrin et cie., 1916.</div>
<div style="text-align: justify;">
http://chtimiste.com/batailles1418/1915artois1.htm
http://www.nordmag.fr/patrimoine/histoire_regionale/premiere_guerre/lorette.htm
http://centenaire.org/sites/default/files/references-files/guide_circuit_npdc.pdf
</div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-2628291385390504492013-11-16T02:37:00.000-08:002013-11-16T02:37:34.703-08:00El perfeccionista turco: Mustafa Kemal en la Gran Guerra (II)<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
<span style="font-size: small;">Viene de: <a href="http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2013/08/el-perfeccionista-turco-mustafa-kemal.html">El perfeccionista turco: Mustafa Kemal en la Gran Guerra (I)</a></span><br />
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/MUSTAF1_zps28c656d4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/MUSTAF1_zps28c656d4.jpg" width="269" /></a></div>
<br />
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
Frente caucásico, 1916-1917</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
Tras un merecido descanso y en Istanbul, Kemal puso en orden sus experiencias de Gallipoli. De sus reflexiones surgiría <i>Corps order: Counsel for Solving Tactical Problems and for Writing Orders</i> (trad. inglesa), un manual de apenas siete páginas en la que resumía de forma sucinta su filosofía de mando y la resolución de problemas tácticos. Entre notas y publicaciones, Enver Paşa lo destinó como jefe del XVIº Cuerpo acantonado en Adrianópolis (Edirne) a finales de febrero de 1916. Poco le duró el descanso, Ahmet Izzet -al mando del recién creado IIº ejército - reclamó el XVIº Cuerpo para el frente caucásico. El sector europeo estaba tranquilo, en Mesopotamia los británicos fueron derrotados en Ctesifonte y sitiados en Kut-el-Amara y en Palestina el 4º Ejército de Cemal Pacha aguantaba en el Sinaí, la cruz, sin embargo, estaba en el Cáucaso.</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
Los rusos habían derrotado en febrero al IIIr Ejército en Erzurum y el marzo en Bitlis. Se imponía un cambio de estrategia y Kemal era un estrella en ascenso. Enver Paşa decidió frenar a los rusos con un movimiento de pinza. Mientras el rehecho IIIr Ejército contraatacaría desde el oeste, el IIº Ejercito -desplazado de la Tracia- atacaría el flanco izquierdo ruso, al sur del lago Van. Kemal llegó finalmente el 27 de marzo a Diyarbakir. A principios de abril lo promocionaron a general de brigada y le otorgaron el prestigioso título de Paşa. Cuenta la leyenda -y los biógrafos de Kemal- que cuando Enver accedió finalmente a promocionarlo, no puedo evitar decir que 'cuando Kemal fuese nombrado Paşa, al poco querría ser Sultán, y que una vez nombrado Sultán querría ser Dios...' Pero las mieles y parabienes no endulzaron la misión de Kemal. El XVIº Cuerpo debía cubrir un frente de unos cien kilómetros en terreno montañoso en la línia Bitlis-Muş, ambas poblaciones ocupadas ya por los rusos. La 5ª División al mando de Refet se situó en Bele, al sud de Bitlis. Y la 8ª División de Nuri se desplegó en Conker, frente a Muş. El total de fuerzas de Kemal eran unos 13.740 hombres, casi 10.000 fusiles, siete ametralladoras y 19 piezas de artillería.</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
La guerra en la Anatolia oriental, en el frente caucásico, era muy diferente a la de Gallipoli. No sólo por el clima, sino por el terreno que facilitaba la maniobrabilidad de las tropas aunque las montañas caucásicas, así como los valles y pequeños pasos no siempre facilitaban las movimientos. A banda del territorio, las poblaciones autóctonas - mayoritariamente kurdas después de la deportación y posterior genocidio de entre 600.000 y 1.800.000 armenios - suponían una dificultad más. Su ayuda en el reconocimiento del terreno y en el avituallamiento eran primordiales, por eso Kemal, como en Líbia, trató con numerosos jefes de tribu kurdos para el asegurarse el mantenimiento de sus tropas y su apoyo militar como fuerzas no regulares. </div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
El verano se preparaba caliente y los rusos apuntaban a Istanbul. El 2 de julio comenzaron una ofensiva sobre el oeste (IIIr Ejército turco) capturando los enclaves de Bayburt y Erzincan, causando enormes pérdidas a la 8ª Division de Nuri (Kemal) y obligándola a replegarse. Anatolia cedía, pero Mustafa Kemal no se arrugó. Desplazó un batallón de la 5ª a la 8ª División y reemprendió medidas de hostigamiento a los diez días del desastre. El 3 de agosto y acuciado por Enver, el IIº Ejército de Izzet Paşa lanzó una desastrosa ofensiva. Sólo el XVIº Cuerpo de Kemal obtuvo algunas victorias: recuperó Muş el 7 y Bitlis el 8 de agosto. El mérito de Kemal no fue reconquistar ambas posiciones sino imprimir su sello en unidades que habían sufrido graves pérdidas infundiéndoles un espíritu luchador basado en sus increíbles dotes de mando. Enver no pudo ocultar la hazaña y le concedió la medalla Imtiyaz de oro. Los laureles duraron poco, los rusos volvieron a presionar y recuperaron Muş a finales de mes. A principios de otoño la ofensiva rusa se frenó, aunque sus resultados eran óptimos: habían asegurado el frente caucásico, penetrado en Anatolia de la que dominaban vastas extensiones y, aunque lejos, amenazaban Istanbul. </div>
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El parón otoñal no afectó a la agenda de Kemal. Vistos sus logros, Enver decidió enviarlo a Macedonia para hacerse cargo de una fuerza turca que lanzaría una ofensiva conjunta con los búlgaros. Izzet Paşa, sin embagro, frenó el cambio. Argumentó que en tal situación sus dotes de mando eran imprescindibles: y tenía razón. El invierno frenó toda operación bélica pero acució los problemas en el ejército turco, que malpertechado y peor avituallado sufrió la rigurosidad del invierno. La estabilización del frente era un espejismo. Los hospitales de campaña no daban abasto a tantas bajas y existía un enorme riesgo de desintegración. Los turcos aguantaron, pero ahora era el frente sur, Palestina, el que inquietaba a la Sublime Puerta. En octubre de 1916 estalló la revuelta árabe. El Jerife de La Meca, Husayn ibn Ali se levantó contra los turcos -apoyado por los británicos- y atacó Medina. Los turcos no tuvieron excesivo problema en defenderla a pesar del estado de sus tropas. Enver recurrió al de siempre -Kemal- y le nombró comandante en jefe de las tropas en Arabia en febrero de 1917 sustituyendo al General Fahreddin Türkkan. Kemal sabía, sin embargo, que quién mejor conocía sus tropas y el territorio era el comandante en jefe del IVº Ejército y gobernador de Síria Cemal Paşa. Por ello, y tras una reunión en Damasco con Cemal y Enver, se decidió mantenerlo en su puesto aunque replanteando ciertos aspectos estratégicos. La logística y la economía de guerra se impusieron: retirada general de las tropas en Arabia y reforzamiento del frente palestino. Decisión vetada por el nuevo Gran Visir Talat Paşa que exigió que los Santos Lugares del Islam fueran protegidos. </div>
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Frente mesopotámico, 1917 </div>
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La despreocupación de Enver por Mesopotamia después de Kut-el-Amara mudó a obsesión cuando los británicos entraron en Bagdad el 11 de marzo de 1917. La caída de Bagdad supuso un duro golpe para el orgullo turco y especialmente para Enver Paşa. Error tras error, fracaso tras fracaso, el círculo sobre la Sublime Puerta se iba cerrando. Ya no había excusas. La preocupación no solo cundió en Istanbul sino que cruzó media Europa hasta instalarse en Berlin. Tal fue así, que a pesar de que las fuentes turcas hablan de apoyo alemán, los hechos sugieren una clara imposición en la dirección militar. A pesar de que los fantásticos planes enverianos para recuperar Bagdad consistían en un envío de tropas a través del desierto sírio, la pura realidad fue que el 7 de mayo llegó Istanbul el Feldmarschal Erich von Falkenhayn. Acompañado de su estado mayor, se hizo cargo del recién creado <i>Yildirim Ordular Grubu</i> (Grupo de Ejército Rayo), que los alemanes rebautizaron prosaicamente como Heeresgruppe F. En agosto de 1917 el Yildirim estaba compuesto por el VIIº Ejército al mando de Mustafa Kemal y el VIº de Halil Kut. El ejército de Kemal lo formaban dos cuerpos de ejército (IIIº y XVº) más las <i>Asien Korps</i>, y el ejército de Kut estaba compuesto por los cuerpos XIIIº y XVIIIº más la 46ª División. Aunque algunas fuentes hablan también del 4º Ejército, éste no participó activamente en la <i>Yildirim</i> hasta septiembre de 1918 con el mando supremo de Von Sanders. </div>
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El 24 de julio de 1917 Kemal recibió el mando del 7º Ejército que fue completado con las tropas turcas que habían sido destinadas a Bulgaria, Macedonia y Galizia. Durante agosto siguieron los preparativos para la gran ofensiva sobre Bagdad. Se desconoce si Kemal y Falkenhayn discutieron sobre el asunto, lo que sí es seguro es que después de una inspección de oficiales alemanes sobre el terreno se concluyó que la ofensiva desde Síria entrañaba muchos peligros y pocas seguridades. Falkenhayn volvió a Berlin y expuso las dificultades. A su vuelta a Istanbul departió con Enver y Cemal exponiendo que era temerario atacar Bagdad sin cubrirse las espaldas con los británicos en el Sinaí. Enver accedió, pero Cemal expuso sus objecciones. Creía -y acertaba- que los ejércitos turcos no podrían llevar a cabo ambas operaciones ya que el plan alemán era despejar el Sinaí para luego girar hacia arriba y tomar Bagdad. Falkenhayn escuchó atentamente los contras de Cemal aunque a los pocos días fue invitado a visitar el Frente occidental en calidad de observador. El plan seguía adelante, pero Kemal estaba en medio. Poco después de llegar a Aleppo para hacerse cargo del 7º Ejército comenzaron los roces con Falkenhayn. Kemal opinaba como Cemal pero no cometería los mismos errores. Consciente de la pésima situación del ejército turco y del previsible destino de los restos del imperio, decidió escribir un memorándum dirigido al Gran Visir. En éste le advertía de la ceguera de Falkenhayn y Enver así como de las oscuras ambiciones alemanas sobre el Imperio. Seguro de sí mismo y sabedor de peso en el ejército presentó su dimisión del mando del 7º Ejército. </div>
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Interludio, Palestina y Mudros </div>
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En octubre de 1917 volvió a Istanbul pero Enver lo quería muy lejos. Enésimo error. Lo envió a Berlin junto al futuro sultán Mehmed VI para un viaje de cortesía que acabaría siendo trascendental para su futuro. Kemal, sin pelos en la lengua, le expuso todos los males y algunas soluciones para el desastre que se avecinaba. Impresionado por la sinceridad y aplomo del militar, una vez en el trono (julio de 1918), Mehmed VI no dudó en contar con Kemal para la defensa de lo quedaba del imperio. De vuelta de Viena y de Karlsbad, tras un tratamiento médico, Kemal fue destinado a Nablus (7º ejército) el 1 de setiembre de 1918 para comprobar que la guerra estaba perdida. Los británicos arrollaron los restos del ejército turco y las tribus árabes les dieron la puntilla. El 21 de setiembre y ya como aide-de-camp de Mehmed VI intentó evitar el desastre creando un frente defensivo en la línea de Aleppo. Demasiado tarde, Aleppo cayó el 26 de octubre. La retirada podía convertirse en desbandada, pero la figura de Kemal ya exhalaba divinidad. <i>Baba</i> Kemal (papa Kemal) como lo llamaban sus tropas en Gallipoli caminaba hacia el futuro Atatürk (padre de los turcos). Su nombre y fama ya tenían algo de reverencial pero la retirada siguió hacia el norte, hasta que el 30 de octubre se firmó el Armisticio en el puerto de Mudros (Lemnos). </div>
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Epílogo </div>
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Mustafa Kemal es de esas figuras que transitan entre el mito y la leyenda: de concienzudo y meticuloso militar al estadista que ve a su pueblo como a sus propios hijos. La hagiografía, sin embargo, tiende a ensalzar algunas virtudes y encubrir defectos. En el caso del hombre político existen algunas, en el militar, pocas o ninguna. Kemal fue siempre consciente de sus pros y contras. Hombre testarudo, audaz y franco, no siempre generó entre sus pares grandes simpatías. No le importaba, contaba con un gran activo, una impresionante confianza en si mismo y sus dotes de liderazgo. Su indisimulado desprecio hacia lo establecido le frenó más de una puerta, pero le abrió otras. Con los años supo cerrar la boca cuando debía y abrir su mente con según quién. Kemal supo imprimir en los suyos muchas de sus capacidad, pero las más importantes -y las que sellarían su futuro al de su país- fueron la dignidad y la defensa de lo propio como baluarte. </div>
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Fuentes</div>
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Gawrich, George W. <i>The Young Atatürk: From Ottoman Soldier to Statesman of Turkey</i>. London : Tauris, 2013. </div>
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Mango, Andrew. <i>Atatürk</i>. London : Murray, 1999.</div>
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-49542282965265743972013-08-27T10:32:00.000-07:002014-05-02T07:58:57.500-07:00El perfeccionista turco: Mustafa Kemal en la Gran Guerra (I)<div style="text-align: justify;">
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<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/61ata_zpsac18e811.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/61ata_zpsac18e811.jpg" height="400" width="285" /></a></div>
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cuenta la leyenda que un profesor de matemáticas lo 'rebautizó' como Kemal (perfeccionista) por sus dotes con el cálculo, pero especialmente por su carácter. Nacido en Salonik (Thessalonica) el 1881, la temprana muerte de su padre y la ausencia de una figura paternal lo decidieron por el mundo castrense siendo muy joven. La instrucción militar de Mustafa - su verdadero nombre - se inició en Tessalonica en 1894, prosiguió en Bitola (Monastir) durante 1896-1899 y terminó con la graduación en la Escuela de oficiales en 1905, previo paso por la Academia militar de Istanbul (1899-1902). Durante los años siguientes (1905-1911) alternó variopintos destinos (Damasco, Albania, Francia o Bulgaria) con una tímida adhesión política al lado de los Jóvenes Turcos. Mustafa Kemal, sin embargo, no era un intrigante de salón. Militar ambicioso y de gran visión, sus experiencias como observador militar en Francia (1910), junto a valiosas lecturas, le proporcionaron un enfoque más amplio de la táctica y una asombrosa capacidad para la motivación y conducción de tropas. Fruto de esa minuciosidad y observación publicó dos obras destinadas a oficiales de infantería entre 1910 y 1911 donde exploraba conceptos tácticos, nociones de mando y psicología de tropa que aplicaría posteriormente en las campañas de Gallipoli o Anatolia. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Líbia</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Kemal, sin embargo, era un hombre de acción. No dudó en enrolarse como voluntario cuando el gobierno pidió oficiales para ir a combatir a los italianos en Líbia. En noviembre de 1911 fue nombrado jefe de logística del general Endhem Paşa. Un mes más tarde fue ascendido a comandante y se le asignó el mando de una compañía regular y un contigente de casi 8.000 nativos con los que en octubre de 1912 lograría rechazar una ofensiva italiana en la zona de Derne.
La guerra ítalo-líbia fue un campo de pruebas. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Su experiencia líbia le proporcionó tres grandes lecciones. Cómo enfrentarse con un puñado de tropas a un ejército superior y mejor pertrechado aliándose con el terreno. La importancia de la coordinación, confianza y empatía con sus oficiales. A pesar de dirigir personalmente las operaciones, Kemal decidió otorgar a la oficialidad un margen de maniobra que les confiriese una mayor confianza y determinación en sus decisiones tácticas. Y por último cómo mantener una disciplina firme en la tropa evitando la ociosidad y la posible dejadez de la cotidianidad, a pesar de crear un clima de entendimiento y familiaridad con los oficiales. Comprobó que la disciplina y el orden favorecían el esprit de corps otorgando al oficial al mando un papel de verdadero líder.
Kemal volvió a Istanbul en octubre de 1912 sin apenas una mención de reconocimiento. Causas? Posibles maniobras (y envídias) de Enver Paşa. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Guerras balcánicas</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En octubre de 1912 mudó de conflictó. Sin tiempo para sacudirse el polvo del desierto le estalló la Primera Guerra Balcánica. Montenegro invadió el norte de Albania el 8 de octubre. Grecia, Bulgaria y Serbia también querían parte del pastel otomano y la Puerta Sublime tenía demasiados enemigos: era vital cerrar frentes. El 15 de octubre cedía Líbia a Italia a través del Tratado de Ouchy. Centrados en el frente europeo, el ejército turco pudo defenderse a duras penas. En las primeras semanas perdió Macedonia y el sur de Albania. Acosado y en franca retirada, el gobierno turco decidió negociar. En balde. Grecia pedía Yanya. El 9 cayó Tessalonica y el ejército turco ya solo defendía Istanbul. Kemal fue destinado el 25 de noviembre a Gallipoli como director de operaciones del Cuerpo de ejército Bolayir al mando del general Fahri Paşa. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los hechos del 13 de enero de 1913 cambiaron totalmente la perspectiva. Un golpe militar conducido por el sector más reformista del Comité para la Unión y el Progreso (los Jóvenes Turcos) depuso al Ministro de la guerra e instaló de facto la dictadura de los tres paşas: Mehmet Talat (Ministro del Interior), Ismail Enver 'Enver Paşa' (Ministro de la Guerra) y Ahmed Djemal (Ministro de la Armada). Enver Paşa, <i>alma mater</i> del nuevo gobierno, decidió reanudar la guerra sin complejos. Primera medida: levantar el cerco sobre Edirne (Adrianópolis) y liberar a los ocupantes.
Para la toma de Adrianópolis se contó con el Cuerpo de ejército de Bolayir y parte de las reservas del Xº Cuerpo. La ofensiva se preparó como una operación anfibia que situaria a parte de las tropas turcas tras las líneas búlgaras para intentar un ataque envolvente. El plan fue un fracaso. El 8 de febrero el grueso del Bolayir se enfrentó a la vanguardia del ejército búlgaro en campo abierto sin la ayuda del Xº Cuerpo (hubo un retraso de 12 horas) provocándole un gran número de bajas. La reconquista de Edirne se había planteado como una cuestión de orgullo nacional pero la realidad militar se impuso a la política. La fallida ofensiva afloró las rencillas entre los militares y los advenedizos como Enver al mando del desembarco fallido. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El Xº Cuerpo fue enviado a Gallipoli a cubrir las bajas del Cuerpo de Ejército Bolayir. El general Hurchid se hizo cargo de los dos grupos pero situó a Enver Paşa como Jefe de Estado Mayor, hecho que enfureció a Fahri y, por descontado, a Kemal que presentaron sendas dimisiones. Descartadas por Ahmed Izzet, jefe supremo del ejército turco, decidió situar a Mustafa Kemal como jefe del estado mayor del Bolayir mientras, por consejo de Fahri y del mismo Kemal, el Xº Cuerpo era devuelto al frente europeo. Adrianópolis cayó finalmente del lado serbio-bulgaro y el 16 de abril se llegó a una tregua. El Tratado de Londres se firmó a finales de mayo pero la sombra de la guerra sería alargada. Los antiguos aliados de la Primera Guerra Balcánica se enfrentaron por el botín, siendo la más malparada Bulgaria. Unido a Montenegro y Rumanía, el imperio lograría que Bulgaria se retirase de la Tracia oriental y de Adrianópolis. Kemal también participó en la Segunda Guerra Balcánica y preveyendo el desenlace partió con una brigada pero fue Enver Paşa quién llegó, venció y reclamó como suyo el triunfo. Enver se proclamó el 'libertador de Adrianópolis' ante la opinión pública turca y Kemal comenzaba a entender el factor propaganda. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A principios de 1914, el ascenso meteórico de Enver Paşa culminó con su autodesignación como Jefe Supremo del ejército turco. Ante los vientos de cambio y dadas sus malas relaciones, Kemal decidió acompañar al nuevo embajador de Bulgaria como agregado militar. Kemal y la historiografía apologética tienden a describir el breve periplo de retiro voluntario para el estudio. Otras fuentes menos indulgentes consideran que fue más bien un autoexilio. La posterior purga en el ejército otomano dio la razón a Kemal. Enver depuró a todo aquel que le pudiese hacer sombra: más de 1.000 oficiales entre los que se contaban 2 mariscales, 30 generales de división y casi 100 generales de brigada. Por su parte, Kemal aprovechó su estancia de medio año en Sofía para pulir su vertiente política y serenar los ánimos con Enver. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Primera Guerra Mundial</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La intervención turca en la guerra europea sorprendió a Kemal en Sofía. A las pocas horas de la declaración de guerra a la Entente (5 de noviembre 1914) pidió su reingreso a filas. El 20 de enero de 1915 se le dio el mando de la recién creada 19ª División (57º, 72º y 78º regimiento). Pasada revista el 5 de febrero, Kemal informó a sus superiores que los regimientos 72º y 77º estaban formados exclusivamente por soldados árabes con apenas experiencia y entre los que se contaban numerosos miembros de las minoria yazidí, contrarios a la guerra. El mando insistió en el destino y lo conminó a intensificar la instrucción del contingente en Gallipoli.
Kemal apenas tuvo 15 días para entrenar e instruir a la nueva unidad. El 25 de febrero, y ante la inminencia de un desembarco anfibio de la Entente en Gallipoli, se le ordenó tener preparadas a sus fuerzas en la orilla asiática (Çannakale) del estrecho de los Dardanelos. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Gallipoli</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ideada como solución a la parálisis del frente occidental, el plan original aliado era tomar Istanbul forzando los Dardanelos con una flotilla francobritánica. Tras controlar el Mar Negro, Rusia sería abastecida por la Entente (Alemania había cerrado el Mar Báltico) y el cerco terrestre sobre las Potenciales centrales se estrecharía accelerando así el final de la guerra. Obtenido el visto bueno por los gobiernos aliados, a mediados de febrero de 1915 el contingente naval se reunió en la isla de Imbros. La operación comenzó el 19 de febrero con el bombardeo sistemático de las defensas turcas situadas en el litoral oriental de la península. A pesar del duro castigo, los supervivientes turcos de las baterias - junto a las redes de minas - lograron contener el golpe y volver a sus puestos. Al mando de las tropas turcas se encontraba el general Liman von Sanders que hacía menos de una semana que había sido destinado a Gallipoli con el 5º Ejército turco incluidos Kemal y su 19ª División de reserva. El mal tiempo frenó los ataques navales que no se reanudaron hasta el 25 de febrero. A pesar de las astutas recomendaciones de Liman von Sanders para cambiar el emplazamiento de las baterías, los aliados lograron destruir gran parte. Igualmente, y a pesar de la limpieza, el peligro de minas seguía latente por lo que el paso de los navíos entrañaba un gran riesgo. El Almirantazgo presionaba, pero el Almirante Sackville Carden pedía cautela anunciando que Istanbul caería en dos semanas. Tras el empleo de dragaminas civiles, el grueso del ataque naval se reanudó el 18 de marzo. El ataque tuvo un éxito parcial. La práctica totalidad de las baterías fueron eliminadas pero el factor fortuna jugó del lado turco. Un campo de minas secreto hundió al acorazado francés Bouvet, al HMS Irresistible y HMS Ocean de la Armada británica y otros tantos sufrieron graves daños como los franceses Gaulois y Suffren y el británico HMS Inflexible. Los éxitos terrestres no consiguieron tranquilizar al Almirantazgo que ordenó el repliegue y el abandono de la operación naval. Los turcos estaban al límite de sus fuerzas, pero las pérdidas en buques decantaron la balanza. Churchill pasó al plan B: desembarco anfibio y operación terrestre en Gallipoli. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La inteligencia alemana sabía de los planes francobritánicos pero desconocía el emplazamiento del desembarco principal. Por ello, el Alto Mando turco había enviado una fuerza suplementaria a Gallipoli de 84.000 efectivos (5º Ejército) al mando de Liman von Sanders. El general alemán, promotor de una defensa móvil, decidió situar en los puntos costeros a pequeños destacamentos y disponer el grueso de las tropas en el interior. Advirtió, sin embargo, de la importancia en las comunicaciones entre unidades.
Kemal, contrario a las ideas de Liman von Sanders, consideró que era necesario tomar ventaja a los invasores disponiendo del grueso de las tropas en las playas. El alemán, sospechando que el desembarco principal sería en el norte dispuso el grueso de sus tropas (5ª División y la brigada de caballeria) en el istmo de Bolayir (Bulair). El resto de la península quedaría en manos de Echad Paşa que comandaba el III Cuerpo (7ª y 9ª División). La 7ª se situó al sur de Bulair, cerca también del istmo. La 9ª cubririá la parte meridional de la península y la 19º de Kemal se mantendría en reserva en el interior. En el lado asiático de los Dardanelos estaba el XVº Cuerpo al mando del general alemán Weber. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Chunuk Bair (25 de abril): adagietto con moto</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El 25 de abril de 1915 comenzó la campaña terrestre de Gallipoli. El general británico Sir Ian Hamilton al mando de la <i>Mediterranean Expeditionary Force</i> (MEF) contó para el ataque con 75.000 soldados. Su plan consistió en un triple desembarco y un señuelo. La 29ª División británica desembarcó en el extremo más meridional de la península, el cabo Helles; la 1ª División francesa en el lado asiático de los Dardanelos (Kumkale) y las dos divisiones ANZAC en la costa egea entre Ariburnu Cove y Gaba Tepe. Según lo planeado y después de asegurar las cabezas de puente, el grueso de las tropas australes tomaría la posición elevada de Mal Tepe y cortaría las comunicaciones entre la parte norte y sur de la península que quedaría aislada del continente. Junto a los movimientos planeados, una pequeña flotilla en el golfo de Saros simularía una operación anfibia confirmando los temores de Liman von Sanders y distrayendo su atención del ataque meridional, que realmente se consiguió. Liman von Sanders y Echad Paşa permanecieron todo el día 25 en el istmo de Bolayir (Bulair) mientras los ataques eran en el sur. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los británicos y los ANZAC desembarcaron en territorio defendido por la 9ª División turca.
La 1ª Division australiana desembarcó en Ari Burnu (Anzac Cove) sobre las cuatro de la madrugada con la misión de penetrar y tomar las tres colinas en dirección a Chunuk Bair. A las cinco y media el coronel Sami (9ª División turca) fue informado de los desembarcos en Anzac Cove y el Cabo Helles (Cape Helles). Siguiendo lo establecido, Sami envió a Anzac Cove dos batallones y una compañía de ametralladoras del 27º regimiento y avisó a la 19ª División en reserva.
A las nueve de la mañana y tras 3 horas de marcha, el 27º regimiento (Mehmed Chefik) llegó al sector donde las ANZAC ya habían ocupado dos de las colinas, logrando repeler los ataques en la toma de la tercera (Gun Ridge). Poco antes, sobre las 8.30 h. fue informado de que Kemal venía en su auxilio con el 57º regimiento y una batería de montaña. Antes de partir y durante dos horas, Kemal intentó contactar en vano con Liman von Sanders o Esad Paşa en el cuartel general en Gelibolu (Gallipoli). Desconocía la situación en la costa egea, pero optó por situarse en las alturas de Conk bayiri (Chunuk bair) y desde ahí resistir a los ataques enemigos que -como bien preveía- querrían cortar las líneas de norte a sur de la península. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La apuesta era muy arriesgada, pero la ausencia de mandos y su intuición fueron determinantes.
Mustafa Kemal llegó al sector a media mañana. Los Aussies (las tropas de las ANZAC) seguían dueños de las dos colinas a pie de costa, pero la tercera seguía en manos del coronel Sami. Pasado mediodía Esad Paşa fue informado del ataque anfibio y decidió que el 27º regimiento también pasase a manos de Kemal que poco pudo hacer antes que anocheciese, salvo recuperar dos pequeños promontorios. Hamilton había logrado desembarcar a 8.000 soldados en Anzac Cove, pero el caos, la inexperiencia de algunos mandos y el hostigamiento desde las alturas de las tropas de Kemal confinaron su cabeza de puente a poco más que una playa y sin apenas cobertura bajo el fuego enemigo. Permanecerían así durante meses.
Kemal se licenció en Chunuk Bair. Con apenas 34 años y con tropas aún bisoñas en combate supo exprimir lo mejor de ellas. Suplió su inexperiencia con una fe ciega en su mando y ante la ausencia de proclamas invocó el orgullo patrio y la memoria de ridículos pretéritos. Kemal traspuaba determinación, arrojo, valentía y una fe inquebrantable en la victoria. Sus experiencias líbias y balcánicas, así como sus múltiples lecturas, habían forjado en él una virtud inusual para el mando. Sus tropas lo idolatraban y es por ello que su legendaria frase 'no os ordeno que ataquéis, os ordeno que muráis' cobra toda su dimensión y sentido. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Chunuk Bair (8-10 agosto): larghetto con tempo giusto</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La actuación de Kemal impresionó a Liman von Sanders. No obstante, y ante la posibilidad de que hubiese sido un golpe de fortuna, le envió un comandante alemán como jefe de estado mayor que envió de vuelta en mayo. Kemal reconocía -a regañadientes- la autoridad del alemán pero no permitiría que nadie dudase de él o de sus hombres. El mando británico por su parte buscaba romper el cerco. Las moscas, el calor, la sed y sobretodo la disentería estaban diezmando de forma alarmante las fuerzas de la MEF. Hamilton insistió en su idea inicial (capturar Gun Ridge), pero esta vez buscaría una alternativa: desembarcaría unas 20.000 tropas (IX Cuerpo británico) en la bahía de Suvla para distraer la atención hacia el norte y permitir el progreso desde Anzac Cove hacia el interior con un movimiento envolvente norte-sur. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El desembarco fue la noche del 6 al 7 de agosto. Se tomaron posiciones en el sector, pero otra vez las fuerzas turcas contuvieron a los británicos que tuvieron que parapetarse en las playas. Liman von Sanders reaccionó presto y ante las dudas de un oficial al mando lo sustituyó por Kemal el día 8.
Señuelo o no, el ataque desde Anzac Cove hacia Chunuk Bair fue casi un éxito. Tropas angloaustralianas lograron tomarla en la madrugada del 8 de agosto tras duros combates y un certero apoyo de la artillería naval. El ataque parecía triunfar, salvo en Suvla. El mando turco no desesperó. Demostradas sus dotes y magnetismo con las tropas, Liman von Sanders encomendó a Kemal la dirección del nuevo grupo de combate Anafartalar (XVIº Cuerpo, 9º Division y el grupo Willmer). Estabilizado el frente, el día 10 decidió reconquistar Chunuk Bair. Conocedor de la zona y de los puntos débiles defensivos, se puso al frente de seis batallones para el ataque que comenzó a las 4.30 h. de la mañana. Con la bayoneta calada, sin apoyo artillero y en absoluto silencio, la infantería turca cogió por sorpresa a los pocos supervivientes de Chunuk que a las 12.45 abandonaron sus posiciones ante la falta absoluta de refuerzos. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La reconquista de Chunuk Bair fue el resultado de una meticulosa preparación ejecutada a la perfección. Incluso la Historia oficial británica describió la batalla de 'contraataque turco perfectamente planeado'. El perfeccionista tenía admiradores británicos !
La batalla, sin embargo, no fue gratuita. En cuatro días de combates los turcos perdieron 17.000 soldados, los aliados 25.000.
Para setiembre de 1915 Kemal estaba deshecho física y mentalmente. A pesar de sus tensas relaciones, reclamó a Enver que lo reasignase a otro destino ya que parecía que británicos y australes se habían resignado sobre Gallipoli. Liman von Sanders lo frenó. Al describirlo 'de oficial competente y excepcionalmente talentoso' lo condenó tres meses más en Gallipoli. No recibiría su nuevo destino hasta el 5 de diciembre. La fortuna estaba otra vez del lado turco: el War Council británico había decidido abandonar Gallipoli el 4 de noviembre. Instalado en Istanbul, Kemal supo que la MEF se retiró de las playas de Suvla y Anzac el 19-20 de diciembre y de Cabo Helles el 8-9 de enero de 1916 sin apenas bajas, produciéndole un enorme enfado y estupefacción.
La campaña de Gallipoli le proporcionó prestigio en los círculos militares, aunque la prensa -controlada por Enver- desconociese su fama de líder militar en ascenso. Hans Kannegiesser, coronel bajo el mando de Kemal durante la batalla de Anafartalar, definió perfectamente la campaña de Gallipoli y el peso de Kemal en su resultado afirmando que 'lo psicológico ha triunfado sobre lo físico, y lo espiritual sobre lo material'.
</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Continua en: <a href="http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2013/11/el-perfeccionista-turco-mustafa-kemal.html" target="_blank">El perfeccionista turco: Mustafa Kemal en la Gran Guerra (II)</a></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-34002947520205331762013-08-05T04:28:00.000-07:002014-12-10T03:43:54.969-08:00Andrea Graziani, el justiciero que se apeó del tren<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.imgur.com/SMXfv1J.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://i.imgur.com/SMXfv1J.jpg" width="275" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Viernes 27 de febrero de 1931. Estación de tren de
Calenzano, una pequeña población a pocos kilómetros de Florencia. Varios
operarios de la línea férrea, advertidos por unos pasajeros, se acercan a una masa amorfa situada cerca de
la vía en dirección a la capital toscana. Se trata del cadáver de un hombre
mayor. Al poco acuden las autoridades. Examinan el cuerpo, y tras examinar
algunos enseres, concluyen que es el cuerpo del General Andrea Graziani, actual
Lugarteniente General de la Milizia Volontaria per la seguridad nacional
italiana. Entre la documentación encontrada se halla el billete de tren con
destino a Verona y la cartero de mano con más de cuatro mil liras,
documentación personal a parte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Desestimado el móvil del robo, y en ausencia aparente de
otros indicios, la investigacion de la policia concluye que la muerte del
General Graziani se produjo por un error fatal: equivocó la puerta de los
servicios con una puerta de salida del vagón. La noticia apenas ocupó tres días
en la prensa, apenas se hicieron eco tres diarios locales, <i>Il Gazzettino, Il
Veneto </i>y <i>La Provincia</i>. Caso cerrado para la policía y los medios. Pero por que
tanta prisa en un caso con tantos interrogantes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En primer lugar, como era posible que un viajero tan asiduo
a la línea Roma-Verona equivocase la puerta del lavabo con la de salida.
Segundo, como era posible que si el tren
viajaba de Roma a Verona, el cuerpo se hallase en la vía del sentido contrario?
Y tercero, por qué la prensa y los autoridades se dieron tanta prisa en cerrar
el caso como si de un accidente se tratara? La clave a todos los interrogantes
era la identidad del muerto y su papel durante la Gran Guerra.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Andrea Graziani (Bardolino, 1864) inicia muy joven su carrera
militar. En 1882 ya es subteniente, participa en la expedición de
Eritrea de 1887 y en 1904 ya es docente en la Scuola di Guerra. Por sus
servicios en el rescate del terremoto de Messina y Reggio Calabria (1908)
recibe una condecoración. Coronel en 1914, es ascendido a Mayor-General antes
de la guerra y durante la misma comanda las brigadas Jonio y Venezia en la Val
Sugana y la división 44ª en Pasubio durante la Strafexpedition austrohúngara. A
partir de marzo de 1917 su fama aumentará con el mando de la 33º en el sector
del Carso. Definido por sus propios compañeros de 'durísimo, inquieto,
autoritario y poco propenso a dar importancia a las pérdidas humanas', Graziani
hace honor a sus referencias. Del 23 al 26 de mayo todas las operaciones de la
33º consistieron en localizar en la tierra de nadie a los soldados que se
habían rezagado en los ataques anteriores y dispararles con total impunidad. No
era la primera vez que recurría a esta 'justicia' ni sería la última. Tras el
desastre de Caporetto y a fin de 'conducir con orden' la retirada es nombrado
Ispettore Generale del Movimento di Sgombero el 2 de noviembre de 1917. Será el
encargado de coordinar el repliegue del ejército italiano tras el Tagliamento y
más tarde tras el Piave. Graziani no ahorrará energías -ni ejecuciones- en pos
de su objetivo. Cumplirá a la perfección su cometido. Nombrado el 2, al día
siguiente fusila sumariamente al artillero Alessandro Ruffini por 'llevar un
cigarrillo en la boca mientras marcha y mirarlo mal a su paso'. La atrocidad
del caso Ruffini será tal que la prensa lo rescatará en 1919. Ruffini será el
primero de los casi sesenta soldados y ciudadanos que Graziani ordenará fusilar
en solo 13 días, del 3 al 16 de noviembre de 1917. El <i>Generale fucilatore</i>
recibirá como premio a su lealtad y 'buen hacer' el mando de la división
checoslovaca en mayo de 1918. Su casillero tampoco quedará a cero. Ocho serán
los voluntarios checoslovacos del ejército imperial fusilados por la espalda.
Acabada la guerra, en enero de 1919 se retira y 1927 es promovido a General de
Cuerpo de Ejército. Con el advenimiento del fascismo, y su obvia adhesión, el
régimen le concederá un cargo menor pero adecuado a sus méritos. Su
consideración de patriota seguirá sin mácula hasta su muerte.</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La muerte de Graziani fue sorpresiva, pero en ningún caso
misteriosa. El mismo de día de autos la policía ya sabía las causas de la
muerte y, por supuesto el móvil. No hacía falta mucha astucia para saber que a
Graziani lo había matado la guerra, o mejor dicho, su sanguinaria y gratuita
represión durante la guerra. La venganza guió al sujeto o sujetos que arrojaron
a Graziani del tren. Parece que antes le propinaron una buena paliza, pero
tampoco es seguro. La policía, pero sobretodo el regimen, taparon el asunto. No
interesaba que la guerra y sus 'vendettas' tuvieran una publicidad que no fuera
ciego patriotismo. Por que publicitar que a un general laureado le habían dado
una paliza y luego lo habían tirado del tren? Como era posible que en la nueva
Italia, renacida tras la Gran Guerra, se matasen a los héroes? <o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Atrás quedaba la campaña que inició el diario <i>Avanti!</i> en
1919 para reivindicar a los soldados que habían sido impunemente fusilados por
una justicia militar basada en el abuso y en una estructura caduca y elitista
de mando. En agosto de 1919 el diario socialista sacó a la luz el caso Ruffini.
Rescató a testigos del caso y mostró la triste arbitrariedad de la guerra y de
los mandos. Incluso el general al mando del regimiento envió una carta alabando
la actuación de sus hombres durante el repliegue... !!! La conclusión era
clara: Ruffini había sido ejecutado por capricho, por una arbitrariedad más de
un general que regía sobre la vida y la muerte por el impulso del capricho y de
su albedrío tornadizo. Graziani expuso sus cartas. Envió una carta al <i>Avanti!</i>
que fue publicada donde exponía sus altas motivaciones siempre amparadas por el
bien de la Patria. La campaña duró unas semanas. El caso Ruffini era uno de
cientos. Y sería un familiar o amigo de esos cientos quién se cobraría la
justicia apeando al general del tren.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Fuentes:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.bardolinoalpini.it/pagina/andrea-graziani-generale-aperta-discussione">http://www.bardolinoalpini.it/pagina/andrea-graziani-generale-aperta-discussione</a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.centrostudiluccini.it/pubblicazioni/materiali/19/loverre.pdf">http://www.centrostudiluccini.it/pubblicazioni/materiali/19/loverre.pdf</a></div>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-40457921328466817162013-04-05T10:28:00.000-07:002013-07-26T06:58:59.219-07:00Ética protestante en la prensa ilustrada alemana de Gran Guerra: Schwormstädt y el Leipziger Illustrierte Zeitung<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/s_zps09ff3d76.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/s_zps09ff3d76.jpg" width="505" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-align: justify;">La biografía profesional de Felix Schwormstädt tiene tres etapas claramente definidas: una doble trayectoria en la Norddeutschen Lloyd como publicista gráfico, un breve periplo como profesor de arte en la Bauhaus de Weimar y una prolífica carrera como ilustrador y dibujante en la prensa gráfica de la época. Estilísticamente el periodo que dejó menos impronta en su obra fue su paso por la Bauhaus. En cambio, sus plakate o carteles de motivos náuticos para la compañía naviera así como las múltiples crónicas ilustradas que realizó para la prensa durante los años de 1914 a 1918 forjaron y pulieron su peculiar estilo. </span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Académicamente Schwormstädt suele ser clasificado como <i>Marinemaler</i> o pintor de motivos náuticos y marítimos. Alternó la ilustración de libros juveniles con otros trabajos gráficos, pero el grueso de su producción, compromisos a banda con la Norddeutschen Lloyd y posteriormente con la Hapag (Hamburg-Amerikanische Packetfahrt-Actien-Gesellschaft), tuvieron casi siempre una temática marinera. Faceta que luego explotaría en la representación gráfica de la Gran Guerra para el Leipziger Illustrierte Zeitung, una de la publicaciones ilustradas más prestigiosas de la época. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Es muy probable que su contacto artístico con el mar procediese de su ciudad natal (Hamburg). Su temprana vocación lo llevó primero a la Staatlichen Akademie der Bildenden Künste de Karlsruhe y luego a la Münchner Kunstakademie para completar sus estudios de la mano del profesor y artista Carl von Marr, de quién heredó el dominio magistral de la luz del retrato como expresión máxima del sentimiento humano. El estilo postimpresionista de Schwormstädt y su habilidad natural para el dibujo convencieron a Von Marr. Le proporcionó sus primeros contactos (y encargos) en la industria editorial que con el tiempo y su merecido caché le abrieron las puertas al selecto grupo de los ilustradores y dibujantes de prensa.
Trabajar como ilustrador para un diario o publicación gráfica era uno de los sueños de la mayoría de artistas de la época. La prensa como medio de comunicación de masas en auge proporcionaba una remuneración fija y cuantiosa para una profesión no siempre bien remunerada, sino que – y lo más importante- aseguraba al artista una gran visualización de su obra, otra de las grandes carencias de su oficio. El creciente prestigio de Schwormstädt le permitió alternar encargos de prensa, del mundo editorial y del naciente arte de la publicidad. La Norddeutschen Lloyd contrató sus servicios para explotar comercialmente sus lujosos transatlánticos lo que le permitió unir su arte a su pasión por el mar. Schwormstädt jamás ‘abandonó’ el mar, aunque la mayoría de dibujos o ilustraciones no tuviesen como temática el mar océano o lo náutico. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A principios del siglo veinte ya estaba considerado uno de los ilustradores de prensa más famosos de Alemania y, sin duda, el mejor de la Illustrierte Zeitung (Leipziger Illustrierten Zeitung), la decana de las publicaciones ilustradas alemanas y una de las más importantes. Al estallar la contienda, Schwormstädt se volcó de lleno en el esfuerzo gráfico de guerra. La periodicidad del Illustrierte y la incesante lista de sucesos y notícias le obligaron a establecer un protocolo en la cobertura informativa. Como el resto de dibujantes e ilustradores de prensa, Schwormstädt alternó el dibujo de salón a partir de fotografías, croquis y demás, con la toma de notas y cobertura de la noticia in situ. Schwormstädt no se prodigó en exceso con el trabajo de campo. Prefirió el calor de la redacción o de su propio estudio a la expuesta intemperie de la trinchera o de la retaguardia, aunque el propio Illustrierte realizó un reportaje de uno de sus viajes al frente con fotografías del artista junto con algunos de sus dibujos.</span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Dibujos y frentes</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Schwormstädt retrató la guerra desde todos los frentes con resultados dispares. Ilustró todo tipo de episodios y sucesos, aunque las operaciones terrestres no fueron sus mejores obras. Los encargos los marcaba el diario, el interés del gran público y especialmente la actualidad. El de Hamburgo, sin embargo,intentó en todo momento que sus predilecciones coincidiesen con el encargo. Para ello aprovechó algunas de las operaciones submarinas y aéreas más destacadas para volver a su terreno preferido: el estudio. A diferencia de las 'terrestres', sus ilustraciones de temática naval o aeronáutica desprendren un estilo mucho más cuidado, sereno y con una gran carga ideológica. Ello no significa que algunas representaciones 'terrestres' no tengan una gran calidad artística y un contenido claramente propagandístico. Pero las navales y aéreas desprenden un aire mucho más estudiado. Se reflejan los detalles faciales, la gestualidad de los movimientos y se incluyen una serie de actores que delatan la intención del documento. Por contra, los cuadros de escaramuzas y batallas de infanteria (vs. Mulhouse, Frente oriental, etc.) tienen una función más folletinesca y complementaria. Todas las ilustraciones tienen un claro componente documental. Pero en los 'estudios' navales y 'zepelinescos', a banda de este inherente rasgo informativo, subyace un evidente espíritu propagandístico y moral. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Dibujante meticuloso y perfeccionista, las escaramuzas y los ataques a la bayoneta no consiguieron la misma fuerza visual que sus misiones de observación y vigía en el Atlántico norte o bordo de un zepelín en los cielos de Flandes. Gran observador y mejor retratista, sobresalía en la descripción del <i>momentum</i> propio del estudio. La secuencia o la acción vertiginosa no eran su fuerte, no porque careciese de la técnica necesaria sino porque era un especialista en captar el espíritu de la escena. Para Schwormstädt, el instante previo al lanzamiento de un torpedo, la tensión en el puente de un destructor o el avistamiento de un caza desde la cabina de un zepelin representa la unidad en cuanto a acción y significado. </span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Bayonetas <i>feuilletonescas </i></b></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">De las ilustraciones que hizo Schwormstädt para el Leipziger Illustrierte Zeitung las ilustraciones dedicadas a la infantería o a los escenarios de la guerra 'terrestre' son los más abundantes. La mayoría detalla escenas de refriegas y combates de una gran expresividad visual pero de una escasa factura artística. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En este sentido es paradigmático el caso de </span><i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Die erbitteten Kämpfe im Argonner Wald 1914</i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> (Lucha feroz en el bosque de Argonne). </span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/1319269718_ab1f_zpsc8fc215f.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="539" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/1319269718_ab1f_zpsc8fc215f.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El subtítulo de la ilustración detalla los combates que libraron los alemanes para avanzar 'paso a paso' por la espesura de bosques y matojos narrando la dura resistencia que plantaron los franceses ante tal avance. La breve descripción apenas complementa la ilustración que de por sí explicita la dureza y ferocidad de los combates que tuvieron lugar en el sector de Argonne a finales del verano 14. Con una innegable expresividad visual, Schwormstädt describe al lector/espectador la dureza de los combates bajo el socorrido -y siempre efectivo- recurso del ataque cuerpo a cuerpo con la bayoneta calada. Busca impresionar al público con una 'narración' épica basada en el heroismo y en la lucha sin cuartel expresada con los gestos de desesperación y de fuerza sobrehumana empleadas en la derrota o en la resistencia del enemigo. Destaca el hecho de que todos los combates mantenidos entre las 'parejas de baile' se libran o bien con la culata del fusil o con la bayoneta a modo de estilete. Documentalmente la escena no presenta más novedades que la de una carga de infantería contra las posiciones francesas en un sector del Argonne. Estilísticamente, la escena no presenta un gran derroche de recursos excepto la gestualidad facial de corte caricaturesco de algunos soldados, como los dos que aparecen en primer plano, juntamente con las dos parejas de soldados en plena lucha en la segunda línea compositiva. Más allá de estos dos polos de atracción, el resto de la escena se diluye en una lucha coral sin ningún tipo de valor más que el de servir de marco boscoso. Como en la mayoría de reproducciones de la época la ausencia cromática se solventa con un difuminado sobre fondo en verde para completar el contexto boscoso. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Pura función documental, con leves toques de heroica. Justo lo que buscaba el espectador de la época. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Misión informativa y resolución técnica prácticamente idéntica a la anterior presenta <i>Auffahrende Artillerie unter feindlichem Feuer</i> (Marcha apresurada de una bateria artillera bajo el fuego enemigo). </span></div>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/OrmFeuer_zps2b20d5e6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="459" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/OrmFeuer_zps2b20d5e6.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De gran expresividad visual con una secuencia bastante lograda y buen orden compositivo se desarrolla en marco paisajístico más bien pobre. La función, como en el caso del Argonne Wald, es totalmente informativa, sin apenas o nulos elementos de propaganda. Caso muy similar es el Nachgefecht im Mülhausen (Combates nocturno en Mülhausen).Gran expresividad, poca o nula definición artística y un carácte eminentemente de <i>fouilleton</i>. </span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>LZ 38</b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/z_328b8906_zpsa5139614.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="217" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/z_328b8906_zpsa5139614.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Schwormstädt alternó para el Illustrierte encargos informativos con otros claramente propagandísticos. Combinó a la perfección la función política de las ilustraciones con una concienzuda documentación y el resultado fueron piezas de exquisita ejecución técnica y de gran valor artístico. Para la serie del zepelín LZ 38, como en casos anteriores, trabajó a partir de notas, croquis y fotografías. Las dos acuarelas publicadas representan una de las seis misiones que realizó entre el 29 de abril y el 31 de mayo de 1915 antes de que fuese destruido el 7 de junio en su base de Evere, cerca de Bruselas. </span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/NightRaidaboardLZ3802_zps7747b7e0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="436" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/NightRaidaboardLZ3802_zps7747b7e0.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<i style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-align: justify;">Ziel: England ! </i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; text-align: justify;">(Objetivo: Inglaterra) muestra dos conceptos clásicos del Schwormstädt propagandista: tensión ambiental y un estudiado sentido del deber. </span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El activismo de sus ilustraciones bélicas (también las hay de retaguardia, confraternización y cotidianeidad) cumplen una doble misión. Demostrar al público alemán la dureza de la guerra y evidenciar un patriótico sentido del deber y la eficiencia. La propaganda de autoconsumo presenta al soldado o marino alemán desempeñando su labor con una devoción patriótica que liga perfecfamente con el ideario militar alemán de rigor, marcialidad y autosacrificio, conceptos muy presentes en la ética protestante de raíz luterana. Se podría pensar que los dibujantes y artistas del resto de naciones en lucha también abusaron de tales recursos, y en parte es cierto. La diferencia con Schwormstädt, no obstante, fue que alternó el sacrificio y el deber con la recompensa terrenal de inspiración luterano-calvinista firmemente arraigadas en la sociedad alemana de principios de siglo XX. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Marco ideológico a banda, <i>Ziel: England !</i> de 1917 presenta tres elementos formales que se repiten en la obra política de Schwormstädt: una atmósfera tensa y marcial; la figura impertérrita de un oficial con pose de mando y una tripulación diligente que simboliza el sacrificado sentido del deber. El artista congela el tiempo y disecciona el instante. Sitúa a los personajes a modo de epifanía bélica y les otorga una misión clara y definida. La escena no defrauda al espectador. Le proporcionan una estudiada (y deseada) representación del deber patriótico.
La primera de las dos acuarelas, la de la cabina de mando con el capitán (Hauptmann) Erich Linnarz, presenta al piloto (segundo por la izquierda) en posición de extrema concentración, a los dos ojeadores (primero y tercero por la izquierda) en tensión por la posible llegada de aviones de caza o por la cercanía del objetivo y un cuarto miembro de la tripulación que vuelve a la cabina después de alguna tarea de mantenimiento o de vigía en la escotilla superior del zepelín. El deber y la profesionalidad de la tripulación gira entorno al propio Linnarz que ofrece al espectador una imagen de control total, con la vista hacia el lugar que ha señalado uno de los ojeadores y la intención (con altavoz en la mano) de ordenar el lanzamiento de las bombas o alguna maniobra. El rigor y la seguridad que emanan de la escena proporcionan al espectador una evidente creencia en el éxito de la misión y por ende en el triunfo final en la guerra. </span></div>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/0409zepp_zps8a1fe5e9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="448" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Schwormstaedt/0409zepp_zps8a1fe5e9.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La segunda acuarela sobre el LZ 38 ahonda en los contenidos e ideas que presenta la 'cabina de mando de Linnarz'. Aparecen otros cinco miembros de la tripulación, dos ametralladores en la parte derecha con sendas miradas de preocupación e inquietud por la posible llegada de cazas enemigos. Mientras que los otros tres componentes llevan a cabo tareas de mantenimiento en los motores del zepelin. Schwormstädt vuelve a plantear en esta escena la dualidad entre el rictus firme y severo de los ametralladores con su vigilancia y la cuidada y pausada hacendosidad de los operarios que engrasan la maquinaria. Otra vez confluyen el deber y la serenidad. Se persigue ofrecer al espectador una sensación de tranquilidad y firmeza en el cometido bélico.
Mención especial merece, en ambas ilustraciones, el escrupoloso detallismo con el que Schwormstädt retrata los interiores del zepelín. A diferencia de los 'obras terrestres' de crónica, no tanto las de confraternización o cotidianeidad, el autor persigue de una descripción y detalle al milímetro. Conocedor del valor expositivo de las ilustraciones, del gran altavoz (el Leipziger Illustrierte) y el público al que se dirige se esmera con total dedicación e información a mostrar una escena única y real. Desde el propio semblante de Linnarz, pasando por el vestuario y la propia estructura y armazón del zepelín, el de Hamburgo no ahorra en un realismo que a momentos recuerda a Matania.
Junto con la seguridad, el rigor y un sentido del deber fuera de duda, los protagonistas de los estudios bélicos de Schwormstädt poseen una enorme determinación. En este caso, la mirada decidida de Linnarz fija en el objetivo desprende un halo de creencia absoluta en la victoria final. Esta incuestionable convicción en el triunfo personificada en los mandos se repite a lo largo de toda la producción propagandística de Schwormstädt, especialmente en sus series navales.</span></div>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Continúa en: </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ética protestante en la prensa ilustrada alemana de Gran Guerra: Schwormstädt y el Leipziger Illustrierte Zeitung (II)</span>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-18116912154882509322013-02-16T03:26:00.000-08:002018-01-05T08:11:42.924-08:00Sopwith Camel f. 1 deconstruido: luces y sombras de un mito<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs1jPlEETN3AK76gtDj0CubCkMeWvEOyttuywKueJUpQEk27qjsqCO10HWKP1dliTJDwQ3fNDcgYtcYS5O_1-pvAJoVqMFzOJoDmbk9IUyMoo2Ay4s-MEmGI5JoYZhtS_YszTEugxb8j0/s1600/Camel+f.+1.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="969" data-original-width="783" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs1jPlEETN3AK76gtDj0CubCkMeWvEOyttuywKueJUpQEk27qjsqCO10HWKP1dliTJDwQ3fNDcgYtcYS5O_1-pvAJoVqMFzOJoDmbk9IUyMoo2Ay4s-MEmGI5JoYZhtS_YszTEugxb8j0/s640/Camel+f.+1.jpeg" width="516" /></a></div>
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La guerra aérea durante la primera contienda mundial desprende un irrestible halo de romanticismo. Un aire de leyenda repleto de historias de duelos al alba, códigos caballerescos y maniobras imposibles. Ball, Richthofen o Nungesser ocupan un altar especial en la historia de la aviación como coparon en su época los medios que los encumbraron como los nuevos ícaros. La épica, sin embargo, fue más prosaica. Muchos despegaron en pos de la gloria aunque solo unos pocos entraron en el Olimpo. La mayoría se precipitó al abismo de una temprana muerte.</span></div>
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La atracción que todavía despiertan los ases de la Gran Guerra no responde únicamente a las muescas de sus carlingas o a su impresionante aunque suicida coraje. Los temerarios pilotos se enfrentaron contínuamente a los desafíos de la técnica y al dominio de unos aparatos que no siempre respondían a las expectativas bélicas. Muy a menudo, su pericia no solo los salvaba de una muerte segura sino que proporcionaba a los diseñadores una información vital para los futuros prototipos. De la fructífera relación entre ciencia y técnica y los impredecibles avatares de la guerra nació uno de los mejores cazas de la Primera Guerra Mundial: el Sopwith Camel F.1.</div>
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El atentado de Sarajevo cogió desprevenida a la aviación militar. Los tambores de guerra sonaron con las fuerzas aéreas por nacer. Los pocos escuadrones existentes eran unidades adjuntas a los ejércitos terrestres que apenas cubrían funciones de observación y fotografía. Las razones para tal situación eran un lento desarrollo de la ciencia aeronáutica pero muy especialmente la obtusa o nula visión de los Altos Mandos respecto a sus potencialidades. La ceguera, no obstante, duró poco. Los episodios de Mons y Le Cateau a finales de agosto de 1914 y la batalla de la Marne a inicios de septiembre evidenciaron la importancia de la aviación como herramienta primordial para la estrategia. </div>
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Alemanes, franceses, británicos y en menor medida, rusos y turcos se pusieron manos a la obra. Los italianos lo hicieron en 1915. Se crearon cuerpos específicos, sino los había, y comenzaron a reclutarse mecánicos, y sobretodo pilotos para las nuevas fuerzas aéreas. Proliferaron los campos de instrucción, y los pioneros del aire pasaron por las aulas, bien como alumnos o profesores. La guerra acceleraba la revolución aeronáutica.</div>
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La contienda proseguía voraz y los vuelos de observación se tornaron imprescindibles para cualquier tipo de decisión táctica. Los informes proporcionaban datos sobre las posiciones enemigas, trincheras, rutas de abastecimiento, depósitos de munición y lo más importante: sus posiciones artilleras. El conflicto mutaba y la lucha cuerpo a cuerpo se trasladó a las nubes. </div>
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Entre mediados y finales de 1915 hubo un cambio de paradigma. Ya no era suficiente con derribar balones de observación, situar movimientos de tropas enemigas o bombardear nudos ferroviarios. Era preciso dominar todo el espacio aéreo para cegar la observación enemiga obstaculizando movimientos de tropas y abastecimientos. De la lucha por mantener los cielos libres surgió la caza aérea que consistió en localizar y abatir el mayor número de aviones enemigos. A medida que avanzaba el conflicto, evolucionaba la aeronáutica y con ella surgieron nuevas máquinas y aviones. </div>
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Durante la contienda se crearon aviones de observación y bombarderos de mayor alcance y capacidad, pero donde se avanzó con mayor rapidez, ingenio y éxito fue en el ámbito de los aviones de caza. La mayoría de potencias diseñaron y fabricaron sus cazas, aunque algunas también optaron por importar modelos de éxito de sus aliados. Entre 1914 y 1918 surcaron los cielos europeos y asiáticos decenas de cazas de todos los tipos, formas y colores. Albatros, Fokkers, Aviatiks, Spads, Nieuports o Sopwiths fueron los más célebres. Cada modelo nuevo buscaba superar el anterior aunque no siempre se cubrían las expectativas. </div>
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El periodo más activo de la guerra aérea se inició en 1917 y no finalizó hasta noviembre de 1918, aunque 1915 y 1916 tuvieron momentums especialmente álgidos con las celebérrimas versiones de los Eindekker de Fokker. Durante veinte meses de 'caza mayor' algunos cazas se hicieron muy famosos. En el bando alemán destacaron los modelos D de Albatros, así como los Fokker tanto el model Dr. 1 como el D VII y en el bando de la Entente sobresalieron los Spad y Nieuport franceses así como los Sopwith Camel y los S.E.5 (Scout Experimental) de la Royal Aircraft Factory. De entre todos éstos, y aunque la competencia fue dura, el caza probablemente más famoso fue el Camel -con permiso del triplano Fokker Dr. 1- aunque no por ello fuese el avión más completo. </div>
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<b>Roll of honour: letal y peligroso</b></div>
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En dieciocho meses 1.294 victorias oficiales y 3.000 oficiosas convirtieron al Camel en el caza aliado más laureado de la guerra y en uno de los más controvertidos. Pocos dudan de su condición de fuera de serie pero su fama no estuvo exenta de sombras. Mientras sus antecesores Pup y Triplane tenían reputación de dóciles, del Camel se decía que 'mataba más pilotos que el enemigo' y en parte era cierto. 413 muertes en combate por las 385 en tareas de entrenamiento demuestran que su pilotaje era ‘complicado’ debido sobretodo a su peculiar e innovador diseño. </div>
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La lograda concentración en el morro (solo en 2 metros) de la hélice, el motor, el depósito de combustible, el armamento y la carlinga con el piloto (incluido) le proporcionaba una impresionante maniobrabilidad pero lo convertían en un aparato muy inestable sobretodo en los despegues y aterrizajes. Esta paradójica combinación se debía a tres factores: un impresionante torque, una nula resistencia sobre el centro de gravedad del aparato y el efecto giroscópico propio de las hélices (el motor hace girar la hélice en un sentido, y todo el avión tiende a girar en el sentido contrario). En pleno vuelo, su impetuosidad motriz y un minúsculo timón le permitían realizar maniobras y giros extremadamente cerrados muy difíciles de emular para sus contrincantes. La cruz, sin embargo, surgía en las ascensiones y los descensos. El efecto giroscópico provocaba que en los giros a izquierda su morro se elevase considerablemente y que en los virajes a derecha se produjese el efecto contrario, descendiendo bruscamente. En este caso, sin un contratimón experto, el Camel entraba en barrena y su recuperación era muy difícil a cotas bajas. Especialmente contraindicado en novatos requería un sutil toque y una perícia al alcance de pocos. Pese a estos claroscuros, su increible maniobrabilidad y potencia de fuego contribuyeron claramente a decantar la balanza de la guerra aérea del lado de la Entente.</div>
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A banda de su exitoso periplo italiano y de algunas operaciones balcánicas, el Camel luchó exclusivamente en el frente occidental. Las primeras unidades (Clerguet de 110 CV) se destinaron para misiones de vigilancia costera y naval al 4ºescuadrón de la Royal Navy Air Service (RNAS) en junio de 1917 y, a finales de ese mes el 70º escuadrón de la Royal Flying Corps (Fienvilles) recibió sus Camel 'oficiales' con Clerguets de 130 CV. Al inicio de la ofensiva británica en Ypres (Passchendaele) su suministro se acrecentó llegando a completar totalmente los escuadrones 28, 43 y 45º de la RFC en setiembre de 1917. Tras un brevísimo período de adaptación participó activamente en Passchendaele y Cambrai, rubricando sus éxitos en 1918 con la merma del potencial aéreo alemán e interviniendo decisivamente en la ofensiva de los últimos cien días. </div>
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Gran fajador en los duelos de altura (dogfights), su innata maniobrabilidad también lo acreditaron como un especialista bajo las nubes. Bombardeo de instalaciones ferroviarias y nudos logísticos, eliminación de blockhaus y trincheras especialmente fortificadas, así como el hostigamiento de refuerzos fueron algunos de sus objetivos terrestres. El F.1 era duro de pelar a 6.000 pies, pero a trescientos metros y armado con dos Vickers o Lewis de 7.7 mm más cincuenta kilos en bombas era mortífero. Cambrai fue su bautismo de fuego y el crisol donde se forjaron sus posibilidades terrestres.</div>
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El vuelo a baja altura requería, no obstante, de una perícia excepcional. Las revoluciones no eran muy altas y cualquier giro brusco requería una mano diestra. Pocos se atrevían a bajar por debajo de los cien pies. Solo el objetivo de neutralizar una posición terrestre o zafarse de algún enemigo con giros y contragiros muy cerrados obligaban a ello. Precisamente en estos se registraron algunos de los episodios más increíbles del Camel como los duelos entre Brown y Von Richthoffen, Billy Barker y Frank Linke-Crawford o las hazañas de MacLaren o Collishaw entre otros. </div>
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<b>Forjando una leyenda</b></div>
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Cuando las autoridades británicas contactaron con Thomas Sopwith para un nuevo prototipo de caza, le pidieron –o más bien le suplicaron- un avión capaz de hacer frente a los halcones alemanes. Durante la fase inicial, Sopwith como Fred Sigrist y Harry Hawker (piloto de pruebas) se percataron de que el nuevo modelo no podría ser una simple adaptación del Pup. Las mejoras del Triplane en cuestiones como el diseño de los planos (alas) y la distribución de peso y la resituación del centro de gravedad ofrecían grandes posibilidades para un nuevo biplano. Los diseñadores Smith y Ashfield descubrieron que la concentración en apenas dos metros (y coincidiendo con el centro de gravedad del aparato) del motor, el tanque de combustible, la carlinga y el propio piloto mejoraban increiblemente la maniobrabilidad del caza. Mucho se ha discutido sobre la semejanza en los modelos Pup y Camel, pero la verdad es que, a pesar de sus orígenes comunes, fueron aparatos con grandes diferencias, tanto en pilotaje como en rendimiento. Ambos eran soberbios, pero mientras el Pup era una ‘montura fiel’, el Camel era un ‘Mustang’ indomable con una potencia de fuego brutal. </div>
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<b>Cuatro versiones, un solo espíritu</b></div>
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Sopwith desarrolló cuatro versiones del Camel diferenciadas por el motor, el diseño de los planos y el armamento instalado. Los prototipos fueron surgiendo con el desarrollo de las pruebas, pero las cuestiones relativas a la fabricación de los motores fueron decisivas. La imposibilidad de que un único fabricante abasteciese toda la producción de los motores implicó que se ensamblasen diferentes plantas motrices para cubrir la imperiosa demanda del nuevo aparato. </div>
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La primera versión (F.1) que voló a finales de 1916 lo hizo con un Clerget 9Z de 110 CV. Posteriormente lo hizo con otro Clerget de 130 CV; dos Le Rhône de 110 y 180 CV; dos Gnôme de 100 y 150 CV y finalmente dos Bentley, ambos de 150 CV aunque con diferencias en la comprensión. </div>
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La principal novedad del siguiente prototipo F.1/1, conocido por 'Taper Wing Camel', a parte de montar un Clerget de 130 CV, radicaba en el diseño de las alas. Ambas tenían las puntas romas y el montaje entre planos aportaba un mayor encordado para reforzar la estabilidad de un aparato de notable brío. </div>
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El tercer modelo, el F.1/2, es un absoluto misterio del que se desconocen sus especificaciones técnicas, así como las diferencias respecto a los otros modelos. El último prototipo fue el F.1/3 o 2F.1, dependiendo del autor. Probado con éxito en marzo de 1917, incorporó dos motores, un Clerget 9B de 130 CV que se destinó a la RFC (luego RAF) y un Bentley Rotary 1 que se ensambló en los modelos destinados para el Almirantazgo (RNAS) en mayo de 1917. Los modelos destinados a la Marina adaptaron su denominación a las series N517 y N518. </div>
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El desarrollo de cuatro Camels en seis meses se debió a las enormes posibilidades que ofrecía el aparato. La apuesta en firme por un caza más potente y más mortífero respondían a la necesidad del Alto mando de destronar a los alemanes del dominio aéreo y ofrecer una esperanza a sus pilotos después del ‘Bloody April’. Conscientes del ambicioso proyecto, las autoridades concedieron numerosas licencias de fabricación para poner los máximos aparatos lo antes posible en el aire. Las primeras 50 unidades fueron producidas por la Sopwith (B6330-B6379) y destinadas a la RNAS, mientras que la primera licencia se otorgó en mayo de 1917 a la Ruston Proctor & Co. que fabricó 250 unidades para la RFC. Ambas compañías fueron incapaces de cubrir la demanda por lo que el Gobierno británico cedió otras licencias a la Beardmore; Boulton and Paul, a la British Caudron; Hooper & Co e incluso a la Nieuport & General Aircraft. Se calcula que durante dieciocho meses de guerra se fabricaron cerca de 5.700 Camels, aunque hay fuentes que hablan de un número superior.</div>
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<b>El rugido del motor</b></div>
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Siguiendo las recomendaciones de Sopwith sobre la potencia óptima, los primeros contratos especificaban que las plantas motrices (motores) fuesen Clergets o Le Rhône de 130 CV, aunque esto no fue siempre respetado. Sopwith se decidió por ensamblar motores rotativos (los cilindros giraban en torno a un cigüeñal inmóvil) porque se enfriaban con mayor facilidad y evitaban los temidos sobrecalentamientos. La decisión de ensamblar rotativos no evitó que los Camel tuviesen problemas motrices, sobretodo con los Bentley, considerados de peor factura que los franceses. Los Bentley adolecían de contínuas roturas en los resortes del motor y de bombas de aceite poco fiables. Pero los Clerget de 130 CV tampoco resultaron ser infalibles. El diseño de los pistones y su sobrecalentamiento produjeron numerosas averías que no tuvieron, sin embargo, los motores Le Rhône. </div>
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Los rotativos solían ser motores muy fiables, pero ello no impedía que la fuerza centrífuga producida por el giro de los cilindros y su peso dificultasen algunas maniobras del Camel. En los giros a contramotor, la brutal resistencia se intentó mitigar con una doble rotación cilíndrica que se abandonó por el excesivo aumento de peso. El Clerget como el Le Rhône era muy brioso lo que unido al poco peso del avión y a la concentración de carga en el morro le daban una inusitada pero difícil maniobrabilidad. Cecil Lewis hablaba maravillas del Camel pero reconocía que se necesitaban muchas horas de vuelo para dominarlo. </div>
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Por lo que respecta al motor, es sorprendente que el Camel aun estando a años luz de sus coetáneos Spad XIII y S.E. 5, equipados con el preciado Hispano-Suiza de 150 CV, presentase una hoja de servicios claramente superior a sus dos colegas. </div>
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<b>De alas y gibas</b></div>
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El Camel era un caza muy compacto, no por la lograda concentración de peso en el morro, sino por un carenaje sólido que le proporcionaba a la parte delantera un aspecto muy recio y robusto. La morfología resultante de elevar las ametralladoras a una especie de repecho desde la carlinga le proporcionó su rasgo más distintivo y su curiosa nomenclatura, <i>Camel</i>, por un piloto de pruebas de Martlesham Heath. La pequeña <i>giba</i> donde se instalaron las dos ametralladoras proporcionaba al piloto mayor visibilidad y control de tiro sobre el objetivo, así como una excepcional comodidad de cara al duelo. El carenaje que cubría el motor era de aluminio, pasando a ser de contrachapado por la parte de la carlinga. El fuselaje, como la gran mayoría de aviones del momento, lo formaban secciones cuadrangulares de madera, recubiertas de lona, y unidas entre sí con alambre de acero.</div>
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El diseño de las alas también condicionó la evolución de los Camel. Diseñadas en principio con el mismo diedro (ángulo), cuestiones relacionadas con la producción hicieron que Fred Sigrist desaconsejara tal opción. Siendo el plano superior de una sola pieza se recomendó que fuese totalmente plano, mientras que el ala inferior se fabricó en dos secciones y ensambladas con un diedro de cinco grados lo que dio al Camel su peculiar diseño y una gran aerodinámica. A pesar que posteriormente el plano superior se fabricó en tres secciones, su diedro se mantuvo totalmente recto.</div>
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Otra de las modificaciones que sufrió el plano superior durante la evolución del caza fue la apertura de dos secciones longitudinales por encima del piloto. Mucho se ha especulado sobre el porqué de estos orificios, pero la mayoría de especialistas opinan que se idearon para proporcionar al piloto una mayor visibilidad en el plano superior durante un combate. Se arguyeron cuestiones aerodinámicas pero lo más plausible es que fuese para lo primero. </div>
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<b>Carlinga</b></div>
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En el modelo F.1/3 o 2F.1 –el oficial-, las carlingas estaban aparejadas con un tacómetro, un altímetro, un compás, el indicador con la presión del aceite, un velocímetro y un cronógrafo. En los modelos que se destinaron para la patrulla costera y la vigilancia nocturna, a banda del equipo corriente, se introdujeron baterías para iluminar todos los indicadores asi como luces de posición. En algunos casos también se colocaron radios de corto alcance.</div>
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<b>Armamento</b></div>
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Otra de las novedades del Camel fue su impresionante potencia de fuego. La mayoría de los modelos incorporó en su <i>giba</i> dos ametralladoras Vickers de 7.7 mm que disparaban a través de la hélice con sincronizadores Sopwith Kauper 3 al principio, y posteriormente con Constantinesco Clay CC. Gran parte de las miras telescópicas instaladas enfrente de la carlinga eran Aldis, aunque con el tiempo se incorporaron miras con círculos concéntricos. La munición de los primeros Camel era cargadores Vickers de 500 balas, pero solían congelarse a gran altitud produciendo encasquillamientos indeseados. El problema se resolvió con la disposición de munición en cinta en vez del tambor. Pero no todos los Camel iban armados en su giba, algunos incorporaron dos ametralladoras Lewis, también de 7.7 mm, en ala superior con mira telescópica Norman y sobre una estructura Foster. En misiones de bombardeo, el Camel también podía llevar bombas con un peso máximo de 50 kg. </div>
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<b>Epílogo</b></div>
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El Camel fue un caza excepcional con un diseño muy novedoso – sobretodo por su estudiada carga aerodinámica -, una potencia de fuego impresionante y una versatilidad fuera de lo común. Poseía, sin embargo, otras características que mermaban enormemente su potencial como caza. Montaba un motor no siempre fiable ni excesivamente potente y tenía de graves problemas de estabilidad. Con estos datos resulta ciertamente extraño que un aparato con semejantes pros y contras acabase distinguiéndose como el mejor caza aliado de la Gran Guerra. La conclusión que resta en este análisis es que no siempre la máquina determinaba el éxito o no de sus misiones, sino que en este caso como en muchos otros, véase el ejemplo del Albatros D.V, la perícia de los pilotos sobresalía por encima de las capacidades del artefacto. Ello nos lleva a concluir que los pilotos, a banda o no de sus victorias, fueron verdaderos héroes del aire a lomos de monturas no siempre infalibles y eficaces.</div>
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<b>Fuentes</b></div>
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Las fuentes son el Camel son múltiples en formato y en número. </div>
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Especialmente útil me ha sido el artículo de uno de los mayores y mejores especialistas en el Camel, John M. Bruce. <i>Sopwith Camel</i>, en <a href="http://www.flightglobal.com/pdfarchive/view/1955/1955%20-%200527.html" target="_blank">Historic Military Aircraft n. 10, part. I-II, april 1955</a>. pp. 527-532, 560-563.</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
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También se han consultado las monografías especializadas:</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
Franks, Norman, <i>Sopwith Camel aces of the World War I</i>. Osprey, 2003.</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
Guttman, Jon. <i>Sopwith Camel vs Fokker Dr. I</i>. Osprey, 2008.</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
Kozent-Kielisnki, Edward. <i>Sopwith Camel</i>. Kagero, 2003. </div>
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Para profundizar en las unidades o escuadrones de Camels y sus trayectorias:</div>
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<a href="http://www.theaerodrome.com/aircraft/gbritain/sopwith_camel.php">http://www.theaerodrome.com/aircraft/gbritain/sopwith_camel.php</a> </div>
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Interesante documentación gráfica en la que se adjuntan numerosos croquis, planos y diseños sobre la fabricación y producción del Camel 2F.1</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<a href="http://www.finemodelworks.com/arizona-models/reference/Thumbs/Aircraft/Great_Britain/Sopwith/Camel/Camel.html" target="_blank">http://www.finemodelworks.com/arizona-models/reference/Thumbs/Aircraft/Great_Britain/Sopwith/Camel/Camel.html </a></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
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Recomiendo también muy especialmente la consulta de los vídeos relacionados con el Camel y sus peculiaridades con el torque y el efecto giroscópico. Ambos producidos por la Historical Aviation Film Unit.</div>
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Este con un Clerget:</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=u3DXEsC4Pq8">http://www.youtube.com/watch?v=u3DXEsC4Pq8</a></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
El siguiente con un Gnome:</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=MZM1kc_N770">http://www.youtube.com/watch?v=MZM1kc_N770</a></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
Metraje con secuencias de época y que resultan muy curiosas:</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=mGOjFsohbbQ" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=mGOjFsohbbQ </a></div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-70130225685676340142013-01-10T10:39:00.001-08:002013-02-16T03:33:06.347-08:00La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (VI)<div style="text-align: justify;">
Viene de: <a href="http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2013/01/la-intervencion-italiana-en-la-gran.html">La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (V)</a><br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/24maggio1_zps9805df66.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="273" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/24maggio1_zps9805df66.jpeg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Acto V y último: 'Il Maggio radioso'</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
La rúbrica del Tratado de Londres el 26 de abril desencadenó los hechos a
velocidad endiablada. El 4 de mayo Sonnino comunicó a Viena su desvinculación
de la Triplice y Cadorna recibió órdenes de acelerar la mobilización.
Paralelamente, calles y las plazas seguían siendo un hervidero de
manifestaciones interventistas y actos en favor de la guerra, a pesar de que la
gran mayoría de la población se mantenía en una neutralidad silenciosa. Aunque
el Parlamento permanecía cerrado -no había sesión hasta el 19 de mayo- el
Consiglio no descansaba. Consciente de ello, Giolitti volvió a Roma el 9 para
conversar con Salandra y otros miembros de su gobierno sobre la veracidad de
determinados rumores sobre la entrada de Italia en la guerra.
</div>
<div style="text-align: justify;">
La tensión política iba en aumento. Mientras la mayoría parlamentaria (liberales,
católicos y socialistas) mantenía posturas claramente neutralistas, las
demostraciones de la pequeña minoria interventista subían de tono. Roma cogió
el testigo de los sucesos de Génova y los grupos interventistas, formado
mayoritariamente por estudiantes, organizaron día tras día actos -no siempre
pacíficos- en favor de la intervención.
</div>
<div style="text-align: justify;">
En la arena política, y a pesar de que no consiguió conocer de primera mano la
existencia de ningún tratado, Giolitti supo intuir cuáles podían ser los
movimientos del gobierno Salandra. Se entrevistó con el ministro del Tesoro,
con el rey y con el propio Salandra para hacerles saber que no era el momento
de entrar en guerra y que, en caso de derrota austríaca, se 'conseguiría'
igualmente parte de la lista giuliana negociando con los vencedores. En la
misma línia y sabedores de las intervenciones de Giolitti en favor de la
neutralidad, unos trescientos parlamentarios y un centenar de senadores le
mostraron su total adhesión dejándole en su domicilio sus tarjetas de visita.
Era un muestra expresa del apoyo parlamentario a la neutralidad y una muestra
de palmaria desconfianza ante las tareas del gobierno Salandra respecto a la
guerra.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El golpe de efecto del Parlamento neutralista desconcertó al gobierno y al sector
interventista. La división era cada vez más visible y aunque Salandra no
parecía inmutarse, el desconcierto dio paso a la ira y a la reacción de los
sectores autoritarios, así como a todo el interventismo radical y democrático
que empleó todas sus fuerzas para mantener a Italia en la senda belicosa. La
prensa afecta sacó a relucir todo su 'arsenal' y los máximos exponentes del
interventismo militante como d'Annunzio no escatimaron medios ni verbo para
vilipendiar y violentar a los sectores neutralistas, parlamentarios y Giolitti
incluidos.</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Agazapado tras el ruido, Salandra ultimó su jugada maestra. Ante la ausencia de apoyos y la falta de confianza en su gobierno, el 13 de mayo presentó la dimisión irrevocable de su gabinete al rey Vittorio Emanuele III. El monarca, sabedor del pacto y activo interventista, no tuvo otra opción que ofrecerle la llave del Consiglio a Giolitti, que éste rechazó.
El viejo estadista piamontés intuyó un posible acuerdo con la Entente y no
quiso verse envuelto en semejante tesitura. La historiografía posterior ha
señalado que un gobierno Giolitti podría haber dado marcha atrás en lo
concerniente a Londres, pero las mismas fuentes señalan que no se sintió con
fuerzas para luchar en dos frentes: plantar cara a la Entente y sofocar un
incendio interno con tantos pirómanos sueltos. En este punto radicó la hábil
maniobra de Salandra. Sabía que Giolitti no querría llevar a Italia a una
guerra incierta, pero que tampoco querría extenuarse en apagar la creciente
tensión de la calle. Él, en cambio, estaba en su salsa. Tiraría adelante con la
intervención en la guerra y de paso acrecentaría en control policial interno
con la excusa de la ampliación de poderes.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Los días posteriores a la dimisión del gabinete Salandra supusieron un rosario de
manifestaciones y algaradas en las principales ciudades italianas. El cénit se
decantó totalmente a Roma, donde el 15-16 de mayo se alcanzó el clímax
interventista. Que la escalada de violencia verbal y física comenzaba a ser
alarmante lo demuestra el hecho de que el propio Giolitti fuese increpado y
zarandeado por un puñado de interventistas radicales que lograron entrar a la
fuerza en el edificio del Campidoglio.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Ante la negativa de Giolitti de aceptar el encargo presidencial, Vittorio Emanuele
volvió a ofrecerle el Consiglio a Salandra. La renuncia de Giolitti dejó
huérfanos y desconcertados a los sectores neutralistas del Parlamento mientras
la ruidosa minoría interventista incendiaba la calle por la guerra y los
sectores silenciosos del neutralismo social se quedaron en sus casas. El
'partido de la guerra' -según terminología de M. Isnenghi- había triunfado. </div>
<div style="text-align: justify;">
El ruido callejero se acrecentó con la reanudación de las sesiones parlamentarias el 19
de mayo. El Parlamento, más que un órgano de soberanía popular, se había
convertido en una caja de resonancia de la nueva política de la piazza. Los
acordes de la política fatta entre adoquines resonó por todas las bancadas a
modo de amenaza y coacción. De esta forma, y como colofón a meses de tensión,
el 20 de mayo el Parlamento apoyó la decisión de intervenir en la guerra y
votar a favor de los créditos de guerra presentados por Salandra. El 24 de mayo
Italia entró en guerra con la Entente y muy especialmente contra
Austria-Hungría.</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Las 'giornate radiose di maggio' o il maggio radioso', tal y como las describió
d'Annunzio, significaron una de las grandes cesuras de la historia de la Italia
del siglo XX. La teoría del 'golpe de estado' ha surgido en numerosas ocasiones como explicación para describir el proceso político e institucional que culminó en mayo de 1915 con la entrada de Italia en laQue las negociaciones con la Entente fuesen secretas, que hubiese incluso miembros del propio gabinete Salandra que no estuviesen informados o
que -más grave aún- no se informase en ningún momento a la oposición de los
tratos con los aliados denota una falta extrema de pulcritud democrática que
acabaría lastrando el sistema político italiano en 1922. Sin embargo, lo que sí
significó un cambio en la vida política italiana fue la aparición de una nueva
forma de hacer política. Una política más gestual que teórica, que amparada
bajo el nuevo rol de la sociedad de masas usó el espacio público de la plaza y
la calle para edificar una alternativa a la política oficial. La piazza se
convirtió en el ágora desordenada donde intelectuales y sindicalistas
extremistas incitaron a una parte muy definida de la sociedad liberal,
estudiantes universitarios sobretodo, para repetir y reiterar hasta la saciedad
algunos de los 'mantras' que más tarde utilizaría el fascismo en plena década
de los veinte. </div>
<div style="text-align: justify;">
Así pues, en la teoría del 'colpo di stato', a banda de figurar en el elenco de
protagonistas un sector muy concreto de políticos con extensas e indisimuladas
relaciones con elementos muy destacados del mundo de la banca, la industria y
de los medios de comunicación, se añadió el nuevo coro de representantes de una
cultura subversiva con el dogma, el sistema y las formas de la vieja política.
Lo que ignoraban los que detentaban el poder en 1915 es que siete años más
tarde su falta de visión y miopía junto a la perversión de las normas más
elementales del juego liberal les pasarían factura. La nueva política della
strada e la piazza aprovechó la crítica posguerra y las grietas del política
oficial para fagocitar lo construido en 1861.
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Fuentes:
</div>
<div style="text-align: justify;">
Isnenghi, M. et al. La Grande Guerra 1914-1918. Il Mulino, 2008.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Melograni, Piero. Storia politica de la Grande Guerra, 1915-1918. Mondadori, 1997.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Pieri, Piero. L'Italia nella Prima Guerra Mondiale. Einaudi, 1968.
</div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-40895186297243918762013-01-04T09:03:00.000-08:002013-02-16T03:33:11.718-08:00La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (V)<div align="left" class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Viene de: <a href="http://www.lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2012/12/la-intervencion-italiana-en-la-gran.html" target="_blank">La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (IV)</a></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/101-1_zpse56cd7e3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/101-1_zpse56cd7e3.jpg" width="213" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"><b>ACTO IV. 26 ABRIL 1915: ELPACTO DE LONDRES (Y CON EL DIABLO)</b>
</span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Desestimadas las negociaciones con Viena, Sonnino decidió liquidar lo que
quedaba de la Triplice por la vía rápida. Dio carta blanca a Imperiali,
embajador italiano en Londres, para que retomase y cerrase un tratado lo más
ventajoso posible con la Entente. Aunque se gestó a rebufo de algunos triunfos
militares rusos, fue precisamente Moscú quién intentó torpedear el acuerdo en
más de una ocasión. No por considerar exigua la ayuda militar italiana, sino
porque sus pretensiones chocaban de frente con parte de los acuerdos a los que
habían llegado con Italia, como el de Racconigi. Rusia consideraba que las
compensaciones territoriales de la Dalmacia, la península istriana y parte de
la costa albanesa perjudicarían a sus aliadas eslavas de Serbia y Montenegro. Y
acertó, la postura codiciosa de Italia afectó en gran medida a la confianza
generada para un nuevo <i>status quo</i> balcánico, que solo se superó con acuerdos
puntuales y concesiones como la de Rapallo en 1920. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">A pesar de las advertencias
rusas, Londres y París aceptaron el acuerdo. Sabían de la limitada
potencialidad del ejército italiano pero eran conscientes de que algunos de los
artículos del Tratado jamás se cumplirían.
Por parte italiana, la ilusa satisfacción de haber suscrito un acuerdo
beneficioso para los intereses territoriales (y coloniales) patrios cegó sus
graves consecuencias. En primer lugar, la obligación de entrar en guerra al
cabo de un mes de haber firmado el pacto, 25 de mayo de 1915, sin haber
informado previamente al Parlamento y a miembros de la oposición liberal, como
por ejemplo Giolitti. Al error de cálculo interno se unía el absoluto
secretismo con el que se llevaron a cabo las negociaciones y la exagerada lista
de peticiones que lastraron y pervirtieron la imagenItalia en el conflicto y
por la que tanto había luchado di San Giuliano en evitar.
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Curiosamente, los puntos del tratado no se conocieron hasta que la prensa
bolchevique publicó en 1917 algunos de los documentos que comprometían parte de
la política exterior rusa como medio para desprestigiar al anterior regimen
zarista. El Pacto de Londres constaba de dieciséis artículos. Los tres primeros
establecían las cláusulas que regían la participación militar italiana. Los
artículos 4º al 13º detallaban las compensaciones territoriales, incluyendo el
Trentino, el sector de la Venezia-Giulia, la Dalmacia, Albania, partes del
imperio Otomano - en caso de desmembramiento - y otros reequilibrios
coloniales. El 14º 'obligaba' al Reino Unido a conceder un préstamo de guerra
de al menos 50 millones de libras esterlinas, el 15º respaldaba la opción
italiana de negar la mediación papal en la consecución de acuerdos de paz y el
16º, y último, establecía el carácter secreto del pacto, el calendario de intervención y la negativa a que
Italia firmase la paz por separado con algunos de sus enemigos, suscribiendo de
paso el acuerdo de 5 de setiembre de 1915 que habían firmado Francia, Gran
Bretaña y Rusia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">El conocimiento del Pacto de Londres por la opinión pública comprometió
los intereses italianos y lanzó una seria duda sobre los presuntos valores
defendidos en la guerra. La fórmula de Italia pediendo y la Entente concediendo
dañó a la imagen civilizatoria de la guerra. Fue precisamente esta visión de
'mercadeo persa' la que acabó dando al traste con gran parte de la
reclamaciones italianas en Versailles. En junio de 1919, Francia se desdijo de
algunas de las peticiones 'exageradas' - atendiendo, claro, a intereses
particulares; el Reino Unido se autoexcluyó y fueron los Estados Unidos, con
Wilson a la cabeza, los que se negaron a ceder mucho de lo reclamado. Wilson
arguyó que Versailles debía iniciar un nuevo período en política internacional
y que, por tanto, no podía tolerarse que la diplomacia subterránea ni sus
pactos secretos rigiesen el orden mundial. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">La negativa aliada a ceder en gran parte de las peticiones italianas
junto a las reacciones airadas - con abandono incluido de las negociaciones -
de los representantes italianos, generó el inicio del mito de la <i>Vittoria
mutilata</i> de inspiración fascista. El clima <i>in crescendo</i> de la victoria
incompleta cimentó la creencia (y la propaganda) de que el sacrificio italiano
en la Gran Guerra había sido en gran parte traicionado. Este fue solo uno de
los efectos funestos del Pacto de Londres a nivel interno. El verdadero
cataclismo político tuvo lugar en el mayo de 1915 con la obligación de aplicar
el artículo 16º del tratado que consitía en proclamar el estado de guerra,
movilizar al ejército e intervenir militarmente en el conflicto. Firmar un
tratado fue sencillo, lo difícil sería aprobarlo por un Parlamento ignoto e
ignorado y que además era claramente neutralista. </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Los movimientos y maniobras que en mayo de 1915 lograron hacer entrar a
Italia en la guerra fueron el punto y final de una etapa no solo política, sino
histórica de Italia. La cronología política del <i>Maggio radioso</i> colocó al
regimen liberal en el 'corredor de la muerte' y significó la entrada en escena
de una nueva forma de política (y nación) completamente distinta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Continúa en: La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (VI)</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-34311647203493235102012-12-10T04:50:00.000-08:002013-02-16T03:35:01.378-08:00La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (IV).<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Viene de: </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><a href="http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2012/11/la-intervencion-italiana-en-la-gran.html" target="_blank">La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (III).</a></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><br /></b></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/fasulo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="276" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/fasulo.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><br /></b></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><br /></b></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>ACTO III. NOVIEMBRE 1914-ABRIL 1915: 'IL SACRO EGOISMO' DE SONNINO </b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><br /></b></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>DRAMATIS PERSONAE III</b> </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Sidney Sonnino</i> </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A la muerte de di San Giuliano, la cartera de exteriores pasó a Salandra, quién tras un breve interim (4 de noviembre) la traspasó a su mentor y amigo Sidney Sonnino. De padre judío (convertido al anglicismo) y de madre escocesa, Sonnino profesaba el protestantismo en una de las naciones más católicas del mundo. No fue un obstáculo para su carrera, pero jamás tuvo el carisma o la clientela de Giolitti. Por tres veces detentó el cargo de Primer ministro del Consiglio italiano, aunque ninguno de los tres períodos superase los tres meses. Más exitoso fue su cometido como ministro de finanzas y del tesoro entre los años 1893 y 1896, donde logró capear las diferentes crisis económicas del país. No consiguió sanear totalmente la economía italiana, pero la dirigió hacia una mejor adaptación a los tiempos venideros. A pesar de sus múltiples relaciones con la prensa - compaginó durante años su carrera política con el periodismo y fue el propietario de una de las cabeceras más importantes de Italia, 'Il Giornale d'Italia' - nunca destacó por su elocuencia y oratoria. Íntegro, aunque suspicaz, trabajó siempre desde la sombra y el secretismo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sonnino fue un representante destacado de la vieja derecha conservadora. Triplicista convencido, batalló para la entrada italiana en la Triplice desde 1881. Incluso desde su columna en la Rassegna settimanale rechazó algunas de la posturas irredentistas y abogó por romper el aislacionismo italiano. Su pensamiento estuvo siempre, o casi siempre, en la órbita de la Triplice. Tanto, que a primeros de agosto de 1914 reclamó a su discípulo Salandra un alineamiento claro con las Centrales. Solo los vientos de la guerra y la adopción (miope y oportunista, según Pieri) de postulados nacionalistas, le hicieron cambiar de tercio y virar hacia la Entente. El objetivo era lícito pero fallaron las formas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Muerto di san Giuliano, Salandra y Sonnino no tardaron en caer en la trampa de presentar a Italia como una oportunista. Lastraron la imagen de la República italiana y de su participación en la guerra de interesada y egoista. Se desconoce quien lo lo acuño (Salandra o Sonnino), pero la aparición y difusión en la prensa (y luego por las cancillerías) del término 'Sacro egoismo' persiguió a Italia desde el otoño de 1914 a 1919 en Versailles.
Sonnino asumió la 'lista' de di San Giuliano como dogma de fe y transformó su cartera de exteriores en maletín de vendedor de crecepelos y otros potingues. La lógica bélica, sin embargo, alteró sus planes triplicistas. Decidido a apretar (chantajear) a los austríacos, que acumulaban derrota tras derrota, se topó con la torpe miopía de la corte vienesa. Con Berchtold dimitido (o más concretamente defenestrado), Sonnino chocó con Burian, maniatado por la política inmovilista del imperio. Los rusos se retiraron de Lodz, pero los laureles pasajeros no convencieron al oscuro Sonnino, que como buen pisano era un negociante voraz. Exigió cesiones visibles e inmediatas, pero Viena recelaba de la díscola aliada. Le emplazaron al final de la guerra, pero Sonnino se impacientaba. El circo bajó el telón en abril, aunque los meses de enero a marzo de 1915 mostraron su faceta más torpe, y lo peor: anticipaban lo que ocurriría cuatro años más tarde en Versailles: impertinencia, intemperancia, impaciencia y falta de tacto. Todo lo contrario que di San Giuliano y su política de sentido común. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Il Popolo italiano</i> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El volumen y complejidad de este apartado, así como el evidente protagonismo en el desarrollo de la intervención italiana en la guerra obligan a dedicarle una entrada aparte. No obstante, y para no alterar la estructura y sentido del presente artículo se ha realizado una aproximación somera sobre la sociedad italiana en la antesala del conflicto] </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La guerra fue calando desde el inicio en todos los sectores de la sociedad italiana. Desde las clases más humildes a los círculos más influyentes, el conflicto europeo se fue introduciendo de forma ininterrumpida configurando discurso, ideología y manifestación política. En este sentido, y ajenos a la política gubernamental, se formaron -de forma más o menos organizada- dos posicionamientos respecto al conflicto. Por una parte, los contrarios a la guerra se aferraron al neutralismo, aunque con matices que iban de la neutralidad más absoluta (buena parte del socialismo) a la condicionada (el bloque católico). En el extremo contrario, los partidarios de la guerra o interventistas también se dividieron en dos tendencias paralelas, formal e ideológicamente. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En la génesis y desarrollo del neutralismo y del interventismo, el rol de la prensa y de gran parte de la intelectualidad italiana fue trascendental. La prensa enseguida tomó partido. En el bando neutralista, representado principalmente por el mundo del socialismo y del Partido socialista italiano, el diario Avanti! tuvo desde el inicio una ascendencia decisiva. Por contra, el interventismo democrático, para diferenciarlo del revolucionario o radical, tuvo en el diario milanés 'Il Corriere della sera' y en su editor jefe Luigi Albertini un paladín incansable en la lucha por su defensa. También 'Il Giornale d'Italia' de Sonnino traspuaba un indisimulado intervencionismo, al que se sumaría el beligerante 'Il Popolo d'Italia' sufragado con fondos francobritánicos y dirigido por el neoconverso Mussolini cimentando el interventismo radical de los D'Annunzio, Marinetti y co. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La intelectualidad italiana se inclinó mayoritariamente por la intervención, aunque la guerra, y los valores que en ella se enfrentaban, dividieron al heterodoxo magma que formaban universitarios, académicos y artistas. Parte de la comunidad universitaria y académica, discípula y admiradora del gran universo cultural germano, se decantó por la causa triplicista. Mientras que por causas antagónicas y sobretodo políticas, los amantes de la cultura francesa y de los valores británicos tomaron partido por la causa aliada. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El mundo del arte se sumió casi por completo en la causa interventista. Sus mayores exponentes, tanto escritores como artistas plásticos, militaron activamente en el interventismo radical, especialmente los representantes más destacados del futurismo como Marinetti, Boccioni, Edda, y otros.
El partido de la guerra, tal como definió Isnenghi, lo formaba un conglomerado amorfo de elementos de todas las clases sociales y colores políticos. Lo que hoy se llamaría movimiento transversal, tuvo en algunos políticos, periodistas, catedráticos o artistas a sus más fervientes defensores y altavoces. En este sentido, y como gran paradoja del proceso italiano, si bien la mayor parte de italianos se abstrajeron de la guerra, fue esta masa informe la que bastió el edificio ideológico para la entrada italiana en la guerra. La creación de un estado de opinión favorable a la guerra se cimentó sobre tres factores. En primer lugar, a planteamientos políticos y nacionalistas basados en las opiniones y reflexiones del mundo académico y universitario. Sobre esta base, y tomando como bandera algunos de estos postulados nacionalistas, los artistas más significados e implicados en la causa, lanzaron una campaña furibunda en pos de la intervención del lado aliado, que encontró en determinados medios el principal altavoz y plataforma para su difusión. Y por último, el partido de la guerra se formó con aquellos políticos que, acorde con algunos círculos financieros e industriales, aprovecharon - y patrocinaron- el estado de opinión para proponer una intervención que estuviese conforme con los supuestos intereses del pueblo italiano. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los meses que transcurrieron de septiembre de 1914 a mayo de 1915 fueron testigos de una gran mutación en el sentir político de la sociedad italiana. No tanto por el cambio de actitudes respecto al conflicto, sino por el radicalismo que tomaron algunos de sus postulados y manifestaciones. El neutralismo siempre se movió en los esquemas de la corrección política e ideológica, como el interventismo democrático. Lo que trastocó el escenario político y la concordia social fueron los medios que utilizó el interventismo radical para imponer sus postulados. El interventismo revolucionario consiguió crispar la política italiana. Sus manifestaciones y mítines, así como los artículos de prensa de sus líderes, consiguieron crear una profunda división en el cuerpo político y social italiano. Se emprendieron campañas de acoso y derribo contra elementos neutralistas e interventistas acusados de tibieza. Se señalaron como traidores a la patria a determinados neutralistas y lo peor, la calle se convirtió en el nuevo escenario política, anticipando la política italiana del futuro. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Mussolini</i> </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La mayoría de historiadores definen al Mussolini prebélico de elemento perturbador. Otros de agitador y todos, de oportunista. Ciertamente, su evolución desde el neutralismo más intransigente hasta el interventismo más frenético -cito a Pieri- bebió mucho de los tres. Agente aliadófilo a banda, sus manifestaciones y sentido político concentraron en él la sintomatología de aquellos ciudadanos imbuidos por el espíritu de un interventismo militante y radical. Incluso su mutación política no fue ajena a los tiempos de la neutralidad. Abandonó a sus antiguos camaradas del partido socialista y el diario Avanti! por postulados más acordes con los signos de los tiempos. No obstante, su 'milagrosa' conversión al interventismo fue el fruto de un estudiado tacticismo político. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En septiembre de 1914, el neutralismo del PSI comenzaba a ser visto como un elemento indolente y sospechoso de antipatriotismo (opinión impulsada, claro, por la prensa interventista), la apisonadora alemana se había parado en el Marne y el incipiente interventismo radical se encontraba huérfano de líderes. Mussolini ansiaba erigirse en 'la voz' de la marea interventista, y tras observar que la retórica y la liturgia del interventismo revolucionario se adecuaba a sus registros, no tardó en sobresalir <i>au dessus de la melée</i>. Como pez en el agua y desde su nueva tribuna, 'Il Popolo d'Italia', azotó con especial virulencia verbal al neutralismo y al interventismo moderados. Sin apenas diferencias, los acusó de connivencia triplicista y antipatriotismo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A partir del octubre de 1914, Mussolini tuvo un papel vital en el nuevo clima político italiano. La nueva forma de hacer política o, el nacimiento de 'la política de la calle' le fueron como anillo al dedo. Su afilado verbo y su gestualidad se adecuaban perfectamente a los nuevos tiempos. La confrontación política se recrudeció. El adversario político se convirtió en enemigo, y contra el enemigo se usaron todo tipo de métodos. Mussolini y sus Fasci se bautizaron en las luchas del invierno y la primavera de 1914-1915. Jamás tuvieron el carácter violento ni gangteril de los años 1919-1924, pero anticipaban lo peor. De hecho, las nuevas manifestaciones políticas y la crispación no abandonarían Italia hasta bien entrada la Segunda Posguerra. El linchamiento del neutralismo fue el primer episodio en el asalto al poder que culminaría en 1922.
Mussolini, sin embargo, no fue el único culpable, sino un protagonista más. Hacia tiempo que el edificio liberal mostraba signos de cansancio estructural. Pero no fue hasta mayo de 1915 que las maniobras y requiebros de los máximos líderes del Parlamento (Salandra y Giolitti) le asestaron el golpe mortal y finiquitaron la legitimidad de la clase política italiana. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La guerra hizo el resto. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La política y la opinión pública se contagiaron de mútua inquietud respecto a la guerra. Posiciones claramente definidas a principios de agosto, eran ahora totalmente difusas e inciertas. Las circunstancias y el desarrollo de la guerra cambiaron perspectivas y en el caso italiano el viraje tenía visos interventistas. La neutralidad languidecía. Moría sola, pero entre todos las enterraban. La indefinición y opacidad gubernamentales junto a las ruidosas campañas en determinada prensa hicieron subir el soufflé interventista. La mayoría de la población seguía estando en contra de la intervención, pero la balanza seguía decantándose por la guerra.
El triplicismo de Sonnino no estaba hecho a prueba de Marnes y, muy a pesar suyo, comenzaba a girar hacia la Entente. Los 'negocios' con las Centrales estaban encallados, o mejor, Austria no estaba por la labor de ceder en período bélico todo lo reclamado por los italianos. Burian, defenestrado Berchtold, seguía atado en corto y el círculo del Hofburg se negaba a regatear con el Trentino por muchas presiones que tuviese de Berlin. A inicios de diciembre los austríacos iniciaron otra ofensiva desastrosa contra Serbia. Los italianos, y especialmente Salandra y Sonnino, pensaron que cederían, pero tampoco. Cerraron filas y se lamieron (otra vez) las heridas y el orgullo.
La opción triplicista, por racana y sobretodo por los reveses militares, comenzaba a no interesar en las altas esferas italianas. La balanza se decantaba por la 'solución di San Giuliano' aunque al obtuso grito del 'Sacro egoismo'.
Con el nuevo año (1915) las cosas seguían donde estaban: Austria se negaba a cualquier concesión erritorial, Alemania clamaba por un entendimiento e Italia esperaba un gesto. Ante algunos avances exitosos de los austríacos en enero, Sonnino impelió al Hofburg a definirse, pero no logró respuesta. La paciencia del impaciente comenzaba a resquebrajarse. Ni las artes de Bülow, ahora en Roma, lograron acercar posiciones. La Entente seguía siendo más generosa y la sordera incompetente de Austria fue palmaria. Cansado y ninguneado, Sonnino ordenó al embajador italiano en Londres entablar negociaciones de alto nivel con la Entente. El Pacto de Londres comenzaba a gestarse.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Continúa en: La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (V).</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-23920157599324786592012-11-12T02:58:00.000-08:002013-02-16T03:48:51.094-08:00La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos. (III)<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Viene de <a href="http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2012/10/la-intervencion-italiana-en-la-gran_26.html">La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos. (II)</a></span><br />
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
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<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/103.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="206" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/103.jpg" width="320" /></a></div>
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<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">ACTO II. AGOSTO-OCTUBRE 1914:NEUTRALITÀ, SABLES INQUIETOS Y SUBASTA A LA ITALIANA </span></b><br />
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>DRAMATIS PERSONAE II</b> </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Luigi Cadorna</i> </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">"L’operato del generalissimo fu largamente influenzato dal clima di contrasto politico nel quale si volse la guerra: contrasto fra partigiani ed avversari della guerra, a tutt’oggi non ancora spento. E poichè mio padre fu assunto ad esponente dell’intervento e dell’intransigente volontà di vittoria, è ovvio che gli eredi del neutralismo,fossero essi giolittiani, cattolici o socialisti, che la guerra subirono od in qualche modo ed in varia misura avversarono, siano poco disposti a lusinghieri riconoscimenti, anche se questi rientrano nella pura verità storica “. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Así justificaba su hijo Raffaele, también militar, parte de la leyenda negra que acumuló su padre a lo largo de la jefatura del ejército italiano durante los años 1914-1917. Destacan dos ideas. La de un personaje mecido por las fuerzas de la historia, y más concretamente por el clima político y los ocultos entresijos del poder, y por otro lado, la creencia de que los partidarios de la neutralidad (giolittianos, católicos y socialistas) tergiversaron parte de su trayectoria a sabiendas de falsedades históricas. Ciertamente, la figura de Cadorna no deja indiferente a cualquiera. Como otros personajes del período, generó una feroz controversia entre sus defensores y detractores. Los primeros justificaron sus decisiones militares -la mayor parte, fracasos- en base a las coyunturas geográficas, a las deficiencias inherentes del ejército, a los mandos intermedios, a la tibieza del gobierno, etc. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los críticos -con otros datos- personalizaron en el militar piamontés lo peor del mundo castrense: indisimulado desprecio por la vida del soldado, decimaciones arbitrarias, decisiones militares absurdas, desconocimiento absoluto o carencia de un plan militar global, etc. La inmensa bibliografía sobre la participación italiana en la guerra no ha logrado conclusiones de consenso. Existe, no obstante, un escenario más uniforme de los primeros meses de Cadona como Jefe del <i>Regio Esercito</i>. Sobre estos, un análisis detallado de las relaciones entre el gobierno, el rey y el propio Cadorna aporta una visión muy interesante de las dificultades inherentes al papel del jefe del ejército italiano en la futura contienda.
Aunque su carrera militar fue notable (Mayor general en 1898, general de división en 1905 y comandante del Cuerpo de ejército en Génova en 1910), Cadorna siempre se vio plato de segunda y eso le fomentó un gran desdén por la política y los políticos. Desde 1898 hasta su designación como jefe del estado mayor del ejército el 27 de julio de 1914, fueron numerosos los colegas que le pasaron por delante (Hensch, Zuccari, Pollio). Sus contínuas quejas y manifestaciones tampoco ayudarían. Sus relaciones con el monarca no eran malas, pero el ubicuo Giolitti jamás confió en él. La animadversión sería mútua. Con Salandra las cosas no irían mejor. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Durante los meses de julio de 1914 a mayo de 1915, Cadorna fue el pelele de los políticos. Conscientes de sus prerrogativas constitucionales, Salandra, di San Giuliano y el propio ministro de la guerra Grandi lo obviaron y ningunearon abiertamente durante las primeras semanas de guerra. Tampoco Grandi era informado de todos los acuerdos del gobierno y eso también le provocó una gran desconfianza hacia él. Vista la cronología y el sentir de las decisiones podría decirse que sus vaivenes resultaron ridículos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Extrañado, pero respectuoso con el papel del rey como jefe supremo de los ejércitos, Cadorna le envió un memorándum el 31 de julio donde se detallaban los detalles de la movilización y distribución de las fuerzas que se iban a enviar a Alsacia, de acuerdo con las convenciones militares establecidas con Alemania. Al día siguiente, y desconociendo - aunque intuyendo - la neutralidad italiana, Von Hötzendorff reclamó a Cadorna que le enviase tropas de soporte para sus acciones en Serbia. A mediodía los planes se truncaron con la declaración oficial de neutralidad. Cadorna seguía en el alero. El 3 de agosto estupefacto ante el silencio del gobierno, recomendó la movilización del ejército en la Valle del Po y su concentración a un máximo de tres días de marcha de ambas fronteras (Francia y Austria). Salandra y di San Giuliano le comunicaron que era imposible, que sería interpretado por ambos países como una declaración de guerra encubierta. Insistió, pero el gobierno se mantuvo firme. Consideraban que declarar la neutralidad y enviar el ejército al Piave o al Tagliamento eran acciones contradictorias y que sería malinterpretado por las Potencias centrales. Cadorna cedió, pero su papel hasta la intervención no fue fácil, aunque peor lo sería durante la guerra. El clima político y el temor a la derrota acrecentaron la importancia de los fracasos militares, aunque -sin duda- algunas de sus decisiones alimentarían la controversia futura respecto a su papel en la guerra.
Piero Pieri, uno de los mejores historiadores militares de la Italia contemporánea, lo definía como un hombre muy seguro de si mismo, de gran lucidez y de una enorme visión estratégica. Destacaba, sin embargo, que era extremadamente susceptible, tozudo y de escasas dotes comunicativas lo que le contraindicaba para un cargo como el de comandante supremo de las fuerzas armadas italianas. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Vittorio Emanuele III</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Soldado, burgués o rey victorioso fueron algunos de los epítetos que recibió VE III durante su vida como rey. El hecho es que fue un rey atípico teniendo en cuenta su dinastia. Especialista en numismática, filántropo y firme partidario de las políticas sociales, el rey <i>Sciaboletta</i> (espadín)- en referencia a su baja estatura y el tamaño de su espada - era reservado, un tanto esquivo y nada amante de la liturgia ceremonial de las grandes monarquías. Atento a los cambios que se operaban en la Italia del nuevo siglo, intentó proporcionar una especie de concordia social validando la mayoría de leyes de marcado contenido social. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El recuerdo de su padre, Umberto I, y una cultura acorde con la época le proporcionaron una visión más progresista de su pueblo. A nivel internacional, abogó por el mantenimiento táctico de sus obligaciones con la Triplice, aunque fomentando siempre el entendimiento con Francia y Rusia. Estallada la guerra y consciente de la difícil tesitura italiana, confió en el gobierno Salandra y en las artes de di San Giuliano. Durante el interregno neutralista, tuvo que buscar un lugar de consenso entre el creciente interventismo y las tesis neutralistas de gran parte de los políticos y la sociedad. Antitriplicista convencido, sustentó y animó los contactos de Sonnino con la Entente después del octubre de 1914, aunque sus métodos no lo convenciesen. VE III fue informado en todo momento de las negociaciones con la Entente, así como del 'mercadeo persa' con las Centrales. Suscrito el pacto de Londres en abril de 1915 y sabedor de las dificultades que tendría el gobierno para imponer la intervención se dejó guiar por el estratega Salandra. Quizá no fue su acción más afortunada, como tampoco lo sería la del 9 de setiembre de 1943, pero el 'Sacro egoismo' era un proyecto muy tentador. Como Giolitti durante más de una década, y sin ser consciente del todo, contribuiría a la deconstrucción del edificio liberal, y a un menoscabo de la institución que representaba. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Su papel en el 'Maggio radioso' de 1915 fue de vital importancia. Neutralizó la crisis del gobierno Salandra ofreciendo a Giolitti una manzana envenenada (la promesa de entrar en guerra el 24 de mayo) y tras la negativa de este, aceptó la dimisión de Salandra sancionando de rebote la intervención en la guerra y asestando un golpe de muerte al trastocado sistema político italiano. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Neutralità</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La neutralidad italiana el agosto de 1914 no fue una decisión precipitada. Salandra y Di San Giuliano coincidieron plenamente en ella. Los giros y contragiros diplomáticos solo fueron una cortina de humo para esconder la verdadera motivación de permanecer neutrales. La lógica y el sentido común se impusieron a la espera del desarrollo de los acontecimientos. A pesar de los interminables 'litigios' territoriales con Austria, Italia no tenía motivo que le impeliese o urgiese a entrar en una guerra europea. Ni su integridad territorial estaba amenazada (aunque los sectores más irredentistas temiesen por ella en caso de una victoria de las Potencias Centrales), ni la obligaba ningún acuerdo o pacto internacional, a pesar de las reinterpretaciones y 'letras minúsculas' del articulado VII de la Triplice. Por su parte, la gran mayoría de la sociedad italiana recibió la declaración oficial de neutralidad con alivio. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En contraposición a Francia, Alemania, Austria e incluso la Gran Bretaña, la guerra no despertaba júbilo alguno en el pueblo italiano. En el sur de Italia, a diferencia del norte con una tradición más <i>risorgimentale</i>, la guerra se veía como una calamidad que empujaba a los hombres a la muerte y a sus familias al hambre. La muerte, la desocupación del campo y la amenaza de una posterior invasión no eran fantasmas del pasado, sino que estaban todavía frescos en el imaginario. El mundo obrero y la ciudad presentaban otra realidad, aunque no muy distinta de la del Mezzogiorno. La concepción que se tenía de la guerra no era especialmente positiva ni halagueña. Sin embargo, y con el devenir de los meses, fuertes corrientes de influencia en gran parte de las clases medias y liberales, dibujaron la guerra como una salida lógica al engrandecimiento del estado-nación italiano como el último paso del <i>Risorgimento </i>mazziniano. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Movilizar o no movilizar ...</i> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Durante los meses de tensa neutralidad, Cadorna jugó a los soldaditos en su pizarra. Impetuoso, pero celoso de sus prerrogativas, intentó dar una imagen de eficiencia que distaba mucho de ser real. Y él lo sabía. Su inquietud no procedía exclusivamente de la ignorancia de los planes del gobierno, sino a la pésima preparación y predisposición de su ejército ya comprovadas en la aventura libia. En agosto de 1914, el ejército italiano era claramente inferior a sus posibles enemigos, fuese Francia o Austria. Un claro déficit en armamento (sobretodo en artillería pesada), paupérrimas ratios de ametralladoras por regimiento y la falta de oficiales y suboficiales cualificados eran carencias muy graves y preocupantes. Si a esto se le sumaba un sistema logístico insuficiente y una preocupante ausencia de planificación estratégica, el panorama era inquietante. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por todo ello, el sentido común de di san Giuliano recomendaba calma y sosiego. Para asentar una neutralidad favorable, o para en caso de guerra, preparar correctamente a las fuerzas armadas.
Preparativos a banda, la cuestión sobre la movilización era alarmante. Una movilización inmediata hubiese supuesto una grave amenaza para la neutralidad mientras que una desmovilización por tiempo indeterminado suponía un grave peligro en caso de ataque repentino. La propia composición del ejército italiano complicaba todavía más las cosas. Ideado para cohesionar la aún frágil unidad de los ciudadanos italianos, el mando del ejército dictó que cada regimiento se formase con personas de dos regiones distintas y distantes, que se localizase en una tercera región y que al cabo de 4 años, ésta cambiase de región. Con semejante distribución era comprensible que la mobilización italiana preocupase y mucho a los altos mandos del ejército. Si a los problemas de concentración de tropas se le añadían las pésimas condiciones de transporte en una geografía tan dispar, la inquietud se tornaba en temor. Grandi intentó tranquilizar a Cadorna recordándole las grandes obras de mejora y fortificación en las fronteras septentrionales del Véneto en 1908, pero el jefe supremo seguía ensimismado con un plan de movilización parcial que no existía. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Grandi le propuso dos opciones. Reunir -al menos- las divisiones del ejército permanente y con el tiempo concentrar el resto, o reunir -de momento- los seis cuerpos de ejército que formaban el ejército italiano septentrional. Cadorna dijo que no, que todo o nada! Y fue nada. Obsesionado y dolido, elaboró diversos memorándums que acabarían en papeleras reales y ministeriales. Los tempos diplomáticos no coincidían con los militares. Y además las relaciones entre los políticos y Cadorna eran casi nulas. Tanto fue así, que cuando di san Giuliano le preguntó a finales de septiembre si era posible una intervención, el militar le dijo que no podría ser. Argumentó que el invierno estaba cerca y que apenas contaban con pertrechos y uniformes hivernales. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Quién da más?</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El 4 de agosto, el di San Giuliano aseguró por carta a Salandra que tendrían al menos un mes de tregua diplomática antes no comenzasen las presiones de ambos bandos. Se equivocó. El 5 de agosto, el embajador en San Petersburgo Carlotti llegaba con 'presentes'. Francia y Rusia (con el plácet del Reino Unido) habían acordado -bajo mano- ofrecer a Italia el dominio completo del Adriático, un protectorado sobre Valona y la soberanía completa de las islas del Dodecaneso. Condición: Italia debía intervenir inmediatamente en el Trentino y su flota debía cerra el canal de Otranto. Comenzaba la subasta italiana. La Entente seguía generosa. El 6 volvió a la carga con la Dalmacia y el 8 de agosto se sumaba Trieste junto con negociaciones directas en Londres. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por su parte, y a pesar del enfado inicial, la puja de la Triplice no se hizo esperar. El embajador Flotow ofreció negociar sobre el Trentino. Pero comparado con los regalos de la Entente era miseria. La diplomacia italiana estaba muy presionada, pero la espera estaba mereciendo la pena. El 9 de agosto di San Giuliano despertó del sueño neutral. La neutralidad italiana no podría mantenerse. Demasiados cantos de sirena con lisonjeras melodías: el Trentino, Valona, el Adriático, el Dodecaneso e incluso Trieste !!! </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Di San Giuliano comenzaba a posicionarse y la Entente era la apuesta más segura. Con extrema inteligencia listó las que serían condiciones irrenunciables para una intervención: 1º. Ninguna paz por separado; 2º Cooperación inmediata entre las flotas italiana, francesa y británica para destruir la flota austríaca en el Mediterráneo; 3º Reintegro del Trentino y otros territorios italianos en poder de Austria-Hungría al Reino de Italia; 4º Albania dividida entre Grecia y Serbia, pero con la costa neutralizada; 5º Regimen internacional para Valona; 6º Devolución de las islas del Dodecaneso en caso de supervivencia del Imperio turco; 7º Cuotas en las indemnizaciones de guerra y 8º Mantenimiento de las alianzas para el periodo de la posguerra. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La guerra, no obstante, proseguía y Marte estaba de parte de la Triplice. El rodillo alemán seguía imparable y di San Giuliano pedía calma, mucha calma y ninguna salida de tono a los suyos. Advirtió a Londres que si no cambiaban un poco las tornas Italia no se iba a meter. Conscientes del momento, la puja de Berlin subió. En caso de derrota serbia, Austria la anexionaría y cedería el Trentino y algún otro territorio. Eran simples promesas, nada tangible. El 26 de agosto, ante la perspectiva victoriosa de la Duplice, di San Giuliano admitió la neutralidad como la mejor opción. Pero las tornas volvieron a cambiar. A mediados de septiembre se certificó el fracaso austríaco en Serbia y aún peor: la apisonadora alemana había sido frenada en el Marne. Italia volvía a la carga.
El hábil siciliano, consciente de su cercana muerte, echó el resto. A banda de las ocho peticiones de agosto, Italia obtendría áreas del Asia menor y territorios africanos de la derrotada Alemania, se redefinirían las fronteras entre Libia y Túnez e incluso se pediría a Francia una cesión de Túnez. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Las negociaciones descarrilaron el 25 de septiembre. Cadorna, dispuesto a intervenir una semana antes, hizo saltar las alarmas cuando se negó a una intervención inminente arguyendo deficiencias materiales y logísticas por la inminencia del invierno. El mundo al revés. Cuando di San Giuliano reclamaba pausa, Cadorna desenvainaba el sable y ahora que el siciliano marcaba el paso, Cadorna se volvía prudente. Octubre reclamaba calma y mientras los ejércitos se atrincheraban, las cancillerías hicieron cálculo de daños. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El ministro siciliano murió el 16 de octubre. Con él se fueron el temple, la visión y el cerebro de la diplomacia italiana. Lo sustituyó Sonnino y 'il sacro egoismo'.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Continua en: La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos. (I</span>V)</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-77105072646760444672012-10-30T15:34:00.000-07:002013-08-06T09:07:25.479-07:00Las misteriosas muertes de Sepp Innerkofler<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/Paterno.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="308" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/Paterno.jpg" width="400" /></a></div>
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Alpinista fuera de serie y experto escalador fueron algunos de los elogios que recibió Joseph (Sepp) Innerkofler cuando en julio de 1915 se conoció su muerte en los círculos alpinistas internacionales. Con un innegable pedigrí montañista y originario de Sexten (Sesto), dedicó todo su vida a la montaña. Su conocimiento de los rincones, grutas, vías de ascensión y senderos de alta montaña hicieron que su fama como experto guía saltase allende los Dolomitas del Tirol meridional, como ya lo había hecho la de su tío Michael, conocido como el 'rey de los Dolomitas'. Sepp siguió sus pasos. Abrió ferratas en los glaciares y paredes más escarpadas, y ayudó a construir algunos de los refugios más importantes en los Dolomitas orientales que todavía existen. </div>
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En mayo de 1915, la entrada de Italia en la guerra y su pasión por la montaña lo llevaron a alistarse voluntario en las <i>Standschützenkompanie</i>, unidades especializadas en tareas de exploración y defensa del territorio dolomítico. Formadas por un reducido número de alpinistas de élite, su papel fue in crescendo a medida que el conflicto en la montaña se iba recrudeciendo y que el Alto mando austrohúngaro desplazaba a las <i>Landesschutzen</i> (tropas de territoriales) para cubrir las enormes bajas sufridas en Galitzia. </div>
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En la mayoría de los Dolomitas las fronteras entre Austria y el Reino de Italia eran muy permeables, hasta el punto que la ocupación de una cima podía realizarse con un reducido grupo de montañistas sin apenas armas. De esta forma, en mayo de 1915, las tropas de ambos ejércitos se apresuraron a ocupar de forma más o menos permanente la mayoría de cimas y pasos que permitían un fácil acceso a los valles enemigos. Las <i>Standschützen</i> compartían sector con los <i>Kaiserjäger</i> (Cazadores imperiales) y las Alpenkorps alemanas - a pesar de no estar en guerra con Italia - pero realizaban las misiones más arriesgadas de patrulla por el conocimiento que tenían sus miembros. Fue por ello, pero sobretodo por su autoridad, que Innerkofler no tardó en ser ascendido a <i>Zugführer</i> o jefe de cordada.
Su prestigio y arrojo eran de sobras conocidos. En las 17 patrullas que comandó desde el 21 de mayo hasta julio de 1915 la perícia demostrada como alpinista y el riesgo que tuvieron algunas de las acciones -muchas nocturnas- cimentarían su leyenda. Pasada la guerra, sus compañeros recordaban que Innerkofler, a pesar de sus cincuenta años de edad, subía las paredes con la agilidad de un joven de veinte años y que su liderazgo lo demostraba en cada cordada dirigiendo las acciones desde la misma vanguardia como la del fatídico 4 de julio de 1915. </div>
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<i>La noche de autos</i></div>
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Innerkofler sabía de la vital importancia del monte Paterno como puerta al altiplano <i>delle Tre Cime</i> de Lavaredo y como protección del valle del Landro. Por ello convenció a los mandos de que su control era imprescindible. El Paterno, de cima estrecha y de muy difícil acceso, era un excelente observatorio prácticamente inexpugnable. Rodeado de otras formaciones rocosas, la Torre Toblin o las famosísimas <i>Tre Cime</i> de Lavaredo (<i>Drei Zinnen</i>= Tres cimas), la posesión del Paterno era imprescindible para cerrar la entrada de los italianos en ese sector del Tirol austríaco. Como sucedió a lo largo de toda la guerra en el frente dolomítico, las acciones de conquista o de castigo las realizaban compañías muy reducidas y al abrigo de la noche, como fue el caso de los alpini italianos que ocuparon el Paterno el 29 de mayo. Mantener las posiciones elevadas no siempre era viable. Las inclemencias del tiempo, sobretodo en invierno, la naturaleza del terreno o la imposibilidad de proveer a las tropas así como el contínuo hostigamiento del enemigo eran factores en contra. Pero el Paterno era diferente. Recuperarlo sería cuestión de audacia y arrojo. </div>
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La misión era arriesgadísima. La cima era un espacio estríchismo, de unos pocos metros de superfície llana y sin apenas protecciones naturales, donde la única vía para encaramarse a lo más alto y tomar la posición por sorpresa era una pared vertical de unos cientos de metros. Innerkofler conocía la perfectamente ya que la había abierto él mismo en 1896.
Esa noche la patrulla de Innerkofler la formaban seis alpinistas de élite. Salieron de un pequeño refugió situado en la base del <i>Drei Zinnen</i>, junto con una compañía de los <i>Standschützen</i> al mando del hermano de Innerkofler, Christl. Esa noche, como siempre, Innerkofler tomó la responsabilidad de ser el primero y enfiló la ascensión. Después de tensos minutos, él y sus compañeros llegaron a la cima. En esta había una pequeña cresta que servía de refugio a los <i>alpini</i> que la ocupaban. Innerkofler se avanzó. Se oyeron unas detonaciones secas y al poco un grito se desvaneció en la noche. Advertidos del peligro y entreviendo lo sucedido, los compañeros de Innerkofler descendieron y volvieron a sus posiciones. Días después se supo la suerte de Innerkofler. Había caído desde la cima y sus restos mortales habían sido recuperados y enterrados por <i>alpini</i> italianos no muy lejos del lugar de la caida. </div>
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<i>La muerte versionada</i></div>
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El asombro ante la noticia de Innerkofler comenzó a cundir por el valle y al momento surgieron versiones de su muerte. Pocos se podían explicar cómo un experimentado alpinista se había caido al vacío desde unas montañas que conocía perfectamente. Además, las fuentes italianas y austríacas difirieron enormemente desde un principio. La primera versión y la más acceptada -en su momento- fue la de Pietro di Luca, uno de los alpini que estaban esa noche en el Paterno y que presuntamente acabó con la vida de Innerkofler. En el libro del capitán Neri, <i>Ineditti di guerra alpina, 1915-1918</i>, Di Luca relató su versión. Contaba que durante su guardia oyó un ruido, y que al acercarse al lugar y ver una figura humana en un saliente, agarró una gran pedrusco, se lo lanzó a la cabeza y que lo hizo desequilibrar, cayendo el intruso al vacío. Él mismo explicó que al día siguiente se acercaron al lugar donde yacía el cuerpo (unos cincuenta metros abajo) y que lo enterraron 'in situ' con todos los honores. Unos años después, el propio Luca relató con todo lujo de detalles la historia, pero sin excesivos cambios, excepto por detalles sin importancia. </div>
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Los austríacos no podían aceptar que uno de sus mejores alpinistas y un gran héroe de guerra hubiese muerto de una pedrada. Por ello, o quizá por nuevos datos, comenzaron a circular otras versiones, una de ellas surgida de Sepp Innerkofler Jr. El hijo del alpinista sostenía que durante la ascensión al Paterno, la artillería austríaca situada en el sector de <i>Le Tre Cime</i> (<i>Drei Zinnen</i>) di Lavaredo abrió fuego de cobertura y que uno de los proyectiles o alguna esquirla alcanzó a su padre en la cabeza, precipitándolo al vacio. Aún en esta línea del fuego amigo, otra versión del lado austríaco explicaba la muerte del alpinista tirolés por los disparos de un grupo de ametralladoras situadas en la Torre Toblin y que esa noche cubrieron la operación de castigo de Innerkofler. </div>
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<i>Epílogo</i></div>
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El frente dolomítico fue muy cruel. El frío, las enfermedades, las caídas fortuitas o las avalanchas se cobraron más vidas que los fusiles o obuses. No obstante, fue un escenario absolutamente inútil, y su importancia más simbólica que real. El intercambio de posiciones fue en algunos casos ridículo y el nivel de hazañas inversamente proporcional al valor militar de las mismas. La guerra en los Dolomitas sirvió para comprobar el valor individual y la resistencia humana a límites insospechados, así como la estupidez de los Altos mandos. Que Innerkofler muriese por una piedra o por una bala es lo de menos. Lo más irónico -desgraciadamente- es que el pelotón de <i>alpini</i> italianos abandonó al poco el Paterno, mientras que Innerkofler estuvo enterrado ahí hasta 1919.</div>
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<b>Fuentes:</b><br />
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- Cenacchi, Giovanni (et al.). <i>Teatri di guerra sulle Dolomiti, 1915-1917.</i> Mondadori, 2006.<br />
- Lichem, Heinz von. <i>La guerra in montagna 1915-1918. Volume 2, il fronte trentino e dolomitico</i>. Bolzano : Athesia, 1997.
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-69813396035695522272012-10-26T08:42:00.000-07:002013-02-16T03:37:05.657-08:00La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos. (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<b>Viene de: <a href="http://www.lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2012/10/la-intervencion-italiana-en-la-gran.html" target="_blank">La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (I)</a></b><br />
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<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/105.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="202" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/105.jpg" width="320" /></a></div>
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<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/101.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br /></a></div>
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<b>ACTO I. JULIO DE 1914, ENTRE EL ARTÍCULO VII Y EL CASUS FOEDERIS </b><br />
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<b>DRAMATIS PERSONAE II</b><br />
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<i>Di San Giuliano</i><br />
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Liberal y anticlerical practicante, Antonino Paternò-Castello -más conocido como Di San Giuliano o Marqués di San Giuliano, fue un cultivado aristócrata siciliano de enorme visión política. Dotado de un exquisito sentido de la diplomacia y de un pragmatismo a prueba de alianzas, consiguió aposentar a Italia entre las potencias europeas, aunque fuese en un segundo plano. Desempeñó la cartera de exteriores en dos ocasiones, la primera entre 1905 y 1906 y la segunda entre 1910 y 1914. Entre ese intervalo, y dado su prestigio, los gobiernos Giolitti y Luzzatti lo designaron como embajador en Londres y París.
A pesar de su triplicismo, siempre tuvo voluntad de acuerdo con Francia, y especialmente con el Reino Unido. Conocedor del Foreign Office y con una gran inteligencia geopolítica, sabía que la partida italiana se jugaba en Viena y que Alemania sería su gran valedora, pero siempre se guardó las espaldas con la Albión. Más consciente que nadie de la 'peninsularidad' italiana y del papel que todavía jugaba la Armada británica como policía de los mares, intentó por todos los medios no enemistarse jamás con Londres. Jamás perdió de vista los territorios italianos dentro del Imperio austrohúngaro, como tampoco desdeñó la posibilidad de convertir el Adriático en un mar italiano. Albania, Libia y la salvaguarda de las islas del Dodecaneso serían algunas de sus bazas. Pero no todo fueron laureles. La guerra de Libia, de la cual fue un notable impulsor, fue un desastre y en la cuestion albanesa no estuvo muy afortunado. Su figura, sin embargo, seguía siendo muy respetada.
Su padrino político (Giolitti) cayó en febrero de 1914, pero su experiencia y conocimientos eran tales que Salandra le requirió para exteriores un mes después. Sus diferencias políticas eran notorias, pero en cuestiones internacionales coincidían plenamente: recuperar los territorios irredentos (Trentino e Istria) y asegurar la influencia en sectores de la costa oriental del Adriático (Croacia y Albania). Para la consecución de ambos, el equilibrio en los Balcanes era vital ya que cualquier alteración del status quo obligaba a la potencia alterante a compensaciones, tal y como preescribía el artículo VII de la Triplice. No obstante, el articulado de la Triplice siempre se leyó en clave interesada, como en el caso de la anexión austríaca de Bosnia-Herzegovina (1908). </div>
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Consciente de ello, el de Catania se convirtió en el perfecto exégeta de los acuerdos de la Triplice, convirtiendo poco a poco sus interpretaciones en comodines para la gran partida en la que siempre jugaría con ventaja.
Conocedor de los movimientos centrífugos en el si del Imperio, como del nerviosismo imperante en Viena, el de Catania decidió esperar. Sabía que tarde o temprano saltaría la chispa y que solo era necesario estar ahí para recoger los frutos, tanto si Austria era vencedora como perdedora. En caso de que Austria volviese a alterar el mapa balcánico exigiría una compensación. Y en el caso de que fuese derrotada en una guerra, exigiría a los vencedores la reposición de los territorios irredentos. Hasta ese momento, Italia actuó con sibilina astucia. </div>
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En 1912, Austria (como Francia y la Gran Bretaña), la conminó a devolver a soberanía otomana las islas del Dodecaneso o a ser compensada en base al artículo VII. La diplomacia italiana se negó rotundamente argumentando que éstas pertenecían al área geográfica asiática y que tenían que ver con Libia, no con los Balcanes. Y así se llegó hasta agosto de 1914. Fue entonces cuando fiel a su estilo, el di San Giuliano, mostró todo su repertorio de amagos, faroles y apuestas que llevarían a Italia a una benevola neutralità. Su mérito fue doble. Por una parte, convenció a su propio gobierno de las virtudes de no entrar en la guerra y esperar. Y de la otra, dejar abierta la puerta a un futuro entendimiento con las fuerzas de la Entente, especialmente con Gran Bretaña. Su muerte el 16 de octubre de 1914 no solo significó la pérdida de un excelente diplomático y político, sino el certificado de muerte de una neutralidad inteligente. </div>
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<i>Berchtold </i></div>
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Figura seductora y carismática o un político tímido e indeciso? La historiografía siempre ha tendido a situar al conde Berchtold entre estos dos polos cuando la realidad es más simple. Berchtold combinó de forma indistinta ambas facetas. Como embajador era un anfitrión excelente y sus recepciones eran la comidilla entre las élites europeas, mientras que su periplo como ministro de exteriores de la doble monarquía fue un cúmulo de despropósitos hasta enero de 1915. Los estudiosos del hombre político han convenido en destacar que su falta de experiencia y de tacto ‘internacional’ así como su incompetencia y espíritu pusilánime, lastraron la política exterior de su país llevándolo al desastre. Los historiadores más críticos exponen que su amarga experiencia como embajador en Rusia durante cinco largos años (1906-1911) condicionó su política balcánica y su actitud absolutamente contraria a un entendimiento con la gran potencia asiática. Otros, añaden a estos ingredientes, la contínua presión del ‘partido de la guerra’ afincado en el Hofburg con Von Hötzendorff y el embajador Hoyos a la cabeza. </div>
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Un análisis preciso de su gestión en los tres episodios más destacados al frente de exteriores corrobora la conjunción de los factores antes descritos. Durante las guerras balcánicas, Berchtold y su equipo de asesores erró no solo por defecto sino por efecto. A la falta de visión política (Liga balcánica) se añadió una gran estrechez de miras con el incendio de la Segunda Guerra Balcánica y el consabido aupamiento de Serbia a potencia balcánica, resquebrajando aún más un status quo hiperfrágil.
Holger Herwig, uno de los especialistas más reputados en esta materia, sostiene que a la falta de vigor político y manifiesta dejación en la cuestión de la guerras balcánicas de 1912-1913, Berchtold intentó contraponer una excesiva dosis de ímpetu y miopía en la crisis de junio-julio de 1914. No obstante, admite, que las fuerzas y la determinación mostradas por Austria sobre la cuestión serbia en el verano del 14 no tuvieron una impronta exclusivamente berchtoldiana. Afirma que se vio superado por las circunstancias y empujado por sus asesores y las fuerzas vivas del régimen a plantear una solución extremadamente drástica al contencioso serbio. Sobre este punto es curioso señalar como a Berchtold le sucedió lo mismo que a Bethmann-Hollweg: ambos creyeron poder acotar el conflicto austroserbio a una guerra de baja intensidad. </div>
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Con Italia bailando sobre su neutralidad, la ceguera política de Berchtold fue in crescendo. Lejos de apagar un fuego, Berchtold y su 'equipo de pirómanos' echaron gasolina al fuego ninguneando al odioso aliado y negándole la mayor en cuestión de tratados. La diplomacia alemana impuso –otra vez- la cordura. Si Austria conseguía derrotar a Serbia y alterar el mapa balcánico bien podía ceder el Trentino. Pero el núcleo duro vienés siguió negándose hasta finales del invierno de 1915, pero ya era demasiado tarde. Viena estaba desquiciada. Tanto, que el partido de la guerra defenestró a Berchtold por insinuar cesiones a Italia y encumbró a Burián como marioneta a su voluntad. El delirio era tan grande que incluso se planteó la invasión de Italia camuflando una pataleta con factores estratégicos!! Un detalle más de la política errante y suicida que mantuvo Viena con respecto a la partida europea e italiana. No hay duda que de Austria-Hungría estaba en una hora decisiva, pero ni Berchtold, ni aún menos sus asesores estuvieron jamás a la altura de sus responsabilidades. </div>
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<i>DEP </i></div>
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La guerra iba a finiquitar la Triplice. Ya fuese por su carácter defensivo o por la actuación de algunos de sus miembros, dejó de existir y actuar como tal el 2 de julio de 1914. La guerra no había estallado aún, pero las decisiones tomadas desde ese día condicionaron totalmente los actos de sus miembros, conduciéndolos a una espiral de consecuencias inesperadas. Se han escrito cientos, miles de libros y artículos sobre las causas más inmediatas de la guerra, así como de la febril actividad diplomática que siguió des del 28 de junio hasta el 4 de agosto de 1914. La historiografía sobre el conflicto ha elucubrado numerosas teorias sobre el estallido de la guerra, su alcance y especialmente sobre los principales protagonistas y/o culpables de que se globalizase. Sobre la cuestión austroserbia, recientes investigaciones concluyen que la doble monarquía, y por ende Alemania, deseaban una resolución rápida y focalizada del conflicto. </div>
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Tanto los servicios secretos austríacos como los rusos sabían que detrás del complot de Sarajevo estaban miembros de la inteligencia serbia, y que si bien no existían documentos sobre la implicación directa del gobierno serbio, se sabía que el gobierno de Nikola Pašić conocía (y permitía) las actividades de la Mano Negra, la organización terrorista serbia que organizó el regicidio. Por ello, pero principalmente por geopolítica, el gobierno austríaco decidió intervenir unilateral y militarmente contra Serbia. Las tensiones en el si de la doble monarquía no fueron pocas. El primer ministro húngaro, el conde Tisza no dudó en advertir de las consecuencias y de la posibilidad de negociar con el gobierno serbio y la comunidad internacional. Pero sus sugerencias cayeron en saco roto, el partido de la guerra austríaco (Von Hötzendorff, Berchtold y el propio Kaiser Franz Joseph) tenía muy clara la intervención. Temían la implicación rusa, pero sospechaban que Alemania les daría su apoyo, y que acceptaría el envite respaldando su acción punitiva sobre Serbia. Contaban con la experiencia de 1908, pero esta vez no ocurriría lo mismo. Alguien acceptó el desafío y la partida se complicó. </div>
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<i>Artículo VII</i></div>
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Los primeros intercambios de opiniones entre Viena y Berlin sobre el affaire serbio se produjeron el 2 de julio y el 5 Austria ya tenía el plácet alemán para actuar contra Serbia. Se trataba del famoso 'cheque en blanco' del Kaiser Wilhelm II al conde Hoyos, ministro de exteriores austrohúngaro. Berlin estaba decidida a respaldar cualquier acción que llevase a cabo Viena sobre la cuestión serbia. Mientras, Italia seguía en silencio. Ni se le esperaba, ni -por supuesto- se le consultaba. La Triplice comenzaba a oler a muerto, aunque Roma conservaba sus triunfos. La Triplice no era una alianza ofensiva, por tanto no podían contar con ella. Y en caso que los hechos aconsejasen mantenerse a la defensiva, tampoco podrían contar con ella por el simple y trascendental hecho de no haberla consultado. </div>
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Cierto que los valses italianos habían creado desconfianza, pero ningunearla manifiestamente en cuestiones de tamaña importancia no fue una decisión precisamente inteligente. Creían que 'tragaría' como en 1908, pero actuar contra Serbia, respaldada por Rusia y con estrechos lazos económicos y estratégicos con Francia, requería un mayor quórum y discusión. El articulado de la Triplice estaba de parte italiana. El artículo VII prescribía muy claramente que cualquier acción que supusiese una 'ventaja territorial' para un miembro debía compensarse con el acuerdo o la negociación de otros territorios conlindantes o mediante indemnización económica. Y evidentemente, Austria no estaba todavía por esa la labor. Con los meses y los reveses ya lo estaría.
Empujada por Alemania, no fue hasta el 15 de julio que Austria decidió informar a Italia de las decisiones iba tomar su gobierno respecto a Serbia. Cuando Viena habló de 'corregir estratégicamente las líneas fronterizas', el ministro de exteriores italiano di San Giuliano exigió una mayor concreción en las medidas. Ante el revuelo italiano, el 21, el embajador austríaco Merey recibió órdenes de seguir en las vaguedades, aunque comunicó a di San Giuliano que, a pesar, del lenguaje firme contra Serbia, se intentaría encontrar una vía pacífica al asunto. </div>
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Poco crédulo y gato viejo, Di San Giuliano preguntó al embajador si podía informar a la prensa italiana de que Austria no buscaba, en ningún caso, anexión territorial alguna, a lo que Merey se negó en redondo. Que Austria despreciaba la postura italiana lo demuestra el hecho de que Roma no recibió una copia del ultimátum hasta el 24 de julio, un día después de haberla enviado a Belgrado!! La demora, pero sobretodo el contenido del mismo indignó a di San Giuliano que protestó enérgicamente al embajador alemán. Le reprochó no solo la violencia del lenguaje y las exigencias, sino -y peor- no haber consultado a Italia en ningún momento de la redacción. Di San Giuliano consideró el ultimátum como un 'acto de agresión' y advirtió que en el caso de que Rusia interviniese, Italia permanecería neutral. La Triplice estaba muerta.
La respuesta serbia llegó el 25, y como era de esperar no satisfizo al partido bélico vienés por lo que ese mismo día se ordenó una mobilización parcial del ejército. La caja de Pandora estaba abierta. Ese mismo día en Berlin, el embajador italiano hizo llegar una declaración oficial en la que Roma lamentaba profundamente todo lo relacionado con el ultimátum y muy especialmente la actitud alemana. La decepción con Alemania no acabó ahí. Cuando Berchtold cuestionó la vigencia del artículo VII esgrimiendo que este solo era aplicable en los territorios otomanos de los Balcanes, y que no era preceptiva ninguna compensación en caso de ocupación provisional, Alemania estuvo a su lado. La Duplice era un hecho consumado.<br />
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<i>In extremis</i><br />
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El 28 de julio hubo una cierta distensión. Las noticias de una inminente intervención rusa exigían sentido común y Alemania conminó a Viena a suavizar las tensiones con Italia. Austria se avino a parlamentar pero no se podía hablar ni del Trentino ni de cualquier otro territorio en litigio. Alemania seguía apoyando la línea austríaca e Italia seguía en silencio. Berlin sabía que el tiempo corría de parte italiana y apremiaba a Viena para un acuerdo. El 29 el embajador Merey se reunió con di San Giuliano para comunicarle que cualquier tipo de compensación territorial se haría efectiva solo cuando se rompiese el equilibrio balcánico, es decir cuando Serbia fuese derrotada. Di San Giuliano, sin embargo, reclamó la compensación de forma inmediata. Fue otra jugada maestra. Conocía de antemano la negativa austríaca a una petición de ese tipo. Y por ello decidió tensar las negociaciones. Merey telegrafió al momento, pero Viena calló por tres días hasta que Rusia declaró la guerra el 1º de agosto. Las hechos se precipitaron. Ese mediodía, y antes de recibir una respuesta afirmativa de Austria a sus demandas, el Consejo de Ministros italiano declaraba la neutralidad. Declarada oficialmente al día siguiente, el gobierno italiano la justificó por la vulneración del artículo VII de la Triplice y especialmente por la ausencia de un casus foederis. La decisión no gustó allende los Alpes, pero tampoco los cogió desprevenidos. Los representantes de la nueva Duplice no temían una entrada de Italia en la Entente. Consideraban que la defección italiana era previsible y que una vez la guerra les fuese favorable negociarían -mezquinamente- para recoger parte del botín.</div>
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Continua en: La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos (II)<b><a href="http://www.lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2012/10/la-intervencion-italiana-en-la-gran.html" target="_blank"></a></b> </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-38432447121885607992012-10-16T08:45:00.000-07:002013-02-16T03:38:08.867-08:00La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos. (I)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/104.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://i1209.photobucket.com/albums/cc400/McOdolio/Italia/104.jpg" width="320" /></a></div>
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La historia de la Primera Guerra Mundial está plagada de hechos insólitos. Extraordinarios, misteriosos, otros simplemente inexplicables. La intervención italiana en la guerra el mayo de 1915 forma parte de este selecto último grupo. No solo por su extrema particularidad, sino por el contenido trágico y trascendente de determinadas decisiones personales. </div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
Este episodio de la historia italiana plantea más interrogantes que respuestas. Como pudo entrar en guerra una nación que mayoritariamente reclamaba la paz? Qué mecanismos empujaron a determinados sectores de la clase política a subvertir el juego democrático? Qué intereses ocultos (o no) influyeron a participar en una guerra sin apenas garantías de éxito militar? Qué sucedió para que Italia abandonase la Triple Alianza y se uniese a la Entente? Estos interrogantes y muchas otras cuestiones no pueden resolverse desde una óptica estrictamente italiana, sino desde una prisma más panorámico e internacional. </div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
La guerra fue un gran cataclismo para la sociedad italiana, pero no solo en términos humanos o materiales sino por los medios que se utilizaron para llegar a ella y que definirían, en gran parte, el devenir nacional italiano durante décadas. </div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
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<b>PRELUDIO</b></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
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<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
<i>De aquellos polvos vienen estos lodos ...</i></div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
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<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
La Italia de 1915 era una nación muy poliédrica. Nacida en la forja de los movimientos románticos de principios del XIX, no alcanzó su plenitud nacional hasta 1861 cuando después de una guerra civil encubierta y algunos episodios más heroicos que otros, logró unificar bajo el trono de Victor Manuel II una pléyade de reinos, ducados y otros territorios autónomos de la península Itálica. La unificación italiana no fue un proceso pacífico. Querida por unos pocos, deseada por otros y permitida por el resto, las naciones europeas con intereses en la península dejaron su impronta. Las dos más visibles, la pseudocupación-protectorado francés sobre Roma y los estados pontificios, y la no-resuelta cuestión austríaca sobre los territorios del nordeste peninsular: el Trentino o sud-Tirol y la ciudad de Trieste, principalmente. Mientras que el asunto romano llegó a su fin en 1870, el tema de los territorios irredentos (no liberados) se convirtió más en una llaga sentimental que una cuestión de estado. Prueba de ello fue el tratado que firmó Italia con Alemania y su sempiterna enemiga Austria-Hungría en 1882 dando lugar a la Triple alianza (<i>Triplice</i>) y desatando la ira de los círculos nacionalistas italianos. </div>
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Italia fue siempre una peligrosa ciénaga en la que los poderes económicos y territoriales defendían sus privilegios bajo el ropaje de los partidos políticos. Bajos las élites piamontesas desde el primer momento, el juego político fue basculando muy lentamente hacia el sur, no sin fuertes resistencias. Con el tiempo, los ricos industriales del norte y la cosmopolita burguesía piamontesa de corte liberal encontraron un sorprendente aliado en los terratenientes del <i>Mezzogiorno</i>, que gobernaban sus latifundios como los políticos del Norte el Parlamento. La comunión de intereses suavizó -en parte- las tensiones territoriales pero fue prostituyendo el bisoño sistema político. Los vientos del <i>Ottocento</i> anticipaban la tormenta del nuevo siglo. Desde Cavour a Salandra, pasando por Crispi o Giolitti, el parlamento italiano se convirtió en altavoz de las luchas intestinas entre liberales y conservadores por la alternancia, mientras católicos y socialistas ofrecían una oposición más formal que real y los radicales jugaban a la peligrosa aritmética de las mayorías. La arena política era el fiel reflejo de los difíciles equilibrios territoriales y el libre mercado de las corruptelas. Nula o poca discusión ideológica, simple pragmatismo de estado. La época dorada de este regimen de clientelismo y de posibilismo político, conocida como <i>Età Giolittiana</i>, perduró entre 1901 y 1914.</div>
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<b>DRAMATIS PERSONAE I</b></div>
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<i>Giolitti o el canto cisne del liberalismo italiano</i></div>
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Durante los primeros años del siglo, y hasta mediados de 1914, Giolitti dominó la política italiana. Sus bazas fueron una gran cintura ideológica, un increible don para la negociación y una exquisita elocuencia. Su expediente: cinco gobiernos como presidente del <i>Consiglio </i>y otros cuatro con su sello y plácet. Durante su trayectoria política, controló (y manejó) el engranaje parlamentario, mantuvo difíciles equilibrios entre políticas de corte social, llevó a cabo dudosas nacionalizaciones, fomentó el proteccionismo agrario, impulsó empresas coloniales de dudoso éxito y reformó el sistema electoral con la implantación del sufragio universal. Su enorme visión político le llevó a intuir el papel de las masas en la creación y consolidación de Italia como nación, aunque refrenó el ímpetu radical de los socialistas con la connivencia de militares, industriales y la alargada sombra de la Iglesia a la busca de un acuerdo duradero con el ala más moderada del socialismo italiano. Y aunque tuvo notables momentos de gloria, como su tercer gobierno de 1906 a 1909, los medios utilizados en la laberíntica y oscura política italiana socavaron, sin duda, el propio sistema, provocando que una gran -enorme- parte de la sociedad italiana identificase el vértigo de los tiempos modernos con la descarnada y sórdida casta política. Giolitti concebía la política italiana como un coto cerrado donde las cuestiones más esenciales para el país se decidían mediante inexplicables alianzas entre grupos de intereses y personas con las ideologías siempre al margen. La transparencia democrática se difuminó bajo los pactos e indisimulados intereses de partido; la diplomacia de corredores sustituyó a la discusión parlamentaria y la corrupción política fue norma a pesar del claro del desarrollo económico y social del país. </div>
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Los años de Giolitti permanecen como una época de claroscuros. Allí donde el <i>ordinato progresso civile</i> (subsidios, reducción de jornadas laborales y de la explotación infantil y demás políticas de corte social) tuvo un aumento más espectacular, los mecanismos del edificio político más se resintieron. Su excesivo pragmatismo deconstruyó el sistema por el que tanto habían trabajado Cavour y sus correligionarios piamonteses, e incluso él mismo! Consciente del pesado engranaje parlamentario para la aprobación de medidas necesarias, y sobretodo, para evitar veleidades revolucionarias, actuó de forma poco 'reglamentaria' y colegiada. Giolitti fue fagocitado por sus propias decisiones, y muy especialmente por la introducción del sufragio universal. El movimiento obrero retomaba sus reivindicaciones con especial virulencia, los católicos reclamaban su sitio y un nacionalismo cada vez más inquieto insistía en políticas exteriores más agresivas. Víctima de las alianzas, las elecciones de 1913 le obligaron a buscar otros compañeros. Esta vez los radicales no cedieron y como un <i>Houdini</i> maniatado, el mago piamontés se vio obligado a dimitir en marzo de 1914. Dejó a Antonio Salandra para que le mantuviese el trono caliente. Pero ni conocía a Salandra, ni su ambición. Tardó en volver, fue en 1920 pero la situación había cambiado mucho. </div>
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<i>Salandra: El zorro de Troia</i></div>
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Entre los adeptos a Giolitti se encontraba el rey Vittorio Emanuele III. Cuando se precipitó la crisis de marzo de 1914, aceptó -como siempre- las sugerencias del de Mondovi y nombró a Salandra como primer ministro. De familia de propietarios de la Puglia y talante conservador, era discípulo de Giolitti, pero íntimo de Sidney Sonnino. Curiosa combinación que luego se trasladaría a su obra de gobierno. Activo en política desde hacía algunas décadas, había hecho su <i>cursus honorum</i> a la sombra de gobiernos liberales y conservadores, alternando subsecretarías con otras funciones de gobierno. Su figura política no era de excesiva talla, pero tenía ese curioso don de 'estar en el momento oportuno en el lugar adecuado'. Giolitti lo apadrinó a la espera de un breve interregno, pero el viejo piamontés se equivocó al pensar que Salandra sería un peón más en su partida. Durante los casi dos años de gobierno (marzo 1914 - febrero 1916), demostró ser un animal político de gran astucia y diáfana visión. Anhelaba liderar un bloque conservador de corte liberal, cimentado sobre intereses industriales y financieros del norte en alianza con los terratenientes y propietarios de la Italia meridional. Una ecuación muy sencilla: mercados exteriores, proteccionismo agrario y férrea disciplina interior. Para ello consideraba imprescindible desplazar de la arena política a los sectores socialistas, tanto moderados como radicales, a los que acusaba de alterar la paz social. Éstos y especialmente el movimiento obrero y sindical se lo pusieron en bandeja. La <i>Settimana rossa</i> en junio de 1914 le proporcionó la excusa. Jugaba con las cartas marcadas. Sabedor de lo que iba a ocurrir cuando llegase al gobierno, Salandra se reservó también la cartera de interior, a banda de la presidencia del Consiglio. Fiel a sus principios, no escatimó medios en sofocar las revueltas y marcar el ritmo de su política interior. Pero la fortuna aún seguiría de su parte. Los sucesos de Sarajevo le depararon un segundo triunfo: una guerra en ciernes. </div>
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<i>La Triplice (Triple) alianza o la lógica del vals</i></div>
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Desde 1882 hasta 1914, la política exterior del gobierno italiano estuvo marcada por su pertenencia a la Triple Alianza. Las tensiones francoitalianas por el control de Túnez y el deseo de aislar a Francia en el panorama diplomático europeo, llevaron a Bismarck a rescatar Italia del ostracismo diplomático en el que se encontraba, y situarla -al menos- en un segundo plano de la partida europea. A banda de los objetivos esenciales, la inclusión de Italia en la <i>Triplice</i> (nombre que recibía en italiano) permitiría equilibrar la voracidad austríaca sobre los Balcanes, a través del mantenimiento del <i>status quo</i> y de la reclamación italiana de los territorios irredentos. En el plano estrictamente militar, la inclusión de Italia a la Triplice restaba un posible aliado a la causa antialemana, apuntalaba un frente italoalemán contra Francia y equilibraba -en parte- la balanza de fuerzas navales en el Mediterráneo mitigando la amenaza británica. <br />
Italia renovó su alianza en 1887 y al año siguiente se concretó un acuerdo militar con Alemania de carácter defensivo. El compromiso, renovado por segunda vez en marzo de 1914, consistía en el envío por parte de Italia de cinco cuerpos de ejército (10 divisiones) y dos divisiones de caballería al sector de Alsacia-Lorena. Alemania se convertía – de facto - en el manto protector de Italia, pero a cambio se le exigía un <i>quid pro quo</i> en forma de ayuda militar en caso de ataque francés. Los votos de amistad se reafirmaron en 1888, pero las mutaciones que se operaban a nivel internacional requerían cintura. Italia no quería verse atrapada entre dos fuerzas motrices y opuestas. Consciente de su 'peninsularidad' y del peso de la flota inglesa como garante de las rutas comerciales, dejó por un tiempo sus aventuras etiópicas para centrarse en su papel mediterráneo. En 1896 estrechó lazos con Rusia casando al príncipe de Nápoles, futuro Vittorio Emanuele III, con la princesa Elena de Montenegro, permitiendo -de rebote- una resolución pacífica de la cuestión tunecina en 1900 con Francia. Francia garantizaría los intereses italianos en Túnez, a cambio de que ambos tuviesen manos libres tanto en Libia como en Marruecos. Posteriormente llegó el acuerdo con la reina de los Mares. Italia podría ocupar Libia si se rompía el equilibrio africano, y si apoyaba inequívocamente a Inglaterra en Egipto. </div>
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Estas jugadas inquietaron a los alemanes, a pesar de que no se violaban los acuerdos de la <i>Triplice</i>. La templanza del canciller Bülow despejó los nubarrones al dirigirse al Reichstag para afirmar que "en un matrimonio feliz, el marido no puede reprender a su mujer por si ésta baila un vals con un extraño. La cuestión importante es que no se acabe marchando". Pero Italia era vista como una díscola bailarina de valses al son de la lógica de sus intereses. Preveyendo la configuración de nuevas y estrechas alianzas, Alemania empujó a Rusia a una guerra con Japón. La derrota dejó a Rusia envuelta en graves problemas internos, pero además afectó a las ya endebles relaciones que tenía Gran Bretaña, debilitadas por su política asiática y la delimitación de sus áreas de influencia. Privada de su 'gran' aliada, Francia vio como Alemania vetaba su ocupación de Marruecos en la Conferencia de Algeciras (1906). La fortuna sonreía a la <i>Triplice</i>, pero la situación en los Balcanes se estaba enrareciendo. En 1903, una conjura militar acabó con la dinastia serbia de los Obrenović de tendencia austrófila que fue sustituida por la de los Karađorđević, claramente antiaustríacos. Los rusos tocaban a rebato. Conscientes de su debilidad, acordaron con Gran Bretaña las áreas de influencia sobre Persia y Afganistán e iniciaron una política claramente europea centrada en los Balcanes. La doble monarquía no se amedrentó. Las convulsiones que se estaban produciendo en el Imperio turco por la revolución de los Jóvenes Turcos en 1908 pusieron en bandeja de plata la ocupación austríaca de Bosnia-Herzegovina. La maniobra no gustó a nadie, ni a Bülow, que en ayuda de su ambicioso aliado, se vio obligado a advertir a Rusia que no aceptarían presión alguna. Advertencia que repitió, en forma de ultimátum, en marzo de 1909 y que cerraría la crisis balcánica en falso. Este fue el segundo envite de la <i>Triplice</i>. </div>
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Viena siguió su partida. Advirtiendo futuros choques, el jefe del Estado Mayor del ejército austríaco Von Hötzendorff propuso la intervención militar de Italia aprovechando la caótica situación del país transalpino tras los terremotos de Messina y Reggio Calabria la Navidad de 1908. La <i>Triplice</i> comenzaba a ser más virtual que real. Esta vez Italia bailó con Rusia. En octubre de 1909, los respectivos gobiernos firmaron el Acuerdo de Racconigi, por el que se comprometían a mantener el <i>statu quo</i> balcánico, favoreciendo el desarollo de las entidades nacionales en lugar de la expansión imperial austrohúngara. La cooperación italorusa no finalizó en los Balcanes. Italia prometió apoyar las pretensiones rusas sobre el Bósforo y los Dardanelos a cambio de tener vía libre en Libia. Jugada maestra. El plácet italiano a las ambiciones rusas incorporaban otro actor al juego mediterráneo con el afán de reducir la hegemonia francobritánica. Rusia le devolvió el favor. Desveló a la diplomacia italiana que en 1904 se selló con la doble monarquía un pacto secreto de no agresión en los Balcanes, totalmente contrario a los intereses italianos, Albania incluida. Los acuerdos de la <i>Triplice</i> olían a papel mojado. Alemania también bailó sola en la crisis marroquí de 1911. Resultado: Francia acabó cediendo a Alemania un tercio de sus territorios del Congo a cambio de Marruecos. Tercer y último órdago victorioso de la <i>Triplice</i>. </div>
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Italia se fregaba en silencio las manos. Roto el equilibrio africano se lanzó a ocupar Libia. El Imperio turco, superado por la situación de inestabilidad balcánica, actuaba ya a la defensiva. La resolución de los conflictos territoriales entre serbios y griegos con los búlgaros permitieron crear la Liga Balcánica. Próximo objetivo: ocupar las zonas de dominio turco que todavía quedaban en el continente europeo. El 30 de mayo de 1913 se dio por terminada la guerra con la derrota del Imperio turco. Perdió la totalidad de los territorios europeos, excepto la parte europea de Constantinopla (Istanbul). La Primera Guerra Balcánica puso de manifiesto la evidente fragmentación del territorio balcánico, y sobretodo las ansias expansionistas de la mayoría de naciones. Inquieta por la victoria de la Liga, la diplomacia austríaca sembró la discordia entre Bulgaria y sus antiguas aliadas con la esperanza de que los búlgaros derrotasen a los serbios y a los griegos. Otra decepción austríaca. La derrota búlgara en la Segunda Guerra Balcánica (verano de 1913) trastocó profundamente sus planes para los Balcanes. Serbia salió triunfante y con renovadas aspiraciones nacionales (y territoriales). La primera, Bosnia-Herzegovina. La segunda, una salida al Mar adriático. Austria-Hungría quiso aprovechar el <i>momentum</i> para noquear a Serbia y decretó una mobilización parcial en julio de 1913 que solo con numerosas amenazas lograron parar Bethmann-Hollweg y Di San Giuliano. Esta vez funcionó el freno de la <i>Triplice</i>, pero la sombra del oso ruso ya erraba por la Panonia.</div>
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En 1912, los viejos sueños imperiales italianos se tiñeron de sangre. La guerra de Libia fue un triple fracaso militar, económico y político. A nivel diplomático no fue mejor. Episodios como el del puerto de Prevesa o las acciones contra los navíos <i>Carthage</i> o <i>Manouba</i> tuvieron un claro efecto negativo. Francia, Inglaterra e incluso Rusia rechazaron los métodos poco escrupolosos del gobierno italiano. Otro giro de vals. Italia buscó refugio en sus viejos amigos y renegó de las nuevas amistades. Austria, como siempre, fue reacia a transigir con Italia. Pero Alemania la obligó a ratificar lo obtenido por Italia en la Paz de Ouchy y juntas volvieron a suscribir los acuerdos de la <i>Triplice</i> en diciembre de 1912. Eran tiempos para sumar. Austria e Italia firmaron una convención naval a rebufo de la francobritánica. En caso de guerra, ambas flotas cooperarían para contrarestar la potencia de la armada francesa en aguas mediterráneas. A la alianza naval siguió la terrestre. Pollio, el jefe de Estado mayor del Regio Esercito, confirmó a sus socios alemanes la ayuda en caso de ataque francés, aunque los términos habían cambiado, en vez de cinco cuerpos de armadas serían tres. Las convenciones y acuerdos militares no alteraban la naturaleza defensiva de la <i>Triplice</i>. Por esa razón, aunque por otras menos lícitas, Italia se negó a secundar a Austria en acciones militares contra Montenegro y Serbia, en abril y agosto de 1913. La doble monarquía estaba inquieta. El Imperio se iba desmoronando poco a poco y se sabía amenazada por Rusia, su verdadera enemiga en el tablero balcánico. Italia seguía su propio ritmo. La guerra le había impuesto un duro correctivo, pero a nivel internacional su gran valedora seguía siendo Alemania con la que mantuvo buenas relaciones hasta agosto de 1914. La guerra y las intrigas triplicistas tornarían la armonía en traición. </div>
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Continuará en: <a href="http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2012/10/la-intervencion-italiana-en-la-gran_26.html" target="_blank">La intervención italiana en la Gran Guerra, 1914-1915: preludio y tragedia en cinco actos. (II)</a></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-43946634226895099232012-07-12T03:33:00.000-07:002013-08-06T10:41:42.830-07:00Los dimònios della Sassari<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirQKfc8139D_Bl1Jqyk_Jb48ya3j6TB-b_Yd7rpvwb5AaccaSTgoSr4T_WmoUG5DG_3MMhr0GiDGRU2QRBeoW_W50ahBAZ0MYmfsOOYl1-gJl3SWHxyYVoX11cp70VYBi_Hc3zcM0c-4s/s1600/Sassari.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirQKfc8139D_Bl1Jqyk_Jb48ya3j6TB-b_Yd7rpvwb5AaccaSTgoSr4T_WmoUG5DG_3MMhr0GiDGRU2QRBeoW_W50ahBAZ0MYmfsOOYl1-gJl3SWHxyYVoX11cp70VYBi_Hc3zcM0c-4s/s1600/Sassari.jpg" /></a></div>
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Seis
órdenes militares; dos medallas de oro a cada regimiento (151º y 152º);
nueve medallas de oro a título individual, 405 de plata y cinco
menciones en los boletines de guerra son solo algunos de los méritos de
la brigada italiana más laureada durante la Primera Guerra Mundial. La
Brigata Sassari fue única, no solo por su impresionante hoja de
servicios, sino por su origen sardo. Casi todos sus miembros, tanto los
soldados rasos, como los oficiales de carrera como los de complemento
eran sardos. El resto de brigadas del Regio Esercito se formaban con
levas de dos regiones distintas, se radicaban en un tercer lugar, y para
acabar de rematar el galimatías el lugar de orígen de la brigada
cambiaba a los cuatro años. Pero la Sassari no era brigada cualquiera. <br />
Creada entre enero y febrero de 1915, el 151º regimiento (Sinnai) se
formó con tropas de la provincia de Cagliari y el 152º (Tempio Pausania)
lo completaron gentes de 'Capo de Sotra' (provincia de Nuoro). Tras
unos meses de adiestramento, la Sassari fue enviada a la zona caliente
de Sdraussina, a la izquierda del Isonzo. Era el
24 de julio. Al día siguiente, y sin tiempo para deshacer petates, el
mando de la 25a división decidió foguear a los sardos en el infierno de
Bosco Capuccio. El 26, como si de una excursión al Gennargentu<b> </b>se
tratase, el 1r batallón del 151º conquistaba la primera línea enemiga y
capturaba 640 prisioneros. Solo había pasado dos días desde su llegada
al frente !!! El averno de Bosco Capuccio se convirtió en forja y de
ella nació la leyenda sarda y sus <i>diavoli rossi</i>, o <i>dimònios</i> como les
gustaba llamarse.<br />
Los combates por San Michele prosiguieron ese agosto, tomaron otras
posiciones, entre ellas la cota 177, pero las perdidas ya eran
muy graves: 920 soldados y 32 oficiales desde el 25. El 27 de agosto
fueron relevados y no volvieron al frente hasta el 4 de noviembre. Se les envió al mismo objetivo: capturar la cima de San Michele. El
obstáculo: las inexpugnables trincheras 'delle Frasche' y 'dei Razzi'. El
11, 13 y 14 de noviembre de 1915 los combates por ambas posiciones son
crudentísimos. La resistencia austríaca es numantina. Al ocaso del 14,
los sardos con un despliegue de fuerzas impresionante desalojan al
enemigo y resisten dos contraataques de gran dureza. Aguantan, pero el
precio es terrible. En tres días han perdido 1850 hombres, entre tropa y
oficiales. El mando decide relevarlos el 17 de noviembre por la brigata
Cremona. <br />
1916, 1917 y 1918 siguieron el mismo patrón. El Comando Supremo, sabedor
de la ferocidad de los sardos de Sassari los enviaba a todos los
atolladeros. En el 1916 a cerrar las brechas por el empuje austríaco de
la <i>Strafexpedition</i>, en el 1917 a servir de escoba en la retirada al
Piave después de Caporetto y en el 1918 a perseguir a los austríacos en
Vittorio Veneto. </div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
</div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
Las citaciones en los boletines y partes de guerra solo ofrecían una mínima y alejada versión de sus hechos y hazañas. <i>Die rotten Teufel, </i>como
los llamaban sus contendientes austrohúngaros, eran temidos por la
sanguinaria ejecución en sus ataques. Eran del
terruño, no lo podían negar, y como buenos sardos no estaban para
delicadezas. Anticipando algunas de las técnicas de los <i>arditi</i> (la
versión italiana de las tropas de asalto alemanas y austríacas), los
<i>dimònios</i> iban pertechados de sus inseparables <i>leppe pattadese</i> (navajas
muy afiladas y de hoja corta, y a menudo curva) con las que no dejaban
moribundo sin rematar y vivo sin abrir. Una de las leyendas respecto al
uso de las armas blancas tiene como protagonista al sassaro más famoso,
con permiso de Giuseppe Musinu: Emilio Lussu. Cuenta la hagiografía de
la Sassari, que en una patrulla vespertina, una compañía comandada por
Lussu se vio rodeada por tropas enemigas. Una vez agotada la munición, y
en perfecta formación se abrieron paso entre el enemigo gracias a su
pericia y arrojo con las <i>leppe</i>. Cuando el episodio trascendió a la
prensa, se le preguntó a Lussu por la gesta. Éste, con cierto desdén,
contesto: "Simplemente cumplimos con nuestro deber". </div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
Para
la Sassari cualquier sector les era propicio, su dogma era
la lucha y su objetivo el cuerpo a cuerpo. No en vano, la mayoría de las
medallas de oro concedidas a título individual respondían a mismo
patrón: golpes de mano contra posiciones atrincheradas y decenas de
prisioneros, o decenas de muertos. </div>
<div style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">
En algunos casos, como el del caporal
Raimondo Scintu di Guasila la historia es inverosímil, pero cierta.
Voluntario para una patrulla, cruza el campo de alambradas y la Tierra
de nadie con una facilidad pasmosa, se introduce en la trinchera enemiga
y vuelve al poco con cinco prisioneros. Sorprendido por la hazaña, su
comandante -todavía atónito- le indica que descanse, a lo que el sardo
le replica saltando otra vez el parapeto. Al poco, y tras una serie de
disparos y explosiones en la misma trinchera, ve un grupo de soldados
austríacos corriendo y pidiendo clemencia, perseguidos por Scintu y
algunos de sus compañeros, que se habían unido a la razzia. La historia
de Scintu ilustra perfectamente el talante de la Sassari.
Talante de sobras conocido por el Comando Supremo. Hasta el punto que
las bajas de la Sassari se cubrían con los sardos del resto de unidades.
Razones? Evitar su sangría (sobrepasaba con creces la
media italiana) y sobretodo mantener <wbr></wbr>intacto el baluarte de la Sassari: su <i>esprit de corps</i>.<br />
La Sassari mantuvo durante toda la guerra un gran valor combativo.
Incluso en los aciagas jornadas después del desastre de Caporetto, se
mantuvo agrupada y sin apenas fisuras, a pesar de la dispersión de
algunas unidades. La caótica y desesperada retirada italiana más allà
del Piave provocó un enorme desconcierto, no solo en los mandos, sino en
los soldados de tropa. Tal fue así que la voladura de los innumerables
puentes sobre el Piave se hizo de forma descoordinada y precipitada,
dejando en manos del ejército austríaco a millares de soldados italianos
como prisioneros. Para evitar el desconcierto y cortar el avance
austroalemán, el Comando Supremo confió a unidades de la Sassari la
voladura de algunos de los puentes. El más famoso fue el de Ponte della
Priula. </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: times new roman,serif;"><span style="font-family: trebuchet ms,sans-serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">El
9 de noviembre de 1917, a uno de los pelotones más afamados de la
Sassari, el del mayor Musinu, se le encomendó cubrir la retirada de los
últimos rezagados y volar el puente situado en Ponte Priula. Los
testigos de la hazaña cuentan que en medio del desbarajuste y de las
correrías, aparecieron en el puente y en perfecta formación los soldados
de Musinu. Los <i>dimònios</i>, con los austríacos apenas a 300 metros, comenzaron a situar estratégicamente las cargas, mientras Musinu
y algunos de los suyos mantenían al enemigo a raya sin pisar el puente.
Al poco y con todos los efectivos a salvo, el puente voló por los aires
y cortó el avance enemigo.</span><br style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;" /><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
Giuseppe Musinu, como todos sus hombres, ya era un héroe antes de esa
jornada. Ya lo habían herido cinco veces. No en vano y con 26 años era
el mayor más joven de todo el ejército. Meses más tarde, en octubre del
18, los batallones de Musinu y Lussu serían los primeros en cruzar el
Piave para la contraofensiva italiana que finalizaría en la batalla
(retirada) de Vittorio Veneto. En el frente italiano la Gran Guerra
acabó el 4 de noviembre. </span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La muerte no discriminó a los valientes y las bajas de la Sassari fueron
terribles. De julio de 1915 a noviembre de 1918, entre tropa y
oficiales, murieron más de 1700, tuvo más de 9000 heridos y
desaparecieron más de 2100 hombres. </span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: times new roman,serif;"><span style="font-family: trebuchet ms,sans-serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Sorprende especialmente el número de
muertos y desaparecidos entre los oficiales, sobretodo si se tienen en
cuenta los datos del resto del ejército. Esto se explica por el alto
grado de implicación de los mandos. Una de los elementos de cohesión más
destacados de la brigada sarda fue la gran camaradería existente entre
la tropa y la oficialidad. Ésta, consciente de su papel ejemplificante,
participaba sin dudar en las patrullas y acciones de castigo. Por ello,
la soldadesca de la Sassari siempre vio en los oficiales a verdaderos compañeros de armas. El profundo
sentimiento de arraigo en lo sardo, y valores como el honor y la
lealtad, tuvieron en la Sassari una importancia capital. De ahí la fama y
respeto que todavía despierta. </span></span></span></div>
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<span style="font-family: times new roman,serif;"><span style="font-family: trebuchet ms,sans-serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Fuentes:</span></span></span></div>
<div style="color: black;">
<span style="font-family: times new roman,serif; font-size: small;"><span style="font-family: trebuchet ms,sans-serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">- <a href="http://www.assonazbrigatasassari.it/" target="_blank">Associazione Nazionali Brigata Sassari</a></span></span></span></div>
<div style="color: black;">
<span style="font-family: times new roman,serif; font-size: small;"><span style="font-family: trebuchet ms,sans-serif;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><a href="http://www.frontedelpiave.info/public/modules/Fronte_del_Piave_article/Fronte_del_Piave_view_article.php?id_a=455&app_l2=397&app_l3=455&sito=Fronte-del-Piave&titolo=Brigata-Sassari" target="_blank"><i>- Brigata Sassari</i> </a>. <span style="color: white;">Associazione Storico Culturale 'Fronte del Piave'.</span></span></span></span></div>
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
<span style="font-size: small;">Cadeddu, Lorenzo. </span><span style="font-size: small;">
<i>Deus et su
re
L'epopea della Sassari alla Trincea delle
Frasche</i>. Gaspari, 2011.</span></div>
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
<span style="font-size: small;">Fois, Giuseppina. <i>Storia della Brigata Sassari</i>. Della Torre, 2006 </span></div>
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
<span style="font-size: small;">Pina, Alberto. E nella notte fumavano il sigaro "col fuoco in bocca". <i>Corriere della sera</i>. 25 agosto, 2001. p. 13</span><span style="font-size: small;"></span> </div>
<div style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
<span style="font-size: small;">Tommasi, Giuseppe. <i>Brigata Sassari: note di guerra</i>. PTM, 2010.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-62321233012722667292012-05-05T07:37:00.000-07:002012-05-07T06:16:28.860-07:00Trincheras futuristas: Il Battaglione Lombardo dei Volontari Ciclisti Automobilisti<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqVD32XsntMlfHuJ_1ZB9SvE6aow3xjrfQ_uMB9wZS0gAfVQ_Gn8c8Zs2ZqtNSppuk8g25i2aXyUI0jhXRdhsrs-vD6jvPm-eB_te5XkhlX3qn_VsMOUEshyObXwWyOALiHL4Gc70vc4M/s1600/fut.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqVD32XsntMlfHuJ_1ZB9SvE6aow3xjrfQ_uMB9wZS0gAfVQ_Gn8c8Zs2ZqtNSppuk8g25i2aXyUI0jhXRdhsrs-vD6jvPm-eB_te5XkhlX3qn_VsMOUEshyObXwWyOALiHL4Gc70vc4M/s320/fut.jpg" width="264" /></a></div>
<a href="http://s1101.photobucket.com/albums/g421/fxvierglez/?action=view&current=fut.jpg" target="_blank"><br /></a>
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Julio de 1914. Tambores lejanos de guerra.</div>
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Italia se desvela del largo sueño embrutecedor, mientras la Pax giolittiana se extingue y la dictadura parlamentaria toca a su fin. Vendrán otras.</div>
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La nueva sociedad de masas amenaza con engullirlo todo. Anarquistas, socialistas y liberales desempeñan su papel. Los primeros matando a Umberto I en 1900, los otros llaman a la huelga, y los últimos miran hacia otro lado. Malos tiempos para la política. Surgen los conflictos. Mecha y pólvora con cualquier excusa. La <i>Settimana rossa</i> del 7 al 14 de junio desmuestra la inquietud popular y el nerviosismo del poder.</div>
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En palacio las cosas no van despacio. Giolitti se retira a sus cuarteles de invierno. Salandra hereda su maestría y atestigua más audacia. En un golpe de mano, amaga con su dimisión y vuela a favor del viento para recuperar el cargo de Primer ministro. Jaque mate. El alumno ha superado al maestro. Vittorio Emanuele III juega a verlas pasar, o quizá ni eso.</div>
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La guerra sigue cociéndose en Europa. A pesar de su rol menor, Italia está en todas las salsas. Por su privilegiada situación geoestratégica (fronteras alpina + Mediterráneo + cercanía Balcánica,...), Alemania y el Imperio Austrohúngaro la incluyen en la Triple Alianza desde 1882. Mera decisión estratégica: "si estás con nosostros, no estás con ellos". Su papel, sin embargo, es tan insignificante que solo le informan del contenido del ultimátum austríaco, apenas a 24 horas de enviarlo a Belgrado. Todo lo que ocurre después, del 22 de julio de 1914 al 24 de mayo de 1915, es simplemente <i>Ars politicae</i>, o el 'juego del ratón y el gato'.</div>
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Italia se declara neutral. Para con sus antiguos aliados, esgrime el incumplimiento por parte de Austria del art. VII del tratado: 'ventajas territoriales' como motivo para la no adhesión en caso de guerra. Justifica la posible conquista de Serbia como una clara 'ventaja territorial' para Austria-Hungría. Asímismo, el gobierno italiano concluye que no hay <i>causa foederis</i> que la empuje a la guerra. Francia respira tranquila, Inglaterra finge indiferencia y los ex-aliados la ningunean, no sin antes acusarla de maniobras cobardes y traidoras.</div>
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La guerra también hierve en Italia. La mayoría social comparte la decisión del gobierno. Pero una minoría altanera clama a la guerra. Sectores ultranacionalistas e irredentistas, elementos radicales de la política y gran parte de la población de los territorios del Trentino y Venezia Giulia exigen la intervención. Son pocos, pero su ruido mediático va <i>in crescendo</i>. Su altavoz: la propaganda y la violencia política dentro y fuera del Parlamento como nuevos canales de expresión.</div>
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Cuando estalla la guerra, el intervencionismo italiano es un movimiento muy heteredoxo y transversal. Lo forman editores de gran prestigio como el senador y director del Corriere della sera, Luigi Albertini, políticos liberales, grandes industriales de la Lombardía, miembros de la pequeña burguesía toscana e incluso intelectuales <i>iluminados</i> como Gabriele D'Annunzio. Junto con él otros artistas se unen al intervencionismo, influenciándolo de forma decisiva.</div>
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Desde principios de siglo, los artistas más destacados del panorama italiano piden paso. Reclaman un cambio radical en el <i>status quo</i>. Los futuristas, que toman el nombre del manifiesto elaborado por su lider y gurú espiritual, Filippo Tommaso Marinetti, reivindican el triunfo de lo nuevo por encima de lo caduco y lo mortecino. En la carta fundacional, Marinetti glorifica la guerra, la violencia y la destrucción como la única fuerza renovadora. Aboga destruir instituciones e ideologías por inútiles y cobardes. Enaltece la figura del hombre y la masculinidad, y exige que la valentía y el coraje sean las nuevas fuerzas creadoras.</div>
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El Manifiesto de 1909 instituye la guerra higiénica como matriz y crisol de vida. La guerra no es motor, sino herramienta. Las alas revolucionarias? Lo militar y el patriotismo, que encajan perfectamente con el sector intransigente del interventismo. Las tesis futuristas suenan a mesiánicas en algunos sectores políticos y económicos. Su mutación política no se materializará hasta el squadrismo de cuño fascista que circulará por las calles y campos de Italia a partir de 1918.</div>
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Arrr !!! </div>
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Los futuristas son hombres de acción. Estallada la guerra se alistan al Regio Esercito Italiano. Como voluntarios tienen el privilegio de poder decidir su unidad. Destino? Una de las unidades más curiosas del ejército transalpino: ll Battaglione Lombardo dei Volontari Ciclisti Automobilisti.</div>
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Unidad paramilitar antes de la guerra, el mayo de 1915 consigue su certificación como para el servicio y es enviado al frente. El batallón lo forman 22 oficiales, 2 médicos, 500 bicicletas, 20 motocicletas y 4 camiones. Con él también parten los futuristas más destacados, a banda de Marinetti: el escultor Umberto Boccioni, el músico Luigi Bassolo, los pintores Severini, Carrà y Sironi, el arquitecto Antonio Sant'Elia, y otros tantos como Carlo Erba, Anselmo Bucci y Achille Funi.
Después de un breve adiestramiento, a finales de julio se trasladan al sector de Ala y de la Gardesana, al este del lago de Garda. Periodo tranquilo, ya que apenas salen del acuartelamiento de Peschiera. En la segunda semana de octubre son trasladados a Malcesine. Al poco, una patrulla formada exclusivamente de soldados futuristas toma parte en una acción arditi (audaz) de castigo en las trincheras enemigas, en la zona de Dosso Tre Alberi. Pocos días después, el 24 de octubre, todo el batallón participa en la escaramuza de Dosso Cassina. Triunfo menor: capturan las posiciones más elevadas del monte Altissimo.</div>
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La experiencia futurista de la guerra no es ideal, pero tampoco es la rutina de los frentes del Carso o del Isonzo. Sin romper la disciplina militar, la vida de los futuristas es bastante llevadera. La tranquilidad del frente y su espíritu libre hacen el resto.
En diciembre de 1915 se disuelve el batallón y se les concede un permiso temporal a todos sus miembros. Pasadas unas semanas, algunos deciden volverse a alistar en otras unidades, pero el resto se reincorpora a su vida civil.</div>
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Del total de futuristas, diez de sus más ilustres miembros pierden la vida: Boccioni, Sant'Elia, Tommei, Cesarini y Carlo Erba.</div>
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Respecto a los supervivientes, algunos condenaron la guerra y abjuraron de su pasado futurista, pero el resto continuó su trayectoria artística, y en la mayoría de los casos apoyó el nuevo regimen político.</div>
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Fuentes:</div>
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- <i>Il Battaglione Lombardo e i futuristi</i>. Edizioni Gabriele Mazzotta, 2010. [Catálogo de la exposición 'I futuristi a Dosso Cassina', Piacenzo, otoño 2010].</div>
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- Sansone, Luigi. <i>I futuristi del Battaglione Lombardo Volontari Ciclisti Automobilisti</i>. Mazzota, 2010. </div>
<div style="text-align: left;">
- Reseña de la exposición en el Museo di Riva del Garda sobre el futurismo y la Gran Guerra
http://www.comune.rivadelgarda.tn.it/museo/expnews/import_news?id=bollettino/anno-2008-2/i-futuristi-a-dosso-casina-documenti-di-frontiera</div>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5277633172658556635.post-34304842001816808852012-04-20T13:10:00.001-07:002012-04-20T13:25:54.769-07:00Los pantalones de Lucien Bersot<div style="text-align: center;"><a href="http://s1101.photobucket.com/albums/g421/fxvierglez/?action=view&current=pantalon.jpg" target="_blank"><img src="http://i1101.photobucket.com/albums/g421/fxvierglez/pantalon.jpg" alt="Photobucket" border="0" /></a><br /></div><br /><div style="text-align: justify; font-family: georgia;">Poco me imaginaba que una película con un título tan anodino escondería una historia tan absurda y cruel.<br /><span style="font-style: italic;">Le Pantalon</span>, telefilm del realizador francés Yves Boisset y adaptación de la novela homónima de Alain Scoff, narra el espeluznante caso del soldado Lucien Bersot.<br />La historia, aunque increible, fue desgraciadamente cierta. Lucien Bersot, 33 años y padre de una hija de 5, fue llamado a filas como millones de franceses durante el convulso agosto de 1914. El suyo sería el 60º regimiento de infantería. A resultas de la falta de uniformes reglamentarios, Bersot fue pertrechado con la guerrera de paño azul, pero recibió unos pantalones blancos en vez de los de lana roja reglamentarios. Los meses pasaron y en enero de 1915 el blanco pulcro se había tornado color barro.<br />Era el 11 de febrero de 1915, en el gélido frente del Aisne, cuando Bersot, hastiado de su penosa vestimenta y muerto de frio, informó a su furriel. Al poco, le trajo unos pantalones de lana rojos. La prenda, aunque entera, estaba visiblemente manchada de sangre, lo que provocó la negativa de Bersot a vestirla.<br />Lo que en un primer instante parecía una broma, fue tornándose en estúpida tragedia.<br />Ante la total indignación de Bersot por vestir unos pantalones manchados de sangre, probablemente de un muerto, el caso trascendió al teniente André.<br />André, que acababa de hacerse cargo de la compañía de Bersot, era de ese tipo de oficiales que buscaban medrar dentro del escalafón militar a cualquier precio. El jefe del regimiento, el teniente-coronel Auroux, veterano africanista y sabedor del zelo de André por el cumplimiento de la disciplina militar, le ordenó llegar hasta el 'fondo' del asunto. Viendo en la indisciplina de Bersot una oportunidad de ascenso, André le volvió a ordenar que se vistiese con los pantalones de la discordia. En caso contrario, se atendría a las posibles consecuencias. Bersot, ingenuamente, se negó en rotundo. Ante la reiterada negativa de Bersot, el teniente André decidió arrestar a Bersot y someter el caso al dictamen del teniente-coronel.<br />Auroux, en un acto de absoluta arbitrariedad, aunque respaldado por un código militar arcaico, decidió someter al soldado Bersot a un consejo militar 'especial'. <span style="font-style: italic;">Alea jacta est</span>. Lucien Bersot estaba condenado de antemano.<br />No fueron pocas las voces que se alzaron para señalar al teniente-coronel Auroux la absurdidad de un consejo de guerra. La guerra estaba consumiendo la flor y nata de la juventud francesa, y actos como este eran innecesarios. Uno de los oficiales del regimiento, el teniente Guérin, se inclinó por imponer una falta leve a Bersot y a dejar correr el asunto. Auroux se tomó la sugerencia de Guérin como una afrenta y le designó abogado defensor de Bersot a modo de represalia, aún sabiendo de las nulas opciones de salir airoso.<br />Los compañeros de Bersot tampoco se abstuvieron de mostrarse en contra de la decisión del oficial al mando. Consideraban abusivo el trato que recibía Bersot, arrestado en un calabozo. Este gesto inflamó aún más al teniente André y al teniente-coronel Auroux. Los citaron como testigos en el consejo de guerra.<br />Como paréntesis, hay que decir que todo este proceso duró solo un par de días.<br />Ante la proximidad del consejo de guerra, y viendo la actitud claramente parcial de Auroux, el teniente Guérin -defensor de Bersot- le recordó la ilegalidad de que fuese el juez de la causa ya que no se encontraban juzgando un acto de cobardía durante la batalla. Auroux, apoyándose en las prerrogativas del mando, describió las circunstancias del caso de 'muy graves y amenazantes en caso de ataque' y le recordó que la situación actual del ejército francés no permitía según que titubeos en la aplicación del código militar. Fue en ese instante cuando Guérin vio la suerte que iba a correr su defendido.<br />El consejo de guerra se inició la tarde del 12 de febrero. El testimonio del acusado fue sobrecogedor. No entendía cómo una petición tan obvia, vestir un pantalón limpio, podía haber degenerado de esa manera. Ante la desesperación de Guérin, la versión de Bersot fue anulada en todo momento. Sus testigos tampoco corrieron mejor suerte. Fueron acusados de encubrimiento e indisciplina. El consejo de guerra fue una farsa y, la sentencia, firme: Bersot sería fusilado al día siguiente, 13 de febrero. La puntilla: el pelotón de ejecución lo formarían sus propios compañeros.<br />No hubo indulto. Lucien Bersot fue 'fusilado como ejemplo'. La causa: un pantalón.<br />Después de la guerra, y ante la alud de denuncias, algunos medios de comunicación y asociaciones de veteranos reclamaron la revisión de algunos casos.<br />La revista <span style="font-style: italic;">Germinal</span> y el abogado Réné Rucklin lograron que el gobierno francés rehabilitase a Lucien Bersot. Era el 12 de juliol de 1922.<br /><br /><span style="font-style: italic;">** Desconozco si a su mujer y a su hija les detallaron el motivo por el que su marido fue vilmente asesinado.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com6