Lone tree ridge, la cresta del árbol solitario, se apodaba así porqué en ella había un enorme y frondoso cerezo que había florecido en mayo de 1915. Estaba entre las dos líneas enemigas, la británica y la alemana, es decir en Tierra de nadie.
Después de que las hojas del árbol cayesen y mudasen, un joven teniente de los Seaforth Highlanders condució una patrulla de noche hacia ese punto para colgar la Union Jack de las ramas desnudas del árbol con el objetivo que pudiese ser observada desde diferentes posiciones. Mientras trepaba, desafortunadamente, fue sorprendido por la luz de un bengala y acribillado por el fuego de una ametralladora alemana. Su cuerpo estuvo varios días colgado del árbol. Se intentó por dos veces recuperar el cadáver del teniente, pero ambos fueron en vano, y finalmente se decidió que la artillería tirase sobre el árbol para enterrar con él al oficial inglés. Con los días y los disparos el árbol fue destrozándose, pero no lo alcanzaba ningún tiro directo que lo destrozase definitivamente, hasta que quedó solamente un tronco desnudo de ramas de unos cinco metros de altura.
El sector de Lone tree ridge fue sobrepasado por la primera ofensiva de la batalla de Loos de septiembre de 1915, así este árbol destrozado se convirtió en un famoso y sangriento punto de encuentro para las tropas que iban y venían del frente con provisiones y municiones. Naturalmente, el enemigo no tardó en darse cuenta y apuntó con algunas de sus piezas de artillería ese punto provocando numerosas bajas del lado británico hasta que el sentido común y la precaución hicieron abandonar ese rendez-vous.
Se sabe que el árbol volvió a florecer en 1920, no obstante también se cuenta que los soldados británicos lo acabaron destrozando para tener un souvenir de Lone tree y su funesta historia.
1 comentario:
una anecdota increible, la del cerezo. Nunca dejará de sorprenderme esta guerra tan subrealista.
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