Viene de: Springboks
en el Somme: la batalla por Longueval y Delville Wood, 15-20 de julio de 1916
(I)
16 de julio
Poco antes del alba llegaron pésimas
notícias: nada de retirada. Bien al contrario, Congreve y Rawlinson insistieron
en Longueval y en la bolsa de resistencia alemana al norte de las posiciones
entre Longueval y Delville Wood. El problema, al menos para la BSA, era que no
se podía eliminar la posición alemana bombardeándola. Las posiciones
sudafricanas y escocesas se encontraban demasiado cerca de la línea alemana. El
mando optó por la manera tradicional. Ordenó al 11º de los Royal Scots (27ª
escocesa) y a dos compañias del 1º del CBE que atacasen por ambos flancos. Los
escoceses atacaron a pelo. Los sudafricanos consiguieron llevar a primera línea
un grupo de morteros, con los que bombardearon a los alemanes antes de atacar.
Los Royal Scots partieron del norte de Longueval y los sudafricanos desde el
extremo oeste de Princes Street, justo en el medio del bosque. El resultado de
la operación fue nulo. Los alemanes seguían resistiendo de forma
increíble. Los escoceses se retiraron bajo un nutrido fuego de
ametralladora. Los sudafricanos se replegaron bajo una lluvia de obuses, que
anticipó el contraataque de los turingios del 153º RI, que a duras penas
lograron repeler.
Este último (e inútil) ataque
británico certificó la terrible paradoja que flotaba por los cuarteles
generales desde la mañana del 15 de julio: Longueval no se conquistaría
completamente sin capturar antes Delville Wood y Delville Wood no podía
conquistarse totalmente sin que Longueval estuviese libre de enemigos. Se
trataba de un círculo vicioso perverso ya que las fuerzas eran las que eran y
solo se podía avanzar a golpe de mordidas, que cada vez tenían menos potencia. Los
mandos medios de la BSA lo tenían más claro que nadie porque estaban sobre el
terreno y veían a sus hombres. El primero a expresar el extremo cansancio y
sufrimiento de sus hombres fue el teniente coronel Dawson, que pidió a Lurkin
un relevo de sus hombres. Lurkin se limitó a recordarle las órdenes de Furse:
el bosque tenían que conservarse a toda costa y como fuese. Los alemanes
también tenían órdenes de no dar un paso atrás. Con estas premisas el
guión de los días anteriores se podía repetir ad infinitum aunque los
sudafricanos ya no estaban para ninguna alegría. Al llegar la segunda noche la
situación de los BSA comenzaba a ser dramática. La contínua lluvia de
proyectiles, el acoso de los francotiradores alemanes y lo impracticable del
terreno dificultaban el aprovisionamiento de agua y víveres. Delville Wood se
estaba convirtiendo en Devil's Wood, en un verdadero infierno.
Los mandos británicos programaron otro
'mordisco' para el día siguiente. La misión era expulsar a los alemanes
del extremo noroeste de Delville Wood con la ayuda de los Royal Scots, que
volverían a empujar a los alemanes desde Longueval. La 9ª escocesa había
afianzado su flanco izquierdo con la cobertura de la 3ª de su flanco izquierdo,
lo que les permitía mayor libertad de movimientos y evitar el hostigamiento de
los alemanes desde Orchard Trench.
A las diez y media de la noche llegaron
órdenes del cuartel general de la 9ª para que las tropas que se encontraban en
Longueval se retirasen hasta más allá de la continuación de Princes Street. En
el bosque las tropas de la BSA al oeste de Strand debían recular unas decenas
de metros hacia el este. El objetivo era bombardear y aniquilar la bolsa de
resistencia alemana al norte y noroeste de ambas posiciones, para que tropas de
la brigada 27ª y dos compañías del 1º de la BSA ocupasen las posiciones
enemigas.
17 de julio
El bombardeo acabó a las dos de la mañana
pero antes de la hora programada para el ataque (3.45 am) los sudafricanos
volvieron a concentrar fuerzas en Delville Wood, lo más cerca posible de la
línea para evitar el desgaste del avance. Tanner ordenó a las tropas del 2º que
se adelantasen y cubriesen a los del 1º. Pero no sirvió de nada. Los alemanes,
conscientes del patrón británico, bombardearon el nordeste del bosque y
obligaron a los sudafricanos a una retirada más allá del sur de Princes Street.
Von Armin aprovechó el golpe y ordenó el avance de la Garde Division, que
consolidó la conquista del terreno capturado a los springboks. Los Scots, a su
vez, no tuvieron mejor suerte. Los alemanes resistieron en Longueval. El ataque
había sido un fracaso y para colmo los alemanes estaban rompiendo el flanco
izquierdo sudafricano que lindaba con Longueval. Los Springboks corrían en el
riesgo de ser aislados por el oeste.
Lurkin visitó Delville Wood y discutió la
situación con sus oficiales. El panorama comenzaba a ser crítico. Otro intento
para romper el cerco sobre su posición había fracasado y las unidades
sudafricanas comenzaban a verse superadas. Los alemanes los acechaban por tres
flancos: el norte, el este y ahora por el oeste, arriconándoles en el extremo
más meridional del bosque con los alemanes también a sus espaldas y prestos a
la estocada final. De vuelta a su cuartel general Lurkin telefoneó a Furse y le
expusó la situación. Furse fue taxativo: ni relevo ni refuerzos, Congreve era
inflexible con Delville Wood.
La tarde continuó con su tónica funesta.
El oficial de inteligencia Roseby fue herido mortalmente y el teniente coronel
Tanner fue herido y sustituido por Thackeray.
La noche fue peor que el día. Los
alemanes, conscientes de sus posibilidades pero también de sus limitaciones,
querían asestar el golpe definitivo sobre Delville Wood. La artillería germana
confirmó el guión y convirtió el bosque en un nuevo infierno. Los sudafricanos
siguieron parapetándose tras troncos y cadáveres en putrefacción sin apenas
víveres y agua.
18 de julio
'Los dioses aprietan pero no ahogan' debió
pensar Lurkin cuando se enteró de que unidades de la 3ª DI - 1º Gordon
Highlanders y 8º de los Kings Own - estaban atacando con éxito al norte de
Longueval. El ataque tuvo un éxito inicial. Los alemanes se retiraron unos 150
metros y resistían en un emplazamiento llamado The Orchard, cuando tras unos
minutos la artillería alemana volvió a decantar la balanza. El ataque británico
al norte de Longueval tenía, en parte, un componente de finta. Congreve
aprovechó el ataque para enviar tropas de la brigada 76ª al sector de la
diezmada compañía A del 2º de Natal en el flanco izquierdo de Delville,
lindando con Longueval. La misión fue inútil. Los efectivos de la 76ª se vieron
obligados a retirarse bajo una brutal bombardeo. Al poco de la reculada de la
76ª los alemanes aprovecharon la brecha y entraron por el flanco izquierdo.
Lurkin y Thackeray no podían creerlo. De
un intento matutino para reforzar la línea se había pasado a una reculada
general a partir del mediodía.
Los alemanes volvían a recuperar fuerzas
para una nueva embestida. Las cosas iban de mal en peor. El mando de la BSA se
enfrentó a su peor pesadilla: la 8º DI alemana atacó por el flanco sur, el que
daba a Buchanan Street y a la carretera que lleva a Ginchy. El ataque tenía un
objetivo perverso: cerrar la única via de escapatoria de la infantería en caso
de retirada general y así rodearlos. Se trataba del punto por donde había
entrado la BSA el 15 de julio. La conclusión estratáegica del ataque
confirmaba, por si había alguna duda, que los alemanes habían permitido entrar
a los sudafricanos para luego aniquilarlos por los cuatro costados.
El choque entre alemanes y sudafricanos
fue brutal y la defensa del sector meridional rayó lo épico. Junto a la
incesante lluvia de obuses, los sudafricanos tuvieron que protegerse de los
francotiradores alemanes, que encontraron en la maraña boscosa en la que se
había convertido Delville Wood un terreno ideal para el camuflaje. La presión
alemana desde el norte de Delville Wood seguía siendo igualmente asfixiante:
los bávaros y la Garde Division seguían acosando y abatiendo al poco más de
doscientos de sudafricanos que resistían.
Thackeray envió a un oficial y 50 hombres
a cubrir la brecha. Hicieron lo que pudieron y más. Pero la situación pintaba
fatal. Pasado mediodía, el Teniente Coronel Dawson ordenó al resto de su
regimiento (el 1º de CBE) que subiese a la línea a tapar lo que pudiesen,
literalmente hablando. Apenas eran 150 hombres. Entraron por el suroeste de
Longueval y se adentraron en el perímetro del bosque en busca de los hombres de
Thackeray. Tras Dawson se incorporó un contingente de unos 80 hombres de una
batería de morteros de trinchera que subieron desde Montauban.
A mediodía los alemanes se retiraron del
perímetro norte. Mala señal. Como si fuese un tsunami, las tropas se retiraron
hacia sus propias líneas para que una hora después el norte de Longueval y todo
Delville Wood fuesen barridos con obuses de alta carga explosiva. La visión de
Delville Wood desde el oeste era dantesca. Las tropas sudafricanas que habían
corrido a ocupar la 1ª línia alemana y se parapetaron como pudieron fueron
totalmente aniquiladas, excepto algunos supervivientes que cuando llegaron
al cuartel general de la brigada levantaron acta del infierno. Cuando
Dawson contactó con Thackeray la situació de la BSA era trágica y absudra, a la
vez. La infantería africana había sido aniquilada en la mayor parte del bosque.
Los springboks supervivientes que hacían de retén en Princes Street se fueron
retirando hacia el sur. Thackeray solo 'controlaba' el sector suroeste del
bosque, entre Longueval y Buchanan, al sur de Princes. Las bajas eran
inumerables y la situación era cáotica. Todos los camilleros del 3º habían
caido y los heridos se hacinaban en las trincheras. Dawson comunicó la
situación a Lurkin. Lo prioritario era resistir y sacar a los pocos heridos que
pudiesen sobrevivir. Se hizo una dura criba de prioritarios y al poco llegaron
tropas de cavallería reconvertidas en camilleros que retiraron como pudieron a
los heridos.
Sobre las cuatro de la tarde y
aprovechando el momentum, los alemanes se lanzaron a reconquistar
Longueval desde el norte. El ímpetu alemán fue brutal, los Highlanders
recularon sin freno hasta más allá de la mitad del pueblo. Solo el arrojo de
los Cameron Highlanders salvó la situación. Los escoceses consiguieron
frenarlos y recuperaron posiciones hasta la plaza del pueblo, más o menos a la
mitad.
Para los británicos el día acababa peor
que empezó. Los sudafricanos ocupaban una línea más virtual que real en
Delville Wood. Estaban siendo hostigados por los cuatro puntos costados y la
imposibilidad de que llegasen refuerzos hacía de la resistencia una quimera. A
pesar de los esfuerzos de los mandos por ofrecer una defensa coherente y
coordinada, los pocos supervivientes sudafricanos se refugiaron en pequeños
grupos, sin capacidad ofensiva y luchando solo por su supervivencia, sin pensar
en defender una línea o un flanco. La resistencia en Delville Wood no era
operativa y no servía a estrategia alguna. Era heroica pero fútil.
19 de
julio
Sobre las
dos de la madrugada del 19 dos compañías del 1º y otras dos de la SAS se
retiraron de Delville Wood. El relevo, sin embargo, iba a ser lento y penoso
para el resto del contingente sudafricano. Los alemanes estaban empeñados a
aniquilar a los últimos supervivientes de Delville Wood. La situación iba a
empeorar y cualquier intento para aliviar la presión sobre el bosque fue
estéril. El 8º de los Norfolks atacó desde Longueval para oxigenar el flanco
izquierdo del bosque pero no logró nada. Tampoco las sucesivas oleadas de los
Essex, Berckshires y Suffolks. La tenaza alemana se cerraba sobre Delville
Wood.
A media
mañana se comenzó a consumar la debacle: un ataque convergente del 153º y del
52º RI alemanes rodeó y capturó a los supervivientes del 3º de Tranvaal al este
y al sudeste del bosque. Unos 200 hombres entre tropa y oficiales. El método
alemán era arrollador. Granaderos y francotiradores abriían camino para que la
infantería avanzase en formación desde el sector norte, nordeste y noroeste.
Thackeray
aguantó la línea en el rincón sudoeste pero pasado mediodía informó a Lurkin
del principio del fin. Si los refuerzos o el relevo definitivo no llegaban el
bosque se perdería en un par de horas y lo peor: que Longueval
quedaría al descubierto. El mando británico hizo lo que pudo. Los Black Watch,
los Seaforth y los Cameron Highlanders partieron en tres oleadas a socorrer a
los últimos springboks que quedaban en el bosque. Nada. Fueron todos
rechazados. Los alemanes tenían vía libre. Unidades de la brigada 53ª alemana
llegaron a unas decenas de metros del cuartel de Thackeray, señal de que todas
las tropas al norte del cuartel habían sucumbido o eran prisioneras. Thackeray
aguantó, más por la cobertura artillería británica que por respuesta propia.
En
Longueval, la 9ª escocesa fue relevada finalmente por la 3ª, excepto por los
sudafricanos de Delville Wood, que incomprensiblemente seguían ahí. La noche
fue más o menos tranquila.
20 de julio
Pasado
mediodía, y atendiendo por fin las súplicas de Lurkin, Congreve envió al bosque
a los fusileros galeses, al 2º batallón de los Suffolk y al 6º de los Royal
Berckshires para que relevasen a los sudafricanos. Los springboks
supervivientes abandonaron el bosque pasadas las seis de la
tarde bajo el sonido de las gaitas de los Black Watch. 3 oficiales y
140 soldados.
Cuando la
brigada sudafricana entró en Delville Wood el 15 de julio lo hizo con 123
oficiales y 3032 soldados de tropa. El total de bajas fue de 104 oficiales y
2982 soldados, de los cuales 34 y 543 fueron declarados muertos en combate.
Días después y tras reagruparse en retaguardia la brigada contaba con 29
oficiales y 751 soldados. El 1r regimiento del Cabo de Buena Esperanza tuvo 558
bajas, el 2º de Natal 482, el 3º de Tranvaal y Rodesia 771 y el 4º de los South
African Scotish 509. En cuanto a oficiales, 23 murieron en el acto, 7 de
heridas con posterioridad, 47 fueron heridos y 15 desaparecieron o fueron
tomados prisioneros. Peor fueron los números de los suboficiales del 2º y del
3º: murieron todos. El número de bajas resulta más impresionante si se toma la
fecha del inicio del Somme. La bajas de la BSA entre el 1 y el 20 de julio de
1916 fueron de 2815 hombres, con 502 muertos, 1753 heridos y 578 desaparecidos.
21-26 de
julio
Durante los
tres días siguientes del 21 al 23 de julio, la 3ª División británica consolidó
sus posiciones y se preparó para el siguiente ataque. El 23 de julio, la 9º
brigada de la 3ª atacó por enésima desde el oeste de Longueval con el apoyo de
la brigada 95. de la 5ª, situada a su izquierda un poco más al norte. La 35 DI
atacaba también Guillemont. Poco antes de la cuatro de la madrugada, el 1º de
los fusileros de Northumberland y el 12º de los West Yorks - con el 13º de
los Kings en reserva - iniciaron el ataque hacia la parte septentrional de
Longueval con objetivo de entrar en Delville Wood. En los primeros compases del
ataque las cosas parecieron ir bien hasta que un nutrido fuego de ametralladora
los barrió frontalmente y desde la izquierda. Los de Northumberland se vieron
forzados a retirarse. Primero hasta Piccadilly Street, la vía que dividía
Longueval en dos mitades y que iba de norte a sur, y más tarde hasta Pont
Street, aún más hacia el frente original. Los otros batallones capturaron un
punto fuerte cercano al sector de The Orchard, pero los alemanes contraatacaron
con fuerza y los obligaron a retirarse al punto de partida.
El 25 de
julio la 3ª División fue relevada por la 2ª, que tomaría las posiciones en
Delville Wood mientras la 5ª permanecía en Longueval.
A modo de conclusión
Aunque con el paso de los años algunos
especialistas británicos lo definan de 'éxito estratégico', los combates
en Delville Wood entre el 14 y el 20 de julio de 1916 fueron un desastre
total. La falta de planificación, la improvisación y la ausencia de una
visión estratégica a medio plazo convirtieron la participación sudafricana en
la 'batalla más sangrienta del Somme' en palabras de Liddell-Hart y no en
una exitosa operación militar. En esta línia crítica, Ian S. Uys - uno de
los especialistas más importantes sobre la participación de la BSA en la Gran
Guerra - se pregunta si era necesario que los springboks hubiesen sido enviados
a una trampa mortal, un saliente virtualmente indefendible, sin material
adecuado de atrincheramiento, sin reservas y sin la posibilidad de un relevo
viable, para capturar y resistir en el bosque a toda costa?
La respuesta es obvia pero Uys se encarga de desvelar
cuáles fueron los factores más determinantes para el fracaso de la operación y
que se resumen de la forma siguiente:
1. Asincronía entre la incompleta toma de Longueval y la
entrada en un saliente como Delville Wood.
2. Falta de previsión logística (tropas, munición,
víveres, etc.).
3. La naturaleza boscosa del terreno especialmente
contraindicada para la defensa.
4. Omisión sobre el hecho de que las áreas boscosas
debían superarse y defender desde el exterior, no permaneciendo en ellas dadas
las pésimas condiciones de atrincheramiento.
5. La cercanía entre líneas no permitió el uso
correcto de la artillería de campaña para aniquilar posiciones enemigas.
6. La pésima preparación del terreno para la defensa
desprotegió compañías de ametralladoras y de morteros de trinchera que fueron
presa de los francotiradores o de la artillería enemiga.
7. La ausencia de un sistema de trincheras de
comunicación dificultó el acceso y el movimientos hacia determinados sectores
del bosque.
Como Uys, Furse ya detectó parte de estos errores el
mismo 21 de julio al iniciar una investigación sobre la fallida ofensiva.
Algunos de los peores errores no volvieron a repetirse. Otros se producirían hasta
el final de la guerra. El Somme fue un campo de batalla y un campo de pruebas.
Fue el crisol del 'bite & hold' de Rawlinson y del inicio de la
'Learning curve' por la que los británicos comenzaron a operar un cambio
táctico en su conducción de la guerra. Pero fue testigo de algunas de las
operaciones más fallidas y sangrientas de la Primera Guerra Mundial como
Delville Wood.
La contribución sudafricana en Delville Wood fue tan
solo la primera fase de la batalla. Los combates en el bosque Delville se
dilataron durante más de seis semanas. Los británicos no consiguieron
reconquistar y consolidar el sector hasta el 3 de septiembre, en que fue
eliminado el último foco de resistencia alemana. La dureza de los combates
durante esas seis semanas lo atestiguan el continuo cambio de manos delDurante
ese periodo el bosque cambió de manos con frecuencia hasta que los alemanes
dfel último de los alemanes fueron desalojados del sector este del bosque. La
operación duró siete semanas. , consolidación importancia estratégica de
Delville Wood lo atestiguan las más deque datestiguada porlo demuestra que era
trans, después de cambiar de manos en varias ocasiones, no fue tomada
definitivamente hasta el 3 de septiembre.
Fuentes
Digby, P. KA. Pyramids
and Poppies: The 1st SA Infantry Brigade in Libya, France and Flanders 1915-1919,
p.112.
Cornwell, R. "Delville
Wood", Militaria 7(2), 1977, pp.8, 13, 15.
Ewing, J. The 9th
(Scottish) Division, p.96
Buchan, J. South
African Forces in France, pp.23-47,51.
Uys, Ian S. "The Lessons
of Delville Wood". Military Historic Journal 6, 1. 1983
Uys, Ian S. "South
Africans at Delville Wood". South African Military History Journal. 7, 2. 1986.
2 comentarios:
Buen post y el primero del año kudos
gracias Francesc
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