27 feb 2011

La batalla de Ypres, octubre-noviembre de 1914 (IV y final)


Viene de: La batalla de Ypres, octubre-noviembre de 1914 (III)

Los combates del 1º de noviembre se preveían más cruentos que los días precedentes. No fue así. El escenario principal se desplazó del frente del Ir cuerpo en el canal Ypres-Comines al del cuerpo de caballería, también en el canal. Al norte, aunque el empuje alemán no era especialmente vigoroso, cogió las líneas de las divisiones 1ª y 7ª ‘desajustadas’, así como las de la 3ª división de caballería. Los combates que se habían prologando la noche previa alrededor de Wytschaete y Messines habían debilitado enormemente al cuerpo de caballería. Los alemanes habían logrado romper su línea por algunos puntos, que los británicos no habían logrado cerrar. Los alemanes no lanzaron el ataque principal hasta el mediodía, con las divisiones 6ª y 26ª en vanguardia. Wytschaete, en manos alemanas desde las dos de la mañana, resistió los embites aliados hasta las seis de la tarde del día siguiente cuando los ingleses (3ª división) y franceses (divisiones 32ª, 43ª y 5ª brigada francesa) los desalojaron. Los alemanes también perdieron Messines. La 1ª división alemana de caballería se retiró hacia las posiciones atrincheradas al norte de Wulverghem debido a la ‘presión’ de los XVIº y XXº franceses y la caballería de Conneau. La situación aliada parecía haber dejado de ser crítica. Los ataques alemanes, sin embargo, no cesaron. Al día siguiente, 2 de noviembre, la nueva división alemana, la 3ª (a la izquierda de la 6ª de reserva) entró en combate. Los combates se alargaron durante todo el día. Al anochecer, Wytschaete y alrededores volvían a ser alemanas. Los franceses apenas conservaron las laderas de la cresta situadas al oeste de Wytschaete. El general D’Urbal no se resignó a dar por terminada la ofensiva aliada. Los ataques franceses del día 2 chocaron con la tenaz defensa alemana y los ataques de la 3ª división. Sólo en la línea Merckem-Bixschoote los ataques franceses consiguieron algún avance. El 5 de noviembre, D’Urbal recibió órdenes directas de Joffre de retirarse con su VIIIº ejército hacia otros escenarios más ‘necesarios’. Joffre consideró que Flandes se había estancado. Mientras, la ‘seventh’ británica fue relevada por dos brigadas del IIº cuerpo, el IXº francés había tomado parte del frente del Ir cuerpo británico. Los días 6 y 7 de noviembre unidades de las divisiones 1ª y 7ª junto con tropas de la 7ª brigada de caballería recuperaron algunas posiciones en la zona de Zwartelen. El 7 y el 8 de noviembre los francobritánicos atacaron a la 3ª division alemana, al este del bosque de Herenthage, con apenas ganancias. A pesar de los avances, los alemanes consideraban la ofensiva por Ypres un fracaso. Querían evitar a toda costa el estancamiento, como en el Yser. Determinados a asestar el golpe definitivo, crearon un nuevo ejército al mando de Von Linsingen. El grupo Linsingen lo formaban el IIº cuerpo procedente del VIº ejército, el XVº cuerpo de Deimling, y tropas de la ‘Garde’ comandadas por Plettenberg. El ‘ejército’ de Linsingen se situó a la izquierda del grupo de Von Fabeck con órdenes explícitas de romper el frente y arrollar al enemigo en el sector al norte del canal Ypres-Comines. Von Fabeck cubría el flanco de Lisingen. El ataque previsto para el 11 de noviembre se inició con un avance en toda la línea del IVº ejército, de Diksmuide a Polygon wood. Los combates durante ese día recibieron el nombre de batalla de Nonne Boschen. 

La batalla de Nonne Boschen, 11 de noviembre de 1914

Con la cresta de Messines (Messines ridge) en su posesión, había grandes esperanzas en las fuerzas de Linsingen apostadas a lo largo de la Menin road. La estrategia consistiría en que Linsingen avanzase hacia Ypres, mientras Von Fabeck capturaba Poperinghe, situada más al oeste. Doce divisiones y media atacaron entre Messines y Reutel, un frente de unos 15 kilómetros. Tras dos horas de intenso fuego artillero sobre las posiciones británicas – el más intenso hasta el momento en el frente occidental – los alemanes atacaron a las nueve y media de la mañana con la niebla de cobertura. A pesar del eficiente ‘camuflaje’, y de la escasa distancia a la que se encontraban las posiciones francobritánicas (brigadas 1ª y 9ª, así como tropas de los zuavos franceses), los alemanes no consiguieron grandes ganancias en la carretera hacia Ypres. Las tropas aliadas resistieron. La situación más crítica se localizó al norte de la carretera, en Shrewsbury forest donde la frágil defensa británica (1st Guard brigade de FitzClarence) fue ‘arrollada’ a la bayoneta por las tropas de élite de la ‘guardia prusiana’ que formaban el ala izquierda del ataque alemán. La brigada de FitzClarence se ‘retiró’ al sudoeste de Polygon wood, dejando una brecha de casi un kilómetro que los alemanes no desaprovecharon. A las diez de la mañana, varios grupos de atacantes entraron por el hueco de las líneas británicas y se internaron en Nonne bosschen (bosque de la monja) sin encontrar apenas resistencia. La 2ª división británica corría el riesgo de ser arrollada por el flanco, pero, por suerte para los británicos, el avance alemán logró frenarse en los lindes occidentales del bosque. Al mediodía, y tras una maniobra desesperada de Haig, unos 500 hombres del 2º regimiento de los Oxfordshire junto con la infantería ligera de los Buckinghamshire lograron expulsar a los alemanes tras una ‘heroica’ carga a la bayoneta. Al anochecer, Nonne Boschen volvía otra vez a manos británicas. Los ataques en el bosquecillo de Inverness y el dirigido a la derecha contra el bosque de Herenthage por la ‘Garde’, a pesar de algunos éxitos iniciales, fue desmontado al poco. Más al sur, el XVº cuerpo alemán se ‘conformó’ con la captura la de la colina 60 (Hill 60), mientras unidades del IIº cuerpo bávaro consiguieron ligeros avances al norte de Wytschaete.Durante los días siguientes los alemanes atacaron de forma intermitente, especialmente en el sector de Klein Zillebeke con apenas resultados, mientras Ypres seguía siendo ‘martilleada’ por la artillería alemana que había logrado destruir la Lakenhalle y la iglesia de S. Martin. El ataque alemán del 11 de noviembre fue el epílogo de la 1a batalla de Ypres. Ambos contendientes estaban exhaustos después de casi un mes de combates ininterrumpidos. Las bajas habían sido muy considerables, y la ausencia de municiones en cantidad les obligó a posponer futuros ataques en el sector. El 15 de noviembre, el general francés D’Urbal decidió suspender cualquier ofensiva en el sector, ‘fortificar’ y consolidar las posiciones y dar un descanso merecido a la práctica totalidad de tropas francesas que habían estado luchando en el sector de Flandes. Los alemanes también necesitaban descansar después del prolongado esfuerzo bélico. El 17 de noviembre y después del fracasado ataque del 11 por parte de la 4ª división en el bosque de Herenthage, el comandante del IVº ejército decidió parar la ofensiva. La decisión se basó ‘por la decreciente fuerza bélica de las tropas después de semanas de interminable lucha, y sobretodo por las pésimas condiciones climatológicas’. 

Epílogo 

Ypres demostró a los aliados que el esfuerzo conjunto sería imprescindible de cara al resto del conflicto. En el caso británico, la profesionalidad y, en algunos casos, grandes dosis de heroismo permitieron que el pequeño contingente de la BEF (los Old Contemptibles) consiguiese, con la vital ayuda francesa, resistir los violentos y decisivos ataques de la infantería alemana. No fue un esfuerzo gratuito: después de un mes y medio de combates la BEF había perdido casi 2.300 oficiales y más de 50.000 soldados, entre muertos, heridos y desaparecidos. El 21 de noviembre las tropas británicas fueron retiradas del saliente de Ypres (Ypres salient) y fueron reemplazadas por unidades francesas. Los cuerpos Iº y de caballería de la BEF se mantuvieron en reserva de los franceses. Cuando se hubo estabilizado definitivamente el sector de Ypres, se decidió que los británicos se situasen a lo largo del frente entre el canal de La Bassée en Givenchy y el sector de Wytschaete. Los combates prosiguieron en el ‘saliente de Ypres’, pero no revistieron la violencia y determinación de los de octubre y noviembre de 1914. El duro invierno de Flandes (lluvias, nieve, lodo, frio intenso, ...) y el contínuo bombardeo de las posiciones aliadas hicieron de Ypres un infierno. 1915 sería otra historia, aunque muy parecida. La principal novedad es que ya se sabía que la guerra no sería corta. 

Fuentes: 

Beckett, Ian. Ypres: the first battle, 1914. London : Longman, 2006. 
Farrar-Hockley, A. Ypres 1914: death of an army. London : Pan, 1970.

Archivo del blog