19 sept 2009

El infierno mudo (I)



Verdun.
Cualquier persona con un mínimo de recorrido histórico habrá oido hablar de ese lugar. Si la persona se interesa por la Gran Guerra, Verdun es cita obligada. Si esa misma persona lleva interesada en Verdun más de veinte años, se trata de una peligrosa obsesión.
Vencer las obsesiones es enfrentarse a ellas. En el peor, o mejor de los casos siempre se sucumbe a ellas. Y esa fue mi historia. Me enfrenté a Verdun y perdí. Pensaba que una vez allí el mito iría decayendo hasta formar parte de esos miles de recuerdos que invaden nuestros baúles. Pero sucedió al contrario. La obsesión cobró vida y renació, y ya de vuelta del infierno planeaba el retorno al abismo. Para mi suerte, o desgracia, no pasa un día en que no me acuerde de lo que allí vi y sentí.
Esta es la crónica de un viaje al infierno mudo.

A finales de agosto y pensando en unos días de descansando, Laura y yo convenimos en salir del mundanal ruido y de la humedad bochornosa de Barcelona. El objetivo estaba claro: huir del calor y buscar las suaves brisas del incipiento otoño del norte. Así, que uniendo varios cabos (frescor, descanso y buena gastronomía) nos llegó la visión: el norte de Francia. Pensé en unos vinitos de Borgoña, quizás algunas catas por la Champagne y, como no, Verdun. Mi subconsciente había elegido el destino.
Esa misma noche, durante una cena con una pareja de amigos salió el tema del viaje. Al poco de hablar y gracias a los efluvios de un buen vino, los amigos ya se habían apuntado y partíamos dos días después. Laura, esta pareja de amigos, mi inseparable Jack Russell (Frasier) y el que escribe.
Primera parada: París. Tres días después Reims y esa misma tarde, sobre las cinco, llegamos a Verdun.
La primera sorpresa - incluso para mí - fue encontrarnos con una hermosa ciudad de pequeñas dimensiones. El primer recordatorio fue el río, la Meuse. Serpenteando por la ciudad es atravesado por varios puentes. Nosotros la cruzamos por el que lleva a la famosa Porte Chaussée, eterno icono de Verdun en postales y sellos de la ciudad. Los muelles estaban perfectamente cuidados, limpios y repletos de curiosas barcazas de recreo amarradas. Al ver la Porte Chaussée me desperté de un largo letargo embrutecedor y me di cuenta de que estaba ya en Verdun. Casi imposible pero así era.
Aún muerto de hambre y exhausto, me moría por ir a los campos de batalla: Douamont, Vaux, Froideterre, Fort Souville, el ravin de la Mort, de la Dame, subir a las pequeñas colinas, meterme en las trincheras, en fin divisar el paisaje de unos de los lugares más célebres de la Gran Guerra.
Eran más de las seis, el día comenzaba a morir, pero yo y mis cuatros amigos pusimos rumbo al infierno, un infierno de infinitos matices verdes.
Cogimos una carretera al este de Verdun, avanzamos unos quinientos metros y casi al salir de la zona urbana encontramos un desvío a la izquierda que nos llevó colina arriba. Subimos, y al final de la cuesta pudimos contemplar la inconfundible silueta de la catedral de Verdun. Fue tal como la imaginaba.
A partir de ahí pareció como si canviásemos de latitud: la tarde se volvió sombría y la carretera, que estaba flanqueada por interminables filas de coníferas, nos conducía a otra dimensión. A esta sensación se le sumó la solitud, estábamos solos. No nos cruzamos con nadie. Al poco una profunda conmoción comenzó a adueñarse de mi. Me sentí como un profanador, como Karloff en Ladrón de cadáveres. Pisábamos un lugar semisagrado, y la sensación no me dejó hasta abandonar Verdun. Flotaba un halo de misterio, algo de estremecedor y no fui el único en sentirlo. Al día siguiente, un gran amigo sintió lo mismo aunque lo pasó peor.
De vuelta a la carretera, y recorrido aproximadamente un kilómetro, encontramos una desviación a la izquierda que señalaba la localización del Massif de Souville. Los cruentos y decisivos combates de junio y julio del 16 me obligaron parar. Entré en el desvío, paré el coche y descendimos. Qué impresionante .... !!!
A banda y banda de la carretera, incluso en una pequeña isleta entre la carretera principal y la desviación a Souville se encontraban, en buen estado, un grupo de trincheras que transcurrían en forma de zig-zag en paralelo a la carretera. No pude evitarlo, algo me empujó a entrar. Los que me quieren y me conocen me explicaron dos días después que en ese momento me transformé, que algo me ocurrió, como si algo o alguien me hubiese poseido. Dicen, incluso, que me cambió el gesto y que mis ojos brillaban con especial viveza. Ahora que lo dicen y mirando las fotos, tienen un poco de razón.
Una vez en las trincheras comencé a pasear por ellas ajeno totalmente a Laura y mis amigos. Sólo me acompañaba Frasier, que lo olisqueaba todo con una ansia desaforada. Al día siguiente comprendí que a Frasier lo habían superado igualmente las circunstancias, aunque quizás algo más.


Fotografías del autor

Continuará en: El infierno mudo (II)

14 comentarios:

SCREAM dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rodrigo Siruela dijo...

Scream,
Qué feo...! No simplemente no aportas nada, sino que encima ahondas en estupideces.
Lárgate...!!!
Sigo este blog desde hace tiempo y es canela fina.
La respuesta del autor es excesiva y demasiado dura, aún así la entiendo.
Quizás pueda haber algo error ortográfico, o no, pero estos detalles se comentan via mp.
En algo coincido con Xavier: lárgate !!
Encima que no es su idioma habitual, cargas contra él... Triste y feo. Muy feo.
Coge la puerta y acuérdate de cerrarla cuando te vayas.

Rodrigo, uno de la Rioja.

F. Xavier González Cuadra dijo...

Bien, soy el autor.
Por respeto a mi blog y al cibernauta Scream he borrado mi dura respuesta.
Cierto. Muy dura y descalificatoria... Lo siento.
El blog y las personas que lo siguen no se merecen ciertos comentarios ...
Me gusta lo que hago y con las ganas que lo hago.
Mi idioma materno y de comunicación es exclusivamente el catalán, pese a quién le pese.
Decidí escribir este blog en castellano por temas de difusión. Fue una concesión al sentido común en un mundo globalizado.
A pesar de esto no soporto la estupidez, y aún menos la que es gratuita.
La actitud del lector Scream es de mala educación. No voy a caer en provocaciones... puedo tener algún error. Soy consciente.
Siento que alguien que consulte mi blog intente aleccionarme sobre algo anodino, y que encima no aporte NADA, que es lo que hiciste... no aportaste nada, amiguete.
Lástima que en la Red circulen elementos como tú amigo Scream, una lástima.
Por cierto, el mas que incluyes en tu mensaje insustancial lleva acento en la a.
Por más que personajes como tú vilipendien por la Red, algunos catalanoparlantes no dejaremos de escribir en castellano.

Un saludo a todos los lectores inteligentes.

K.I.A. dijo...

El usuario Scream, dado el nombre que ha elegido para identificarse, se define al mismo tiempo. Le pido al autor de este blog que no dude en echar mano de la censura para que semejantes comentarios no nos distraigan de nuestro interés y disfrute.

SCREAM dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
K.I.A. dijo...

"gusto": puede ser sustantivo o, como verbo, responde a la primera persona del singular del presente de indicativo del verbo gustar.

"gustó": tercera persona del singular del pretérito perfecto simple del verbo gustar, que es la que hubiera correspondido ya que el sujeto era "el reportaje".

Aquí hay un problema de acentuación o, más grave, de dominio de la gramática.

K.I.A. dijo...

http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com/2007/11/horrores-de-verdn.html

"algun lado": yo diría que "algún" se acentúa.

¿Sabes lo que dicen, Scream?
No juzgues y no serás juzgado.

¿Te gusta juzgar la ortografía ajena? Pues ya sabes...

Neil Parsons dijo...

¿Desde cuándo se critica duramente a quien sin ninguna mala intención sugiere se cuide un poco las reglas de ortografía, aunque él mismo también las cometa con no poner tildes en su segunda contestación? ¿Eso es anodino? Eso ni es ser prudente ni mucho menos humilde con lo que uno escribe. Si este es el camino que algunos escogen gratuitamente ya sea en este blog o en cualquier otro y faltar al respeto sin ningún motivo, mejor será que os dediquéis a hacer autocrítica en lugar de defenestrar a gente igualmente inteligente (o incluso a los legos en el tema sobre la Gran Guerra) y que pide un mínimo de coherencia por vuestra parte, sin entrar en descalificaciones gratuitas de ninguna clase que no conducen a ninguna parte. De hecho, respondiendo a Scream de la forma que lo habéis hecho ya vosotros mismos os descalificáis por las formas empleadas.

Si en mi blog alguien me dijera lo mismo, y me doy cuenta de que me he equivocado, lo corrijo y punto, y no me molesta lo más mínimo.

A mí no me importa de dónde sea cada uno, pero me parece fuerte que se critique tan duramente a Scream por el mero hecho de haber pedido CON EDUCACIÓN y sin ninguna mala intención por su parte una cosa tan normal, que es de sentido común, y para nada se ha querido faltar al respeto de nadie en absoluto, ni al autor de este blog ni a cualquier otro.

Y si tengo que aportar algún comentario en este blog, lo haré en su caso, pero no se puede ni mucho menos censurar a nadie por manifestar libremente su opinión, sea de forma simplista y sin fundamentar o sea con la peregullada necesaria para dar a entender que sabe de qué va la cosa.

Me parece una actitud muy fea por vuestra parte y os lo tengo que recriminar. Y que conste que contesto este post sin ánimo de ofender a nadie, y lo que sí pido es un poco de sentido común y pensar con lógica vuestras respuestas ante el breve comentario inicial de Scream, que no es mucho pedir.

Claro que también Scream comete un pequeño fallo con ese "mas" sin tilde, pero no es como para montar todo este pollo de muy señor mío (bastante excesivo y sin ninguna razón de ser por vuestra parte, por supuesto). Un poco de respeto, sentido de la humildad, caballerosidad e indulgencia hacia los visitantes que posteen en este blog, aunque solo sea una sola vez y vengan de donde vengan, es lo menos que se puede hacer por vuestra parte y no voy a decir nada más.

Ahí van una serie de frases para que las penséis con seriedad:

"Respeto es la capacidad de aceptar a todo lo que posea vida, a toda nuestra diversidad a la cual pertenecemos."

Aristóteles: "El rasgo distintivo del hombre prudente es el ser capaz de deliberar y de juzgar de una manera conveniente sobre las cosas."

Séneca: "El que es prudente es moderado; el que es moderado es constante; el que es constante es imperturbable; el que es imperturbable vive sin tristeza; el que vive sin tristeza es feliz; luego el prudente es feliz."

Por cierto, la fotografía y el resto del post me ha parecido de una gran belleza e impresiona. Por mi desconocimiento en el tema, no puedo ahondar mucho sobre Verdun, pero me ha gustado conocer una parte de la historia de la 1ª Guerra Mundial.

Saludos.

Neil Parsons dijo...

Y añado:

En cualquier blog de gente normal se agradecen los comentarios. Los comentarios son la salsa de los blogs. Permiten un feedback con el autor y además suelen enriquecer la noticia o el tema del que se está hablando (un caso excepcional es Meneame o Forocoches, donde uno plantea un tema y los demás se salen por peteneras hablando de lo que les da la gana, por aquello de "yo he venido a hablar de mi libro"). En fin, que creo que cualquier persona que tiene un blog agradece los comentarios, porque eso también es signo de cara a los demás de que hay un buen ambiente en el mismo.

K.I.A. dijo...

Interesante comentario, Neil Parsons, pero lo he encontrado un poco largo ;)

Neil Parsons dijo...

Así me gusta y si hay "buen rollo" como dice la juventud, mejor que mejor. :D

Me apuntaré este blog, por si acaso.

F. Xavier González Cuadra dijo...

Buenas tardes Parsons et al.,

Soy el autor de este blog desde agosto de 2007.
Si tienes las ganas y oportunidad de leerte la mayoría de comentarios de los artículos verás que en el 100% hay una respuesta positiva y agradecimientos en los mismos. Eso una.
Segundo, no voy a entrar en peleas de patio, ni a ver quien sabe más de todo y quien comete menos faltas. Simplemente me da igual.
Lo único que se le ha dicho al sr. Scream - no he sido el único - es que no aportó nada y que encima tuvo una coletilla más que gratuita. Nos guste o no ahí está su comentario. Yo por mi parte zanjo el tema con la esperanza que los futuros comentarios de Scream sean más constructivos y menos anodinos. Así lo veo, quizás me equivoque, pero así lo pensé.
Por otra parte, confío en que te guste el resto blog y que lo disfrutes. Recibe un cordial saludo,

F. Xavier

Neil Parsons dijo...

Aprecio mucho tu contestación y, como bien apuntas, mejor tener la fiesta en paz, algo en lo que estoy muy de acuerdo.

Me pasaré más a menudo, pues aunque hasta ahora no he tenido el gusto de conocer una parte de la historia sangrienta de la humanidad en el siglo XX, nunca es tarde para aprender a conocerla y valorarla en su justa medida. ;)

Saludos

Tony Collbato dijo...

Creo que te interesará http://imatgesdesilenci.blogspot.com/2010/01/necropolis-nacional-militar-dauberive.html.Bon Any

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