17 nov 2007

Henri Philippe Pétain (1856-1951)

  • Henri Philippe Pétain nació el 1856 en la localidad de Cauchy-la-Tour, región de Calais. Hijo de una familia campesina, recibió una beca por la cual estuvo internado durante más de ocho años en un colegio en Saint-Omer, luego cursó dos años más en un colegio religioso de Arcueil. En 1876 ingresó en l’École spéciale militaire de Saint-de Cyr (Yvelines). Dos años después finaliza sus estudios en Saint-Cyr, es el 229º de una promoción de 386 alumnos. Le otorgan el grado de subteniente, y le destinan al 24º batallón de cazadores de Villefranche-sur-mer. Su carrera discurre de forma lenta y sin grandes aspiraciones: permanece cinco años como subteniente hasta que en 1883 es nombrado teniente a la edad de 27 años y es destinado al 8º de los cazadores (chasseurs) de Besançon. En 1888 ingresó en l’École de Guerre. En 1890 la abandona con una mención de Bien, en su expediente figuran otros comentarios: oficial distinguido, consciente, reservado, muestra un alto grado de celo y inteligencia, de carácter frío pero agradable en el trato. Foch le caracterizó de un extraordinario y recto carácter, de inteligencia muy lúcida y precisa, de método riguroso y de un sentido estratégico y táctico muy bueno, y sobretodo de una conciencia a toda prueba. Ambos, diferían y difirieron en carácter y actitud: Foch, pirenaico y meridional tenía un temperamento absolutamente opuesto al del Pétain de Calais que se distinguía por su sentido común y por su claridad pragmática.
    A la salida de l’École de Guerre, 1890, se une al 15º Cuerpo en Marsella con el grado de capitán donde ejercirá de ayudante en el estado mayor de esa unidad. Dos años más tarde, en 1892, toma el mando en Vincennes de una compañía del 29º de chasseurs. En 1894, Pétain está en el estado mayor del general Saussier, gobernador militar de París y generalíssimo en tiempos de guerra. Durante su periodo en París, se mantuvó al margen de asuntos como el Boulangismo, el caso Dreyfuss o la crisis religiosa durante los Inventaires. Ajeno a asuntos políticos, toma el mando del 8º de cazadores en Amiens. Este periodo en Amiens le proporcionó la ocasión de instruir a las tropas, y en ocasiones, a militares superiores en graduación. Esta experiencia le encaminará a ser nombrado instructor en l’École normale de tir de Châlons-sur-marne en 1900. Pétain difiere totalmente de la doctrina oficial que prima la creación d’un espacio o un campo fuego y de tiro elevado en detrimento de la precisión en el tiro artillero. Cree y estima que la precisión artillera debe, sin duda, mejorar. Sus ideas en contra del dogma imperante le convierten en un personaje incómodo: el director de l’École logra su traslado a una unidad de infantería, comandante de un batallón del 5º regimiento de infantería en la caserna de Latour Maubourg, en París. Su paso sera efímero, el mismo año es nombrado instructor de l’École de Guerre (1901-1903), se dedicará a dar conferencias y cursos sobre la infantería y sus tácticas. Su labor, bien acogida, cuenta con el aval del general Bonnal que había visto y elogiado sus virtudes militares durante unas maniobras con los chasseurs en 1900. En 1903 toma el mando de un batallón del regimiento de infantería 104. Un año después, 1904, vuelve a l’École de Guerre. En el 1907 y siendo teniente coronel, es considerado uno de los mejores expertos en la instrucción de técnicas de tiro. El general Manoury, nuevo director de l’École de Guerre, le reclama para ocupar la plaza de profesor de infantería táctica: Pétain estaba al mando del 118º regimiento de infantería. Durante los años 1910-1911 será el director de la instrucción de infantería táctica y tomará parte como profesor adjunto del Centre des Hautes Études militaires. En diciembre de 1910, con 54 años, fue nombrado coronel. La mayoría de sus camaradas, a su edad, ya eran generales. El 25 de junio de 1911 le otorgan el mando del 33º regimiento de artillería en Arras. El julio de 1914, antes de la guerra, recibe el mando interino de la 4ª brigada de infantería en Saint-Omer. Su jubilación está cercana: a su carrera, que parece ya acabada, le han faltado algunos laureles: un carácter independiente y sus puntos de vista y opiniones heterodoxas y particulares son las causas. La guerra trunca su retiro.

    La guerra

    Comienza la guerra como coronel con el nombramiento de comandante interino de una brigada que forma parte del Vº Cuerpo del general Lanzerac. Entró con su unidad en Bélgica dispuesto a defender Dinant. A finales de agosto, recibe el nombramiento de general de brigada. En la batalla de Charleroi y durante el repliegue del Vº Cuerpo, Pétain mostró sus grandes dotes y capacidades, recibiendo felicitaciones de sus camaradas. Es ascendido a comandante de la 6º División el 1º de septiembre en Fismes (Marne). El día 3 cruza el Marne por Vernueil. En la batalla del Marne logró un importante éxito táctico contra el ala derecha del Ejército de von Bulow. El 14 de septiembre recibe la tercera estrella de general, es nombrado general de división. La rápida progresión entre el grado de general de brigada y general de división responde, aparte de sus aptitudes y habilidades, a la falta de generales válidos dentro de l’Armée. Joffre, en un mes de guerra, ha retirado dos generales de Ejército, nueve generales de Cuerpo de Ejército de veintiuno, treinta y seis generales de división de cuarenta y siete, y cinco generales de caballería de diez. A finales de octubre, el 28, Pétain toma el mando del 33º Cuerpo de Ejército en Aubigny (Arras). El general Fayolle observa a Pétain y anota en su diario: Pétain es frío, tranquilo, resolutivo y muy estricto. No duda en apartar a los mediocres y fusilar a los cobardes. En mayo de 1915 participa en la ofensiva en Artois. El 21 de junio es nombrado comandante del IIº Ejército, sucede al general Castelnau. En septiembre tienen lugar las ofensivas en la Champagne y el Artois.
    Pétain ha dado de muestras de tener un gran conocimiento del arte de la guerra adecuado a las actuales circunstancias de la guerra. En ambas ofensivas, fallidas, se ha dado cuenta de que son imposibles otros resultados si no se cuentan con otros medios más adecuados y superiores, tanto en material como en armamento, y sobretodo en organización.
    El estado mayor del IIº Ejército se retira de Champagne al inicio de 1916, y es transferido a Noailles (Oise). Se ordena a Pétain hacerse cargo de la instrucción de las tropas acantonadas allí y que forman parte de los cuerpos de reserva.

    Verdún

    El 21 de febrero comienza la batalla de Verdún, a las 8.30 de la mañana los alemanes inician el ataque. El 24 su ofensiva se ha ampliado, la situación se confiesa desesperada. Y Joffre reclama a Pétain. El 25 de febrero, Pétain, el hasta ahora desconocido general, recibe el mando de los ejércitos de Verdún. Sustituye al general Herr. Debe seguramente su nombramiento a la confianza del general Castelnau. Pétain dirige la defensa hasta el 1º de mayo de 1916: reorganiza las líneas, sistematiza las trincheras, resitua la artillería, y sobretodo crea una logística en tropas, provisiones y municiones a través de la única via de comunicaciones que ha quedado intacta, la que conduce de Verdún a Bar-le-duc, y que será llamada más tarde la Voie sacrée. Los cálculos mostraron que del 27 de febrero al 6 de marzo de 1916 se desplazaron por esta carretera 190.000 soldados, 23.000 toneladas de municiones y 2.500 toneladas de material. En cuanto a la artillería, Pétain ordena que se dispongan de 55.000 obuses de 155 al día, y sustituye las grandes piezas de artillería por cien cañones de 75 que proporcionarían una movilidad superior en el campo de batalla. A la máxima d’avard de sang, prodigue en acier, Pétain ordenó contínuos relevos de tropas, mejorar la intendencia y numerosos refuerzos, en este caso a Joffre, con él que comenzaban a surgir las primeras discusiones.
    Su carácter genuino e independencia se muestran en diversas ocasiones. Las visitas de políticos y otras personalidades no son de su agrado, recela de la política y de los objetivos que está exige de lo militar. No oculta su desdén por los políticos, y para muestra lo que ocurrió el 22 de marzo de 1916 cuando el presidente Poincaré visitó a Pétain a Souilly, acompañado del príncipe Alejandro de Serbia y del general Cadorna. En un momento de la conversación, Pétain aseguró que para una mejor coordinación de la maquinaria gubernamental y militar era necesaria una dictadura militar. Poincaré, sorprendido, preguntó por la Constitución, a lo que Pétain respondió sin dudar: “La constitution, oh moi, je m'en fous”. No se trataba de una postura coyuntural, Pétain criticaba frecuentemente a los políticos y al Grand Quartier General por la facilidad y gratuidad con la que sacrificaban divisiones enteras para atender a objetivos sin interés. En la misma visita de marzo de 1916, criticó en público a Poincaré que no tuviese mejores palabras de aliento para los soldados que estaban sacrificando sus vidas por Francia.
    Sus posturas y tácticas diferían de las de Joffre. Éste decidió sustituirlo por Nivelle. Joffre encontraba que la lentitud de Pétain era nociva, prefería a Nivelle, un general que se adecuaba mejor a sus doctrinas militares. Pétain ya había hecho lo difícil: defender Verdún. Era el ganador de Verdún.

    Otros destinos

    El 16 de abril de 1916 fue nombrado comandante del grupo de ejércitos del centro, dejando su puesto en Verdún al general Nivelle. A finales de abril de 1917 será elevado al grado de jefe de Estado mayor de l’Armée. El mes de mayo de 1917 tuvo lugar el desastre de Chemin des Dames, Nivelle será destituido, y se llamará otra vez a Pétain para resolver los problemas y consecuencias que ha tenido este fracaso en el conjunto del ejército: los motines de mayo-junio de 1917. Se le nombrará comandante en jefe del grupo de ejércitos del Norte y del Nordeste del ejército francés.

    Los motines de 1917

    L’Armée se encuentra hundida y desmoralizada por las carnicerías, fracasos y derrotas militares y también por la propaganda pacifista. Está al borde del colapso. Se necesita una persona como Pétain para reconducir la situación. Pétain reprime los motines (consejos de guerra, más de cuatrocientas condenas a muerte, pero sólo 55 ejecuciones; condenas a trabajos forzados en Marruecos e Indochina), pero también sabe mostrar su vertiente más humana y toma medidas dignificantes para el soldado: higiene y aseo - instalando casetas de adecentamiento para el soldado en las estaciones de trenes antes de arribar a su destino de permiso - , duración de los permisos, preferencia de los trenes que llevan a las tropas de permiso, y como no la mejora de la vida del soldado en el frente: mejora de los foyers o salons du soldat, lectura, más representaciones teatrales, etc… en definitiva considerar al soldado como una persona que lucha y muere por su patria y no como un cordero que iba directamente al matadero. Pétain opina, y correctamente, que la estrategia llevada a cabo hasta ahora ha resultado inútil en avances y excesivamente costosa en vidas. Las famosas Directives de Pétain contienen sus nuevas ideas sobre el futuro desarrollo de la guerra. La n.1 suprime o aboga por suprimir grandes ofensivas y a concentrar las fuerzas militares en operaciones con objetivos más limitados pero que pueden reportar éxitos que suban la moral del ejército y no signifiquen grandes pérdidas humanas. El nuevo y mayor rol de la artillería también está entre sus contenidos: más acero y menos sangre. Las siguientes Directives tienen como objetivo principal el mejoramiento y optimización de otros recursos militares como puede ser la aviación. Como muestra de sus ideas, el 23 de octubre el ejército francés consigue un meritorio éxito en la batalla de Malmaison, en el mismo sector donde Nivelle había fracasado en abril. No obstante, creó con este ataque un peligroso saliente que en mayo de 1918 llevaría a los alemanes a batir dos cuerpos de ejércitos franceses.

    1918

    En 1918, continuan algunas disensiones entre Foch y Pétain. El primero, digno representante de la doctrina ofensiva francesa, choca con el sentido común y la prudencia del héroe de Verdún. Éste prefiere esperar el pleno despliegue y acción de las tropas norteamericanas juntamente con la supremacía de la tecnología en el campo de batalla: los tanques. Calcula que en 1919 los norteamericanos tendrán más de dos millones de tropas en Francia, y así el esfuerzo en vidas francesas será menor, lógicamente.
    Cuando a partir del 18 de octubre se intensificó la ofensica contra Alemania, él hubiese deseado que el principal punto o sector a atacar fuese al este del Mosa: su idea era intentar, lanzando el ejército de Castelnau a través de la Lorena y el Sarre, una maniobra envolvente de las tropas enemigas. Foch rechazó la idea por razones nunca aclaradas (puede que influenciado por los ingleses, que temían una conquista de la orilla izquierda del Rhin). Philippe Pétain estimó que el armisticio se firmó demasiado pronto. Esperaba la ofensiva Castelnau, prevista para el 14 de noviembre, que habría permitido una victoria total expulsando a los alemanes de Bélgica.
    El 19 de noviembre de 1918, Philippe Pétain fou nombrado Mariscal de Francia.

    La persona

    Su carácter introspectivo, reservado y su excesiva parsimonia en el habla no parecían preocuparle en el contacto con los otros. No le importaban en absoluto ni las críticas, ni el que dirán. Los más benévolos lo describían como tímido. Poseía un excepcional don de comunicar sus más íntimos deseos y voluntades y hacer creer a los demás en ellos, tenía un carisma especial. Verdún le proporcionó la popularidad y estima de sus paisanos.
    Pétain era, ante todo, un organizador, una persona calculadora con un elemental sentido común aderezado con una impresionante prudencia y un gran respeto y orgullo por sus tropas que le llevaba a no escatimar esfuerzos en reducir sus pérdidas. Sólo le pidió a sus hombres dos máximos esfuerzos: Mort-Homme y Malmaison. Sin duda, se debe a Pétain que el ejército de Francia estuviese en un lugar de honor entre los ejércitos aliados victoriosos, y que contribuyese hasta el final a la victoria final.

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