4 oct 2008

H.G Wells y la Gran Guerra


La opinión de los intelectuales fue quizás una de las armas propagandísticas más rentables y menos calculadas de la Gran Guerra, al menos en los inicios del conflicto. Su parecer como figuras relevantes en el mundo de la cultura se tomó a veces como ejemplo e incluso como dogma. De entre las voces que se levantaron para expresar su sentir sobre el conflicto destaca la del escritor e intelectual inglés H.G. Wells. Su opinión fue una de las más beligerantes con Alemania al acusarla de ser la verdadera causante y artífice de la guerra. Una guerra que según su parecer consumiría a la civilización en una gran hecatombe. Sin embargo, consideraba esta catástrofe como necesaria para purificar a la civilización de elementos perniciosos como algunos de los rasgos que definían al Estado alemán.
Las ideas y postulados de Wells no caerían en saco roto ya que una vez creado el War Bureau Propaganda las autoridades le pidieron que colaborase activamente.
Así, H.G. Wells como otros miembros destacados de la intelectualidad británica se prestaron a tareas de apoyo propagandístico a favor del bando aliado.
A continuación, se muestra uno de las opiniones más tempranas de Wells sobre la guerra. El fragmento está extraido de l'Esquella de la torratxa, publicación periódica catalana de marcada vocación progresista para la época y de clara tendencia aliadófila.



Traduccion al castellano:
"Soy un gran entusiasta de esta guerra contra el militarismo prusiano. Creo firmemente que nuestra generación asiste al fin de una vasta e intolerable opresión impuesta a la civilización y a la libertad. Luchamos para deslibrar a la propia Alemania y al mundo entero de la superstición que consiste en creer que la brutalidad y el cinismo són los sistemas más exitosos, que la autocracia es superior a la democracia y que el ejército de cuartel vale más que la nación armada ... "Sentimos una gran angustia ante la tarea que nos hemos impuesto, pero nuestra decisión es firme. Estamos dispuestos a afrontar todo tipo de desastres, los peligros más terribles, los fallos más grandes, el hambre más horrenda, todo menos la derrota. Ahora que hemos comenzado la lucha, lucharemos, si es preciso, hasta que nuestros hijos mueran extenuados en nuestros hogares, lucharemos hasta que el último de nuestros barcos se hunda en la pregonas aguas del oceáno... "Esta guerra no acabará diplomáticamente, sino que pondrá fin a las diplomacias. Es una guerra totalmente diferente de todas las otras que la han precedido. Cuando habrá acabado, no tendrá lugar una conferencia de paz a la antigua, sino una conferencia de fraternidad universal..."
H.G. Wells

Interesante e curiosa opinión la de Wells. Estaba totalmente convencido de que la guerra era claramente diferente a las anteriores, tanto por el número de naciones implicadas como el grado de desarrollo tecnológico que había alcanzado la humanidad. No en vano, Wells fue sino el fundador de una nueva literatura fantástica, sí el que creía con más fe en el nuevo rol de la máquina en el desarrollo histórico de la humanidad. Wells muestra una confianza en la victoria aliada, así como la redención de la Alemania militarista en su derrota. Cree también en una purificación espiritual de la civilización y del inicio esperanzador hacia una fraternidad infinita.
Desgraciadamente esto último no fue así, como tampoco significó el fin de las diplomacias. Su error más inocente fue el creer que el final de la guerra significaría una nueva era más pacífica y esperanzadora en la historia de la humanidad. Fue sólo el entreacto en la tragedia.

29 sept 2008

Hartmannsweilerkopf o "Le Vieil Armand", la guerra en los Vosgos


Aunque en los primeros compases de la guerra ninguno de los contendientes, franceses y alemanes, mostrasen mucho interés por ocupar esta zona montañosa, pronto se intuyó que el dominio de las cimas de lo que se llamaba la ruta de las crestas o cimas de los Vosgos sería de vital importancia para un control efectivo del valle de Rhin y su entorno. La estratégica posición de la cima del Hartmannsweilerkopf, de las más altas, proporcionaba un privilegiado punto de observación de todo el valle, lo que permitía obtener información privilegiada del cualquier movimiento del enemigo, tanto de tropas como de baterías de artillería.
A partir del momento, finales de 1914, en que ambos ejércitos valoraron la importancia del sector de Hartmannswillerkopf, o "Le Vieil Armand" como le llamaron los franceses, éste se tornaría escenario de cruentos y épicos combates.
Los primeros en ocupar terreno en el Hartmannsweilerkopf (HWK) fueron los soldados del 123º Rgt. de la Landwehr alemana que encontraron vía libre para instalarse en los bosques situados en la cima el día 18 de diciembre de 1914.
El día de Navidad, el 28º batallón de los Chasseurs Alpins, BCA, ocupó la ladera oeste del Silberloch Plateau con puesto avanzado de 30 hombres, el primero de los ocuparían esa posición. Este avance de los Chasseurs alpins se produjo después de que éstos observasen como tropas del 69º regimiento de infantería alemana habían ocupado la cima cuatro días antes, el 21 de diciembre. Ese mismo día ya hubo una breve refriega con el resultado de tres soldados alemanes heridos.
Lo curioso es que el 28 de diciembre, el regimiento 123º de la Landwehr alemana decidió establecerse en el extremo este de la cima sin conocimiento de que en la ladera oeste, en el llamado Silberloch plateau, se hallaba el 28º de los BCA. Parece que no funcionó el servicio de información entre los mandos del 123º de los territoriales alemanes y los del 69º.
Dos días después, el 30 de diciembre, en una patrulla rutinaria por el lado oeste de la cima, algunos hombre del 123º se percataron de la presencia de soldados franceses y se entabló un breve intercambio de disparos.
A partir de ese día, y durante los meses de enero a abril de 1915, los cuerpos especiales de los Chasseurs alpins y otras tropas de infantería francesas bajo el mando del general Serret intentaron por todos los medios conquistar la totalidad de la cima del Hartmannsweilerkopf.
El 4 de enero de 1915, la octava compañía del 123º junto con tropas del batallón Heidelberg de la Landsturm lanzaron un ataque contra las posiciones de los CA, pero fallaron por la tenaz defensa de los franceses y la dificultad del terreno.
Cinco días más tarde, el 9 de enero sobre las once de la mañana intervino por primera vez la artillería alemana. Dos horas más tarde se inició otra vez el bombardeo con un ataque posterior del 123º de la Landwehr, pero sin ningún resultado. Los Chasseurs alpins mediante una gran destreza y profesionalidad supieron camuflar perfectamente sus posiciones bajo la maleza y una lograda cobertura arbórea lo que dificultó a los artilleros alemanes localizar sus posiciones. Por ello, el posterior ataque de la infantería alemana se saldó con numerosas bajas, unos 34 muertos y 80 heridos alemanes. Los franceses se habían atrincherado en la zona de la cima que los alemanes habían bautizado como Ringburg. A raíz de este nuevo fracaso el mando alemán decidió destinar tropas profesionales para proseguir la ofensiva. Se destinó al 14º de los Jägers para la misión.
El 19 de enero con los alemanes rodeando la cima, el 25º regimiento renano consigue conquistar Hirtzstein. Se trata de una área rocosa situada en la ladera sud del mismo macizo del HWK y situada a unos 570 metros de altura desde la cual podía iniciarse cualquier ataque hacia la cima. En el avance desde el sur hacia posiciones francesas, el 25º renano logró hacer prisioneros a unos 40 chasseurs. Desde la vertiente occidental, los chasseurs intentaron romper el cerco y relevar a sus compañeros exhaustos sin mucho éxito. Casi en la cima, en el mismo momento, tropas de los regimientos 123º y 129º de la Landwehr juntamente con tropas del 14º Großherzoglich-Mecklemburgische Jägerbataillon (cazadores alpinos) y soldados del regimiento 42º de caballería retomaron el ataque desde el este de la cima. A pesar de los enconados ataques, el resto de los Chasseurs aguantaron en sus posiciones. Los alemanes lanzaron varios ataques pero la posición francesa consiguió resistir aparte de las bajas. Se añadieron al ataque tropas del 84º Nordschleswig, del 1º de infantería de Turíngia y del 89º de los Schweriner Grenadiere pero aún así no consiguieron desalojar las tropas francesas.
Dos días después, el 21 de enero de 1915 tuvieron lugar los combates más duros y sangrientos. Los franceses decidieron pasar a la ofensiva con los regimientos 18º, 27º y 53 de los BCA. Sin embargo, en los combates entraron en acción varias compañías de Pionere alemanes que con la ayuda de Minnenwerfer (Lanzaminas) lograron poner en serios apuros a las tropas francesas que estaban el Silberloch plateau. Después de una fiera resistencia, las tropas francesas decidieron rendirse. Debido al extremo coraje y valor que éstos demostraron en combate, los soldados alemanes fueron saludando uno a uno a sus prisioneros (127 Chasseurs y 3 oficiales).
Después de los combates del día 21, toda la cima del Hartmannsweilerkopf volvía a estar en manos alemanas.
En apenas un mes de combates se contabilizaron más de mil bajas entre los dos contendientes, pero esto era sólo el principio. El telón había caido después del primer acto, pero la función iba a durar toda la guerra. Para ello, ambos enemigos se prepararon para seguir la lucha: construyeron refugios, habilitaron depósitos para municiones y hospitales de campaña en plena montaña. Tanto los franceses como los alemanes construyeron recios refugios en las zonas que ocupaban, los franceses en Silberloch plateau y los alemanes en la cima y la vertiente oriental. Los alemanes construyeron una red de trincheras y refugios con hormigón que todavía hoy pueden ser visitadas y que resultan ser uno de los vestigios de la Primera Guerra Mundial que se encuentran en mejor estado de conservación. Los alemanes, incluso, construyeron un sistema de vagonetas para poder transportar las provisiones hasta la cima. Del número de trabajadores que participaron en la construcción de los refugios, así como de los recursos utilizados por los alemanes se desprende que la importancia del HWK era vital para el desarrollo de la guerra en Alsacia y los Vosgos.
Hasta casi un mes después del cese de hostilidades en el HWK no volvieron a reanudarse los combates. El 27 de febrero los BCA 7, 13 y 53 atacaron la posición alemana del Jäggertanne (el abeto del cazador) después de un breve bombardeo artillero. Debido a la fortaleza del ataque francés, los alemanes tuvieron que fortalecer la línea del frente con unidades del 161º renano, tropas del regimiento Mannheim de los Landsturm y de los Ulanos reconvertidos del 11º que rechazaron finalmente el ataque.
Durante casi tres meses, los franceses estuvieron lanzando incisivos ataques. El 27 de febrero y el 5 de marzo, unidades alemanas intentan limpiar completamente las vertientes del HWK de tropas francesas pero no logran su objetivo. Entre tanto, las bajas van aumentando de una forma escalofriante. La defensa francesa es casi numantina. El 7 de marzo, el exhausto 13º regimiento de los chasseurs fue relevado de su puesto por el 152º. Pero el 152º no se quedó a la defensiva. El día 23 de marzo y después de más de cuatro horas de bombardeo artillero, los franceses -con enormes bajas- consiguen situarse a menos de 150 metros de la cima y de las posiciones alemanas más elevadas. El mismo día, el 75º y el 25º regimientos alemanes contraatacan ferozmente pero no logran desalojar a los chasseurs. Tres días después, el 26 de marzo, los chasseurs del 152º reforzados con elementos del 7º, 13º, 15º, 27º y 28º de los chasseurs y después de un prolongado bombardeo atacan las posiciones del 25º renano. Los chasseurs las superan y prosiguen su ataque en dirección a la vertiente este, sobrepasan la cima y bajan por la Serpentinenstrasse arrollando a las unidades alemanas que no pudieron sostener el ataque hasta llegar al saliente más bajo de la cara oriental del HWK.

Bibliografía y fuentes:
- Monografía imprescindible: Tombi, H. P. Der Hartmannsweilerkopf von der Krypta bis zum Jägerdenkmal: Ein militärhistorischer Reiseführer.
- El mejor site: http://www.hartmannsweilerkopf.de/
- Para imágenes de calidad: http://www.westernfrontphotography.com/

Continua en: Hartmannsweilerkopf o "Le Vieil Armand", la guerra en los Vosgos

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