Viene de: La Batalla de Mons (II)
La lucha continuó por la tarde. Los alemanes decidieron atacar el punto más vulnerable del frente británico, el flanco del Saliente. A las dos de la tarde, baterías alemanas emplazadas en la loma de Haulchin, a unos cuatro kilómetros al este de Mons, entre Binche y Bray comenzaron a castigar a la 3ª brigada. Al poco se advirtió la presencia de tropas de caballería alemana por el sector de Bray a St. Symphorien. Aunque baterías británicas se encargaron de dispersarlas el contrafuego alemán localizó la artillería británica castigándola duramente. La 3ª division británica de Hamilton estaba recibiendo un duro castigo artillero. Haig decidió enviar tropas en ayuda de la 3ª de Hamilton, a la loma 93, para aliviarles la presión. A pesar de los preocupantes informes del flanco este, el mayor peligro estaba en el saliente de Mons.
Ya en retirada, cerca de Frameries, la falta de explosivos evitó que fuesen volados dos de los tres puentes que cruzaban el canal. Los alemanes los cruzaron poniendo en serios apuros a los Scots fusiliers en franca retirada.
En la zona del "saliente del canal", unidades alemanas - en formación abierta - consiguieron cruzar el canal al oeste de Obourg alcanzando la estación de ferrocarril. Esto complicó la situación de los Middlesex y los Royal Irish. La retirada de ambas unidades se hizo imprescindible ya que la artillería situada en las cotas elevadas al norte del canal y las patrullas de hostigamiento desde el sector de Mons les estaban ocasionando muchos problemas y cuantiosas bajas. Sobre las tres de la tarde iniciaron la retirada. Un poco antes, sobre las dos y media, los Royal Fusiliers –según órdenes del general de brigada Shaw- se retiraron de Nimy a Ciply, con apenas un centenar de bajas. Durante esta retirada tuvo lugar la heroica hazaña del teniente Dease y el soldado Godley al resistir el ataque de tropas alemanas con sólo una ametralladora y cubriendo la retirada de sus compañeros. Por este acto recibieron la Victoria Cross. Dease murió y Godley fue hecho prisionero. En su retirada los Lincolnshire colocaron barricadas en las tres vías que conducían a Mons. Los Royal Fusiliers no fueron perseguidos por los alemanes muy de cerca. Cuando los alemanes decidieron dirigirse a Mons fueron rechazados por la resistencia de los Lincolnshire y por la batería 109ª.
La proximidad del enemigo obligó a los británicos a volar los puentes al oeste del saliente. Pero de los tres puentes sólo uno fue volado. Al caer prisionero un oficial del regimiento de ingenieros en el puente de Nimy, las tareas de instalación de las cargas explosivos se hizo con la ayuda de francotiradores. La descoordinación y la proximidad del enemigo provocaron que o bien no se recibiesen las órdenes de retirada o bien se recibiesen órdenes de resistir hasta el último hombre.
El caos imperante en el movimiento de las tropas británicas provocó que una gran mayoría de éstas fuesen rodeadas por las tropas alemanas en el llamado saliente del canal, entre Nimy y a lo largo de la carretera que llevaba a la ciudad. A pesar de los esfuerzos que se realizaron para coordinar una retirada ordenada hacia una línea de defensa planificada, no hubo un movimiento uniforme desde las posiciones del canal, y las unidades del ejército británico comenzaron a mezclarse entre ellas, y lo peor: el mando tuvieron que asumirlo en algunos casos los suboficiales. En este punto, la historia oficial reconoce que el movimiento de repliegue o retirada no fue en absoluto ni ordenado, ni eficaz.
Los alemanes, por su parte, no acabaron de aprovechar la situación de caos en las filas británicas al anochecer. Incluso llegaron órdenes de alto el fuego.
El total de bajas de este primer enfrentamiento entre tropas británicas y alemanas en Mons fue de unas 1.600 en las filas británicas entre muertos, heridos y desaparecidos. Prácticamente la mitad de éstas fueron de dos batallones, unas 400 del 4º de los Middlesex y 300 del 2º de los Royal Irish ambas de la 8ª brigada que estaba en el saliente del canal. Pero lo peor estaba aún por venir. Llegaron noticias alarmantes: se verificó la retirada del Vº ejército francés de Lanzerac, sin que éste advirtiese a French de que le descubría totalmente su flanco izquierdo y dejaba a las tropas británicas en una situación muy comprometida, pues los pasos del Sambre quedaban sin defensa alguna. Finalmente, Joffre advirtió a French de los movimientos de Lanzerac.
Sir John French decidió que la única posibilidad de recuperar la línea y cerrar el vació existente entre las tropas de la BEF y las francesas era una retirada en dirección a Cambrai para reestablecer el contacto con los franceses en su flanco derecho. Cuatro cuerpos de ejército alemanes se aproximaban a marchas forzadas hacia las posiciones británicas.
Mons es un episodio histórico pero como la mayoría prismático por las conclusiones que ofrece. Algunas fuentes, siempre británicas, hablan de 5.000 bajas alemanas. Sin embargo, según la perspectiva del analista o especialista, la batalla de Mons ofrece diferentes versiones. Otras lecturas que ofrece Mons exponen que los alemanes comprobaron el potencial británico y las posibilidades de que éstos pudiesen retrasar y entorpecer su avance hacia territorio francés. Otros opinan que el Ir Ejército alemán no supo aprovechar su clara ventaja frente a un enemigo inferior en número y en potencia artillera.
Sir John French consideró que era preciso escapar para salvar el resto de su ejército. Ordenó retirada hacia la posición de Valenciennes-Maubege, sus órdenes eran que el Ir Cuerpo de Haig cubriese la retirada de IIº de Smith-Dorrien que se atrincheraría en el sector de Dour.
La Batalla de Mons mostró cuan efectivo podía ser un ejército bien entrenado, cuan mortífero podía ser el fuego de fusilería británico contra un ejército superior en número y en piezas de artillería. Pero las fuerzas expedicionarias británicas y su mando se percataron pronto de que sus flancos estaban al aire y que antes de caer en un embolsamiento era preciso retirarse. La retirada continuó hasta el sur del rio Marne en la que sería denominada The Great Retreat o la Retirada de Mons.
Continua: The Great Retreat o la Retirada de Mons
Ya en retirada, cerca de Frameries, la falta de explosivos evitó que fuesen volados dos de los tres puentes que cruzaban el canal. Los alemanes los cruzaron poniendo en serios apuros a los Scots fusiliers en franca retirada.
En la zona del "saliente del canal", unidades alemanas - en formación abierta - consiguieron cruzar el canal al oeste de Obourg alcanzando la estación de ferrocarril. Esto complicó la situación de los Middlesex y los Royal Irish. La retirada de ambas unidades se hizo imprescindible ya que la artillería situada en las cotas elevadas al norte del canal y las patrullas de hostigamiento desde el sector de Mons les estaban ocasionando muchos problemas y cuantiosas bajas. Sobre las tres de la tarde iniciaron la retirada. Un poco antes, sobre las dos y media, los Royal Fusiliers –según órdenes del general de brigada Shaw- se retiraron de Nimy a Ciply, con apenas un centenar de bajas. Durante esta retirada tuvo lugar la heroica hazaña del teniente Dease y el soldado Godley al resistir el ataque de tropas alemanas con sólo una ametralladora y cubriendo la retirada de sus compañeros. Por este acto recibieron la Victoria Cross. Dease murió y Godley fue hecho prisionero. En su retirada los Lincolnshire colocaron barricadas en las tres vías que conducían a Mons. Los Royal Fusiliers no fueron perseguidos por los alemanes muy de cerca. Cuando los alemanes decidieron dirigirse a Mons fueron rechazados por la resistencia de los Lincolnshire y por la batería 109ª.
La proximidad del enemigo obligó a los británicos a volar los puentes al oeste del saliente. Pero de los tres puentes sólo uno fue volado. Al caer prisionero un oficial del regimiento de ingenieros en el puente de Nimy, las tareas de instalación de las cargas explosivos se hizo con la ayuda de francotiradores. La descoordinación y la proximidad del enemigo provocaron que o bien no se recibiesen las órdenes de retirada o bien se recibiesen órdenes de resistir hasta el último hombre.
El caos imperante en el movimiento de las tropas británicas provocó que una gran mayoría de éstas fuesen rodeadas por las tropas alemanas en el llamado saliente del canal, entre Nimy y a lo largo de la carretera que llevaba a la ciudad. A pesar de los esfuerzos que se realizaron para coordinar una retirada ordenada hacia una línea de defensa planificada, no hubo un movimiento uniforme desde las posiciones del canal, y las unidades del ejército británico comenzaron a mezclarse entre ellas, y lo peor: el mando tuvieron que asumirlo en algunos casos los suboficiales. En este punto, la historia oficial reconoce que el movimiento de repliegue o retirada no fue en absoluto ni ordenado, ni eficaz.
Los alemanes, por su parte, no acabaron de aprovechar la situación de caos en las filas británicas al anochecer. Incluso llegaron órdenes de alto el fuego.
El total de bajas de este primer enfrentamiento entre tropas británicas y alemanas en Mons fue de unas 1.600 en las filas británicas entre muertos, heridos y desaparecidos. Prácticamente la mitad de éstas fueron de dos batallones, unas 400 del 4º de los Middlesex y 300 del 2º de los Royal Irish ambas de la 8ª brigada que estaba en el saliente del canal. Pero lo peor estaba aún por venir. Llegaron noticias alarmantes: se verificó la retirada del Vº ejército francés de Lanzerac, sin que éste advirtiese a French de que le descubría totalmente su flanco izquierdo y dejaba a las tropas británicas en una situación muy comprometida, pues los pasos del Sambre quedaban sin defensa alguna. Finalmente, Joffre advirtió a French de los movimientos de Lanzerac.
Sir John French decidió que la única posibilidad de recuperar la línea y cerrar el vació existente entre las tropas de la BEF y las francesas era una retirada en dirección a Cambrai para reestablecer el contacto con los franceses en su flanco derecho. Cuatro cuerpos de ejército alemanes se aproximaban a marchas forzadas hacia las posiciones británicas.
Mons es un episodio histórico pero como la mayoría prismático por las conclusiones que ofrece. Algunas fuentes, siempre británicas, hablan de 5.000 bajas alemanas. Sin embargo, según la perspectiva del analista o especialista, la batalla de Mons ofrece diferentes versiones. Otras lecturas que ofrece Mons exponen que los alemanes comprobaron el potencial británico y las posibilidades de que éstos pudiesen retrasar y entorpecer su avance hacia territorio francés. Otros opinan que el Ir Ejército alemán no supo aprovechar su clara ventaja frente a un enemigo inferior en número y en potencia artillera.
Sir John French consideró que era preciso escapar para salvar el resto de su ejército. Ordenó retirada hacia la posición de Valenciennes-Maubege, sus órdenes eran que el Ir Cuerpo de Haig cubriese la retirada de IIº de Smith-Dorrien que se atrincheraría en el sector de Dour.
La Batalla de Mons mostró cuan efectivo podía ser un ejército bien entrenado, cuan mortífero podía ser el fuego de fusilería británico contra un ejército superior en número y en piezas de artillería. Pero las fuerzas expedicionarias británicas y su mando se percataron pronto de que sus flancos estaban al aire y que antes de caer en un embolsamiento era preciso retirarse. La retirada continuó hasta el sur del rio Marne en la que sería denominada The Great Retreat o la Retirada de Mons.
Continua: The Great Retreat o la Retirada de Mons
1 comentario:
Interesante
Publicar un comentario