21 de marzo.
Bombardeos impresionantes en cada palmo del terreno del Bois d’Avocourt y alrededores. Las pérdidas humanas son estremecedoras. Es una carnicería bajo las peores condiciones meteorológicas posibles. Llueve intensamente y las bajas, tanto heridos como muertos son engullidos por el barro que se acumula. Las baterías también se hunden en el barro y es imposible desplazarlas. Los batallones alemanes fueron barridos y diezmados, a veces incluso hasta el último hombre, por las camufladas y escondidas ametralladoras francesas. A finales de marzo un ataque alemán a la Côte 304 es lanzado des del norte: los pueblos de Malancourt (31 de marzo), Harcourt (5 de abril) y Bethincourt (8 de abril) cayeron en manos alemanas.En ambos contendientes se informa de debilidad en la batalla: Unidades francesas y alemanas se niegan a abandonar las trincheras, la insubordinación es común y normal, las tropas se rinden fácilmente. Se trata de ejemplos que muestran que se ha rebasado ya el límite de la resistencia humana.
5 de abril.
La 4ª División de infantería es relevada y enviada a descansar a la región de Souilly. Es reemplazada por otra división del 32º, la 42º división, que venía descansada después de haber soportado lo insufrible en la orilla derecha, por Haudremont. La 42ª estaba compuesta de los regimientos 94º, 151º y 162º de infantería, de los batallones de cazadores 8º y 16º, y del 145º de territoriales. El comandante era el general Deville.
9 de abril.
Los alemanes cambian su estrategia de ataque; deciden atacar en ambas orillas del Mosa a la vez. En la orilla izquierda, la Côte 304 y Le Mort-Homme son atacadas a la vez. El general von Gallwitz tiene el mando sobre las tropas en la orilla izquierda, el Angriffsgruppe West. Los alemanes dispusieron de armamento y tropas extras para la batalla. Los franceses apenas tenían de tropas de reserva. El ataque comenzó con una martilleo de artillería impresionante.
Las tropas alemanas avanzan en pequeños grupos precedidos de lanzallamas. La cima de Mort-Homme estaba rodeada de una nube de humo y polvo. Las tropas alemanas ganaron terreno, pero a costa de grandes pérdidas. Alcanzaron la parta baja de la cima de Mort-Homme.
Fue esta división, la 42ª, la que perdió la pequeña parte que se conservaba de Le Mort-Homme. La cima más alta de Mort-Homme estaba situada a unos pocos metros más arriba. A su vez, los alemanes estaban bajo el fuego constante proveniente de la Côte 304.
En este punto cabe comentar que la historiografía y las fuentes no son claras. Algunas fuentes, las oficiales francesas, informan que sus tropas en todo momento conservan su posición, muy debilitada; y otras informan que las tropas francesas fueron expulsadas de las faldas del Mort-Homme. A menudo es necesario leer entre líneas para averiguar o entrever la realidad de los hechos. Curiosamente el parte oficial francés del día 14 de abril informa: “Actividad de dos piezas de artillería alemana des del Mort-Homme”. Reconocían, de forma ambigua, que lo habían perdido?
Los datos y la información siguientes se basan en la mayoría de fuentes que no señalan la pérdida del Mort-Homme y la Côte 304 hasta finales de mayo.
En si, la batalla se disputó tanto en una cima como en la otra, fue la batalla más horrible que tuvo lugar en la orilla izquierda. Las compañías se diezmaban en ambdos lados (de una compañía francesa de 165, sólo volvieron 35), no había ni comida ni bebida suficiente para varios días, los heridos no se transportaban y los muertos no se enterraban.
Los alemanes no lograron tomar ni la Côte 304 ni el Mort-Homme, según las fuentes francesas. Los franceses se mantuvieron firmes. Aprovechando el logro y la ocasión, Pétain aprovechó para arengar con su famoso discurso:
"Le 9 avril est une journée glorieuse pour nos armes. Les assauts furieux des soldats de Kronprinz ont été partout brisés. Fantassins, artilleurs, sapeurs, aviateurs ont rivalisé d'héroïsme. Les allemeands attaqueront sans doute encore. Que chacun travaille et veille pour obtenir le même succès qu'hier... Courage, on les aura!"
Desde la Côte 304, los franceses y su artillería podían mantener a raya a los alemanes. El general Gallwitz convenció a Knobelsdorff que resultaba inútil atacar Le Mort-Homme sin antes haber tomado la Côte 304. Durante cuatro días, del 9 al 12 de abril, la lluvia cayó sin cesar.
Las trincheras inundadas hicieron todavía más insoportable la vida de los soldados, como por ejemplo estar con el agua hasta las rodillas. Después de este periodo de lluvias, los franceses contraatacaron. Los alemanes retiraron algunas de sus líneas del Mort-Homme. El Alto mando alemán estaba preparando un ataque sobre la Côte 304. El general Hallwitz, oficial de artillería, decidió someter la cima de la Côte a un experiencia de fuego y acero impresionante.
500 baterías de artllería pesada barrerían un frente de apenas 2 kilómetros.
3 de mayo.
Inicio de un bombardeo que se mantendrá ininterrumpidamente durante 36 horas. Los franceses sufren una carnicería. Las condiciones de supervivencia rayan lo absurdo: no hay ni agua, ni víveres, produciéndose escenas dantescas: los hombres son enterrados en vida, los lamentos de los heridos y agonizantes se oyen por doquier, el hedor de muerte y podredumbre lo cubre todo. Se calcula que perecieron más de 10.000 soldados.
En la noche del segundo día de intensos bombardeos, la Côte 304 es atacada y tomada. Los franceses están destrozados. Harán falta tres días de lucha cuerpo a cuerpo para que la posición de la Côte 304 esté en manos alemanas. El testimonio de este soldado alemán es ilustrativo del infierno que supuso la lucha por la Côte 304:
"Llevábamos con nosotros ese olor penetrante y náuseabundo. El pan que comíamos, el agua estancada que bebíamos. Todo aquello que tocábamos hedía a descomposición debido que toda la tierra que nos rodeaba estaba y repleta de cadáveres pudriéndose".
A raíz de estos ataques tan duros, la Côte 304 rebajaría 7 metros su altitud.
Tal y como argumentaba von Gallwitz la ruta hacia Mort-Homme estaba despejada. Le Mort-Homme recibió el mismo trato que la Côte 304, se asemejó a una erupción volcánica. El bombardeo fue espeluzante. El caos se adueñó de todo: 13 regimientos alemanes, en primera línea de defensa, se quedaron sin oficialidad ni coordinación. Los aviones de observación detallaron una columna de humo y polvo de 800 metros de altura. Los franceses resistieron fieramente, pero Le Mort-Homme finalmente cayó en manos alemanas. Cumières y Chattancourt también fueron tomadas. Finalmente, después de tres meses de initerrumpida batalla el ejército alemán tomó el Bois Bourrus. Los ejércitos alemán y francés estaban exhaustos.
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